El Bachillerato Tecnológico de Educación y Promoción Deportiva de Tepito es parte de otros siete en el país que ofrecen un programa especial de bachillerato que combina la educación académica con la deportiva. Este se especializa en el boxeo, parte identitaria del barrio bravo
Texto: Arturo Contreras Camero
Fotos: Presidencia de México
CIUDAD DE MÉXICO.- “Yo creo que nunca había venido un presidente a Tepito”, comenta Xóchitl Gonzalez, quien vende tenis en la calle Jesús Carranza. Una noche antes, en los grupos de chat de los comerciantes decían que el presidente asistiría al barrio bravo. Ella no lo creyó hasta que lo vio pasar.
Este lunes Xóchitl llegó temprano a su puesto para encontrarse arrinconada a la banqueta por una cerca de vallas metálicas que abrían el espacio de la calle. “Ni sabía que aquí había una escuela de box”, dice sobre el plantel que se ubica a unos metros de su puesto. “Solo veía a los muchachos pasar y suponía que había una prepa, pero ni idea que fuera algo así”.
Según cuenta Xóchitl, el presidente pasó rápido, con los vidrios arriba, en un carro blanco y modesto, seguido de otro igual tripulado por cuatro personas que lo cuidaban. “Pasó e iba slaudando con la mano, pero no se detuvo para nada”. Su salida fue igual. No fue hasta que lo vio pasar que Xóchitl creyó en la visita del presidente a Tepito.
Tan rápido e inadvertido como el paso de López Obrador, ha sida entrada en operación de los Bachilleratos Tecnológico de Educación y Promoción Deportiva, o BTED, por sus siglas, que al interior de sus instalaciones desarrollan un nuevo subsistema de educación media superior que combina la educación académica con la deportiva.
Los Be-TED, como los llaman, ofrecen instrucción para alumnos que practican box, atletismo de fondo y medio fondo o béisbol a jóvenes deportistas de estas disciplinas y los forman como entrenadores en ellas mismas. En estos centros también se proyecta una carrera técnica en fisioterapia deportiva
Estos bachilleratos empezaron a operar en 2019 como una alternativa en educación media que pone el interés en el deporte y ofrece la oportunidad de seguir estudiando en caso de que una carrera deportiva deje de ser una opción de vida para algunos jóvenes,
La de Tepito, dedicada especialmente al Box, ya está por ver graduares a su primera generación, después de casi tres años de formación, sin embargo, muchos de los comerciantes y de los habitantes de la zona, como Xóchitl, desconocían su existencia y de sus programas. “Yo creo que le falta difusión o propaganda”, dice la comerciante.
Después de recorrer las instalaciones del BTED el presidente aseguró que se entregarían becas universitarias a todos los estudiantes de este plantel que decidieran estudiar una carrera universitaria.
“Ahora tienen su beca, pero estaba hablando con Leti Ramírez, que es la secretaria de Educación, y ya estamos haciendo el compromiso, y vamos a cumplirlo, que antes de irnos, si ya ustedes van a tomar la decisión de estudiar en la universidad, ya van a tener garantizada su beca”, prometió.
Marisol García, madre de uno de los estudiantes del plantel, asegura que es difícil creer en esas promesas porque a veces, las mismas autoridades del plantel le han dificultado el acceso a documentos como la credencial del alumno o su certificado de estudios para poder cobrar las becas a la que ya tiene acceso su hijo.
Otros estudiantes aseguran que ellos sí tienen todos los documentos necesarios para el trámite y que a veces, los maestros, dificultan o retrasan los trámites de los alumnos que asisten menos y que no tienen compromiso con la escuela.
Según el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres Guadarrama, este bachillerato busca reconocer la escuela de box de tepito, entendida como la serie de conocimientos y técnicas características de un deporte, practicadas en una zona o institución específica, barrio que ha sido testigo del desarrollo de muchas estrellas del pugilismo desde inicios del siglo pasado.
Sin embargo, pocos son los alumnos que asisten a esta institución que son originarios del barrio bravo. Muchos vienen de otras colonias y demarcaciones lejanas, como Tlalpan, Iztapalapa o Ecatepec. Otros, de países como venezuela o panamá.
Dillan Alexis Castillo Guerrero empezó a practicar box hace dos años, en el Pilares de Teotongo, un centro de enseñanza comunitaria del gobierno que después fue transformado en una Utopía. Él es originario de Santa Marta, en Iztapalapa y sueña con abrir un gimnasio propio después de terminar su bachillerato.
“Yo nunca he tenido un problema con el barrio, todo tranquilo”, dice el joven musculoso con tanta seguridad que parece altivez. “La verdad es que entro y salgo como si nada, si no buscas problemas, el barrio no te los da”.
Aunque, según algunos padres de familia, cuando llegan a dejar o a recoger a sus hijos del Bachillerato, que cuenta con el servicio de estancia entre semana para sus alumnos, con dormitorios y comedores habilitados, sí se sienten atemorizados por las cercanías.
“Justo en frente de la escuela hay un punto de venta de drogas”, comenta la madre de otro estudiante. “A mí me han dicho que si quiero tachas, o coca o marihuana, y la verdad es que sí me asusta porque sí están muy a la mano de los muchachos”.
Periodista en constante búsqueda de la mejor manera de contar cada historia y así dar un servicio a la ciudadanía. Analizo bases de datos y hago gráficas; narro vivencias que dan sentido a nuestra realidad.
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