19 noviembre, 2023
Mientras el Estado de Israel impide que la ayuda humanitaria llegue a la Franja de Gaza, y ataca hospitales, escuelas y refugios, el gobierno norteamericano destina millones para que el conflicto continúe, esto, a pesar del llamado internacional del cese al fuego
Texto: Talif Deen / IPS con información de Alejandro Ruiz y José Ignacio de Alba
Foto: AFP
NACIONES UNIDAS. – Como uno de los aliados más cercanos de Estados Unidos, Israel ha dependido en gran medida de este país «política, económica y militarmente» desde su creación, en 1948.
Los suministros de armas estadounidenses, en su mayoría gratuitos, se canalizan a través de la Financiación Militar Extranjera, el Programa de Asistencia Militar y Artículos Excedentes de Defensa.
Según el Servicio de Investigación del Congreso, Estados Unidos ha proporcionado más ayuda exterior a Israel desde la Segunda Guerra Mundial que a ningún otro país.
El Instituto Internacional de estudios para la Paz de Estocolmo (Sipri) documentó que Estados Unidos suministró 79 % de todas las armas transferidas a Israel entre 2018 y 2022.
Ningún otro país estuvo siquiera cerca: los proveedores que le siguieron fueron Alemania, con 20 % e Italia con solo 0.2 %.
Un boletín informativo publicado en octubre de 2023 por la Oficina de Asuntos Político Militares del Departamento de Estado de Estados Unidos ofrece un desglose oficial detallado de la asistencia de seguridad sin restricciones a Israel.
El firme apoyo a la seguridad de Israel ha sido la piedra angular de la política exterior estadounidense de todas las administraciones desde la presidencia de Harry Truman (1945-1953).
Desde la fundación de Israel en 1948, Estados Unidos ha proporcionado a Israel más de 130 mil millones de dólares en asistencia bilateral.
Esos recursos, añadió, se destinaron principalmente a hacer frente a nuevas y complejas amenazas a la seguridad, compensar las lagunas de capacidad de Israel a través de la asistencia y la cooperación en materia de seguridad, aumentar la «interoperabilidad» a través de ejercicios conjuntos y ayudar a Israel a mantener su ventaja militar cualitativa.
Según el Departamento de Estado, esta ayuda ha contribuido a transformar las Fuerzas de Defensa de Israel en «uno de los ejércitos más capaces y eficaces del mundo, y ha convertido a la industria militar y al sector tecnológico israelíes en uno de los mayores exportadores de capacidades militares del mundo».
En la guerra actual, la abrumadora potencia de fuego de Israel ha provocado la muerte de miles de civiles palestinos en Gaza y la destrucción de ciudades enteras, en su mayor parte con armas suministradas por Estados Unidos.
Natalie J. Goldring, profesora visitante en la Escuela Sanford de Política Pública de la Universidad de Duke, dijo a IPS que los ataques de Hamás del 7 de octubre fueron actos horrendos y deben ser condenados como tales.
Aun así, las respuestas israelíes a esos ataques han sido indiscriminadas, intencionadamente»
dijo la académica
Dos días después de los ataques de Hamás, el 7 de octubre, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, declaró que Israel llevaría a cabo un «asedio completo» de Gaza, que incluiría el bloqueo del suministro de agua, alimentos y combustible, así como la interrupción del suministro eléctrico. “Y las fuerzas israelíes así lo han hecho”, señaló.
“El gobierno estadounidense tiene una responsabilidad especial en los continuos ataques israelíes. Ha suministrado a Israel cantidades masivas de ayuda militar y armamento, e Israel ha ignorado las restricciones estadounidenses sobre el uso de esas armas»
afirmó la especialista.
Este suministro de armas y municiones “permite al ejército israelí proseguir sus ataques indiscriminados en Gaza”, aseguró Goldring, que también representa al Instituto Acrónimo en las Naciones Unidas, en cuestiones de armas convencionales y comercio de armas.
“Un primer paso clave para reducir el coste humano de esta guerra es que el gobierno estadounidense pida un alto el fuego inmediato. El gobierno de Estados Unidos también debe detener el suministro de armas y municiones a Israel, ya sea desde el propio Estados Unidos o de las reservas posicionadas en otros lugares”, remarcó.
Desde 1983, Estados Unidos e Israel se reúnen periódicamente a través del Grupo Conjunto Político-Militar para promover políticas compartidas, abordar amenazas y preocupaciones comunes e identificar nuevas áreas de cooperación en materia de seguridad.
Según el Departamento de Estado, Israel es el principal receptor mundial del Título 22 de la ayuda estadounidense a la seguridad en el marco del programa de Financiación Militar Extranjera (FMF, en inglés).
Esto se ha formalizado mediante un Memorando de Entendimiento de 10 años (2019-2028). En consonancia con ese Memorando, Estados Unidos proporciona anualmente 3 mil 300 millones de dólares en FMF y 500 millones de dólares para programas de cooperación para la defensa antimisiles.
Desde el año fiscal 2009, Estados Unidos ha proporcionado a Israel 3400 millones de dólares en financiación para la defensa antimisiles, incluidos mil 300 millones de dólares para el apoyo a la Cúpula de Hierro, a partir del año fiscal 2011.
A través del FMF, Estados Unidos también proporciona a Israel acceso a algunos de los equipos militares más avanzados del mundo, incluido el avión de combate F-35 Stealth.
Israel es, también, elegible para la Financiación de Flujo de Caja y está autorizado a utilizar su asignación anual del FMF para adquirir artículos de defensa, servicios y capacitación a través del sistema de Ventas Militares Extranjeras (FMS, en inglés), los acuerdos de Contratos Comerciales Directos, que son adquisiciones de Ventas Comerciales Directas financiadas por FMF, y a través de Adquisiciones Off Shore (costa afuera, OSP).
Mediante las OSP, el Memorando actual permite a Israel gastar una parte de su FMF en artículos de defensa de origen israelí en lugar de estadounidense. Este porcentaje fue de 25 % en el año fiscal 2019, pero está previsto que se reduzca progresivamente hasta llegar a cero en el año fiscal 2028.
«desgraciadamente, la situación en Gaza guarda similitudes con el uso documentado de armas estadounidenses por parte de la coalición liderada por Arabia Saudí en ataques contra civiles en Yemen»
dice Goldring.
La especialista añadió que “nuestra respuesta debería ser la misma en ambos casos. Estos países no han cumplido las condiciones de las transferencias de armas de Estados Unidos y no deberían ser elegibles para nuevas transferencias hasta que cumplan con ellas”.
“La toma de decisiones de Estados Unidos sobre transferencias de armas da demasiada importancia al juicio de los funcionarios del gobierno y los políticos, que a menudo no tienen en cuenta todos los costes humanos de estas transferencias», argumentó.
A principios de este año, el gobierno de Joe Biden dio a conocer una nueva política de transferencia de armas convencionales.
Se afirmó entonces que no se aprobarían las transferencias de armas cuando su análisis concluyera que «es más probable que no» que las armas transferidas se utilizaran para cometer o facilitar la comisión de graves violaciones del derecho internacional humanitario o de los derechos humanos.
“Las acciones de los ejércitos israelí y saudí son ejemplos de cómo no se cumple esta norma, remarcó Goldring.
En octubre de 2023, Estados Unidos tenía 599 casos activos con Israel de Ventas Militares Exteriores, las FMS, valorados en 23 mil 800 millones de dólares.
Los casos de FMS notificados al Congreso incluyen entre las iniciativas prioritarias los aviones de combate F-35 Joint Strike, los helicópteros de carga pesada CH-53K, las cisternas de reabastecimiento aéreo KC-46ª y las municiones guiadas de precisión.
Desde el año fiscal 2018 hasta el año fiscal 2022, Estados Unidos también ha autorizado la exportación permanente de más de 5700 millones de dólares en artículos de defensa a Israel a través del proceso de Ventas Comerciales Directas (DCS).
Las principales categorías de DCS a Israel fueron XIX-Agentes toxicológicos, incluidos agentes químicos, agentes biológicos y equipos asociados -como equipos de detección ((f)), vacunas ((g)-(h)) y software de modelado ((i))-, junto con vehículos de lanzamiento, aeronaves, misiles guiados, misiles balísticos, cohetes, torpedos, bombas y minas.
Desde 1992, Estados Unidos ha proporcionado a Israel equipos por valor de 6 mil 600 millones de dólares en el marco del programa de Artículos Excedentes de Defensa, que incluye armas, piezas de repuesto, armamento y simuladores.
El Mando Europeo de Estados Unidos también mantiene en Israel la Reserva de Guerra de Estados Unidos, que puede utilizarse para reforzar las defensas israelíes en caso de una emergencia militar importante.
Además de la asistencia en materia de seguridad y la venta de armas, Estados Unidos participa en diversos intercambios con Israel, entre los que se incluyen ejercicios militares como Juniper Oak y Juniper Falcon, así como investigación conjunta y desarrollo de armamento.
Estados Unidos e Israel han firmado múltiples acuerdos bilaterales de cooperación en materia de defensa, entre los que se incluyen: un Acuerdo de Asistencia para la Defensa Mutua (1952), un Acuerdo General de Seguridad de la Información (1982), un Acuerdo de Apoyo Logístico Mutuo (1991), y un Acuerdo sobre el Estatuto de las Fuerzas (1994), según el Departamento de Estado.
Desde 2011, Estados Unidos también ha invertido más de ocho millones de dólares en programas de Destrucción de Armas Convencionales en Cisjordania para mejorar la seguridad regional y humana mediante el reconocimiento y la limpieza de campos de minas indiscutibles.
Tras años de negociaciones con palestinos e israelíes, en abril de 2014 comenzaron las actividades de acción humanitaria contra las minas, lo que representa la primera limpieza humanitaria de contaminación por minas terrestres en casi cinco décadas.
Israel también ha sido designado como Aliado Principal de Estados Unidos no perteneciente a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan), según la legislación estadounidense. Este estatus proporciona a los socios extranjeros ciertos beneficios en las áreas de comercio de defensa y cooperación en seguridad y es un poderoso símbolo de su estrecha relación con Estados Unidos.
Las Fuerzas de Defensa de Israel han asesinado, al menos, 12 mil palestinos en la Franja de Gaza. De ellos, 5 mil han sido niños, según el gobierno palestino.
El dato es alarmante, y parece que va en crecimiento, pues la invasión israelí en Gaza escala día con día.
Apenas el 15 de noviembre, el ejército de Israel incursionó en el hospital Al Shifa, el complejo hospitalario más grande de Gaza que alberga a cientos de pacientes en situación crítica, y que también sirve como refugio a miles de personas.
Información de Naciones Unidas estima que 2 mil 300 personas aún se encuentran en el complejo de Al Shifa, entre pacientes, personal médico y desplazados.
La justificación de este acto, calificado como un crimen de guerra según la legislación internacional, es porque el Estado de Israel supuestamente identificó túneles que operan debajo de este hospital. Sin embargo, las evidencias para probar su dicho no han sido contundentes.
De acuerdo con una entrevista en CNN, el director general del Ministerio de Sanidad de Gaza, el doctor Medhat Abbas, aseguró que los hospitales del lugar «sólo se utilizan para tratar a pacientes» y no se usan «para esconder a nadie».
En el ataque, de acuerdo con el ministerio de salud de Gaza, murieron o hirieron a 15 personas. La información no se puede verificar, porque Israel destruyó las vías de comunicación de la Franja después de que incursionara por vías terrestres.
Además del hospital Al-Shifa, el ejército de Israel aseguró que tiene el “control operativo” del puerto de la ciudad de Gaza.
Ese mismo día, el jefe de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (Ocha), Martin Griffiths, presentó un plan de 10 puntos para “frenar la matanza” en la palestina Franja de Gaza.
Los 10 puntos “son una simple repetición de los fundamentos de cualquier operación humanitaria”, admitió Griffiths, y para emprenderla “tenemos los camiones, tenemos la gente, tenemos el plan. Podemos hacerlo profesionalmente”, agregó.
“Silencien las armas. Detengan los combates para permitir que la gente se mueva con seguridad. Háganlo durante el mayor tiempo posible”
pidió Griffiths.
En primer lugar, el plan reitera que se deben facilitar los esfuerzos de las agencias humanitarias para un flujo continuo y seguro de convoyes de ayuda, y abrir pasos fronterizos adicionales para la entrada de ayuda y camiones comerciales, incluido Kerem Shalom.
Kerem Shalom es un paso fronterizo controlado por Israel en la triple frontera entre ese país, Egipto y la Franja de Gaza. Hasta ahora, solo se ha permitido el acceso de unos pocos camiones por otro paso con la frontera egipcia, Rafah, y se impide que ingrese combustible, que podría utilizar Hamás según Israel.
El plan de Griffiths propone, en cambio, permitir a la ONU, a otras organizaciones humanitarias, y a entidades del sector público y privado, el acceso a combustible en cantidades suficientes para suministrar ayuda y prestar servicios básicos, como el funcionamiento de las plantas eléctricas y desalinizadoras de agua.
Pide permitir que las organizaciones humanitarias entreguen ayuda en toda Gaza sin impedimentos ni interferencias. Así como ampliar el número de refugios seguros para desplazados en escuelas y otras instalaciones públicas en toda Gaza, y garantizar que sigan siendo lugares seguros durante las hostilidades.
Propone mejorar un mecanismo de notificación humanitaria que ayude a preservar de las hostilidades a los civiles y a las infraestructuras civiles, y que contribuya a facilitar el acceso humanitario. Permitir establecer centros de distribución de ayuda para civiles, de acuerdo con las necesidades, y que los civiles puedan trasladarse a zonas más seguras y regresar voluntariamente a sus residencias.
Financiar la respuesta humanitaria, que ahora asciende a mil 200 millones de dólares.
El plan propone aplicar un alto el fuego humanitario, que permita reanudar los servicios básicos, el comercio esencial y que facilite la entrega de ayuda, permita la liberación de rehenes y dé un respiro a la población civil.
Respecto de la liberación de los rehenes secuestrados por Hamás, Griffiths dijo que “liberar rehenes no forma parte de un plan humanitario. Es una obligación de todos los involucrados. Tienen que ser liberados incondicionalmente. Todos ellos”.
Por su parte, el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, consideró la incursión del ejército israelí en el hospital Al Shifa, incluso con blindados, como “totalmente inaceptable”.
“Los hospitales no son campos de batalla. Incluso si las instalaciones sanitarias se utilizan con fines militares, los principios de distinción, precaución y proporcionalidad siempre se aplican bajo el derecho internacional humanitario”
observó Tedros.
Ocha calcula que en Al Shifa quedan unos 600 pacientes, algunos bebés recién nacidos prematuros, varios cientos de trabajadores sanitarios y 1500 personas desplazadas de sus hogares y refugiadas allí. En una fosa común excavada cerca del hospital dieron sepultura a más de 120 cadáveres.
El 13 de noviembre, todas las oficinas de las Naciones Unidas izaron sus banderas a media asta. Esto, porque de acuerdo con información de la ONU, 102 de sus trabajadores han sido asesinados desde que comenzó el conflicto; la mayor cifra de asesinatos de trabajadores de la ONU en toda su historia.
También, mediante un comunicado, el organismo internacional afirmó que hay riesgo de hambruna en la Franja de Gaza, pues hasta ahora sólo entra un 10 por ciento de los alimentos necesarios para subsistir.
A la vez, la agencia afirmó que la legada de la ayuda humanitaria a la Franja es una misión prácticamente imposible, pues la falta de combustible, y el corte de las comunicaciones, han dificultado su trabajo.
Este jueves, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos informó que “no habrá ninguna operación de ayuda transfronteriza en el cruce de Rafah. La red de comunicaciones en Gaza está caída porque no hay combustible. Esto hace imposible gestionar o coordinar los convoyes de ayuda humanitaria”.
También, añadió que sus instalaciones en el sur del territorio palestino sitiado albergan a más de 580 mil personas desplazadas. La cantidad de gente supera nueve veces la capacidad de los recintos.
El anuncio llega, después de que Israel anunciara que expandirá sus ataques hasta la parte sur de la Franja de Gaza, donde los desplazados palestinos se han atrincherado para salvarse de los bombardeos. El anuncio lo dio Daniel Hagari, vocero del ejército israelí.
Los bombardeos continúan, este viernes más de 80 personas murieron en un ataque hecho por el ejército de Israel contra el campamento de refugiados de Nuseirat, situado en el centro de la Franja de Gaza.
Mientras esto sucede, la UNICEF alertó “la escalada de las hostilidades en la Franja de Gaza está teniendo un impacto catastrófico en los niños y las familias. La población infantil está muriendo a un ritmo alarmante”.
Pero nadie detiene el genocidio.
Ayúdanos a sostener un periodismo ético y responsable, que sirva para construir mejores sociedades. Patrocina una historia y forma parte de nuestra comunidad.
Dona