El portal Zeballos donde se firmaron los Tratados de Córdoba

27 agosto, 2021

En este lugar Agustín de Iturbide y el capitán O´Donojú para dar uno de los pasos definitivos al proceso de Independencia de México. De lo que no se deshizo México fue de los nuevos potentados que siguieron sometiendo el pueblo a voluntad. En Córdoba la gente y una placa rememoran el sitio donde se firmaron los Tratados de Córdoba

@iganciodealba

En los portales del centro de Córdoba una placa anuncia que en ese edificio — portal Zeballos— se firmaron los Tratados de Córdoba. Por estos días se colocó bajo el rótulo una corona de flores blancas. El mero 24 de agosto, cuando se cumplieron 200 años del documento, los cordobeses realizaron una escenificación de aquel momento histórico. 

Las gentes con más suerte tuvieron para pagarse un café en los portales y ver cómodamente desde ahí la escenificación realizada por el club “Leonardo Bravo”, el público con menos recursos tuvo que apreciar detrás de las vallas la participación de los actores engalanados con casacas militares decimonónicas. También caballos, pendones y carabinas. La calidad de la actuación fue valorada según el patriotismo de los actores, no importó que Iturbide trastabillara, lo que se valoró es que dejara muy elevada la dignidad de México frente a España y el Virrey O´Donojú. 

El Portal de Zevallos, entre Avenida 1 y Calle 1, perteneció al Palacio de los Condes de Zevallos en el siglo XVIII. Ahí vivió la familia del coronel José Manuel de Zevallos, pero con los años aquella casa ubicada frente a la plaza principal de Córdoba se convirtió en una posada para los viajeros que iban del Puerto de Veracruz a la Ciudad de México. 

El lugar tiene un estilo colonial color ocre, tiene una arcada en sus dos niveles. Afuera, en los portales,  los paseantes comen, pero en la parte de adentro hay un hotel. 

El 24 de agosto de 1821 se firmaron en este lugar los Tratados de Córdoba, documento en el que se acuerda la Independencia de México. En realidad las circunstancias originales en las que se inició, 10 años antes, la guerra de emancipación habían cambiado mucho. 

El movimiento que iniciaron los curas Miguel Hidalgo y José María Morelos agrupando campesinos, indígenas y gentes sin tierras, terminó en un movimiento muy diferente. En su inicio el movimiento de Independencia planteó una serie de importantes reformas sociales en el que se pretendía la abolición de la sociedad de castas, el fin de la esclavitud y el reparto de tierras. Se combatía a la iglesia, al Estado y a los aliados de la corona española que perpetuaban un régimen de injusticias. 

En España, los liberales tomaron el poder, transforman la monarquía absoluta en constitucional —Constitución de Cádiz— y amenazan los privilegios de la Iglesia y de la aristocracia, se opera entonces un brusco cambio de frente. Ante este nuevo peligro, en México el alto clero, los grandes terratenientes, la burocracia y los militares criollos buscan la alianza con los restos de los insurgentes, esto se da en el llamado Abrazo de Acatempan, en febrero de 1821.

Con el fortalecimiento del bando Insurgente varios mandos militares realistas dejaron la parte oficial para unirse a los rebeldes, con el paso de los meses la deserción creó una crisis política en el poder virreinal, varios comandantes destituyeron al virrey Juan Ruiz de Apodaca. Para remendar la situación se intentó que el mariscal de campo Francisco Novella se hiciera cargo del gobierno colonial. 

Pero las noticias sobre el derrumbe del poder virreinal provocaron que desde España se impusiera como cabeza de gobierno a Juan de O’Donojú.  El hombre de ascendencia irlandesa llegó a Veracruz el 31 de julio. O’Donojú, de influencia liberal, llegó para conciliar los intereses entre los americanos y los españoles. 

Para esto se entrevistó con el cabecilla de la insurgencia, Agustín de Iturbide, en un punto medio entre el Puerto de Veracruz y la Ciudad de México: Córdoba. El día 24 de agosto de 1821 ambos bandos firmaron los Tratados de Córdoba, donde se refrendó el Plan de Iguala. Los Tratados de Córdoba es el primer texto legal en donde se pronuncia abiertamente la Independencia de México. 

En el primero de los diecisiete artículos de los Tratados se establece: 

Esta América se reconocerá por nación soberana e independiente, y se llamará en lo sucesivo ‘Imperio Mexicano‘». 

Aunque los Tratados de Córdoba fueron firmados por O´Donojú la realidad es el documento careció de valor legal, la corona española era la única con el poder de reconocimiento sobre la liberación de México. Las hostilidades bélicas por parte de militares españoles continuaron durante años, aunque las fuerzas españolas sólo controlaran la fortificación de San Juan de Ulúa (Veracruz), lugar desde donde se hostilizó al puerto. 

Paradójicamente la independencia se consumó sin justicia ni libertad para el pueblo. Poco quedó en pie del pensamiento de los curas rebeldes: Hidalgo y Morelos. Las demandas de la abolición de la esclavitud, la tierra para los campesinos y mayores salarios para los trabajadores.

La iglesia, por ejemplo, quedó intacta con el proceso de Independencia. Sus jerarcas se supieron acomodar, también al bando insurgente. Cuando acabó la guerra de Independencia Agustín de Iturbide, haciendo gala de su conservadurismo, se proclamó Emperador de México en la Catedral Metropolitana. 

Cronista interesado en la historia y autor de la columna Cartohistoria que se publica en Pie de Página, medio del que es reportero fundador. Desde 2014 ha recorrido el país para contar historias de desigualdad, despojo y sobre víctimas de la violencia derivada del conflicto armado interno. Integrante de los equipos ganadores del Premio Nacional Rostros de la Discriminación (2016); Premio Gabriel García Márquez (2017); y el Premio Nacional de Periodismo (2019).