Semanas atrás, la Marina removió en el Aeropuerto de la Ciudad de México una cafetería que servía como medio de subsistencia para un grupo de jubilados de la aerolínea Mexicana de Aviación, cuyas pensiones se esfumaron con la quiebra de la empresa. Los extrabajadores demandan ayuda del gobierno federal para recuperar sus pensiones y reactivar su Seguro Social
Texto y fotos: Arturo Contreras Camero
CIUDAD DE MÉXICO.- Este jueves, con una conferencia de prensa, un grupo de personas jubiladas de Mexicana de Aviación levantan la voz para impedir que le pongan el último clavo al ataúd a su lucha por restituir una pensión que les fue robada. La conferencia se da en el mismo espacio del Aeropuerto de la Ciudad de México en el que montaron una cafetería cuyas ganancias usaban para mantener sus juicios legales y para ayudar a los más necesitados entre sus compañeros.
La cafetería de los jubilados de mexicana atendió desde 2015 a turistas locales y extranjeros 24 horas al día, en ella decenas encontraron un refugio económico, por lo menos hasta la madrugada del 2 de septiembre, cuando fueron desalojados por un operativo desmedido integrado por decenas de elementos de la Marina y la Guardia Nacional.
“Cuando los vimos, al principio no pensamos que venían con nosotros, que era algo de seguridad como ya ha pasado. Nos despertamos y estábamos rodeados, cuando de pronto se acercaron para decirnos que teníamos que desalojar el lugar”, cuenta sobre la madrugada de ese día Blanca Valdez, integrante del AJ Team, la Asociación de Jubilados, Trabajadores y extrabajadores de la Aviación Mexicana.
“Al recordar me gana una sensación de impotencia. ¿Por qué te mandan a la Marina, a soldados y policías? Ahorita iba entrando y están ahí parados ¡con una prepotencia! Como si fuéramos una lacra ¡y no! Éramos orgullosamente representantes de México ante los ojos del extranjero”, dice.
Después de más de 12 años de pelea en los que perdió su trabajo, su pensión, su seguro social y cualquier esperanza de llegar a los 60 años, Blanca no sabe cuál es la lección de vida que ha aprendido, pero está segura que no va a dejar de pelear, de que nunca va a estirar la mano para mendigar un apoyo.
“Yo coticé 32 años, pagando impuestos, seguro social, todo. Empecé a trabajar desde los 23 años como sobrecargo. Yo me jubilo un mes y medio antes de que cierren la empresa, solo cobré tres quincenas”. Al poco tiempo Blanca empezó a mostrar la impotencia que revive hoy a través de su cuerpo; fue tanto el impacto de ver rotos sus sueños de una vejez digna que empezó a manifestar enfermedades de las que jamás había escuchado.
“Empezó con mi sistema inmune, es una enfermedad que se llama Síndrome de Sjörgen, en la que tu cuerpo te empieza a autosabotear; de ahí viene la artritis y de ahí el lupus, la esclerodermia y ahora el glaucoma”.
Al mes, Blanca gasta más de 7 mil pesos en medicinas y a través del trabajo solidario que ejercía en la cafetería del AJ Team podía sufragarlos, pero hoy eso se acabó, no solo para ella ,sino también para otras 70 familias que ahí trabajaban.
En 2011, un año después de que Gastón Azcárraga declaró la bancarrota de Mexicana de Aviación, el lugar de mostradores y atención al público que tenía la empresa fue tomado por Dulce Mejía y Rogelio Martínez, jubilados defraudados, que hicieron una huelga de hambre para reclamar sus derechos.
Desde entonces el lugar se convirtió en un centro de resistencia, hasta que cuatro años después, en 2015, sabiendo que las dádivas de los turistas que pasaban por el plantón no alcanzarían para mucho, decidieron iniciar la cafetería como una manera de subsistencia.
Al inicio solo vendían donas y café y podían pagar un salario de 150 pesos (que eventualmente llegó a 300) por una jornada de 12 horas. Incluso desarrollaron una red de proveedoras, un grupo de compañeras jubiladas que empezaron a cocinar sándwiches, pasteles y otros alimentos con los que llegaban a tener utilidades de hasta 2 mil pesos por mes.
Así fue hasta el pasado 2 de septiembre, cuando lo que parecía un batallón de elementos de seguridad llegó a arrebatarles el espacio que habían mantenido en resistencia. Todo bajo el pretexto de que las autoridades del aeropuerto no sabían qué “peligrosos planes” se urdían tras los mostradores, además de que el café y los deliciosos pasteles de zanahoria que ofrecían representaban una competencia desleal a otros locales del aeropuerto, como el Starbucks. El lunes 5, tres días después del desalojo, los integrantes del AJ Team pidieron una reunión con Carlos Celázquez Triscaeño, recién nombrado director del aeropuerto, sin embargo la respuesta fue negativa.
En 2014, a cuatro años de sobrevivir sin pensiones, los integrantes del AJ Team decidieron acudir a la empresa, entonces representada por un conciliador, para demandar el fondo de pensiones al que tenían derecho. La respuesta los escandalizó, de los 3 mil millones de pesos a los que debían haber tenido acceso, solo encontraron 70 millones.
Al darse cuenta, los sindicatos de aviación que representan al resto de extrabajadores defraudados de Mexicana pidieron que también se les incluyera en el reparto de los 70 millones, lo que mermó aún más el fondo. Lo ganado apenas y alcanzó para cubrir un par de meses de salarios y jubilaciones caídas.
A raíz de ello, el AJ Team decidió levantar otro proceso legal. Con él obtuvieron el embargo de los bienes que restaban de Mexicana de Aviación, además de un laudo para cobrar lo que resultara de su venta en remate. Entre esos bienes se incluye las marcas comerciales de la aerolínea, un almacén en el aeropuerto, un centro de adiestramiento y una base de mantenimiento (la más grande en América Latina) que siguen operando; así como una concesión de rutas comerciales vigente hasta el 2030 que incluye cerca de 2 mil slots.
Un slot es una posición de aterrizaje y despegue para desarrollar una ruta aérea comercial; tan solo una posición de estas en el aeropuerto de Heathrow, el más grande de Londres, se subastó recientemente en 560 millones de dólares. Desde su quiebra, los slots de Mexicana han sido explotados, ilegalmente dicen algunos, por empresas como Interjet, Volaris y Viva Aerobus.
Así como con la primera demanda, los sindicatos, al enterarse que los integrantes del AJ Team habían conseguido un laudo para resarcir la deuda de sus pensiones, también acudieron a los tribunales para demandar un resultado similar.
“Nos enteramos que Arturo Alcalde, el representante de los sindicatos –y padre de la secretaria del Trabajo de esta administración, María Luisa Alcalde– hizo un acuerdo; dio una instrucción en los tribunales para que por ningún motivo se nos dejara ejecutar el laudo hasta que el juicio que había iniciado él, representando a los sindicatos, se empatara con el nuestro. De tal forma que ellos, en abril de 2018, también obtienen un laudo condenatorio en contra de los mismos bienes de Mexicana”, cuenta Fausto Guerrero Díaz, otro integrante del AJ Team.
“Lamentablemente la ruta de don Arturo Alcalde es desconocer el laudo de los jubilados, ¡nuestro laudo!, argumentando un mejor derecho”, dice Fausto. “Ellos argumentan que aún son (o eran) trabajadores y que nosotros ya no; que fuimos liquidados. Lo cual es una mentira. Y que en términos legales, pues ellos van primero. ¿Qué sucedería? Pues que se quedarían con todos los bienes”.
Fausto Guerrero Díaz, integrante de la Asociación de Jubilados, Trabajadores y extrabajadores de la Aviación Mexicana.
Actualmente se estima que la venta de todos los bienes de Mexicana alcanzaría unos mil 100 millones de pesos, cantidad insuficiente para resarcir la deuda total de extrabajadores y jubilados; a pesar de que Fausto asegura que si se hiciera un reparto justo de estos bienes alcanzaría para cubrir algunos años de salarios y pensiones, desde los sindicatos liderados por Arturo Alcalde pretenden solo darles el 2 por ciento de esa venta.
El 28 de febrero de 2020 el presidente López Obrador anunció durante su conferencia diaria la posibilidad de crear una empresa cooperativa bajo la marca de Mexicana de Aviación, incluso dijo que podría operar desde el nuevo aeropuerto de Santa Lucía. Así, el 4 de marzo el AJ Team, en una reunión con los representantes sindicales de los extrabajadores de Mexicana propusieron unir todos los bienes de la aerolínea y generar una compañía productiva para no solo cobrar sus pensiones adeudadas, sino crear una empresa que podría generar más dinero.
“Vimos la posibilidad de crear cuatro entes productivos: una línea aérea de servicio de pasajeros y de carga, un centro de adiestramiento y de mantenimiento que hasta hoy no han dejado de dar servicio y dos almacenes de carga”, cuenta Fausto.
La negativa de los sindicatos fue implacable: no estaban en posición de formar parte de esa cooperativa porque sería imposible usar los bienes que están sujetos a un litigio y preferían su remate.
“¿Por qué se niegan a la creación de una empresa? Porque sería crear competencia directa al resto de las aerolíneas que son representadas por los mismos sindicatos. Evidentemente no están interesados en generar una competencia a sus agremiados”.
Hasta estos meses las cuentas del AJ Team han podido mantener un fondo para contingencias, desde el que apoyan a los que necesitan medicinas o están en situaciones críticas. Sin embargo, es probable que no dure mucho si no encuentran otra forma de generar recursos.
“Deja que te diga esto: he platicado con muchos compañeros después de lo que pasó. Se sienten muy decepcionados, traicionados y perdidos”, dice José Guadalupe Rivas Parra con la misma intensidad como el rosa de la camisa polo que usa. Pepe es otro sobrecargo jubilado y defraudado que a sus 62 años, después de haber reunido lo suficiente para una pensión, no ha podido dejar de trabajar y ahora enfrenta el desamparo.
“Ya van 38 compañeros que han fallecido, y esto no es fácil porque te quedas solo, tanto hasta que dices ¡Dios mío, hasta cuándo! Y no soy solo yo, somos todos”, dice cansado y con tristeza quien hasta hace un par de años aún podía entregarse a jornadas de hasta 16 horas de trabajo en la cafetería, pero que ahora batalla para completar el dinero para sus medicinas.
“Teníamos la esperanza, y aún la tenemos, de que este gobierno, de tintes sociales, voltee a ver a los más necesitados. Yo ya no puedo tener trabajo, soy un viejo decrépito para tener trabajo, aunque tenga la capacidad, no me dan trabajo. Tengo 62 años, me dicen bien gracias, luego le llamamos”.
Si todos los planes para recuperar la deuda millonaria de sus pensiones fallan, al menos los jubilados del AJ Team quisieran encontrar una manera de reactivar su Seguro Social para poder acceder a una pensión mínima con los años de trabajo que tienen, que por cuestión de Contrato, son un poco menos de los requeridos por ley en el IMSS.
Periodista en constante búsqueda de la mejor manera de contar cada historia y así dar un servicio a la ciudadanía. Analizo bases de datos y hago gráficas; narro vivencias que dan sentido a nuestra realidad.
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