30 marzo, 2025
Recientemente, la UNAM informó sobre la implementación de comedores móviles en las afueras de sus bachilleratos, una solución que no responde a las exigencias de la comunidad estudiantil
Texto: Camilo Ocampo
Foto: Isabel Briseño / Archivo Pie de Página
CIUDAD DE MÉXICO. – Los estudiantes advierten que la respuesta a la exigencia de implementar comedores subsidiados por la UNAM, excluyendo a otros planteles, no satisface sus necesidades y se trata únicamente de una forma de apaciguar un movimiento que cada vez toma más fuerza.
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Por ese motivo, el estudiantado está preparando una jornada nacional, junto con una marcha al patronato de la UNAM, para exigir que se cumplan sus demandas y que no solo se trate de frenar los movimientos políticos en la universidad.
Las autoridades universitarias informaron que, en colaboración con el gobierno capitalino, implementarán comedores comunitarios móviles en las cercanías de los planteles de bachillerato. Además, anunciaron que extenderán el programa de apoyo alimentario a las nueve preparatorias y los cinco CCH, y aseguraron que solicitarán a los proveedores de alimentos de la UNAM que reduzcan sus precios.
Sin embargo, la comunidad afirma: “Esto no es lo que exigimos. Queremos comedores subsidiados dentro de las facultades, colegios, preparatorias y sedes foráneas y nacionales. Obligar a los estudiantes a desplazarse fuera de sus planteles representa una barrera de accesibilidad que demuestra el desinterés por garantizar un derecho básico.”
En relación con los programas alimenticios complementarios, aseguran que no garantizan una alimentación digna. “La universidad reconoce que más de la mitad de sus estudiantes dependen de becas, pero en lugar de resolver el problema estructural de la falta de acceso a comida accesible y de calidad, optan por soluciones parciales que no alcanzan a toda la comunidad”, aseguró en un comunicado el Frente Alimentario Estudiantil.
Respecto a las concesiones privadas, los estudiantes advierten que la UNAM no tiene intención de retirar dichos otorgamientos. Además, aseguran que el comunicado únicamente menciona que «solicitó» a los concesionarios ofrecer opciones asequibles y balanceadas, pero jamás se les exigió garantizar una alimentación digna, completa, inclusiva y accesible.
“Esto demuestra que el objetivo real es seguir beneficiando al capital y no al bienestar de la comunidad universitaria.”
El Frente Alimentario asegura que estas acciones, la presencia de concesionarios, junto con el aumento de cuotas y la falta de garantías alimentarias, reflejan cómo la UNAM sigue avanzando hacia un modelo privatizador.
Además, afirman que es impensable que en una universidad pública como la UNAM se deba pagar por la alimentación y por servicios básicos.
Pese a que el presupuesto de la UNAM este año incrementó un 3.8 por ciento en comparación con el año anterior, alcanzando los 58 mil 085 millones de pesos, no se han destinado fondos para que los comedores escolares subsidiados sean una realidad dentro de los planteles.
El Frente Alimentario Estudiantil exige:
Y finaliza: “El movimiento estudiantil seguirá en pie hasta que estas demandas sean cumplidas. No permitiremos que se siga privilegiando el capital por encima de nuestros derechos.”
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