Desde 2021 el desabasto de testosterona ha afectado a cientos de hombres trans en México. Ante los fraudes, la ausencia de información y los efectos secundarios que ponen en riesgo sus vidas, hombres trans de distintos estados formaron una red de apoyo para hacer frente a esta crisis   

Texto y fotos: María Ruiz 

CIUDAD DE MÉXICO.- En noviembre del 2021 la testosterona comenzó a escasear en Baja California. En Ciudad de México fue en mayo cuando saltaron las alertas, no había forma de conseguirla, ni en las clínicas gubernamentales ni de manera privada en farmacias. 

La testosterona es parte de su tratamiento de terapia hormonal masculinizante que actualmente llevan los hombres trans. Ésta busca minimizar o eliminar características del cuerpo correspondientes al sexo asignado en el nacimiento y desarrollar las del género autopercibido. Para el caso de hombres se administra testosterona y para el caso de mujeres, estrógeno. 

En México existen cuatro tipos de testosterona con licencia sanitaria de Cofepris: Sostenon 250 del laboratorio Aspen, Lowtiyel del laboratorio Besins International, Primoteston Depot y Nebido, estos últimos de la farmacéutica Bayer. 

Los usados para el tratamiento de terapia hormonal son Sostenon, Primoteston y Nebido. Nebido es el más caro, su precio alcanza hasta los 3mil pesos. Primoteston es el preferido por su precio. Sin embargo éste ha aumentado en los últimos meses. Antes podían encontrar una caja en cien pesos hoy el fármaco tiene un precio de entre los 400 a 500 pesos. 

Tanto Sostenón como Primoteston son los más afectados por el desabasto. El más disponible es Nebido pero por su precio es casi inalcanzable, además de que se desconoce por cuánto tiempo estará disponible en México ya que fue vendida por Bayer a la farmacéutica alemana Grünenthal.en julio del 2022 y este cambio requiere de revisiones de autoridades sanitarias previo a su distribución.

“También es una realidad que estos medicamentos no están diseñados para nosotros y nuestros tratamientos. Es un medicamento para hombres cis que ya no producen la misma cantidad de testosterona que antes. Eso tampoco nos ayuda para llegar a los laboratorios y exigir que hagan medicamentos más seguros porque no tenemos estudios sobre riesgos y cambios de fórmulas ante desabasto” explica Sony Rangel. 

Y es que estos medicamentos están principalmente destinadas a hombres cis de 50 años en adelante con hipogonadismo, falta de testosterona en cuerpos masculinos que puede provocar osteoporosis, disfunción eréctil, disminución de vello corporal y de energía, además de depresión. 

El desabasto abrió camino para fraudes. En 2022 se distribuyó un lote falso de Primotestón Depot. Por varios meses esta alerta se conoció únicamente entre los círculos trans quienes se encargaron de recopilar información y alertar hasta que por fin a finales del 2022 Cofepris lanzó una alerta sanitaria. Sin embargo la organización Transmasculinidades MX denuncia que no les han dicho que contiene el lote falso, a pesar de que la salud de algunos estuvo en riesgo.

Contra el desabasto hacer red

Ante el desabasto un grupo de hombres trans comenzaron a hacer redes. A escribirse, hacer encuentros presenciales y virtuales, avisarse cuando encontraban medicamento y buscar accionar, acercarse a las instituciones gubernamentales y a los laboratorios para entender el desabasto. Así coincidieron Sony Rangel, Liam, Elian y Aref.

La primera versión fue de Bayer,  la farmacéutica argumentó que la causa era la pandemia y la falta de recursos, ya que todos sus recursos estaban destinados a medicamentos contra el nuevo coronavirus. 

Esto no les convenció ya que recordaron que Bayer no estaba produciendo vacunas contra el covid. Fue hasta 2022 que anunciaron su colaboración con el laboratorio alemán CureVac para elaborar la vacuna CVnCoV. Pero sigue sin estar disponible. Desde entonces Bayer ha dado distintas versiones

Después Bayer dio otras dos versiones, que estaban esperando a construir un laboratorio en México para la producción de Testosterona, que en agosto del 2022 se iba a resurtir y la última versión que la farmacéutica dio fue que sí hay producción de Primotestón pero las farmacias no la están distribuyendo.

“No teníamos la imagen completa ni entendíamos a qué se debía el desabasto, sólo sabíamos que empezó en noviembre del 2021 en algunos estados de la república y en mayo ya estábamos en una crisis nacional” cuenta Sony Rangel.

Después de esta primera explicación por parte de Bayer continuaron investigando. Otra explicación que encontraron fue la de los lotes. Sony explica que el cambio de impuestos y la espera para acabar con los lotes de viejos precios ha generado desabasto, al igual que los cambios de gobiernos. 

Decidieron hacer una carta y acercarse a la Clínica Condesa y a la Unidad de Salud Integral para personas trans. En esa carta reunieron toda la información con la que contaban y después de algunas mesas de diálogo lograron que las autoridades se comprometieran a 

a crear un comité clínico de doctoras dónde se habló de las opciones para manejar este tema, tanto buscar otras marcas como ver cuáles eran los riesgos reales de la suspensión de medicamento y con esos datos trabajar con otras instancias cómo Cofepris.

Pero esto duró poco.

“Nos prometieron vigilar más la cuestión de medicamento, ver marcas en EU que estuvieran probadas en tratamiento para personas transmasculinas y ver el registro, liberar la patente para que laboratorios en México pudieran producirla… nos prometieron eso en septiembre además de mesas mensuales pero nada pasó. Dejaron de responder nuestros correos” recuerda Sony.

El desabasto de testosterona ha visibilizado una realidad: la soledad de las transmasculinidades.Es por eso que vieron la enorme importancia de ubicarse y acompañarse, aunque sea de manera virtual. 

Actualmente siguen sin conocer la verdadera razón del desabasto de testosterona pero éste visibilizó una realidad aún más dura, la soledad de las transmasculinidades, la invisibilidad.

“Nos hemos encontrado con obstáculos pero el principal es que las trans masculinidades somos invisibles, tanto que no se ha atendido este problema con seriedad” cuentan los integrantes de la red, quienes se han sentido poco apoyados por movimientos contra el desabasto de fármacos para el VIH y por quienes piden vacunas contra la viruela símica.

Una red para cuidar la vida

La falta de testosterona puede provocar riesgos tanto físicos como emocionales: descalcificación de huesos, ansiedad y depresión. La red denuncia que no existen estudios sobre el uso de testosterona especializados en terapias hormonales para hombres trans, la única estadística con la que cuentan es que son la población con mayor número de intentos de suicidio. Este desabasto puede generar una ola de depresión con riesgo de suicidios.ya que tampoco cuentan con redes de apoyo.

“Cuando las transmasculinidades transitamos parece que se borran las violencias que vivimos pero solo en apariencia porque la gran mayoría logramos pasar como cis género pero seguimos transitando violencias: económica, salarial, con poco acceso al deporte y nos quedamos en un limbo porque como somos hombres y el hombre es el enemigo… pero en México muchas transmasculinidades viven precarizadas y con poco acceso a la educación” explica Sony.

Liam, fundador de la organización La Baja Trans, explica la desunión de las trans masculinidades: “Muchos dejan de juntarse con la banda trans porque les da miedo que descubran que son trans: una vez que ya tienen sus papeles prefieren pasar por hombres cis y les da vergüenza ser vistos como hombres trans”

Elian concuerda, cuenta que cuando la gente logra tener “passing” (lograr pasar como persona cis por cómo se ven y por el reconocimiento legal) comienzan a desatender los temas trans y no es hasta que surgen emergencias como este desabasto que les pega el golpe de realidad.

El sueño de Liam es solidificar redes de apoyo, saber que cuentan entre ellos para atender las crisis, que sepan que no están solos.

Ser un hombre trans sigue en un limbo, por ello Liam recuerda la importancia de juntarse a hablar sobre sus vivencias:

“Nuestras vidas están plagadas de cosas que no tienen un nombre.A hablar sobre nuestra corporalidad, sobre cómo se nos cría, sobre cómo no podemos ser parte, ya sea porque no entender o no queremos, de la población de hombres cis pero tampoco se nos quiere en espacios feministas. Nos piensan junto con los batos cis pero nuestras experiencias son distintas. Parece que estamos en un limbo. Nos toca dialogar, construir y tejer para tener nuestro propio lenguaje” comparte Liam.