La asamblea del pueblo originario de San Gregorio Atlapulco decidió tomar control de la biblioteca, ante el avance del turismo en Xochimilco y la negligencia de las autoridades locales al no entregar el inmueble. Es un territorio recuperado por una lucha agraria

Por Daliri Oropeza Alvarez X: @Dal_air 

Una biblioteca mueve a un pueblo, San Gregorio Atlapulco, a organizarse por recuperar un espacio comunitario ante la turistificación agresiva que amenaza Xochimilco.

El detonante fue el 26 de octubre de 2023 cuando las autoridades de la Alcaldía Xochimilco junto con el gobierno de la CDMX y la Secretaría de Turismo Federal nombraron “Barrio Mágico” a Xochimilco en el embarcadero Fernando Celada. Desde entonces, un turibus pasa por la biblioteca comunitaria y le dice a los visitantes que es una “Casita de las Ciencias”. 

Eso alertó a la Asamblea General Permanente del Pueblo de San Gregorio Atlapulco, órgano de gobierno y toma de decisiones de este pueblo originario de la Ciudad de México, que lleva una espera de más de cinco años por el funcionamiento del inmueble. Hacen el plantón después de 10 meses que Martí Batres acordó devolverlo al pueblo. 

Sin pensarlo, antes de que avance el turismo voraz, habitantes lo recuperan y se plantan en la entrada. Meses antes inician una  consulta al pueblo sobre el destino del inmueble, que además se encuentra en tierras comunales. Hicieron el plantón el 27 de octubre del 2023 y desde entonces hacen guardias para cuidar la Biblioteca. Ejercen su derecho a la libre determinación de los pueblos. 

“El pueblo exige. Y va a tomar la administración de este espacio. Estamos construyendo posibilidades”, asegura Hortencia Telésforo Jiménez, quien hace guardias. Recuerda que Atlapulco es reconocido como pueblo originario de la CDMX. Asegura que el espacio es necesario para las juventudes.

Ella es maestra y habitante de San Gregorio Atlapulco. “Chicuarota”, como se denominan las personas originarias de esta tierra.  Por segunda ocasión en su vida, lucha por esta biblioteca. La primera fue junto con algunas maestras y un colectivo llamado “Los hijos de los Chicuarotes” en la década de los 90,. En esa ocasión, la lucha fue contra la inseguridad, la delincuencia y el abandono que estigmatizaron el espacio. 

Por iniciativa de la Asamblea  se realizó en meses anteriores  una consulta para decidir sobre el futuro del inmueble. el 54.7% dijo que quiere que sea un espacio multicultural con actividades recreativas y formativas para juventudes y se conserve la biblioteca.

“Por eso esta lucha de la biblioteca tiene tanto significado. Porque lo que estaríamos haciendo si logramos lo que queremos como pueblo, no solo es el predio, es recuperar el espíritu del pueblo de San Gregorio, un espíritu de unidad manifestándose otra vez. Esa es la parte más a futuro, por los jóvenes. Más allá de los bienes materiales”, asegura la maestra.

Hortensia tiene el cargo comunitario de integrar la Comisión de Asamblea Pro Concejo, encargada de dar seguimiento a los procesos y vinculaciones. Motivar y promocionar las asambleas. Narra la lucha legal que han dado y cuenta que realizaron un inventario de lo que encontraron adentro. 

Por participar en esta lucha y “oponerse al progreso”, atraviesa una campaña de desacreditación a su labor. La Asamblea detecta los operadores de la Alcaldía Xochimilco como los que han roto el tejido social en torno a las luchas. Como hacen también en el Panteón. 

La maestra recuerda que está en la memoria colectiva de las personas de San Gregorio Atlapulco cómo fue la lucha por ese predio y a pesar de ello, La Biblioteca, en el Cerro de Moyotepec, se convirtió en un espacio para todos los habitantes, 

“Esperamos que la Alcaldía, o quien haya metido todas sus cosas, venga por ellas. Que se las lleve. Nosotros no queremos apropiarnos absolutamente nada de eso.”, denuncia la maestra Hortencia, quien urge a que sea un espacio comunitario. 

La Asamblea denunció que han detectado que hay eventos privados estilo fiestas en su Biblioteca. “La alcaldía promueve este espacio como si fuera suyo y de forma oculta cuando por acuerdo debe ser entregado a Atlapulco, mismo que no ha sido resuelto y la administración del alcalde José Carlos Acosta ha utilizado como salón de eventos privados y por años la población en general no ha podido acceder a la instalación”.

^{Lucha por la tierra y la cultura se opone al turismo}

En el plantón de la Biblioteca han realizado faenas de limpieza, de fumigación de mosquitos, proyecciones de documentales, donaciones de libros para alimentar el acervo, talleres de medicina tradicional, rodadas que llegan a la entrada de la biblioteca, pláticas y asambleas informativas sobre la lucha por recuperarla, talleres de pintura para infancias, de calaveras literarias. Ya casi cumple un mes. 

En las actividades, los habitantes dan cuenta de la problemática de la gentrificación y el turismo, que se han vuelto objetivos prioritarios de los gobiernos en términos de economía, pero problemas serios para los pueblos y barrios. 

Cuando Miguel Torruco, titular de la Secretaría de Turismo federal, presentó los objetivos del programa “Barrios Mágicos” el 8 de septiembre del 2022, dijo que eran identificar y poner en valor o conservar los usos, costumbres, territorios, identidades y culturas de las poblaciones con vocación turística, “así como apoyar la conservación y regeneración de su patrimonio cultural, natural y biocultural”. 

Para la asamblea, que nombren Barrio Mágico a Xochimilco es solo una parte más del proyecto de despojo y de urbanización, utilizando las costumbres, tradiciones, comida, tierras y aguas de los pueblos indígenas. A modo de folklor. 

Anunció Torruco que habría 32 Barrios Mágicos, uno de los más recientes decretados fue Tepito. Sin embargo no estaba en la lista original que anunciaron para la CDMX, conformada por centro de Coyoacán, Roma-Condesa, Centro de Xochimilco, San Ángel, centro de Tlalpan, Santa María la Ribera, Zona Rosa, Garibaldi, Villa de Guadalupe, Mixcoac, Tacubaya, Atlitic, centro de Azcapotzalco, La Merced, Mixquic, centro de Cuajimalpa, San Pedro Atocpan, Culhuacán, Tacuba, Santa Julia y el centro de lztacalco.

El 27 de octubre de este 2023 llegó a Xochimilco, y Torruco, junto con Martí Batres ya como jefe de gobierno de la ciudad, el alcalde de Xochimilco José Carlos Acosta Ruiz, y la secretaria de Turismo local Nathalie Desplas Puel. 

Desplas aseguró que su programa es para “extender las áreas de interés hacia las zonas rurales para generar una derrama económica mayor en espacios de riqueza cultural y natural”. Ni ese programa de “Barrio Mágico”, ni el turibús que hace parada en la Biblioteca, fueron consultados a los pueblos de Xochimilco. 

En San Gregorio Atlapulco, uno de los 14 pueblos originarios que conforman la demarcación, se han librado batallas que hasta la fecha significan pasajes sensibles de su historia como pueblo originario. Tal es el caso de esta Biblioteca, posible después de recuperar la tierra que invadida y asignarla como propiedad comunal en la década de los 60.

A inicios de los 70, construyeron la Biblioteca. Se inició la construcción con recursos propios de la comunidad y actividades culturales y deportivas que realizaban para recaudar fondos, como hicieron con el Club Calavera y el fútbol.  

Para los 90, la participación y visitas bajaron por los asaltos y las personas que acudían a usar drogas en la ladera. Hasta que un grupo de habitantes, nutrido en gran parte por docentes y estudiantes, acudió a limpiarla y a reapropiarse del espacio. 

Hacían  jornadas de limpieza, aunque en ese momento no realizaban guardias ni plantones. Así se convirtió en Biblioteca de nuevo.

Los sismos de 2017 dañaron el inmueble y “desde 2018 está en remodelación, 6 años sin que nadie pueda subir, nadie sabe de manera oficial qué es”, reclama la maestra Hortencia. 

Entre el 2022 y 2023, después de la represión por oponerse y realizar un plantón contra las obras hidráulicas de despojo de agua, lograron reuniones con el gobierno local. Ahí estuvo Martí Batres, el 9 de diciembre del 2022, entonces secretario de gobierno, quien se comprometió a resolver y entregarla a la siguiente semana. 

Insistieron con cartas al gobierno local para la devolución. El pueblo aún no tiene respuesta de las autoridades. Por eso, desde las asambleas realizadas en diciembre del 2022 y hasta la fecha, con el turibus y la gentrificación como detonante, la nueva lucha por la Biblioteca se pone de pie con un plantón.

En el mes que llevan, citaron a las autoridades para realizar un inventario y diagnóstico de lo que hay en el inmueble. No llegaron, pero los pobladores sí realizaron el inventario el cual darán a conocer este miércoles 22 de noviembre del 2023. 

“Es un abuso de todos lados, es una visión completamente capitalista. Hemos sido despojados de mucho, es un pueblo grande con matices, cerril, chinampero y urbano. Con su turistificacion, es traer más unidades habitacionales a las que nos opusimos en los 90, se tipo de construcción rompe el estilo de vida de pueblo originario. Es la cosificación de nuestras tradiciones. Es vender la tierra, como ahora se han estado vendiendo más chinampas. No dudaría que hasta nos hagan migrar de nuestro propio pueblo”, describe Hortencia.

Asegura que hay esperanza en el plantón, y que viene un momento de agarrar fuerzas y abrazarse rumbo a la conmemoración de la represión del 2 de diciembre del 22.  

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