El movimiento obrero más importante de lo que va del siglo en México busca llegar al Congreso de Tamaulipas. Cuatro líderes trabajadores compiten como candidatos no registrados en las próximas elecciones del 2 de junio que renueva las 36 curules de la Cámara. Además, preparan un sindicato para diferenciarse de los ya existentes, que califican como “charros”
Texto: Lydiette Carrión
Fotos: Especial
El movimiento obrero más importante en lo que va del siglo competirá en las elecciones a diputados locales, en Matamoros, Tamaulipas. Su objetivo es representar los intereses del sector obrero en la Cámara de Diputados, como contrapeso a lo que ellos señalan como charrismo sindical y colusión de autoridades locales.
El movimiento obrero 20/32 aglutinó a trabajadores de un centenar de maquiladoras en Matamoros, Tamaulipas. Sus principales demandas fueron un aumento de sueldo del 20 por ciento y un bono único de 32 mil pesos (de ahí el nombre por el que se les conoce: el 20/32), en compensación por diversos abusos sufridos. Las huelgas estallaron en enero de este año, y para finales de marzo los trabajadores ganaron en 95 empresas. Sólo al final del movimiento, en cinco compañías, los obreros sufrieron reveses. Ahora, cuatro líderes obreros compiten como candidatos no registrados en las próximas elecciones del 2 de junio, además de que preparan un sindicato, debido a que todos los actuales en Matamoros son charros, explican.
Pie de página platicó vía telefónica con tres de los candidatos.
Mayra es una mujer joven que trabajaba en Tyco, una trasnacional de raíces estadounidenses. Entró como operadora, en el área de producción, luego a pruebas y finalmente a control de calidad. “Yo estaba ya ahí en control de calidad, es cuando se empieza dar todo esto”. Tenía 3 años de antigüedad en la maquiladora.
Era diciembre de 2018, y en la empresa les advirtieron que este año no habría bono único.
“Nos dicen que es orden del presidente (López Obrador). Nos dicen eso un día, y al día siguiente nos dicen que siempre sí. Mucha gente se quedó callada. Pero yo no me quedé conforme. Así que empecé a investigar”. Era mentira, la decisión de las empresas buscaba evitar el efecto de la orden presidencial de duplicar los salarios en las zonas fronterizas y el consecuente crecimiento del bono.
En al menos un centenar de empresas hubo inconformidad, así que, de forma inédita, los obreros de diversas maquiladoras de Matamoros se organizaron. “Vi que se iba a reunir gente base en la plaza, para pedir un supuesto apoyo al sindicato”.
El Sindicato de Jornaleros y Obreros Industriales y de la Industria Maquiladora en Matamoros (SJOIIM), perteneciente a la CTM, y liderado por Juan Villafuerte, al que pertenecía Mayra, es considerado charro. “Para quitarse el problema de las manos, nos dijeron: ‘sí, pues hagan una huelga’. No creían que la íbamos a hacer (se ríe). Ahí es donde empieza la incertidumbre. Yo no dormía, no te miento, por estar viendo los videos de la licenciada Susana Prieto (la abogada que llevó la parte legal de la huelga).
Unas 45 maquiladoras operadas por 75 mil trabajadores pararon desde el 13 de enero de 2019, entre ellas Tyco. Esos días, según los relatos de la prensa obrera, fueron muy difíciles, ya que los patrones hicieron todo lo posible por declarar inexistente el llamado a huelga, sacaron maquinaria, usaron rompehuelgas, etcétera. El 26 de enero, finalmente estalló la huelga. Cinco días después, narra una nota de la Jornada, las trasnacionales ya habían despedido a 600 trabajadores. El movimiento, sin embargo, siguió creciendo hasta sumar a trabajadores de un centenar de empresas.
Pero a inicios de febrero, 44 de 48 maquiladoras habían accedido a las demandas de sus trabajadores. El del 2032 ha sido un movimiento no sólo inédito en que por primera vez se organizó masivamente la clase obrera de las maquiladoras, sino también porque ganaron casi en su mayoría.
En Tyco, los obreros también ganaron la huelga. “Me acuerdo que se arregló a las tres de la mañana. Y a las seis de la mañana, yo ya estaba despedida”.
–Ganaron, pero los líderes pagaron un costo alto.
–Sí. Nos quedamos sin empleo y que no nos den empleo en ninguna otra parte–, ya que los líderes del movimiento fueron boletinados–. Yo sólo fui a buscar trabajo una vez, y para qué. No tiene caso. Mejor me voy a ayudar a mis compañeros.
–¿Cuáles son tus propuestas como candidata?
–Una de mis propuestas es establecer campañas de información. Nosotros no sabemos leer contratos. No sabemos leer todos esos documentos y cosas que [las autoridades] hacen por debajo del agua. Es muy importante que se estén dando campañas constantes sobre todo eso.
“Justo por esta ignorancia es que las empresas y los sindicatos abusan. Uno está dependiendo de lo que la empresa te quiere dar”. Por no conocer sus derechos, los trabajadores en ocasiones creen que lo que la empresa da es lo correcto. “Es importante que no se dejen engañar, por ejemplo, nos daban bonos en días festivos. Y sí, muy contentos, pero ya que sabes, pues daban un bono en días festivos para no pagar el doble, como lo marca la ley. Y nosotros trabajando cuando debíamos estar en casa con nuestras familias”.
A Mayra le toca el distrito 9, que es la zona rural. Así que lleva algunas propuestas dirigidas a ese sector: en el área rural de Matamoros, se cultiva el 70 por ciento de la producción mundial del bombó: una suerte de calabaza que se utiliza en ensaladas de lujo. Pero nadie en Matamoros la conoce, explica Mayra. “Hay muchas carencias ahí. Nunca llegan las ayudas, siempre llegan a medias. Empezar a realzar lo que son las agriculturas, los apoyos, porque los dejan olvidados”.
Everardo Gómez Aguayo es el candidato no registrado por el Distrito XI de Matamoros, que abarca la colonia México hasta el fraccionamiento las Torres. Son mucho más de 50 colonias, es uno de los distritos con mayor parte de votantes.
El pasado jueves 25 de abril, Everardo fue despedido de su trabajo, en la maquiladora de la trasnacional Kongsberg. Tenía tres años laborando ahí. Después de la huelga que ganaron regresó, trabajó dos meses y medio y lo despidieron, como represalia por haber liderado el movimiento obrero.
“Sabíamos de antemano el riesgo que teníamos. Yo hasta ni dormía los primeros días. Porque era de pensarse. Tengo tres hijos, tengo una bebé especial, y yo le he cargado toda la mano a ella (a su esposa), incluso ella ha tenido su primera sesión en el Teletón, en Altamira, y yo nunca la he podido acompañar a ninguna terapia; pero yo les digo a mis compañeros por qué estoy apoyando a esta lucha: conseguí este aumento a este bono, en la empresa donde yo trabajaba”.
Everardo habla de lo que mucho saben, pero no es agradable ver: la explotación de los sectores obreros. “En la mayoría de los trabajos siempre te reprimen, siempre te hostigan, siempre estás tiempo extra. Te pierdes de estar con tu familia, de convivir a diario, y cosas así. Es muy difícil. La lucha de un obrero trabajador es muy difícil”.
“Yo estuve en una lista de espera para recibir un mejor salario. Llevaba tres años, yo formaba parte de un personal de confianza. Me mantuvieron ahí explotando, porque tengo carrera trunca. Las empresas se aprovechan de esto… Al final me dieron compensación, que yo le llamo limosna, porque nunca me dieron un aumento reflejado en el bono”.
Por ser trabajador de confianza, algunos de sus compañeros no lo consideraban un obrero como tal. Pero Everardo no lo vive así: “Yo soy un obrero, y nunca dejaré de serlo, aunque termine mis estudios. Porque mis padres así me lo enseñaron, así me lo enseñó mi madre. Ella trabajó también más de 20 años, sufriendo hostigamientos y maltrato laboral, para mantenernos”.
–¿Por qué ser candidatos?
–Nosotros decidimos meternos en la política, no por un interés, no por el dinero que les dan, de 5 millones por cada campaña. Lo decidimos porque las luchas, cuando empezamos las huelgas, ningún partido nos brindó el apoyo. A la gente maquiladora, nadie nos dio el apoyo. Ni el gobernador del estado ni el presidente municipal, también nos dieron la espalda. Pero la gente, nos impulsó la gente. La gente vio que nosotros no recibimos ningún apoyo. Entonces decidimos recibir la lucha impulsados por la misma gente.
Entre las propuestas que vienen: lo del Infonavit, que lleva gente pagando muchos años, que no se les respeta, que dejen de pagar créditos quienes llevan pagando 20 años. También crear una certificación de empleos.
El movimiento 2032 está invitando a que los votantes rellenen el cuadrito que siempre se encuentra en la parte baja de la boleta, con la leyenda “candidato no registrado”, y ahí escribir sus nombres.
La legislación electoral no contempla que los “candidatos no registrados” puedan hacerse de un cargo. Las dos formas oficiales para contender son las candidaturas independientes o a través de los partidos nacionales, ya que en Tamaulipas no hay partidos locales. Si alguno de lo candidatos del 2032 obtiene votos suficientes para llegar al Congreso, el Consejo local y los Tribunales deberán analizar si existe un criterio que los valide.
El movimiento obrero apuesta a esto último. De hecho, explica Everardo, hace unos 10 años se formó un partido independiente de esta manera ahí, en Matamoros.
Juan Luis Gaytán es exempleado de la Coca Cola. Cada que se le pregunta por qué se metió al movimiento 2032 dice que no se metió, sino que lo metieron.
“Yo siempre gané bien, tenía buen salario y trabajaba mis 8 horas, pero mi hermano, no, y mucha otra gente no ganaba igual que yo. Trabajaban horas extra exageradas, entraban a trabajar a las cinco, seis de la mañana y salían a las once de la noche. Les pagaban muy mal.
–¿Por qué era tanta la diferencia de trato?
–Porque ellos estaban por comisión.
Se trataba de los trabajadores de ruta, aquellos que venden el producto. Pero el tema de la comisión era engañoso, ya que era por venta de cajas (de Coca Cola). Era una regla de la casa que no podían regresar con producto, lo que los hacía trabajar hasta reventar.
Así que los ruteros estaban juntando firmas para cambiar de delegados sindicales. El hermano de Juan Luis Gaytán le pidió que firmara esta solicitud. Y aquél aceptó. Pero luego no sólo decidieron hacer cambio de delegado, sino de sindicato, “y pues a aventarse con todo”.
“Un día me dicen, ‘pues te vienes temprano porque vamos a hacer paro laboral’… esto fue el merito 30, 31 de enero. Y pues vamos. Estaban todos los de ruta, eran unas 480 gentes. Gente de ruta que le pagaban mal”.
El final de la huelga de Coca Cola es confuso. De acuerdo a la prensa local y nacional, la huelga de la Coca Cola nunca logró ser legal debido a que la Junta Local de Conciliación y Arbitraje se declaró incompetente. Lo cierto, sin embargo, es que contó con el apoyo de al menos 700 trabajadores, y fue de las empresas que duraron más en paro. Al final de la huelga, según la prensa, se negoció una liquidación conforme a la ley y la no persecución legal de los trabajadores.
“En la Coca Cola, nos hicieron una cláusula, que no podemos decir nada de nada. Pero ganamos mucho más. La Coca Cola, fueron los directivos en no querer conciliar. Están teniendo problemas muy grandes”, resume Gaytán.
Ahora, Gaytán va por el distrito 10 de Matamoros. Su principal propuesta es acabar con los gastos onerosos de las campañas y los partidos políticos, además de crear un fondo para financiar que los trabajadores puedan emprender pequeños negocios.
Es el movimiento obrero más importante de lo que va del siglo en México; y es el único movimiento masivo contra las maquiladoras en la frontera. Más aún, en su mayoría fue exitosa: obtuvo el aumento del 20 por ciento peleado, así como el bono único de 32 mil pesos. Sin embargo, ni en la prensa tamaulipeca o norteña, ni en la nacional, se le dio el lugar que obtenía.
Luis Cardona, periodista experimentado, oriundo de Ciudad Juárez, Chihuahua, explica: la relación de las maquiladoras con los medios de comunicación en la frontera es brutal. Las maquiladoras dan mucho dinero, tan sólo con los anuncios de trabajo en los periódicos; los vínculos de las trasnacionales con el poder político es completa. Así que era de esperarse que el apoyo únicamente viniera de la prensa internacional.
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Lydiette Carrión Soy periodista. Si no lo fuera,me gustaría recorrer bosques reales e imaginarios. Me interesan las historias que cambian a quien las vive y a quien las lee. Autora de “La fosa de agua” (debate 2018).
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