Fotografía y medio ambiente: una relación necesaria

24 abril, 2021

Fotografiar la crisis climática no sólo genera conciencia de impacto y riesgo, también conserva y memoria del planeta que es y fue. Hay muchos y muchas fotógrafas que llevan años dedicados a retratar al mundo y los impactos de la contaminación en sus diversas formas. ¿Son suficientes?

María Ruíz @maria_efemere

Esta semana se conmemoró el Día de la Tierra (22 abril) y una serie de fotos de María Paula Martínez nos rompió el corazón: la despedida de un glaciar extinto.  El glaciar de Ayoloco se encontraba en el volcán Iztaccihuatl y desapareció en 2018. Este año una expedición conformada por integrantes del Instituto de Geofísica, del departamento de Literatura y del departamento de Comunicación Social de la UNAM, subió el volcán y colocó una placa en la que se lee:

A las generaciones futuras:

Aquí existió el glaciar Ayoloco y retrocedió hasta desaparecer en 2018. En las próximas décadas, los glaciares mexicanos desaparecerán irremediablemente. Esta placa es para dejar constancia que sabíamos lo que estaba sucediendo y lo que era necesario hacer. Solo ustedes sabrán si lo hicimos»

Fotografiar la crisis climática no sólo genera consciencia de impacto y riesgo. Es también, como se puede ver con las fotos de María Paula Martínez, conserva y memoria del planeta que estamos perdiendo.

Por suerte hay muchos y muchas fotógrafas que llevan años dedicados a retratar al mundo y los impactos de la contaminación en sus diversas formas, tales como Sebastião Salgado. O que buscan generar consciencia como la serie fotográfica 7 days of garbage (7 días de basura) de Gregg Segal.

De hecho existe toda una corriente fotográfica al respecto: La “Conservation photography” ( fotografía de conservación).  Ésta busca promover el cuidado del medio ambiente y uno de sus principales exponentes es el fotógrafo Daniel Beltra. En palabras de Beltra, la esencia de su foto es acercar el desastre:

“Al traer imágenes de lugares remotos donde los intereses humanos y comerciales están en desacuerdo con la naturaleza, espero inculcar un valor más profundo por la naturaleza y una comprensión del precario equilibrio en el que nuestro estilo de vida ha colocado al planeta”

En este campo hay alianzas importantes como La liga internacional de fotógrafos de conservación (iLCP) fundada en 2005. Una red de fotógrafos y organizaciones que se dedican a documentar las amenazas latentes que enfrenta el planeta.

No sólo se trata de tomar la foto, se trata de que nos importe, de que logremos entender”

Robert Glenn Ketchum

Para la iLCP la fotografía de conservación es más que tomar fotos bonitas, sus fotógrafos “brindan evidencia convincente de la necesidad de proteger estos lugares”.


Pero no todo son compromiso y buenas intenciones. Fotografiar el medio ambiente también tiene sus riesgos. Como lo hace la fotografía de guerra, la fotografía ambiental nos acerca a la crisis climática para mostrar qué está pasando y cómo las pérdidas van en aumento. Es fotografiar el conflicto, y esto implica buscar respuestas a los por qués.

Además de la pérdida de flora y fauna, en México y América Latina documentar la crisis ambiental conlleva enfrentarse a una herida latente: la de los asesinatos de defensores ambientales.

Tan solo de 2012 a 2019 ochenta y tres defensores ambientales fueron asesinadas en México.

Cubrir sus luchas es riesgoso porque hay un interés por parte de esferas muy poderosas en los recursos naturales. Empresas interesadas en adquirir poder y dinero a partir de la explotación. Y quienes están detrás de esto han demostrado que anteponen dichos intereses antes que cualquier tipo de vida.

Estos esfuerzos fotográficos citados son algunos de muchos que hay. La pregunta que me queda es: ¿Son suficientes? Para el tamaño de la emergencia, probablemente no. Es,quizá, buen momento para contar con más interés y constancia qué está pasando con el planeta.

Foránea siempre, lo suyo es lo audiovisual y el periodismo es la vía por donde conoce y cuestiona al mundo.