Texto y foto: Arturo Contreras

Funcionarios federales anunciaron la incorporación de expertos internacionales para apoyar en la investigación del accidente; el secretario de Seguridad Ciudadana, Alfonso Durazo, hizo un llamado a actuar con madurez y no caer en especulaciones ni versiones que lastimen a los deudos, mientras que asistentes a la ceremonia luctuosa expresaron su rechazo a la secretaria de Gobernación

La investigación sobre el accidente en el que fallecieron la gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso y el senador y exgobernador del estado Rafael Moreno Valle, integrará a técnicos de “alto nivel”, así como de expertos italianos de los fabricantes de la aeronave y canadienses, que fabricaron los motores, anunció el subsecretario de transporte de la SCT, Carlos Morán Moguel.

Aunque por la mañana, funcionarios del gobierno federal anunciaron que también se integrarían especialistas del National Safety Transportation Board (Junta Nacional de Seguridad de Transporte), por la tarde corrigieron la información: la agencia estadounidense no formará parte de la investigación por el paro del gobierno de Estados Unidos, forzado por el Senado de ese país al no alcanzar un entendimiento en la discusión presupuestaria.

Las conferencias de prensa de la jornada estuvieron encabezadas por el secretario de Seguridad Ciudadana, Alfonso Durazo, quien hizo un llamado a “no dar lugar a especulaciones” y a hacer “un esfuerzo de madurez” y “no difundir noticias falsas que lastiman a las personas que perdieron la vida”.

Por la mañana, el subsecretario Morán informó que los pilotos y la aeronave contaban con los permisos, licencias, y actualizaciones necesarias para volar. El piloto Roberto Coppe Obregón contaba con mil 92 horas de vuelo en helicóptero y otras muchas más de piloto comercial; mientras que Marco Antonio Tavera tenía más de mil 477 horas de experiencia volando aeronaves de ala rotativa. De la misma manera, la aeronave Augusta, un taxi aéreo de la empresa Servicios Aéreos del Altiplano, tenía 2 mil 74 horas de vuelo.

También informó la incorporación de National Safety Transportation Board, “una de las mejores agencias de investigación internacional en el mundo” y otros especialistas en las investigaciones, además de peritos expertos de la Procuraduría General de la República, ingenieros de la Comisión Nacional de Aeronáutica Civil, así como los responsables del aeropuerto internacional de Puebla, Hermanos Serdán y la fiscalía de ese estado.

Por su parte, Roberto Ochoa, subsecretario de Control Regional, Procedimientos y Amparo de la PGR, destacó el trabajo conjunto la Fiscalía del Estado y que se tratará de una investigación “estrictamente científica y técnica”.

Los funcionarios insistieron en que toda la información que vaya surgiendo en las pesquisias será entregada a la prensa. “Tenemos la instrucción clara y reiterada del presidente de no escatimar esfuerzos ni recursos para la investigación para avanzar en los menores tiempos posibles (…) vamos a hacer nuestra parte para garantizar transparencia”, dijo Durazo.

Por la noche, Durazo corrigió la información sobre la agencia estadounidense y aseguró que se buscarán a otras agencias similares en Canadá y países europeos

En conferencia de prensa, informó que peritos en incendios y explosivos determinaron que el incendio que se provocó tras estrellarse el helicóptero no fue provocado por explosivos de ningún tipo, sino que fue por el combustible de la aeronave. También dijo que ya se rescató la caja negra de la aeronave y fue enviada para su análisis a Canadá.

Guardia de honor

La tarde de este martes en la ciudad de Puebla se realizó la ceremonia luctuosa en honor de Martha Erika Alonso, Rafael Moreno Valle, Roberto Coppe Obregón, Marco Antonio Tavera Romero y Héctor Baltazar Mendoza (el quinto fallecido), a la cual asistieron varios integrantes de la clase política nacional y estatal, entre quienes estaban Manuel Velasco, Dante Delgado, Xóchitl Gálvez, Beatriz Paredes, Olga Sánchez Cordero, Antonio Gali Fayad, Luis Banck, Marcelo García Almaguer, Jesús Rodríguez Almeida, Marko Cortés, Juan Carlos Romero Hicks, Diódoro Carrasco, Claudia Ruiz Massieu, José Rosas Aispuro, Marco Antonio Mena, Javier Lozano, Francisco Domínguez, además de colaboradores, amistades y familiares de las víctimas del accidente ocurrido el 24 de diciembre.

Durante la breve ceremonia, realizada en la explanada de Plaza La Victoria en la zona de Los Fuertes, los asistentes gritaron “justicia” en varias ocasiones, y manifestaron su rechazo a la presencia de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero. En algunos momentos se escucharon gritos de “asesinos”.

“Exigimos que se lleve a cabo una investigación profesional e independiente que no deje dudas sobre la causa del accidente”, demandó en su discurso Luis Banck, jefe de la oficina de la gobernadora de Puebla.

Accidentes anteriores

El accidente ocurrido este 24 de diciembre en Puebla recuerda otros similares de los últimos años, en los que funcionarios de alto nivel han perdido la vida.

El más reciente ocurrió el 10 de noviembre de 2011, durante el sexenio de Felipe Calderón, cuando el helicóptero en el que viajaba su tercer secretario de gobernación, Francisco Blake Mora, se estrelló al sur de la Ciudad de México, mientras viajaba hacia la ciudad de Cuernavaca, Morelos. Blake Mora viajaba en un helicóptero Super Puma, aeronave usada para vuelos oficiales del gobierno, junto con otros siete tripulantes.

Tres años antes, la Ciudad de México fue testigo de uno de los accidentes aeronáuticos más terribles en su historia, cuando un avión Learjet 45 en se estrelló en la Fuente de Petróleos, en pleno paseo de la Reforma, una de las avenidas más importantes de la capital. En ese avión, viajaban Juan Camilo Mourinho, el segundo secretario de gobernación de la administración de Calderón, y José Luis Santiago Vasconcelos, quien era asesor de la Presidencia en seguridad y justicia penal.

El jet en el que viajaban también era un avión de uso oficial del poder ejecutivo federal. De acuerdo con la versión oficial, el avión perdió el control momentos antes de tomar la ruta de descenso hacia el aeropuerto de la Ciudad de México, y explotó después de estrellarse en plena calle.

Otro accidente similar sucedió hace más de 13 años, el 21 de septiembre de 2005, durante el gobierno de Vicente Fox Quezada, cuando un helicóptero Bell 412-EP, que de acuerdo con sus fabricantes es capaz de surcar los cielos de los Himalaya, se estrelló en las montañas de Xonacatlán, en el Estado de México. En el accidente fallecieron 9 personas, entre ellos el entonces secretario de Seguridad Pública, Ramón Martín Huerta, y el comisionado de la Policía Federal Preventiva, el general Tomás Valencia.

De acuerdo con la versión oficial, los funcionarios viajaron con en condiciones inseguras. Y según la revista Proceso, uno de los principales errores fue el cambio de ruta tomado por el piloto de la aeronave. 

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