Estamos viendo un genocidio desde nuestros celulares. Una ciudad sitiada, sin agua, sin luz. Una población que está siendo aniquilada
Por María Ruíz / @maria_efemere
En los últimos días me he obsesionado con ver las historias que suben periodistas palestinos a sus redes sociales y tengo una sensación horrible de frustración y de incomodidad.
Me siento incómoda con ver la muerte a la distancia y sinceramente no saber qué hacer.
Ver infancias cubiertas de escombros, ver padres llorando a sus hijos, ver a los periodistas cubrir, explicar, caminar entre vestigios y al otro día llorar a sus amigos, a su familia asesinada. Ver cómo esos periodistas se desconectan poco a poco porque no pueden más con los duelos o porque no tienen más pila o porque Instagram los censura, porque sí, Instagram está censurado el genocidio.
Nombrarlo como un genocidio me parece importante, ¿de que otra forma nombrar las acciones de un Estado que lanza amenazas de bombas o avisos de que desalojen espacios porque van a bombardear y luego, cuando están huyendo, bombardea a los civiles en su camino? Es aniquilación intencionada desde Israel, es genocidio.
Hasta el día de ayer once periodistas fueron asesinados en este supuesto enfrentamiento contra Hamas. Miles de civiles despojados y asesinados en este nuevo destierro de los palestinos, de lo poco que tenían de hogar.
Ver todo ese dolor desde mi casa, desde mi celular con pila y no poder hacer más que compartir las historias, me incomoda, me da náuseas, me entristece. Pero como puso en sus redes la fotoperiodista Flor Castañeda “no dejaré de compartir lo que está pasando en Gaza. Sé que no sirve de nada pero al menos no tendrán el pretexto de decir que no sabían que esto pasaba”.
Escribo esta columna después de ver que el periodista Motaz Azaiza había sido censurado por Instagram por violar sus normas… ¿por transmitir tanta violencia?
Cuando me metí a su perfil me encontré con que ya estaba desbloqueado y entre sus historias de guerra una escena me puso la piel chinita. Motaz grabo una parvada de pájaros, volando juntos, volando lejos. Y luego a dos periquitos con la frase “la gente desearía volar para irse pronto” .
Los periodistas palestinos están siendo censurados en Instagram. Donde los periodistas están dando testimonio de la aniquilación, en esta plataforma están siendo censurados pero piden que no se deje de compartir lo que está pasando allá. Estas son algunas de las cuentas de ellos y ellas:
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