Después de la inauguración del Aeropuerto Felipe Ángeles, la Secretaría de Medio Ambiente nombró los terrenos en los que se iba a construir un nuevo aeropuerto como área natural protegida; sin embargo, desde el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra temen que las inacciones de la Comisión Nacional del Agua vulneren la declaratoria
Texto: Arturo Contreras Camero
Fotos Duilio Rodríguez
CIUDAD DE MÉXICO.- “La tierra habla y el agua tiene memoria. Quisieron secar nuestro símbolo nacional y nos inundamos de esperanza, tenemos otra vez el lago”. Esas fueron las palabras con las que la secretaria de Medio Ambiente, María Luisa Albores, anunció la declaración como Área Natural Protegida los terrenos sobre los que se pretendió construir el Nuevo Aeropuerto Internacional de México, el NAIM.
La declaratoria llega un mes tarde, pues el presidente López Obrador la había anunciado para el 24 de febrero. Sin embargo, la presión de ciertos grupos ejidales vinculados a intereses de construcción e inmobiliarios, detuvieron el proceso de consulta popular sobre la declaratoria, como reportó Pie de Página.
“Estamos hablando del vaso regulador de agua más grande del Valle de Texcoco, del Valle de México, y también la presión de desarrollos inmobiliarios y comerciales en la parte conurbada”, dijo la secretaria Albores. “Esta declaración reconoce la lucha de los pueblos del oriente del Estado de México por defender su tierra, su dignidad y la vida”.
La declaratoria extiende una protección en una superficie de 14 mil hectáreas sobre las que está prohibido alterar o destruir ecosistemas de la vida silvestre, desarrollar fraccionamientos inmobiliarios o nuevos centros de población, de nuevas obras de explotación o exploración minera, así como modificar el entorno natural de los vestigios históricos o arqueológicos. Esta declaratoria afectará a 11 núcleos agrarios en cinco municipios del Estado de México: Atenco, Texcoco, Nezahualcóyotl, Chimalhuacán y Ecatepec.
Desde hace más de 20 años el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra ha defendido el último reducto del Lago de Texcoco, que inició un proceso de desecación desde hace más de 500 años, cuando era un lago vasto en torno al que floreció una gran civilización, en el ombligo de la luna, como decían.
En 2001, después de que Vicente Fox anunció la construcción de un aeropuerto, el Frente se resistió. Cerraron carreteras y propagaron sus protestas por toda la zona. El 11 de junio de ese año, durante una protesta en un acto público de Arturo Montiel Rojas, entonces gobernador del Estado de México, se desató un enfrentamiento entre policías e integrantes del Frente. Uno de sus miembros murió tiempo después, tras recibir una golpiza.
Desde entonces, la relación con el gobierno del Estado de México quedó dañada. En 2006, siendo gobernador del estado el expresidente Enrique Peña Nieto (sobrino de Arturo Montiel), después de una serie de manifestaciones que duraron días, el 4 de mayo, a las seis de la mañana, mil 815 elementos de la Agencia de Seguridad Estatal y 700 de la Policía Federal Preventiva llegaron a San Salvador Atenco para ejercer un acto de represión, que hasta hoy permanece en la memoria de quienes defienden la tierra.
Durante los hechos fallecieron Alexis Benhumea y Javier Cortés, 26 mujeres fueron sujetas de tortura sexual, y se detuvo a 207 personas, 10 de ellas menores de edad.
En 2014, cuando desde la presidencia de la república Enrique Peña Nieto anunció la creación de un nuevo aeropuerto en Texcoco, el Frente se opuso con total franqueza. Cuatro años después, con la entonces promesa electoral de López Obrador, desde el Frente se lanzó la campaña #YoPrefieroElLago, que hoy parece contar con una victoria rotunda.
“Quienes estuvieron (promoviendo la protección de la zona) fueron gente de los poblados, el Frente en Defensa de los Pueblos de la Tierra. Y les damos ese reconocimiento a la gente que desde el 2000 está en esa oposición hasta lograr que alguien les escuchara; esa escucha fue en 2018, por eso la primera consulta popular que se hace por parte del gobierno fue en octubre del 2018”, recordó la secretaria de Medio Ambiente.
Junto con la declaratoria, el responsable del proyecto del Parque Ecológico Lago De Texcoco, Iñaki Echevarría, informó de los avances en la construcción de un parque sobre lo que eran los cimientos del NAIM. El parque había sido anunciado por el presidente López Obrador y el propio arquitecto Echevarría el 25 de agosto del 2020.
Según dijeron en ese entonces, de las 14 mil hectáreas, el parque ocuparía unas 12 mil. Sobre los cimientos del aeropuerto cancelado construirán canchas deportivas, andadores, zonas de avistamiento y otras amenidades, mismos que deberían estar listos para 2021.
“Estamos hablando que a 2024 se hará una inversión de 4 mil 566 millones de pesos. Están programadas terminar las obras para el año 2023, se beneficiará a una población de 12.5 millones de habitantes de forma directa y al momento contamos con un avance físico global de 24.3, casi 25 por ciento”, según dijo el arquitecto Echevarría la mañana de este martes.
Refirió que habían buenos avances en la recuperación de las lagunas de Xalapango y Texcoco Norte, ubicadas al norte de la barda perimetral del aeropuerto. “Ahí se ejecutarán en este primer año obras para la alimentación de cuerpos de agua y reforzamiento y mejoramiento de terracerías para recuperación de estos cuerpos de agua. En este momento nos encontramos desarrollando los proyectos ejecutivos para llevarlos a cabo”.
“Esta es una conexión que se hizo para poder, digamos, rehidratar, reinundar la zona que se había desecado de lo que ahorita todavía existe como ciénega de San Juan, que en la próxima temporada de lluvia empezarán a verter agua hacia la zona interior de la barda perimetral”, explicó.
Estos trabajos han sido posibles, en gran medida, al trabajo comunitario del Frente en la zona que está fuera de la barda de lo que iba a ser el aeropuerto, misma que hasta hoy permanece ahí, intacta. Los pobladores han roto diques, construido represas y pasos de agua para que el agua regrese a estos terrenos.
Sus obras se centran en hacer que el sistema de drenado que se construyó para que no se inundara el aeropuerto, dejen de funcionar. A pesar de que el NAIM fue cancelado, este sistema hídrico que se levanta al este de su perímetro aún funciona. Se trata de unos amplísimos canales de concreto que corren desde uno de sus costados hacia los ríos que alimentaban de agua esta zona de pantanos. Su tarea es recolectar el agua de varios de los ríos que bajaban a estas zonas y encaminarlos al Gran Canal, junto con el desagüe de toda la Ciudad de México, hacia plantas de tratamiento.
Este sistema hizo que el año pasado en grandes porciones de los terrenos que solían inundarse, empezaran a presentar profundas grietas. En ese momento, los pobladores dijeron que era por la falta de agua que habían creado los canales de concreto.
Según dicen algunos integrantes del Frente, la decisión de abrir las compuertas de agua y dejar obsoleto el sistema de canales recae en la misma persona que lo construyó: Víctor Bourguett Ortiz, director general del Órgano de Cuenca Aguas del Valle de México, la dependencia de la Comisión Nacional del Agua que se dedica a gestionar los proyectos hídricos en la cuenca del altiplano central de México.
Si se logra inundar el lago, entonces se podría crear un parque natural donde se resguardaría la vida de 678 especies de plantas y animales, sobre todo de aves acuáticas migratorias, como patos y garzas. Para dar una idea, tan solo en este espacio habita el 60 por ciento de las aves del Estado de México.
La declaratoria también permitirá avivar la identidad biocultural de la zona, que desde hace generaciones ha desarrollado una tradición de manejo y explotación responsable de los recursos de la zona, que es el origen del alga espirulina, del caviar de mosca de agua, el ahuautle, y de la cosecha de sal de tequesquite, un preciado mineral usado para fermentar un sinfín de platillos mexicanos.
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