A diferencia de otros países de Europa, Italia mantendrá cerradas sus escuelas al menos cuatro meses más por la covid-19. La reapertura pondría en riesgo a sus profesores, cuya mitad rebasa los 50 años de edad
Texto: Cynthia Rodríguez
Fotos: Il Fatto Quotidiano, Gazzetta di Reggio y Il Messaggero
MILÁN, ITALIA.- En muchos países de la Unión Europea ya se habla del regreso a clases, pero en Italia será hasta septiembre, siempre y cuando no haya contraindicaciones. Esto, a pesar de que esas naciones cerraron sus escuelas casi un mes después que Italia, que lo hizo el 21 de febrero por la emergencia sanitaria del covid-19.
En España, por ejemplo, este fin de semana han dejado salir a los niños para caminar una hora cerca de sus casas. Las guarderías y escuelas primarias en Alemani regresaron este lunes a las actividades escolares. En mayo, Francia planea hacer lo mismo; adoptará horarios y turnos, aunque no será obligatorio, y así, poco a poco para el resto de los países.
Suecia, por ejemplo, nunca cerró sus escuelas, aunque obviamente las condiciones de población son diversas y cuenta con una población muy joven.
Lo mismo comienza a ocurrir en Noruega y Dinamarca, donde las actividades escolares están recomenzando para terminar el ciclo en junio.
Pero en Italia, los niños siguen en sus casas. Y así será por los próximos cuatro meses.
El domingo por la noche, cuando el presidente del Consejo de Ministros, Giuseppe Conte, anunció la Fase 2 y el reinicio de algunas actividades para reactivar la economía italiana, omitió lo que millones de familias se han preguntado todo este tiempo: ¿cuándo regresarán los niños a sus escuelas?
Sólo cuando una periodista le hizo la pregunta directa, el funcionario comenzó a explicar algunos de los motivos.
“Tener cerradas las escuelas está en la línea de las indicaciones de los expertos. Reabrirlas significaría una nueva explosión de los contagios en el lapso de una o dos semanas”, dijo Conte la noche del domingo.
“Razonablemente tendremos las escuelas cerradas hasta el fin del año escolar, pues el riesgo sería altísimo y nos haría alzar la curva del contagio si reabriéramos las escuelas. Sobre todo en esta fase. Hay un riesgo calculado en este sector con personal de cierta edad”, dijo.
El primer ministro confió en que la ministra de la Instrucción siga trabajando para abrir todas las escuelas en septiembre.
Antes, ya se había explicado que el movimiento de 8 millones de alumnos. Junto con 2 millones de profesores y padres de familia, provocaría tal movimiento que podría elevar los contagios. Ahora se sabe que no es sólo esto.
En Italia, la edad de las víctimas mortales ha sido entre las personas mayores de 65 años. Las autoridades han insistido sobre cuidar y proteger a los ancianos, a pesar de lo que ha ocurrido en las casas de reposo.
En los últimos días, incluso, señalaron que una posibilidad para protegerlos sería que no salieran de sus casas en lo que resta del año. Una situación que a muchos no ha gustado. Una gran cantidad de mayores de 60 años trabajan y la medida se les ha hecho excesiva.
Millones de familias han reclamado el hecho de alargar tanto este periodo para los estudiantes. Incluso se comienza a regresar al trabajo sin haber resuelto qué se hará con los hijos en este periodo. Pero la edad de los profesores explica un poco lo que ocurre en Italia.
De acuerdo con los datos de los observatorios internacionales de la OCDE, Italia cuenta con los enseñantes más ancianos de Europa con una edad promedio de 49 años. Sin embargo, más de la mitad de los docentes supera los 50 años. De hecho, los enseñantes mayores de 50 años son el 49 por ciento. Casi la mitad de acuerdo con los últimos resultados del programa Talis que data del 2018.
Así, los maestros que deberían hacer test para la vigilancia de su salud, considerando aquellos mayores de 55 años, podrían llegar al 30 por ciento del total de los docentes.
Y si se analizan los datos de los directores de las escuelas, a pesar de que el año pasado llegaron unos 3 mil nuevos dirigentes, la edad es todavía más alta, pues el 46 por ciento tienen más de 60 años y un 20 por ciento está entre los 55 y 60 años de edad.
De ahí que el presidente del Instituto Superior de la Sanidad, Silvio Brusaferro, insista en el alto riesgo de abrir las escuelas, pues para los científicos, Italia aún está en fase epidémica. Cualquier medida de protección es esencial en estos momentos, pues aunque los niños, por decirlo así, están mejor entrenados para enfrentar las enfermedades, contribuyen a la circulación del virus.
Este lunes, el presidente de la República italiana, Sergio Mattarella, dio otro mensaje a la nación con motivo de un nuevo programa de la RAI Cultura (televisión nacional) en colaboración con el Ministerio de la Instrucción, para ayudar a la didáctica a distancia.
“Queridos jóvenes, les hablo hoy a ustedes en una circunstancia que poco tiempo ninguno habría imaginado. La emergencia sanitaria nos ha obligado a convivir con otras reglas que cambian todo, principalmente nuestra cotidianidad”.
Al hablar sobre lo que ha pasado con 8 millones de estudiantes en Italia y muchos otros millones en todo el mundo, Mattarella lo calificó como un evento epocal.
“La escuela cerrada es una herida para todos, pero más para ustedes, porque la escuela no es solamente el lugar donde aprenden, se trata de su dimensión social fundamental: el lugar donde junto al aprendizaje, al saber, al conocimiento, se crece y se desarrolla, también en la convivencia con sus compañeros y maestros, la personalidad de cada uno de ustedes, lo que serán en su vida futura… Así ha sido para todos, para cada uno de nosotros”.
Con una sonrisa nostálgica, el presidente dijo que para todas las personas, los años de la escuela dejan una experiencia decisiva, por todo lo que ahí se aprende, por las amistades que se forjan.
“Tantas durarán por toda la vida, por las personas que se encuentran, por aquellos que reconoceremos siempre como nuestros maestros. Todos ustedes recordarán estos días, por lo que la pandemia les ha arrebatado, las clases, los compañeros, los profesores…”.
Hizo un recordatorio sobre lo que muchos niños y jóvenes se han dado cuenta a partir de este periodo de clausura.
“Quizá, muchos de ustedes han descubierto con sorpresa que extrañan la escuela. Probablemente no habrían imaginado que poder salir para ir a la escuela era un ejercicio de libertad, de su libertad, y es posible también que después de esta experiencia sea al mismo tiempo una enseñanza, así dura y sufrible, pero sea una oportunidad de crecimiento para reflexionar en lo que todos debimos renunciar.
“Para empezar, a las relaciones con las personas, pero sobre todo para reflexionar en lo que debe necesariamente cambiar. Porque todos repetimos que después de esta pandemia, el mundo no será como antes, pero ninguno, de verdad puede decirnos cómo será”.
Y siempre a los estudiantes, Matterella dijo que el mundo de mañana dependerá en gran medida de ellos, de su capacidad de pensarlo, proyectarlo, vivirlo. De su empeño en cómo aprovecharán sus conocimientos y saberes que hoy adquirirán.
“Y es justo por esto la importancia en continuar a ser estudiantes, a sentirse protagonistas de la comunidad estudiantil”.
Periodista mexicana radicada en Italia, donde ha sido corresponsal para varios medios. Autora del libro Contacto en Italia. El pacto entre Los Zetas y la '
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