La pandemia en Italia empeora rápidamente, las protestas cada vez son más violentas y los médicos, que ya son insuficientes, siguen pidiendo un confinamiento duro generalizado

Texto: Cynthia Rodríguez

Fotos: Milano Today

MILÁN, ITALIA.- Hace seis días, los murales que el artista Cosimo Cheone había dedicado a los doctores y enfermeras del hospital Sacco de Milán, donde se abrió el primer reparto covid, amanecieron vandalizados.

Con manchas de pintura gris,  amanecieron todas cubiertas las caras de los operadores sanitarios que desde julio pasado adornaban la calle de Eritrea, en un popular barrio al noroeste de Milán, llamado Quarto Oggiaro.

Fue como una primera señal de que las cosas han cambiado en Italia. La imagen de los médicos y enfermeras que durante largos meses fueron vistos como héroes y su trabajo había motivado a la gente para quedarse en casa se ha comenzado a desdibujar como los murales de Quarto Oggiaro.

Las protestas, cada vez más violentas, también han dejado claro que la situación ha cambiado y que si los contagios en la segunda onda son más potentes, también lo son los reclamos y la desconfianza que tiene la población.

La muestra mayor es que el confinamiento por zonas que inició el pasado viernes casi en ninguna región ha sido respetado como debería ser.

“Ya hacemos mucho con respetar el toque de queda que de las 11 de la noche lo bajaron a las 10. Yo creo que ahora tenemos que ver nosotros mismos cómo subsistir ante la crisis que ya no nos abandonará”, explica Rossella Folli, atrás de una mesita que ha puesto para interrumpir que entren los clientes a su bar que debería estar cerrado pero que mantiene abierto con la promesa de que sólo ofrece consumo para llevar.

Desde el viernes pasado Italia quedó dividida en tres zonas de acuerdo con su nivel de contagio (RT) y la capacidad hospitalaria. En la Roja quedaron cuatro regiones: Lombardía, Piemonte, Valle D’Aosta y Calabria. En la zona Naranja: Apulia y Sicilia y en la Amarilla todas las restantes. 

Las dudas mayores estaban en el sur, pues mientras Calabria sufre más por una pésima sanidad que por los contagios que se mantienen bajos, Campania adolece en estos momentos de ambos, sin embargo fue considerada desde el inicio como zona Amarilla.

Ahí, a excepción de que han cerrado todas las escuelas por órdenes del gobernador Vincenzo de Luca, las actividades siguen manteniéndose casi igual, lo que ha ocasionado que en las próximas horas pase de Amarilla a Roja. Este martes el Ministerio de la Salud estudiará su caso específico.

De lo que no hay duda es que a partir de mañana las regiones de Liguria, Toscana, Abruzzo, Basilicata y Umbría pasarán a la zona Naranja, pues aquí el número de casos ha crecido exponencialmente, por tal motivo, el ministro de Salud, Roberto Speranza, firmó la ordenanza con la nueva categorización. 

Por eso, a partir de este martes, el mapa de Italia quedará así: Zona roja: Lombardía, Piamonte, Valle de Aosta, Calabria, Provincia de Bolzano; Zona naranja: Liguria, Toscana, Abruzos, Basilicata, Umbría, Apulia y Sicilia; Zona amarilla: Campania (por ahora), Emilia-Romagna, Friuli-Venezia Giulia, Lazio, Marche, Molise, Provincia de Trento, Cerdeña, Veneto. 

La provincia de Bolzano fue declarada «zona roja» por el gobernador Kompatscher, aunque la categorización del Ministerio de Salud no preveía las restricciones máximas para este territorio. 

La decisión sobre Campania se ha pospuesto un día. El ministro Speranza confirma que «el martes se dedicará a analizar la situación de los datos en Campania. El gobernador Vincenzo De Luca lo solicitó y coincidimos en la necesidad de profundizar el marco para decidir en qué banda debe estar la Región”, dijo Speranza. 

En el informe semanal, el Instituto Superior de Salud confirmó que «la epidemia en Italia está empeorando rápidamente. En la mayor parte del territorio nacional es compatible con un escenario tipo 3 pero el número de Regiones donde la velocidad de transmisión ya es compatible con un escenario 4 está aumentando”. 

Según los científicos, «una situación generalizada se confirma como muy grave en todo el territorio nacional con críticas ahora evidentes en numerosas regiones italianas. La situación descrita en este informe destaca fuertes criticidades de los servicios territoriales y el logro actual o inminente de los umbrales críticos de ocupación de los servicios hospitalarios en todas las Regiones. Todas las Regiones están clasificadas en alto riesgo de una epidemia incontrolada e inmanejable en el territorio o en riesgo moderado con alta probabilidad de progresar a alto riesgo en las próximas semanas”.

Mientras durante los primeros meses la emergencia se focalizó al norte, ahora regiones como Abruzzo, Las Marcas y Toscana han sufrido de un repentino salto en la curva epidemiológica con un aumento de los casos diarios casi del 100 por ciento, donde la hospitalización también ha sido progresiva.

Tanto las cifras como las medidas de seguridad que ha impuesto el gobierno, con multas incluidas para quien las infrinja, no han sido suficientes para que el “Quédate en casa”, sea parte de esta “nueva normalidad”. 

En las últimas 24 horas se registraron 25 mil 271 nuevos casos de contagio y 356 muertos. El RT sigue creciendo en todo el territorio. 

Los médicos, que ya son insuficientes, siguen pidiendo un confinamiento duro generalizado.