Fiscalía de Querétaro absuelve a responsable de crimen de odio; dice que fue «crimen pasional»

7 agosto, 2024

Aquí se encuentra con una de las generaciones graduadas de su escuela, se estaban tomando su foto de graduación en el mirador que se encuentra por los arcos. Foto Cortesía

A Héctor García Velázquez lo asesinaron en su estética, después de acuchillarlo 83 veces. Su familia denunció que era crimen de odio, pero la Fiscalía estatal descartó la acusación. Ahora, el asesino de Héctor fue absuelto, pues las autoridades argumentan que fue un «crimen pasional»

Texto: Nadia Bernal

Foto: Cortesía de la familia

QUERÉTARO. – Dos días antes de que Héctor García Velázquez, de 56 años, fuera asesinado, él se reunió con su familia para celebrar el día del padre. Era domingo 19 de junio del 2022 y había risas, juegos con harina y de comer, un tradicional pozole.  Fue una de esas celebraciones que Héctor organizaba para juntar a su familia; cualquier ocasión él la convertía en una reunión especial: los cumpleaños de sus sobrinos, las clausuras escolares o los logros personales de alguno de sus seres queridos.

Ese es el último recuerdo que tiene la hermana mayor de Héctor, el penúltimo de ocho hermanos y el tío favorito. También era estilista de profesión, maestro, emprendedor de su propia academía de belleza, ubicada en la colonia Carretas, en la capital de Querétaro, y miembro de la población Lgbt+.

“Él se fue a otros países a estudiar, a  traer novedades, él viajaba mucho. Estaba muy actualizado en el estilismo. Tenía muchos planes con ese negocio y tenía muchas cosas todavía pendientes, tanto en su carrera como personales y pues le quitaron la vida brutalmente”, dice su hermana a dos años de su asesinato.

A Héctor lo encontraron sin vida el 21 de junio al interior de su negocio; aunque en su momento, el Fiscal General del Estado, Alejandro Echeverría Cornejo, declaró que al estilista lo asesinaron por un golpe contundente en el cuello, su familia refiere que, además, su cuerpo contaba con más de 83 puñaladas y múltiples golpes. 

El 29 de septiembre de ese mismo año, la Fiscalía informó, mediante un comunicado, de la aprehensión del presunto culpable y dijo que el crimen se investigaba como homicidio.

Desde entonces, diversas organizaciones del estado exigieron que el asesinato de García Velázquez fuera investigado como un crimen de odio por su orientación sexual, pero esto no fue así. Incluso, la prensa local cuestionó a Echeverría Cornejo sobre la relevancia de investigar el homicidio como un crimen de odio. El Fiscal respondió:

“Se investiga como se tiene que investigar: Homicidio doloso”.

Por el contrario, catalogaron el homicidio como “crimen pasional” y el asesino quedó en libertad en mayo de este año. Le dictaron una sentencia absolutoria. Ahora su familia busca que el Tribunal Superior de Justicia del estado de Querétaro revierta esta decisión.

Está es en el 2021, estaba en un hotel que se encuentra en hidalgo. Ahí les hizo su graduación a las alumnas que habían concluido en su escuela de estilismo. Foto: Especial

Un crimen de odio que se repite

La comida favorita de Héctor era el caldo de camarón. Junto con su hermana mayor ambos se ponían a cocinar juntos este platillo. El caldo de camarón nunca faltaba cada 30 de julio, día en que el estilista cumplía años.

“A él le fascinaba y él compraba todo, yo estaba con él y entre los dos hacíamos el caldo de camarón y pues todos ya sabíamos que era el cumpleaños del tío Héctor, del hermano Héctor y nos juntábamos ahí”.

Desde su asesinato, su familia le rinde un homenaje cada 30 de julio y este año no fue la excepción. Además, una de sus sobrinas ha regresado a hacer cosas que a él le gustaban, por ejemplo, poner el nacimiento cada diciembre. 

Aunque en estos años su familia no ha dejado de lado el reclamo de justicia, este comenzó a hacerse mediático luego de que en mayo pasado el TSJ le otorgara la libertad al principal culpable; tras esto, la familia interpuso un recurso de apelación con la finalidad de que el Tribunal revierta esta decisión.

“No hemos recibido respuesta de la apelación que se metió, pero justamente por eso iniciamos toda esta campaña en redes sociales, para generar todo este ruido, generar presión y que seamos escuchados”, dice su sobrina.

Lo que la familia sostiene es que durante el proceso de investigación y durante el juicio hubo negligencias por parte de la Fiscalía General del Estado (FGE) y del Tribunal Superior de Justicia. Además, de que no se tomaron en cuenta todas las pruebas que existían y, señalan, que tampoco hubo perspectiva de género en el caso.

“Nosotros confiamos en las autoridades y pues resulta que a la mera hora lo absolvieron y la verdad no se me hace justo porque se tomó como un crimen pasional y un crimen pasional no puede ser, porque este fue de odio”.

Al respecto, en una entrevista realizada en un evento público el viernes 2 de agosto, la magistrada presidenta Mariela Ponce Villa dijo que es “muy válida” la exigencia de la familia  y pidió que confíen en las instituciones de impartición de justicia.

“Todas las personas que van ante los jueces a eso van, a pedir justicia, que es muy válido que lo exijan, y que confíen siempre en las instituciones”.

Añadió que es “necesario que se comprenda que la materia penal es una materia muy exigente y de pruebas fehacientes porque prevalece la presunción de inocencia”; sin embargo, aseguró que eso no significa que se esté a favor de las personas acusadas.

“Pero los estándares que manejan las leyes para los jueces son muy exigentes, son muy altos, pero precisamente su inconformidad [de la familia] la canalizan muy bien porque presentan su apelación. Ahorita está en manos de los magistrados y ellos tienen todo el conocimiento para analizar el caso, las pruebas, los agravios y resolver en definitiva. Entonces vamos a esperar la resolución de la Segunda Instancia”.

En Querétaro no ha cambiado nada

Al llamado de la familia García Velázquez se han sumado colectivos del estado y miembros de la población Lgbt+ como Nadia Sierra,  defensora de derechos humanos, activista en Querétaro desde hace 30 años y amiga de Octavio Acuña Rubio, asesinado con siete puñaladas en la capital del estado el 21 de junio del 2005.

Recuerda que en ese entonces, ella era compañera de Octavio en la Asociación Queretana de Educación para las Sexualidades Humanas (Aquesex). Octavio, junto con otras colegas, realizaban una labor fundamental en el estado sobre derechos sexuales y reproductivos en espacios comunitarios. Todo, hasta que asesinaron a Octavio afuera de la condonería que él y su pareja tenían juntos.

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Para Nadia, a 19 años de impunidad del crimen de Acuña Rubio, cuya carpeta de investigación cerraron dos años después del homicidio y calificado como “crimen pasional”, el caso de García Velázquez representa que en la entidad no ha cambiado nada en el acceso a la justicia en los crímenes de odio en Querétaro.

“Tiene que ver con que cultural y socialmente el conservadurismo en Querétaro impide que se reconozca la existencia de la diversidad sexo-genérica,  las situaciones muy particulares que nos pueden colocar en vulnerabilidad y las razones de fondo por las cuales este tipo de ejecuciones se llegan a dar y que, ante su indolencia, no quieran hacer nada al respecto”.

La defensora de derechos humanos recuerda que en la investigación del crimen de su colega, las autoridades no fueron diligentes, no abrieron ninguna línea de investigación verídica y permeó la violencia institucional y de discriminación que impidieron acceder a la justicia.

“Pero nunca dejamos de callarnos y a la fecha, lo que venimos diciendo, es que lo de Octavio fue un homicidio por odio, por homofobia. Y lo estamos viviendo otra vez con este homicidio [el de Héctor García Velázquez]”.

Esta es en su salón, justo cuando andábamos en pandemia, por eso estaba protegido. Está peinando a una cantante de opera. Foto: especial

“Crimen pasional, mentira nacional”

Para Kenlly Pacheco, coordinador del Observatorio Nacional de Crímenes de Odio contra Personas LGBTI+ en México, el caso de le magistrade Ociel Baena Saucedo, asesinade junto con su pareja en noviembre del 2023, es uno de los casos mediáticos a nivel nacional en los que el delito se minimizó a “crimen pasional”.

Aunque la figura de “crimen pasional” no existe en el marco jurídico mexicano, para Pacheco esta categorización se da en la mayoría de los casos en que asesinan brutalmente a una persona de la población Lgbt+ por su orientación y/o identidad de género, como sucedió en el caso de Octavio Acuña y en el de Héctor García Velazquez.

El activista explica que los crímenes de odio se reducen a “crímenes pasionales” debido a la falta de una adecuada tipificación y comprensión de estos delitos. Hasta el momento no hay, ni siquiera,  una legislación que aborde específicamente los discursos de odio y su impacto; empezar por ahí es importante para Kenlly porque considera que estos discursos de odio pueden llegar hasta el asesinato. 

Tras el asesinato de Baena Saucedo,la diputada federal Salma Luévano, impulsó la “Ley Ociel” encaminada a tipificar como delito los discursos de odio, pero esta no tuvo avances en el Congreso federal. 

Aunque, en 2017 fue aprobado el “Protocolo Nacional de Actuación para el Personal de las Instancias de Procuración de Justicia del País, en casos que involucren la orientación sexual o la identidad de género”. 

Mientras que en el Código Penal del estado, en el artículo 170 del capítulo “Discriminación”, se establecen penas de uno a tres años de prisión, veinticinco a cien días de trabajos comunitarios y de cincuenta a doscientos días de multa a quienes, por motivos de edad, sexo, raza, religión, orientación sexual, entre otros, inciten al odio, violencia, o nieguen servicios en sus actividades profesionales, para las organizaciones esto no es suficiente

Por lo anterior, diversos colectivos han señalado la importancia de que se sancionen en el ámbito local los discursos de odio. La propuesta fue cabildeada con la diputada de Querétaro Independiente, Daniela Salgado Márquez, en la actual Legislatura del estado, pero a dos meses de que termine el periodo legislativo, no ha habido avances en la propuesta.

Pero para Kenlly Pacheco otra causa más profunda para que los asesinatos violentos se minimicen como “crímenes pasionales”  tiene que ver con los sistemas de justicia en México; estos carecen de capacitación adecuada para tratar los casos de violencia hacia personas LGBTI+, por lo que la revictimización y la falta de una perspectiva diferenciada en la investigación (enfoque que reconoce y aborda las distintas realidades y necesidades de las personas de la diversidad sexual y de la identidad de género) de estos casos son barreras significativas en la investigación de estos delitos.

Comenta que la falta de regulación efectiva y sanciones para los discursos de odio contribuye a que estos crímenes sean tratados como crímenes pasionales, en lugar de reconocerlos como actos de odio sistemático. 

“Utilizan esa estrategia para darle un carpetazo. Sabemos que los procesos judiciales son tediosos, costosos y la rotación de personal dentro de las instituciones, pues lo hace aún más complejo. Las circunstancias son bastantes complejas; sin embargo, hoy en día creo que es mucho más sencillo poder señalar que no se tratan de crímenes pasionales (…) En el caso de Ociel la respuesta social por parte de las organizaciones Lgbt+ y aliades fue con esta contrapuesta de ‘crimen pasional, mentira nacional’”.

Para Nadia Sierra, el caso de Héctor es un llamado para seguir exigiendo que cualquier homicidio, lesiones o amenaza en contra de la población Lgbt+ se tenga que investigar desde la ley como homolesbobitransfobia.

“Tienen sobre sus escritorios un documento de consulta de manera permanente: el Código Penal. Entonces no es un desconocimiento, más bien es la indolencia frente a las situaciones y que no les interesa entrar al fondo del asunto. Es violencia institucional y en una discriminación permanente de parte de las autoridades”.

El año en que Héctor García Velázquez fue asesinado, el Observatorio Nacional de Crímenes de Odio contra Personas LGBTI+ en México documentó 22 desapariciones y 62 casos de asesinatos, atentados, y suicidios contra personas que pertenecen a este grupo de la diversidad.

En 2023, la organización Letra S contabiizó el asesinato de, al menos, 66 personas de la diversidad sexual. Y en lo que va del 2024 se han registrado 38 asesinatos en todo el país y 23 personas desaparecidas; los estados que encabezan la lista son Ciudad de México, Jalisco y Veracruz. 

En el ámbito local, la plataforma Visible Lgbt registró en Querétaro 32 incidentes de discriminaciónn y violencia en el año 2023; 39 en 2022 y, en lo que va del 2024, tres incidentes. 

Sobre estas cifras, las organizaciones que documentan estas agresiones aclaran que muchos asesinatos no son cubiertos por los medios de comunicación, ni denunciados por medios oficiales, así que se estima que esta cifra podría ser mayor. 

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