Aún tratándose de un conflicto armado con decenas de miles de muertos que tiene en vilo al mundo, Vogue y Annie Leibovitz hicieron lo que saben hacer: una sesión de moda con la anuencia del presidente de Ucrania y su primera dama.
Duilio Rodríguez / @duiliorodroguez
Olena Zelenska y su esposo el presidente de Ucrania Volodomir Zelenski, fueron fuertemente criticados por posar frente a la cámara de la célebre fotógrafa Annie Leibovitz para la revista Vogue.
La sesión fotográfica tuvo lugar en Kiev, capital de un país que sufre las atrocidades de la guerra.
Vogue.com publica una entrevista, con un perfil de la primera dama ucraniana y unas cuantas fotografías junto a su esposo que han generado gran polémica.
Una de las imágenes muestra a Olena de pie con el cuerpo girado ligeramente a su derecha y la mirada perdida; ella sostiene con su mano el cuello del elegante abrigo azul que la cubre; y su cabello rubio parece volar hacia atrás. En la escena aparece rodeada de tres militares mujeres vestidas con equipo táctico militar y rifles de combate. Y de fondo hay lo que parece ser un avión destruido. En el pie de la foto se lee “A paso firme”.
¿Pero qué pasa realmente en el campo de batalla, con los desplazados y muertos que ven a sus líderes posando para una revista de moda?
La guerra en Ucrania comenzó el 24 de febrero pasado. Según datos de la ONU los números del conflicto armado son de 12 mil víctimas civiles, 5 mil muertos, más de 7 mil heridos, nueve millones de personas que recibieron ayuda alimentaria y seis millones de refugiados en Europa, aunque el organismo reconoce que estas cifras son de incidentes verificables pero que los números reales son considerablemente mayores.
El número de militares muertos hasta ahora es incierto, tanto Rusia como Ucrania manejan las cifras oficiales según su propia estimación y conveniencia. El mismo Zelenski reconoce que al menos 10 mil soldados ucranianos han muerto en combate y que han eliminado a más de 30 mil soldados rusos.
En otra de las fotografías Zelenski está sentado detrás de Olena mientras él la sujeta firmemente del brazo casi a la altura del hombro. Por el ángulo de la fotografía, la cara de ambos queda en un mismo plano; sus mejillas se juntan y los dos miran a la cámara directamente. El título escrito debajo de la foto es: “AL MANDO” junto a los créditos de los diseñadores con quienes vistieron a la primera dama.
La revista envió el mensaje de que van “A paso firme” y que tienen el mando, aunque de por medio venga una avalancha de críticas por su frivolidad y poca sensibilidad frente al sufrimiento de la gente.
Vogue es la revista más influyente de la moda; e hizo lo que sabe hacer con la anuencia del mandatario ucraniano y su esposa, aunque en medio haya una guerra que tiene en vilo al mundo.
Como estrategia de comunicación funciona; de otra manera no estaríamos hablando del asunto. Zelenski y Olena acaparan la atención pública del conflicto armado, pero esconde el fondo de los intereses político económicos y sus consecuencias devastadoras.
Por lo visto la pareja buscó popularidad con el glamour; ganarse el corazón del círculo social al que le interesan mucho las apariencias, empatía en un amplio sector que disfruta de la romantización de la guerra.
En el ámbito fotográfico no ví nada nuevo de Leibovitz, por el contrario, encontré estereotipos caducos del caballero heróico y la dama que lo acompaña en su palacio sin perder la elegancia.
Las fotos tienen el estilo inconfundible de la fotógrafa: dirección de personajes en una mezcla de teatralidad y poses que se relacionan a la industria del fashion, iluminación muy bien controlada, algunos colores desaturados y todos los detalles de vestuario perfectamente cuidados.
Aunque la palabra romantizar no existe en nuestro idioma, la tomamos del inglés Romanticise que significa mostrar algo de forma que parezca mejor de lo que realmente es. Romantizamos para evadir la horrorosa realidad que nos atormenta.
Sin justificar en absoluto las atrocidades de Rusia, el uso fotográfico en el que participa la pareja ucraniana solo logra disfrazar con una puesta en escena su corresponsabilidad en el desarrollo del conflicto armado.
Editor y fotógrafo documental, retrato, multimedia y vídeo. Dos veces ganador del Premio Nacional de Fotografía Rostros de la Discriminación.
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