El Mural de Taniperla, 25 años después

25 abril, 2023

Microfilme Postal, columna de opinión por Daliri Oropeza Alvarez

Este abril, el mural más replicado de la historia cumple 25 años. Esta es una entrevista con Checo Valdez, quien construyó una metodología de Mural Comunitario Participativo en territorio zapatista para hablar de la autonomía. El mural marcó caminos para las y los muralistas contemporáneos que trabajan en pueblos y barrios

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Réplica del mural de Taniperla en La Garriga, Catalunya. Foto: Daliri Oropeza Alvarez

De pie, frente al Mural Taniperla pintado en el pueblo de La Garriga, Catalunya, España, me transporto al día en que mujeres y hombres tseltales zapatistas lo pintaron por primera vez para inaugurar su Municipio Autónomo Rebelde, nombrado Ricardo Flores Magón en el Caracol de la Garrucha o el municipio oficial de Taniperla. 

Un transporte a varios tiempos. Recreo en mi mente lo que me contó Checo Valdez sobre la creación colectiva de este mural, y luego, su destrucción por parte de elementos de seguridad del Estado. Me lo cuenta en una entrevista larga, que es más una charla curiosa, mientras el Escuadrón 421 viaja en el barco la Montaña, antes de emprender el viaje para documentar la Travesía Zapatista en Europa. 

Estoy en un pueblo catalán que va a recibir a la delegación zapatista La Extemporánea. Pero en ese momento lo que yo veo es la imagen de todo un pueblo y varias comunidades enfocadas en realizar una pintura grande donde puedan mostrar su historia. Es la pintura que habla sobre cómo lograron la autonomía como comunidad zapatista.

Son sus referentes de lucha. Es el trabajo, la escuela, la leña, el camino. La asamblea. Las mujeres. La religión. El río. La paz. Las aves. La cancha de Básquet. La comandanta Ramona. Ricardo Flores Magón.

“Pintamos el mural con mucho hostigamiento de parte de nuestras fuerzas armadas”, recuerda Checo. Eso no le impidió consultar a casi todo el pueblo sobre lo que debían pintar en el muro de la Casa Municipal. Así creó  una metodología de pintura colectiva a gran escala.

Recuerdo el relato de Checo. Me habla hasta de cómo fue a dar a la cárcel. Cómo las mujeres participaron en la pintura, y la organización zapatista para realizarla.

La trascendencia de este mural está frente a mi. A más de nueve mil kilómetros  del lugar original en donde fue pintado y el océano Atlántico de por medio. En Europa, más de 20 años después, veo el mural de frente. Pienso en lo que nació en Taniperla, además de la metodología del Mural Comunitario Participativo.

Un vínculo fraternal entre los pueblos, una solidaridad que trasciende tiempos y fronteras. Una comunicación que se fortalece con el arte y la memoria colectiva. Una relación entre países que ahora los zapatistas modifican con un viaje por Europa, después de renombrarla como Slumil K’ajxemk’op.

Cuántas historias se tejen frente a mi. Frente a una gran pintura que nunca vi en su lugar de origen, pero ahora veo en La Garriga y me descoloca. ¿En dónde estoy? Qué bueno que pude atestiguarlo. 

Ir a territorio zapatista

—¿Qué te movió a ir a territorio zapatista?

—Algo muy sencillo: la curiosidad.

La curiosidad sobre el zapatismo. 

Es verdad que la sola curiosidad no me hubiera hecho ir. Ya llevaban cuatro años del levantamiento cuando yo fui. Fue la curiosidad sobre el tseltal, sobre la lengua en sí, porque he ido muchas veces, lo que sé es vi na vil, vina vi lel, que es ‘¿cómo te llamas?, sé mero lek, ‘está muy bien’. 

Había un maestro que nos inspiró. Estamos hablando de hace más de 20 años. Nos hizo un encargo. Antonio Paoli se llama. Él trabajó 30 años con los tseltales. Paoli ya llevaba  esa trayectoria trabajando con los tseltales antes de esa clase. Es sociólogo, lingüista. 

El encargo fue hacer carteles y folletería para un evento de indígenas para indígenas, que él organizaba sobre Valores y Cultura Tseltal. La investigación era en torno a los Derechos Humanos y la Educación. Los tres profesores a los que nos estaba pidiendo teníamos cierto conocimiento sobre nuestros derechos laborales. En la universidad cuando un compañero te encarga un trabajo, lo más que tienes es una carta y ya. A ver si te la toman en cuenta. 

Yo puse un pero al encargo: 

–Oye Toño, pero es una falta de respeto que hagamos carteles, medios de comunicación, para gente que no conocemos’. 

En ese momento me enteré que había tseltales en el país. Yo no sabía ni el nombre de los tseltales. Y Paoli escribió en el pizarrón una pequeña frase: 

‘Ichek Tamuk’. 

Voltea a vernos, se nos queda viendo.

–¿Y eso qué es Paoli? 

–Tú dijiste respeto, así dicen respeto los tseltales. 

Y entonces hizo un análisis lingüístico, partícula por partícula de la pequeña frase. Hizo un comparativo así de flashazo ¿Qué decimos nosotros con respeto? Concluyó diciendo por lo tanto “Cuando un tseltal ofrece respeto, enaltece el corazón”. Espontáneamente le digo: 

–Qué chingona cultura. yo quisiera ir, yo quisiera conocerla.

 –Ah, pues vamos. 

Y así fue como llegamos a Taniperla, estos tres profesores con don Antonio.

—¿Taniperla en qué Caracol Zapatista está?

—En La Garrucha. Es uno de los más lejanos de La Garrucha. 

Antes se hacían 6 horas en 70 km en terracería, en secas, en lluvias hasta 18 horas. Pero ahora ya hay más pavimento.. Y llegamos más como una visita, como una exploración para hacer el encargo.

Esa era toda la razón. Y llegamos con gafetes de observadores de derechos humanos que nos dieron del Centro Fray Bartolomé después de un tallercito. Tú has ido, supongo, ¿has estado en comunidad?

—Si, Checo. He estado en diversas comunidades. También en la Garrucha, conozco la cultura tseltal, tengo amigas y compañeras que son de allá. Algunas las he entrevistado. 

–Además es la etnia más numerosa después de los nahuas.

Los nahuas se reconocen como 3 millones y medio, los tzeltales como un millón y pico, según cifras oficiales. 

La necesidad de una gran pintura

—Entonces llegaste a Taniperla. ¿Qué encontraste? ¿Cuánto tiempo estuviste?

—Íbamos por una semana, y casi para terminar, se divirtieron mucho con nosotros. Nos dieron unas escobas y… a hacer guardias en las entradas del pueblo.

—Jajajaja.

—Bueno. Las instrucciones como observadores eran reportar todo lo que veíamos. Ahí en Taniperla, a partir del corazón de la comunidad. 

A unos 300 metros estaba un campamento militar. No era fácil el asunto. Siempre había alegatos con los militares porque les reclamaban que no podían pasar por la comunidad, armados. Les valía gorro a los militares, cada vez que podían los paraban. 

Nosotros teníamos que reportar los movimientos militares… que sí veíamos un avión en qué dirección, qué tipo de avión. Qué si el convoy del ejército llegaba a abastecerlos. O que sí salían.  tratar de atender las quejas que llegaban al Campamento Civil por la Paz y teníamos que atender quejas de ambas partes.  Hasta donde podíamos… porque no somos expertos en nada de esto. 

Venían los no zapatistas. Ya estábamos rechinando los dientes, pero los atendíamos. Y yo creo que era la actitud de todos los observadores de Derechos Humanos.

Mientras tanto, hacíamos bien el papel de investigación, ya estaba terminando esa semana que no tenía otro objetivo más que conocer un poco a la gente para la que íbamos hacer un trabajo. Hicimos apuntes. Empezamos conocer la antropometría, los paisajes, la arquitectura de la miseria. Su manera. Un poco de etnografía. 

Ya casi para terminar la semana, se acercó una autoridad de la comunidad. Así nos presentaban las autoridades de la comunidad, que seguramente eran zapatistas. Llegó en la noche. Llegaron dos hombres. Nada más uno de ellos habló. El chiste es después de una charla sabrosanos dijo:

–Bueno, venimos porque te queremos pedir una asesoría.

– A ver pues, díganme ¿de qué se trata?.

–Pues a ver si tú nos puedes asesorar para hacer una gran pintura.

Me llamó mucho la atención, digo, a las pocas horas me di cuenta de lo que trataban de hacer: un mural. Me llamó la atención que no usaron la palabra ‘mural’ nunca. O sea no estaba en su lenguaje eso de una gran pintura. Cuando oí de qué se trataba: una gran pintura en la fachada de la Casa Municipal. Entonces ya entendí que era un mural.

Todavía no se sabía nada de que se iba a inaugurar el Municipio Autónomo, no era público. 

Lo de “gran” pintura sonaba a lo que quisieras, desde el tamaño hasta la trascendencia. Una gran… ¿Quién sabe qué quieran hacer estos cuates ¿no? 

Hay que tomar en cuenta el contexto porque… tú estarás más enterada que yo: los zapatistas están en silencio después de la traición de Zedillo. En ese momento estaban en silencio. Causó mucha inconformidad esa estrategia del silencio. 

Había puros rumores: ¿qué estarán haciendo? Quién sabe. Que no sé qué. Qué ya hicieron una escuela. Ya te daban el nombre de una comunidad. Qué están haciendo una clínica. Pero eran puros rumores ¿no? porque pues había silencio por parte de los zapatistas. No dejaban entrar a nadie o a muy contadas personas. En fin. 

Y la inauguración del Municipio Autónomo fue romper el silencio. 

El pueblo insistió a la Comandancia en el permiso de inaugurar el municipio. 

Viéndolo en retrospectiva, ese municipio rompió el silencio. Escandalizó al gobierno, tanto al estatal como al federal. 

La respuesta fue horrible: varios operativos, primero fue el de Taniperla por desafiante, siguió el de Tierra y Libertad. El Bosque. Nicolás Ruiz, un barrio de ahí de San Cristóbal La Hormiga. Hubo varios operativos fuertes. Hubo desplazados en esos meses, en fin fue…

–¿Taniperla desató una serie de hostigamientos contra el zapatismo?

—Sí, sí, pues se escandalizó el gobierno.

—Porque se estaban reforzando los municipios autónomos…

—Sí, porque el gobierno no dio crédito. Los zapatistas guardan silencio en febrero del 95, cuando los traicionó Zedillo. Abren un paréntesis al silencio por Noviembre, diciembre del mismo año. Anuncian que el gobierno no cumple con su palabra y que ellos sí. Y que van a organizar sus municipios y dan una treintena de lista.

Guardaron silencio. El gobierno no los pela. Y de repente se está inaugurando un municipio autónomo. Y claro, entonces el gobierno dijo ‘va en serio’. ¿Cuántos son y dónde están? Armó un desmadre. Incluso con los muertos del bosque. En ese operativo sí hubo muertos, todos por la espalda. 

 En Taniperla sí hubo cachetadas y algunas patadas a algún compañero, robos, incendios, etcétera, pero no hubo heridos ni muertos. Fue un teatro de terror. Hubo conatos de linchamiento en el momento… ah bueno eso vino después.

Entonces me hacen el encargo. 

A mí me da mucho gusto porque Paoli  ya tenía en curso la investigación de Valores y Cultura Tseltal.

Cuando me hacen el encargo de la gran pintura, wow, estaba fregón.

Siempre he sido promotor de la creatividad y me interesa mucho, sobre todo la creatividad colectiva. 

Pensé en la intención del municipio: celebrar su fundación. La intención flotante de la investigación de Paoli sobre la Cultura Tseltal y ahora la mía de observar la creatividad colectiva. 

Yo nunca había trabajado con indígenas y, menos rebeldes. 

Dije: ‘Si logro que sean ellos los que pongan las ideas y que las expresen de manera visual, claro con dibujo sencillos, pues va a estar a todo dar”. No había expectativa. Había algo de incertidumbre.  ¿Saldrá esto? Sé de pintura y a lo mejor de manera natural salen los valores. Bueno pues, le entramos.

Entonces me vine a México a prepararme un poco sobre esto. Bueno para resolver las tareas ¿Qué se necesita? Pintura. ¿Cuánta pintura se necesita para tantos metros cuadrados ¿Qué gama de colores debo de llevar? ¿Qué materiales? Y bueno, armado con mi tinglado, regresé un mes y días después.

—¿A quedarte por el periodo que dure la creación del mural?

—Sí. Con incertidumbre Quién sabe cuánto tiempo tardamos en hacer el programa.  

Porque yo ni sabía el día de la inauguración. Llegamos en marzo. Si la pura incertidumbre por todos lados.

Llegué ahí con mi canasta de supermercado, como si vas al tianguis, lleno de materiales. Tanto eso como mi mochila. Ideé ese taller. Lo ideé para el caso: indígenas, la mayoría sin hablar en castellano, porque predominaba su lengua.

Checo Valdez con su cigarro en la entrevista. Foto: Daliri Oropeza Alvarez

El método del Mural Comunitario Participativo

—¿Qué metodología usaste?

—Me tuve que armar una. Yo creo que he traído esa semilla desde siempre. Yo hice un periodiquito de barrio cuando tenía 15 años. Vivía en una colonia proletaria que se iniciaba en ese tiempo, era la Moctezuma. En ese tiempo todavía era a orillas de la ciudad.

Yo no sabía nada de zapatismo más que las noticias que salían en La Jornada o en la Proceso. La Primera Declaración de la Selva Lacandona es muy novedosa, a mí me conmovió mucho, encontré que era un discurso de izquierda novedoso, muy creativo y con un enfoque muy distinto a todos los discursos que yo conocía. Por eso me llamó muchísimo la atención.

La condición que le puse fue que hubiera hombres y mujeres para crear el mural.  y que fueran de distintas comunidades del municipio para que se representara el municipio completo ¿Cuál era mi intención? Recoger las voces de todos.

Y bueno, nunca llegaron mujeres, no era costumbre, a pesar que ya tenían algunos años ¿Tú sabes, que el Primer Comunicado de los zapatistas fue el 31 de Diciembre del 93 y fue la Ley Revolucionaria de las Mujeres Zapatistas. A mí me parece verdaderamente extraordinario, que un movimiento de rebeldes, la primera señal de vida que da, de existencia, sea referente a las mujeres, al género femenino.

Pues les dije, ¿Bueno, qué pasó? ‘No es que no pueden venir solas’, respondieron, tiene que venir con un pariente, un hombre. Por varias razones una de ellas es el peligro. Entre autónomos y partistas de los mismo pueblos, porque hubo hasta violaciones o había ¿no? La tradición es que las mujeres no podían llegar por su cuenta, era con un hombre de su familia, hermano, padre, o hijo, o marido.

Ya han cambiado las cosas. Ahora van cuatro mujeres en el barco zapatista, ¿no? Y va un otroa.

—Claro, claro. Además madres solteras, eso también me llama mucho la atención.

—También es un mensaje fuerte.

Dentro de la metodología debía lidiar con sorpresas. Un día llega un joven, ya habíamos cenado. 

–Profe, pues buenas noches ya me voy a dormir y aprovecho para despedirme –me dijo.  

–¿Cómo? ¿Ya te vas? ¡Por qué? ¿No te gustó el taller?.

–No si me gusta mucho pero tengo trabajo, yo nada más podía venir cuatro días. 

Yo también me voy, dice otro. Yo me voy pasado mañana, dice otro. 

–¿Se van a ir todos? 

–Pues es que nada más venimos unos días, pero no se apure van a venir otros.

Es un modo de trabajo por grupos de relevos. Trabajan en relevos. Yo que estaba acostumbrado a puro trabajo lineal. Pues el taller me sacó de onda. ¡Quiúbole! ¿Y ahora qué hago? 

Porque llevaba yo ejercicios y cosas de integración del grupo, sensibilización, cosas que son necesarias para la creatividad. Entonces, pues no se podía. Así me aterré. Lo maravilloso vino un poquito después.

La gente que llegaba –también 

Hice un comparativo: cómo nos comportamos por acá. Lo habrás sufrido, el individualismo la verticalidad en la escuela, en las juntas de trabajo,en todos lados, la competencia, la imposición. Se vuelve horrible, seguro que tú lo viviste algún día.

—Lo he vivido.

—La sorpresa maravillosa allá es que llega el nuevo grupo de personas, puede ser explícito o puede ser implícito pero llega:  ‘¿En qué va y qué me toca hacer? Llegan a cuestionar. Ya hay acuerdos antes de que yo llegué,ya está trabajando la gente, pues vamos a seguirle y punto. Nadie llega a decir cómo se construye un puente cuando están a la mitad del puente. Entonces fue maravilloso. Se trabajó como si fuera un solo grupo. 

Algunos de los muchachos regresaron por interés propio cuando ya no tenían deber o trabajo comunitario.  Alguno que otro me lo dijo francamente: “Yo quiero saber pintar” o “En este taller sí se come bien”.

Ellos llevan su pozol y sus tostadas, o sus frijoles, si es que hay manera de cocinarlos. Gloria, maestra de Cultura Física y yo íbamos a la camioneta del pescado, a comprar.  Pues comprábamos para todo el grupo. 

—Qué chido.

—Claro que era una vez a la semana, cada quince días de las camionetas. 

Para la metodología del mural, no sé cuánta gente se consultó, pero fue a mucha. Y así se fue armando el mural, con dibujos… Cuando les dije que había que pasara las ideas, hice dos pasos. Uno cuando ya estaba reunido el grupo les hice las mismas preguntas que en la consulta, pero les dije no me las digan, dibújenlas. ¿Qué es importante para ti que aparezca en el mural, en la pintura? les pregunté. 

Primero les explicaba qué es una pintura grande, que llevaba muchas figuras, muchos elementos para decir algo y que aparecen cosas de nuestro interés ¿A ti en lo personal que te gustaría para todos que apareciera en el mural?

—Ay, se me pone la piel chinita de pensar en el mural y todo lo que aparece. ¡Qué bonito!

—Si. Todas son ideas de ellos. Todo el estilo. Por fortuna nunca expresé la idea que yo tenía pero… si, jaja. Yo pensaba en un Marcos, un retratote. En el mural de Taniperla no aparece Marcos.

—Aparece más Ramona que Marcos.

—Sí, si, la chiquita es Ramona. 

—Eso lo vieron las autoridades, que estábamos pintando, y ya casi terminando. Pidieron que aparezcan Tacho o Moisés y la Comandanta Ramona. Entonces una de las dos figuras altas es Tacho o Moisés. Ahí cada quien que vea al personaje que quiera. Y la otra es Ramona

Ahora te voy a decir la importancia de esto. Son dos preguntas: una, ¿Qué te interesa a ti en lo personal? ¿Qué crees que sea importante para toda la comunidad? Primero movilizo lo personal, luego movilizo lo colectivo. Por lo general coincide en comunidades, eso ya te lo puedo decir porque hemos pintado más de 70 murales en comunidades de La Garrucha. 

El chiste es que, después que dibujan, se hace una exposición frente a todos. Todos los que quieran del grupo interpretan cada dibujo. Así fue con cada uno. Es un poquito largo ese asunto porque se divaga mucho, se ríe mucho, porque cuando les pregunto, ¿Y aquí qué es lo que están viendo? ,responden: ‘ Pues es una portería con su balón’, ¿Y tú que ves? ‘Ah, pues es un solar con un pozo’. ¿Y tú qué ves?. ‘Ah, pues es un corral’.

Al final el autor dice por qué es importante lo que hemos visto. No sólo con ellos, lo hemos visto aquí, con universitarios, en barrios o en Europa, en Centro América, en Norte América. Esta interpretación hace que el autor reflexione sobre lo que está representando y que lo enriquezca la otra persona. 

Pero la sorpresa fue cuando hago un interrogatorio, y responde: ‘es una mesa’. ¿Qué tiene arriba? ‘Una calabaza’, ¿Y esa calabaza dónde estaba antes? ‘En la milpa’ ¿En qué milpa? ‘La mía’ ¿Y quién la sembró? ‘Pues yo’ ¿Y por qué la sembraste? ‘Ah, porque a la familia le gusta y a mí también, me gusta cocida y cuando tiene panela o azúcar’, ¿Por qué la pusiste ahí? ‘Pues para que la familia la coma, es para compartir’ ¿Y eso que está debajo de la mesa qué es? ‘El machete’ ¿Por qué está ahí? ‘Pues es muy importante el machete, es para partir la calabaza’ ¿Y nada más para eso sirve el machete? ‘No, es la herramienta de la casa, es mi arma, es mi herramienta de la milpa’. 

Y se echó un poema sobre el machete sensacional. De ahí salió la imagen de la casita con la familia. Y volví después de eso: ¿Por qué la familia? ‘Porque la familia es importante; la mujer, la milpa.

—Esa interpretación sirvió para la creación colectiva.

—Si, entonces,lo siguiente es dibujar entre todos a una familia. Así con bolitas y palitos. Luego vamos a ver cómo es la gente, vamos a tratar de dibujarla. 

Es por acercamientos sucesivos, pero entendiéndonos con lo gráfico. 

Te voy a decir que nos hemos encontrado con personas sobre todo hace veinte años que nunca en su vida había tenido una crayola en sus manos, que nunca habían dibujado. Yno es que no tengan necesidad, claro que la tienen, nada más que dibujar no te da de comer. Ahí lo que da de comer es la milpa, entonces pues lo dejan de lado.

Está Mari ahí en La Culebra, es una señora joven que están plagadas las paredes de su casa de sus dibujos. Hay una necesidad humana de dibujar en todo mundo, Yo le he enseñado más o menos pues a más de 2 500 personas, nada más en la universidad, fuera de la universidad no sé cuántas a dibujar, a dibujar con el lado derecho del cerebro. Eso es otra cosa…

La historia y el modo de compartir la memoria

—¿No por la estética per se?

—No. El dibujo, el muralismo, es otro lenguaje muy sobrevalorado sobre todo por la dominación europea. El dibujo es una necesidad humana. El dibujo, la pintura, el modelado son necesidades humanas en la mayor parte de las personas frustrada, pero es una necesidad.

Conocí, por ejemplo, una niña que tendría cinco, seis años, muda, muda de nacimiento o sordomuda, que la llevó su papá a un taller allá en Oventic. Hice ejercicios con plastilina, pues también le di plastilina a ella, pues nos platicó con plastilina cómo era su casa, a detalle, hasta las tortillas, todo,con el modelado. Nadie le enseñó modelado antes pero su necesidad de comunicarse la desbordó con la plastilina.

—En Taniperla ¿Qué querían comunicar?  ¿Qué es lo que necesitaban comunicar? Cuando lo inauguraron.

—Bueno, mira, tú puedes ver de acuerdo a los resultados de tu pregunta. Lo que se puede leer es una mezcolanza de realidades y de sueños. Y representa, bueno, obviamente ahí a la mujer, la madre tierra. Representan ahí su vida cotidiana pero también algunos avances como la escuela zapatista pues al final, ya hay escuela autónoma. La cancha de basquet que es un avance para ellos.

 Es una maravilla la cancha de básquet. ¿Tú sabes por qué?

—Cuéntame

—Bueno, es un deporte el basquetbol. Pero es un deporte en que ejercitas todo el cuerpo, hasta los dedos de los pies y todo, no sé, las orejas también, todo. Es muy completo. Es una manera de mantenerse en forma, no solamente fuerte por el trabajo, sino ágil.

Es entrenamiento militar, pero también es la plancha donde secan el café, donde secan el chile, donde secan las semillas, donde las limpian a varazos, por ejemplo, es la plaza cívica, es el patio de la escuela. La cancha es el zócalo de cada poblado, de cada comunidad. Es muy importante, claro que también sirve para que aterricen los helicópteros, cosa que temen que algún día suceda, pero dicen que con un alambre lo resuelven. Son muy ingeniosos.

Representan ahí su vida cotidiana. También los avances con la autonomía hasta ese momento. Tienen una sed de aprender, que yo ya quisiera…  y para enseñar.

El lenguaje verbal tiende a ser unívoco. Tratamos de que con las palabras digamos las cosas, sin lugar a dudas, que nunca es posible pero depende mucho del contexto, si tú estás hablando con un sociólogo y dices masa significa una cosa y si estás hablando con una señora del mercado y dices masa es otra cosa. 

En cambio la imagen es polívoca, la puedes ver en cualquier momento y el espectador pone de su parte, también crea. Crea la lectura, como lo lee, puede leerlo a lo mejor con la intención del autor  o puede leerlo con otra intención y de una dirección a otra.

De de izquierda a derecha y de arriba abajo, se lee de otro modo: se empieza de la derecha con una parte por acá y luego se va para acá y luego así. Cada tienen direcciones distintas. Este si se lee de izquierda a derecha pero también lo puedes leer al revés.

—Yo de hecho empecé por la Comandanta Ramona.

—También lo puedes leer al revés. Ahí Paoli le hizo un análisis simbólico y encontró al menos 47 símbolos de paz en el mural de Taniperla. Le digo: ¿Oiga, tantos tiene? Dice: ‘Si. Mira hay un montón de milicianos ahí en las montañas, son 90 los que hay ahí. Parecería que es un ejército dispuesto para la guerra, pero si te fijas solamente hay nueve armados, eso es más paz que guerra’.

Es el trabajo, es la escuela, es la leña, el camino. La asamblea. La religión. Hay muchas menciones a la paz.

—El río, las mujeres, las aves.

—Si. Todas las aves son inventadas. Se dibujó una paloma por ahí,  de la paz saliendo de la asamblea de mujeres. ‘Ay, pues hay que pintar más pájaros, pues sí vamos a pintar más pájaros’.

Ellos ni sabían qué simbolizaba la paloma de la paz. Ahora ahí ves dos asambleas: la de hombres y la de mujeres. Esto surgió por una pregunta: ‘oye Pancho, ¿y las mujeres participan en la asamblea de la comunidad?’. Ya las mujeres empiezan hacer sus asambleas.

Antes no participaban las mujeres en las asambleas. Pero las mujeres tenían otra manera de comunicarse que es el río, cuando iban a lavar, esa era su asamblea y desde ahí tomaron una importancia fundamental para la construcción del EZLN, las mujeres, la posición de las mujeres. Ellas empujaron mucho a los hombres, incluso hicieron cosas antes del levantamiento como éstas.

Otra cosa, también como anécdota, también como dato.

—En Taniperla, le digo ¿No le van a poner nombre a la casa? Que es la casa municipal si, hay que ponerle Casa Municipal. Hay que ponerle en tseltal. “Bienvenidos a Taniperla… Municipio Rebelde Zapatista Ricardo Flores Magón”.

Ahí nació el Mural Comunitario Participativo, el Mural Comunitario Autónomo Zapatista Se lo apropiaron. Qué bueno.

El mural con más reproducciones 

—¿Y cómo fue que el mural se reprodujo tanto?

—En Taniperla ese abril de 1998, eran las procesiones eran para dos iglesitas, una de madera y otra que estaban construyendo apenas, de material de mampostería. S cruzaban éstas, pues era el aniversario luctuoso de Zapata el viernes10. Eran tres cruces: la fiesta de la inauguración, el Aniversario de Zapata y la Semana Santa. Me pareció también muy simbólico que coincidieran estas cosas.

Ese viernes, el maestro de ceremonias, tseltal, dice en el micrófono: ‘Qué bonita fiesta, nos estamos divirtiendo mucho’. Fue un discursito más largo. “Vamos a disfrutarla todo lo que podamos porque ya nada más nos queda una hora de música, porque los músicos tienen otro compromiso y se tienen que ir, y ya no tenemos dinero para pagarles tampoco’. Los mestizos, kaxlanes nos preguntamos ‘¿Cómo que se va a acabar?’.

En el micrófono comenzó a escucharse solo el tseltal. Paoli estaba junto a nosotros escuchando qué decía. ‘Es una orden’, Nos dice Paoli. Y efectivamente cuando le estaba preguntando, la gente se empezó a mover de una manera distinta, juntando a los hijos, subiéndose a las redilas. En 10 minutos o menos, las 600 o más gentes que había ahí de las otras comunidades estaban en retirada. Nosotros no sabíamos qué pasó. Todo el ambiente cambió. Pun: la tensión.

Nos dicen poco más tarde, 20 minutos, que hay asamblea con los observadores. Ya nos explicaron, se están juntando muchos policías y muchos ejércitos en Monte Líbano que está a media hora en carro de Taniperla. Tememos que sea un operativo contra nosotros y nosotros ya estamos preparados pero ustedes, los observadores, los que quieran irse, pueden irse cuando quieran, no hay problema. Los que traen carro pueden irse ahorita. Si no, a las 12 de noche sale el autobús para Ocosingo.

Nos dimos cuenta que venían sobre Taniperla.

Imagínate 37 personas, entre mexicanos y extranjeros, dizque organizarnos. Bueno pues nos pusimos unos de guardia y otros a dormir. Yo me apunto en el primer turno de dormir, yo me fui a dormir. A las 4 de la mañana nos despiertan: ‘Ya llegaron estos cabrones’. 

Eran 50 camiones, de distintos cuerpos porque hasta urbanos fueron. De 50 camiones llenos de efectivos más el pique de soldados que eran, no sé, 200, yo creo. Total que fueron 1 200 efectivos contra una comunidad de ciento y pico de familias. Desmesurado. 

El Ejército intervino pasivamente, rodeó la comunidad. No podía salir nadie y la policía se encargó. Aprehendieron al videógrafo belga  que hizo después el video del mural de Taniperla. Le Mur de Tanipela.

Levantaron 11 órdenes de aprehensión contra las autoridades zapatistas de La Junta del Buen Gobierno. No aprendieron a ninguno. A los que nos aprendieron pues porque alguien nos puso el dedo. Y yo supongo que en mi caso, porque estuve llamando muchísimo la atención, al público, pintando todo el día con una bola de muchachos.

Obviamente nos espiaban los priistas en su vocho, nos tomaban fotos, el ejército pasaba en jeeps o en hummer o en otras tomándonos fotos y video. Varias veces nos bajaron el helicóptero así, a ocho metros de altura. Pues nos llenaba de tierra. En fin, así pintamos el mural con mucho hostigamiento de parte de nuestras fuerzas armadas.

—Qué fuerte.

—Cuando estábamos acabando, no faltó el contra, el priista, que pide pintar su caballo o su pollo. 

—Hasta los priistas salen en el mural… Oye y ¿tú viste cuando destruyen el mural?

—Salvo las primeras horas, los primeros días: Ya nos suben en la camioneta, nos llevan a Ocosingo. nos meten a una casa de la policía que no tenía ninguna insignia, o sea unas oficinas extraoficiales. Nos sacan de ahí, nos llevan a San Cristóbal; estamos incomunicados; nos meten a una celdita que tenía una pileta de agua bastante grandecita; una taza del baño rebosante de mierda; nos meten a nosotros y uno que iba ya con un vendaje en la cabeza, le habían dado un machetazo, un borracho. 

Sí, yo vi.

Me quedo viendo cómo lo estaban pintarrajeando. Los soldados preparaban la cal y los policías la echaban, pero les quedó muy aguada y se veía todo el mural. Luego sacaron las pinturas que nos sobraron y la pintarrajearon. 

Estaba yo viendo toda esa acción y me dice Luis: ‘Mira esos hijos… –porque Luis es muy apasionado- estos hijos de la chingada están destruyendo el mural’. Le digo ¿Qué quieres? ‘ ¿No vas a decir nada?’. Si: hay arte efímero. 

Desde ese momento dije: “Un día lo tengo que volver hacer”. Lo vamos a repintar.  Nunca lo hemos podido hacer en Taniperla de nuevo. Cambió el equilibrio político. Ahora hay paramilitares en Taniperla. 

–Así nació el mural en tantas geografías…

—Bueno, antes déjame contarte que sí la hubiéramos querido organizar  una respuesta así ante la destrucción del mural, no hubiéramos podido. 

Hasta la fecha van por lo menos 52 reproducciones del mural de Taniperla pintadas, en muchas partes de México,  Europa, en Centroamérica, en Norteamérica, en Sudamérica. Me dicen que hasta en Japón. 

Es un fenómeno mediático que nadie hubiera podido organizar. Fue espontáneo. 

En Bahía Blanca, Argentina, hicieron la reproducción en la calle, el gobierno lo borra y hacen un gran escándalo. Lo vuelven hacer. En Barcelona, me quedé que iban seis reproducciones… sólo en Barcelona. Ahí entre las dos torres de la Catedral de la Sagrada Familia estuvo colgado el mural.

—¡Qué potente!

—Se subieron montañistas y bomberos. Un fenómeno. Ojalá haya alguna persona, antropóloga o socióloga que investigue, comunicóloga que investigue porque me parece sensacional.

—¡Estupendo!

—Si, es increíble. No fue por mi fama, porque no la tengo.Sino fue un fenómeno de solidaridad con los zapatistas y una demostración al gobierno mexicano de que hay eco en muchas geografías. 

**Este solo es un fragmento de la entrevista. Es motivo de otros artículos los otros fragmentos de la charla.

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