9 agosto, 2021
El planeta se calienta a un ritmo sin precedentes en los últimos dos milenios, de acuerdo con un informe elaborado por científicos de 66 países. «Es un código rojo para la humanidad», advierte el secretario general de la ONU
Texto: Lydiette Carrióny Daniela Pastrana (con información de IPS Noticias)
Foto: Ivo Brandau/ IPS Noticias
GINEBRA Y CIUDAD DE MÉXICO.- El mundo despertó este lunes con una «alerta roja para la humanidad».
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) de Naciones Unidas publicó su informe, el más completo hasta la fecha, sobre los cambios que habrá en el planeta por el calentamiento global.
Se trata del análisis de más de 14 mil artículos científicos, en el que participaron 234 expertos de 66 países. Según las conclusiones, las emisiones de gases de efecto invernadero podrían romper, en una década, el límite clave de la temperatura global, establecido por los países en 1.5 grados.
El llamado fue tajante:
«Si unimos fuerzas ahora, podemos evitar una catástrofe climática. No hay tiempo para demoras ni lugar para excusas«, dijo Antonio Gutiérres, secretario general de las Naciones Unidas.
Se trata, dijo Gutiérres, de “un código rojo para la humanidad. Las señales de alarma son ensordecedoras y las pruebas son irrefutables. Corremos el riesgo inminente de alcanzar los 1.5 grados a corto plazo”.
El informe, “Cambio Climático: la bases científicas”, divulgado por el IPCC, es la primera entrega de las seis que se publicarán hasta el año 2022, sobre la crisis climática que enfrentamos.
Según el informe, la concentración en la atmósfera del dióxido de carbono (CO2) es la más alta a la que se ha llegado en dos millones de años, y las de metano y óxido nitroso son las mayores en los últimos 800 mil años. El planeta se calienta a un ritmo sin precedentes en los últimos dos milenios.
“El cambio climático está afectando cada rincón del planeta de múltiples formas. Los cambios que experimentamos aumentarán con el incremento del calentamiento”, dijo el climatólogo chino Panmao Zhai, copresidente del grupo de trabajo del IPCC.
Ese cambio no solo implica más calor, sino fenómenos meteorológicos asociados, como los vistos durante este verano boreal, con temperaturas récord y mortales en Canadá, grandes inundaciones en el centro de Europa y en China, y una ola de incendios en la cuenca del Mediterráneo.
A medida que el planeta se calienta, apuntó el informe, se intensifica el ciclo del agua, lo que conduce a lluvias más intensas, inundaciones y sequías pertinaces.
Las áreas costeras verán la subida del nivel del mar a lo largo del siglo, con mayores inundaciones en las zonas bajas y una mayor erosión. Los fenómenos extremos costeros que antes se producían cada 100 años, ahora serán anuales.
Un mayor calentamiento amplificará el deshielo de la capa de permafrost (suelo congelado) y la pérdida de la nieve de temporada, así como el derretimiento de los glaciares y la pérdida de la capa ártica durante el verano.
Los cambios en el océano conducirán a más olas de calor marinas, más acidificación del agua y la reducción de los niveles de oxígeno, afectando los ecosistemas marinos.
Con el informe “ahora tenemos una mejor imagen del pasado, el presente y el futuro del clima, esencial para entender hacia dónde nos dirigimos, qué se puede hacer y cómo prepararnos”, apuntó otra copresidenta del grupo, la climatóloga francesa Valérie Masson-Delmotte.
Las actividades humanas son responsables del calentamiento del planeta en 1.1 grados centígrados respecto de la era preindustrial (1850-1900), a un ritmo sin precedentes en los últimos 2000 años, sostiene el informe.
Lograr que antes de 2050 la temperatura global no exceda de 1.5 grados sobre los niveles de la era preindustrial, ni de dos grados a finales de siglo, son metas del Acuerdo de París pactado por 196 países en 2015.
Pero el nuevo estudio del IPCC advierte que el umbral de 1.5 grados se rebasará en los próximos 20 años y la meta de no más de 2 grados puede resultar imposible de alcanzar.
Al recibir el informe, Guterres dijo que “la única manera de evitar que se sobrepase este umbral es redoblar urgentemente nuestros esfuerzos y perseguir la vía más ambiciosa. Debemos actuar con decisión ahora, para mantener vivo el umbral de los 1.5 grados”.
En medio, se aspira a que en la 26 Conferencia de las Partes sobre el Cambio Climático (COP26), que se reunirá en Glasgow, Reino Unido, en noviembre, los Estados avancen en sus promesas de frenar y revertir el calentamiento global, causado principalmente por la emisión de gases de efecto invernadero.
Los científicos del IPCC coinciden en que “una reducción enérgica y duradera de las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero pueden limitar la magnitud del cambio climático”.
Según sus cálculos, esas reducciones pueden tener beneficios rápidamente para la calidad del aire, aunque tomaría entre 20 y 30 años hasta que las temperaturas de la Tierra se estabilicen.
1. La temperatura aumenta más rápido de lo previsto
El último informe del IPCC en 2013 consideró como límite global seguro para el calentamiento del planeta una temperatura de los 1.5 grados.
En las negociaciones políticas que condujeron al Acuerdo de París en 2015, muchos países en desarrollo y estados insulares presionaron por un límite más bajo, argumentando una cuestión de supervivencia.
Un informe especial en 2018 mostró enormes ventajas de mantenerse por debajo de ese límite, en comparación con el límite de 2 grados previo. Pero llegar allí requería reducir las emisiones de carbono a la mitad, esencialmente, para 2030 y alcanzar las cero emisiones netas para 2050.
Este informe muestra que no lo estamos logrando.
De hecho, cada una de las últimas cuatro décadas ha sido sucesivamente más cálida que cualquier década de la era preindustrial: La temperatura global de la superficie durante las dos primeras décadas del siglo XXI (2001-2020) fue 0.99 ° C más alta que 1850-1900. Pero en la segunda década (2011-2020) fue 1.09 ° C más alta.
Los aumentos fueron mayores sobre tierra (1.59 ° C) que sobre los océanos (0.88 ° C).
En todos los escenarios, el umbral de 1.5 se alcanza en 2040. Pero si no se controlan las emisiones, podría alcanzarse en alrededor de una década.
2. La responsabilidad humana
La conclusión es contundente: “Es inequívoco que la influencia humana ha calentado la atmósfera, el océano y la tierra”.
Aquí algunas de las responsabilidades enlistadas:
“…Es probable que la influencia humana haya contribuido a los cambios observados desde mediados del siglo XX, y es muy probable que la influencia humana contribuyó al patrón de cambios observados en la salinidad del océano cercano a la superficie. Las trayectorias de tormentas de latitud media probablemente se desplazaron hacia los polos en ambos hemisferios desde la década de 1980, con una marcada estacionalidad en las tendencias”.
“…Es muy probable que la influencia humana sea el principal impulsor del retroceso global de los glaciares desde la década de 1990 y la disminución de la superficie de hielo marino del Ártico entre 1979-1988 y 2010-2019 (alrededor del 40% en septiembre y alrededor de 10% en marzo)”.
“…La influencia humana [muy probablemente] contribuyó a la disminución de la capa de nieve primaveral del hemisferio norte desde 1950, y al derretimiento de la superficie en la capa de hielo de Groenlandia durante las últimas dos décadas”.
“…Es prácticamente seguro que la capa superior del océano global (de los 0 a los 700 metros de profundidad) se ha calentado desde la década de 1970 y es muy probable que la influencia humana sea el principal impulsor”.
“…Es prácticamente seguro que el CO2 causado por los seres humanos son el principal impulsor de la acidificación global actual de la superficie del océano abierto, así como que los niveles de oxígeno hayan disminuido en muchas regiones del océano desde mediados del siglo XX, y muchos expertos coinciden en que la influencia humana contribuyó a esta caída”.
3. El nivel del mar subirá
El nivel medio del mar ha aumentado más rápidamente desde 1900 que en cualquier otro momento de los últimos 3 mil años.
Además, el pH de la superficie del océano abierto está en un nivel que no se presentaba en al menos los últimos 2 millones de años.
Los anteriores informes del IPCC habían sido criticados por ser conservadores al evaluar el riesgo del aumento del nivel del mar y excluir los posibles impactos del derretimiento de las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida.
Este informe muestra que, en los escenarios actuales, los mares podrían elevarse por encima del rango probable, en un esquema muy amplio de altas emisiones de gases de efecto invernadero, hasta 2 metros para fines de este siglo y hasta 5 metros para 2150.
El documento advierte que, incluso si controlamos las emisiones y mantenemos las temperaturas de 1.5°, las aguas seguirán subiendo. Y que incluso si el aumento del nivel del mar es leve, tendría efectos colaterales inevitables.
4. El CO2 y el clima extremo
Los científicos han estado preocupados durante mucho tiempo de que el clima de nuestro planeta podría ser más sensible al dióxido de carbono de lo que pensaban.
Generalmente, los expertos usan un término «sensibilidad climática de equilibrio» para expresar el rango de calentamiento que podría ocurrir si se duplicaran los niveles de CO2.
En el informe de 2013, este rango osciló entre 1.5°C y 4.5°C. Ahora, el margen se ha reducido y los autores del informe optan por 3°C como “el más probable”..
Eso significa que el clima extremo ya es parte de nuestra vida.
En 2019, las concentraciones de CO2 atmosférico fueron más altas que en cualquier otro momento durante los últimos 2 millones de años.
5. El metano
Pero no es el único motivo de preocupación. Las concentraciones de metano (CH4) y óxido nitroso (N2O) fueron más altas que en cualquier momento en 800 mil años.
El informe destaca el papel del metano, cuyo aumento supera el de las concentraciones de CO2.
De hecho, los aumentos, a partir de 1750, en las concentraciones de CO2 (47 por ciento), N2O (23 por ciento) y CH4 (156 por ciento) son similares a los cambios multimileniales entre glaciares e interglaciares.
Según el IPCC, alrededor de 0.3°C de los 1.1° C de los que el mundo ya se ha calentado es resultado del metano.
Las emisiones de metano provienen de la industria del petróleo y el gas, pero también de la agroindustria. El datos es importante si se considera que el sistema agroalimentario es responsable de 26 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero.
6. America Latina
El informe explica que cada región del mundo sufrirá, además de los impactos globales, cambios propios de los ecosistemas locales.
En América Latina, se espera sobre todo un cambio en el patrón de las precipitaciones y más días de sequía.
-Es «muy probable» que las temperaturas medias sigan subiendo a un ritmo mayor que la media mundial.
-También se prevé que las olas de calor marinas aumenten, tanto en intensidad como en duración.
-Se prevé que la precipitación media cambie, con aumento en el noroeste y sureste de Sudamérica y disminución en el noreste y suroeste del continente.
-Los ciclones tropicales (con más lluvias), las tormentas severas y las tormentas de polvo serán más extremas en el Caribe y Centroamérica.
-El aumento de factores como la aridez del suelo y el mayor riesgo de incendios forestales tendrá consecuencias potenciales en más de un sector, desde la agricultura, la conservación de bosques, la salud y los ecosistemas.
-Es muy probable que continúe el aumento relativo del nivel del mar en los océanos que rodean América Central y Sudamérica. Esto contribuirá a un incremento en el número de inundaciones en las zonas costeras bajas y al retroceso de la línea costera a lo largo de la mayoría de las costas arenosas.
-La pérdida de volumen de los glaciares y el deshielo del permafrost probablemente continúe en la cordillera de los Andes.
La explicación de la crisis climática es más o menos sencilla: el forzamiento radiativo positivo neto causado por la actividad humana provoca una acumulación de energía adicional (calentamiento) en el sistema climático, en parte reducido por una mayor pérdida de energía en el espacio en respuesta al calentamiento de la superficie.
Este calentamiento ha sido acelerado en la era postindustrial, y ha aumentado más de lo previsto desde 1980.
Lo que dicen los expertos es que si este daño es provocado por la actividad humana, se puede frenar, reduciendo las actividades que provocan esas emisiones.
Pero el reto no es sencillo, porque implica cambiar totalmente nuestras formas de consumo de energía.
El problema ese consumo está concentrado en los países más desarrollados, que requieren los recursos que ya no tienen.
Estos son algunos datos, que dimensionan el problema
*Esta nota fue realizada con información de IPS NOTICIAS. Aquí puedes consultar la original.
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