Joan Liftin falleció este 2023. En México su memoria es honrada con un potente programa de fotografía documental que brindará oportunidades únicas a los mexicanos
Por: María Ruiz @maria_efemere
Joan Liftin fue fotógrafa para Unicef e integrante de la Agencia Magnum, donde se convirtió en la directora de su biblioteca. Fue también la primera coordinadora del Programa de Fotografía Documental en Casa San Agustín, fundado por el artista Francisco Toledo, y una editora que acompañó la creación de varios fotolibros.
Como toda persona Joan tenía sus claroscuros y aunque existen críticas a su mentoría en el International Center of Photography en esta columna me enfocaré en su paso por México y por la vida de fotógrafos y fotógrafas que atesoran sus encuentros con Liftin, a partir de tres íntimos testimonios.
Karen Melo
En 2018 vi la convocatoria del Centro de las Artes de San Agustín para el Primer Programa de Fotografía Documental que estaba coordinado por la fotógrafa Joan Liftin.
En ese entonces yo apenas comenzaba a tomarme la fotografía de forma más sería, dejé de verla como un hobby, y a pesar de no tener una gran trayectoria, o un cuerpo de trabajo estable o formal, vi que uno de los requisitos era un autorretrato y ya que la mayoría de mi producción estaba enfocada a ello, decidí aplicar.
Produje mi último autorretrato de ese año con el propósito de que fuera el que presentara para esa convocatoria. Tenía mucha esperanza de ser seleccionada porque en ese momento específico necesitaba que alguien creyera en mí para reconfortarme y aventarme a yo misma creer en mí. Y algunas semanas después me notificaron que sería parte de la primera generación. No cabía de emoción en mí.
Ese programa fue la luz que necesitaba para continuar en la fotografía. Conocer la variedad de miradas y compartir con personas increíbles que se volvieron amigues fue lo más increíble de aquel año.
Recibí críticas muy duras, pero constructivas para mi trabajo. Y cuando conocí a Joan Liftin quise preguntarle qué era lo que me había convertido en la afortunada seleccionada entre decenas de personas, entre mis compañeras y compañeros que habían ganado premios y becas y que venían de otros países. Su respuesta fue lo más conmovedor, había sido por mi autorretrato, por la forma que tenía de mirarme y el talento por pulir.
Recuerdo la generosidad de Joan, la emoción que le produjo el coordinar un programa tan completo y compartir sus saberes con una variedad de personas abismalmente diferentes entre sí. Su presencia era un abrazo muy cálido.
Koral Carballo
Era una mujer… muy fuerte. El Centro de las Artes San Agustín es un lugar con muchas escaleras. Sabíamos que Joan había tenido un problema de salud físico y estaba al pie del cañón, con nosotros, subiendo, bajando… súper fuerte.
Cuando nos dio clases, nos dio una asesoría personalizada a cada uno de nosotros varias veces. Cuando me revisó mi trabajo, el que me revisó, es mi trabajo sobre el toque de queda en Veracruz. Cuando lo vimos se puso el ambiente tenso y de repente me hizo ¡Bu! Como para romper el hielo… en un tema súper denso, me hizo reir.
Te decía lo que veía en tus fotos y lo que no veía. Conmigo fue muy estricta pero muy generosa, qué aporta, qué no, en qué enfocarse. Me hizo una secuencia, me pidió unas fotos que no había metido en la edición. Te hacía secuencias pero también te hacía preguntas.. Incluso me dijo, ¿por qué no haces un libro? Eso que hizo conmigo, lo hizo con todos.
Era muy abierta para entender. Se ponía a sentir y pensar el trabajo. Una cosa de tallerear neta el trabajo. La gente que quiso meterse a ese nivel con ella, lo pudo hacer.
Tenía fuerza física pero también de espíritu.
Yo como mujer siempre estoy así de que tal vez mi trabajo no es bueno, lidiando con el síndrome de la impostora. Cuando ella me dijo eso muy segura, me dio validación dentro de esta inseguridad que siempre tienes como mujer.
Si el universo le hubiera prestado más años estoy segura de que regresaría a México a seguir formando fotógrafos acá. Creo que algo que nunca se va a borrar es su legado como maestra porque formó a tanta, tanta gente y lo que nos dijo va a repercutir por muchas generaciones más.
Yael Martínez
Yo la quería mucho porque aparte de ser una mentora se convirtió en una gran amiga. Se volvió un vínculo entre la fotografía de Oaxaca y Nueva York. Yo llegué a Magnum Photos por una nominación de ella.
Yo había estudiado en Oaxaca en 2010 y le decía que era importante un programa de fotografía documental y con Antoine D’agata creamos esta idea del programa. La intención es traer… como cuando estaba Álvarez Bravo que traía a Cartier Bresson, que estaba toda la gente pionera de la fotografía moderna aquí, estaba Tina Modotti, decíamos que si eso había pasado hace años podíamos volver a generar esta misma cosa. De traer a gente que creara, que estuviera siempre hablando de la imagen, que eso generara un semillero en Oaxaca.
Ella entendía la labor social del CaSa, de que todos esos programas son gratuitos para gente que no ha tenido la posibilidad de estudiar arte o de estar en programas carísimos como el ICP.
Sentía que tenerla a ella como parte de la coordinación del programa era hacerle honor a todo lo que había hecho antes en la imagen.
Muchas veces no le gustaba lo que estaba haciendo, sobre todo lo último. Ella siempre me decía que lo mantuviera real. Tuve una enseñanza muy grande con ella en el momento de la edición. Cuando lo mirábamos con ella las imágenes terminaban teniendo mucho sentido.
Algo que recuerdo me movió mucho en términos de procesos fue que nos mostró un libro que había hecho y nos dijo, este libro me tomó 7 años de mi vida hacerlo. Lo que están viendo aquí son los últimos 3 meses del último año. Se me hizo súper bonito porque entendías que el proceso está relacionado. Entendí que la relación del fotógrafo es con proyectos de medio y largo plazo. Nos decía que nunca se había tirado el tiempo, donde aparentemente no funcionaba nada pero si no lo hubiera hecho no habría llegado al libro.
Nosotros queremos continuar con el programa y siempre recordar a las nuevas generaciones del trabajo de quienes estuvieron antes. Es importante honrarla y dentro de eso mismo seguir creciendo. Continuar con este programa hasta que se pueda. Joan trabajaba como encargada de la librería de Magnum por ahí de los ochentas y me decía que es importante generar estos vínculos entre México y la Fundación Magnum. La idea es hacer vínculos y que el programa de pasos para formar parte de un circuito. México sigue teniendo un gran nivel fotográfico lo cosa es hacer nuevas redes.
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