2 febrero, 2023
En la Ciudad de México las personas de más de 60 años de edad llegan a ser víctimas de algún tipo de violencia por parte de sus familiares, detalla estudio del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia. ¿A quién pueden acercarse para obtener ayuda? Conoce algunas instituciones que se ocupan de fortalecer la seguridad de los adultos mayores.
Texto y fotos: Isabel Briseño
CIUDAD DE MÉXICO. – Una noticia se volvió viral en la semana. La señora Bertha de 85 años de edad que vive en Ecatepec, fue golpeada en la cabeza con un palo, el agresor: su nieto de 18 años. De acuerdo con las versiones del hermano del agresor, el joven se molestó porque la mujer no le dió de comer.
Entre enero de 2021 y julio de 2022, el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México tuvo un hallazgo interesante debido al apoyo que ha brindado a adultas mayores. De acuerdo con el análisis de esas atenciones encontró que, a diferencia de lo que ocurre durante la juventud y la adultez, en el caso de las mujeres mayores de 60 años las parejas o ex parejas no son sus principales violentadores, sino los hijos e hijas, con el 54.8% de los casos; otros familiares, 27.1%, y la pareja o cónyuge, en 11.8%.
Juanita está sentada en la plaza de la Ciudadela, descansa, dice. Es madre de cinco hijos, los 3 varones ya fallecieron pero sus dos hijas mujeres son quienes, de acuerdo con Juanita, viven enojadas con ella.
“Mi hija la “Güera” vive conmigo, me da de comer, sí me da un taquito, pero es muy enojona, me regaña, me habla fuerte, no me pega, no, pero casi siempre está enojada conmigo, seguramente yo la hago enojar”.
En el país existen 17.9 millones de adultos mayores, y según cifras del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la familia (SNDIF) alrededor de un 16% sufre maltrato o abandono.
De acuerdo con La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021, en el periodo de octubre de 2020 a octubre de 2021, 14.6 % de las mujeres de 60 años y más experimentó violencia, este porcentaje es menor al reportado en la edición 2016 (17.3 %). El tipo de violencia más declarada fue la violencia psicológica (13.0 %), después la violencia económica (4.7 %), violencia física (1.5 %) y violencia sexual (0.5 %).
Empujones, golpes, amenazas, burlas, infantilización, encierro, insultos, indiiferencia, abandono y discriminación, son parte de las formas en que se manifiestan el abuso y el maltrato a las personas mayores, acciones que están altamente normalizadas.
Quienes viven esta situación de manera cotidiana, en ocasiones son incapaces de percatarse de que están siendo violentados porque lo consideran “normal”, mayormente cuando la violencia es ejercida por personas con quienes tienen lazos de afecto, familiar o de confianza.
Las personas mayores que han sido maltratadas pueden presentar confusión, insomnio, agitación, agresividad, pérdida de peso, moretones, cicatrices o quemaduras, falta de higiene, úlceras, entre otros. Las personas mayores que dependen de alguien más para realizar sus actividades cotidianas como comer, bañarse o vestirse son más proclives a ser víctimas de abuso. Quienes muestran rasgos de fragilidad, marcha lenta, agotamiento, pérdida de peso y disminución de la fuerza muscular son más vulnerables a recibir algún tipo de maltrato: psicológico, económico, sexual o negligencia, por la persona encargada de su cuidado, por eso es importante que quien le cuida se encuentre en óptimas condiciones.
Cerca del parque Pushkin en la colonia Roma, camina a paso lento y con bolsas de plástico en las manos Anita. Un gorro rojo cubre su cabeza y un suéter rosa su espalda. Me ofrezco a ayudarle con su carga y acepta. “Muchas gracias señorita, nadie me ayuda”, dice arrastrando la tristeza en sus palabras. Anita regresa de trabajar. Recibe 100 pesos a la semana por barrer la calle de unas monjas. Tiene hijos pero no se lleva bien con ellos, “salieron con mal carácter” dice la señora de 80 años que prefiere trabajar, ganarse su dinero y rentar un cuarto pequeño para vivir tranquila. “A veces sí me siento sola pero prefiero no darle problemas a mis hijos”, cuenta la mujer.
La violencia, en cualquiera de sus formas, tiene consecuencias en la integridad emocional y física de las personas mayores, por eso es importante reconocerla, prevenirla y atenderla.
El Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México pone a disposición de las personas adultas mayores su Línea Plateada y chat de confianza en donde al comunicarse al 555533-5533 pueden recibir asesoría jurídica y psicológica las 24 horas del día los 7 días de la semana, de manera gratuita y confidencial.
Es importante que existan políticas públicas que respeten los derechos humanos de las personas mayores pero también es necesaria la reflexión, pensar la forma en la que actuamos con las personas que nos cuidaron en algún momento de la vida.
Nunca me ha gustado que las historias felices se acaben por eso las preservo con mi cámara, y las historias dolorosas las registro para buscarles una respuesta.
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