Tabasco ostenta las restricciones de movilidad más severas del país, con el fin de contener la propagación de covid-19. El gobernador asegura que la cifra se debe a la «imprudencia» de algunos ciudadanos. Se trata de la entidad con el segundo índice de mortalidad por la pandemia
Texto: Carlos Marí
Fotos: Carlos Marí, Ángel Vega y Luis Iván Sánchez
VILLAHERMOSA, TABASCO.- El argumento fue la rebeldía de la gente; las autoridades arreciaron las restricciones al comercio, tránsito vehicular y hasta con el cierre de panteones. Este estado ostenta las restricciones más severas del país, con el fin de contener la propagación de covid-19.
El gobernador Adán Augusto López Hernández llamó “imprudentes” a quienes desairan la sana distancia; y ordenó nuevas restricciones: El cierre total de comercios durante el fin de semana, el bloqueo parcial de avenidas, la reducción de horario del transporte, el uso obligatorio de cubrebocas y un máximo de personas por auto, que fueron instrumentadas días atrás.
“El prudente ve el peligro y lo evita; el imprudente sigue adelante y sufre las consecuencias”, fue la advertencia el martes del mandatario, quien estuvo dos semanas en cuarentena tras haberse contagiado de coronavirus.
Desde entonces, justificó las restricciones, porque Tabasco mantenía el quinto lugar en número de defunciones, y el segundo, en tasa de mortalidad (por cada 100 mil habitantes), con una superior al 10 por ciento. Antes de paralizar el comercio, López Hernández fue el primer gobernador en ordenar ley seca, el cierre de deportivos y parques, antes de que fuese planteado por el Gobierno Federal.
Hasta el sábado 9 de mayo, Tabasco tenía mil 598 casos confirmados y 198 defunciones; además de 277 personas hospitalizadas por enfermedades respiratorias. Fue un día en el que se registraron 64 personas enfermas y diez fallecidas.
Ello, pese a que en los 17 municipios de Tabasco, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana realiza perifoneó para pedir a la ciudadanía a quedarse en casa, y en el caso de la capital, mantiene 11 puntos de control preventivos y sanitarios en la periferia de la ciudad, y además ocho “filtros de vialidad”, para vigilar que los transportistas usen cubrebocas, al igual que sus usuarios, y no lleven en su unidad más del mitad del cupo.
¿Pero qué hay detrás de ese alto índice de contagios y defunciones?
Según el estadista Fidel Ulín Montejo, director de Datamétrika, el principal factor que influyó para que se dispara el número casos no tiene que ver con falta de atención médica o de estrategia del sector salud, sino “a la falta de compromiso de la gente para cumplir con las medidas sanitarias”.
Ulín Montejo, como doctor en Matemáticas, ha difundido pronósticos certeros sobre el comportamiento de la epidemia en Tabasco. Él considera que se trata de una situación en la que el gobierno de Tabasco “actuó de buena fe”; sin suponer que habría la reticencia por parte de la población.
Y es que, en Tabasco, es posible encontrar una gama de motivos en la resistencia de la gente: religiosas, miedo o necedad; además de “imprudencia”, que va más allá de oponerse al “quédate en casa”. Y las hay hasta en gente enferma de covid-19 que desairan las oportunidades del sector salud, ya sea de ambulancia o de camas.
Hay quienes no quieren usar el cubrebocas, a partir de una reflexión religiosa, como José del Carmen Pérez Hernández, un expendedor de pescado del mercado José María Pino Suárez, al momento de entregar el cambio a un cliente.
“Mire, yo estoy bajo la protección de Dios. Él es quien dispone de mi salud, él es el que decide si me voy a enfermar”, dice este vendedor el viernes al mediodía, a unas horas de iniciar la veda comercial, que fue prevista desde las 16:00 horas de ese día para reanudarla el lunes.
Enfrente de este expendedor, hay otros sin cubreboca. Y así como ellos se resisten, hay otros miles que se niegan a acatar otras de las medidas sanitarias.
Los transportistas no cumplen con la medida de llevar sus unidades al 50 por ciento del cupo. Según el secretario de Seguridad Pública del Estado, Hernán Bermúdez, hubo casos de “peseros” que llevan sus unidades repletas e intentan evadir los puestos de control sanitario por vías alternas. También, casos de taxistas, que meten al pasajero en la cajuela.
Hay quienes, como los comerciantes ambulantes de Tamulté, que fueron notificados para retirarse de las banquetas, y al no haberlo hecho, la SSPC intervino para desalojarlos con el apoyo de la Guardia Nacional.
Y hay también personas “imprudentes” que, sin cuidar el estricto control de ingreso de personal, permitieron que un trabajador del asilo “Casa del Árbol”, contaminara a otros nueve y a una decena de adultos mayores, de los que uno falleció.
“Falleció, lamentablemente uno de lo los internos. Se hizo también un muestreo con empleados: (de) 32, nueve resultaron positivos y ya están en sus domicilios, en algún caso en el hospital y estamos tomando todas las medidas”, reconoció el gobernador Adán Augusto López, el pasado viernes, en una entrevista que concedió a un noticiero radiofónico.
Ello sucedió, según el mandatario, pese a que desde el 25 de marzo fueron restringidas las visitas de familiares, por lo que, justificó, “seguramente alguno de los empleados del DIF que trabajan ahí en este centro de adultos no sabía, tenía o no presentaba síntomas y no sabía que era positivo y seguramente ahí vino el contagio”.
Entre los reticentes, son todavía peor los casos de los propios enfermos con síntomas de gravedad a los que reportan sus familiares para pedir su hospitalización, pero se niegan al traslado o incluso, ya valorados, huyen.
A las 20:30 horas del viernes, en el Hospital General de Zona Número 2, en la Ciudad de Cárdenas, un paciente sospechoso de portar covid, fue ingresado al área de hospitalización como “delicado”. Pero en cuestión minutos, “se fugó”.
Jesús Pech Cuj, director de Servicios Preventivos de la Secretaría de Salud del estado, ventiló que además hay casos de personas reportadas con síntomas de gravedad por covid-19, que se niegan a ser trasladados a un hospital para ser atendidos.
“La ambulancia ha estado presente, en algunos casos, en el domicilio de la persona y se han negado a subirse a la ambulancia, esto lo decimos con toda la veracidad”, revela.
La desidia es también con los que están enfermos que no tienen síntomas graves y aún cuando la Secretaría de Salud les dotó de oxímetros para que se realicen un chequeo diario, pero ni siquiera cumplen con esa encomienda.
“Desafortunadamente, muchos de esos pacientes no se toman su oxigenación en la sangre. Inclusive, les llamamos por teléfono para tener un monitoreo y conocer sus lecturas. Saber si están en 90 o 95, pero si están debajo de 90, es el momento para ir al hospital y ser evaluado para evitar que su salud se complique”, lamenta Jesús Pech.
En esta ciudad capital se concentra la mortalidad de personas por covid-19. Hay un saldo de siete a 10 personas fallecidas diariamente; pero es también el punto focal de las restricciones, vigilancia, restricción del transporte, solo con horario de 6 a 10 de la mañana y de 15 a 19 horas, y cierre generalizado del comercio, como de panteones, del viernes 8 al domingo 10, cuando es el festejo del Día de las Madres.
“Es importante que se mantenga la regla de la sana distancia. Viene un fin de semana especial para los tabasqueños: es el Día de las Madres. Y yo creo que el cariño que nosotros le tenemos a nuestras madres debe reflejarse en cuidarlas”, expresó Adán Augusto López, el martes, en un mensaje transmitido en radio y televisión.
Y es que el municipio de Centro, donde se localiza esta ciudad capital, es según los reportes difundidos por el subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, de los que mayor riesgo de contagio registra en el país. Por ello, la instrucción girada fue reducir la movilidad en 65 por ciento.
Para el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Hernán Bermúdez, con la paralización del comercio y reducción del horario en el transporte, sí será posible reducir aún más la movilidad y por consiguiente, la propagación del coronavirus.
Al medio día del sábado, Villahermosa, finalmente, quedó prácticamente paralizada en comercio, movimiento de personas y tráfico vial. La SSPC reportó que “las calles y avenidas de Villahermosa lucían despejadas, ante el cierre temporal de comercios y el respeto al decreto emitido por el Gobernador”.
Ello, luego de que entre el miércoles y viernes, hubo comercios abarrotados de gente que hacía fila para ingresar a los supermercados.
Para el experto en estadística Fidel Ulín, si se considera que una población no acata estrictamente las medidas de cuarentena y distanciamiento social, se proyecta que Tabasco llegue a una cifra de entre mil 600 y mil 800 enfermos durante el fin de semana. Y para el 15 de mayo, se ascendería a 2 mil o 2 mil 400. Si las medidas aplicadas resultan, se podría registrar un ascenso mínimo a mil 700.
La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, con el apoyo de la Guardia Nacional, desalojó vendedores ambulantes en la colonia Tamulté. / Foto: Ángel Vega
“Cualquiera de estos escenarios pone en riesgo la capacidad ya extendida del sistema de salud estatal. Esto, a pesar de los esfuerzos estatales y federales por fortalecer su infraestructura y el equipamiento. [Esto puede] disminuir en capacidad de respuesta y atención debido al cansancio, saturación y enfermedades en el propio personal de salud que heroicamente continúa trabajando”. Así advirtió el también profesor de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT).
Desde el inicio de la emergencia sanitaria, 10 hospitales han brindado atención a los enfermos de coronavirus. Y ante la previsión de la Secretaría de Salud Federal, de que entre el 6 y 7 de mayo sería el periodo crítico, el Gobierno de Tabasco sumó otros tres más. Éstos serán operados por personal médico de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), en los municipios de Comalcalco, Tenosique y Centro. Contarán con equipamiento enviado por el Instituto Nacional de Salud y Bienestar.
Con estas nuevas unidades, la entidad cuenta con un total de 604 camas, cien más de las que había originalmente. Hasta el viernes, según el reporte del día de la Secretaría de Salud Federal, Tabasco contaba con 37 por ciento de las camas ocupadas; se encontraba en octavo lugar con respecto a otras entidades que tienen menor capacidad, como la CDMX, que se ubicaba ese día en 74 por ciento.
Pero el mismo López Hernández advierte: “Si la gente no se cuida, ni con 5 mil camas alcanzaría”.
Por lo pronto, una enfermera del Hospital de Zona de Número 2, de Cárdenas, expresa con optimismo: “Gracias a Dios, desde el jueves no ha habido ingresos ni defunciones en el área de COVID. Quedan sólo seis internos, cuando el lunes teníamos 18. El martes fallecieron cuatro, y el miércoles, dos, y los demás han sido dados de alta”.
Periodista ex corresponsal del Grupo Reforma en Tabasco y doctorante en Ciencias Humanas para el Desarrollo Interdisciplinario enfocado a temas de gestión del agua, desastres naturales, de resistencias, explotación petrolera, megaproyectos, pobreza y desigualdad de desarrollo en la región sur.
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