El churrigueresco de San Cosme

22 enero, 2021

Este es el palacio perdido de la “ciudad de los palacios”. La casa de los Mascarones tiene una de las fachadas más alucinantes de la capital del país. Pero el inmueble histórico, vive al margen de la popularidad de otros sitios

@ignaciodealba

La calzada de Tlacopan (Tacuba) era una de las entradas a la isla de Tenochtitlán. Desde entonces se conserva como una de las arterias que llegan al centro de la capital. Por este sitio huyeron los conquistadores europeos en la llamada “Noche Triste”.

Actualmente, el camino es mitad arroyo vehicular mitad tianguis. Esta antiquísima entrada a la Ciudad de México tiene un montón de sitios históricos. El más bello: la “Casa de los Mascarones”.  

Se dice que los condes del valle de Orizaba, habitantes de la “Casa de los Azulejos” se hartaron de las constantes inundaciones que sufría la capital de la Nueva España. Así que José Diego Hurtado de Mendoza mandó construir una casa afuera de la ciudad.

Sobre las huertas de San Cosme y entre campos de labranza, a las afueras de la capital virreinal, o sea, a unos cuatro kilómetros del centro, se inició la construcción de la casa de campo en 1766. Cerca del lugar también está la parroquia de San Cosme y San Demian, que data del siglo XVI. 

La familia dio 100 mil pesos en oro para la construcción de la casa de campo. Se dice que su arquitecto fue Ildefonso Iniesta Bejarano, aunque existen dudas sobre quién es el autor de la tremenda fachada.

La construcción, de estilo churrigueresco tiene labrados elaboradísimos, además de almohadillados de cantera, balcones con florestas de piedra, y sobre cada una de sus ventanas sus característicos mascarones de ángeles regordetes. Sobre el frontis también hay ocho atlantes en forma de soldados.  

Todo el frente de la construcción es detalle. Todo el frontispicio es un pesado monumento. El esfuerzo a la fachada parece una justificación para que el resto de la construcción haya quedado inconclusa. Lo que sí, es la primera casa de la capital en tener sótano.

En 1862 la casa de campo tuvo que ser subastada. Tuvo diversos propietarios y luego el edificio fue conservado por instituciones educativas: fue el primer liceo franco mexicano, luego convertido en una escuela jesuita, Escuela Nacional de Música, también fue Escuela Nacional de Maestros y Facultad de Filosofía y Letras, de la UNAM.

A este sitio acudieron a estudiar Luis Villoro, Jaime Sabines, Emilio Carballido y Rosario Castellanos. Actualmente es un centro de idiomas de la Universidad Nacional.

A pesar de que los condes del Orizaba financiaron la casa, fue el pueblo de San Cosme quien bautizó este sitio como la “Casa de los Mascarones”, por los monitos y figurines que adornan la construcción. 

Cronista interesado en la historia y autor de la columna Cartohistoria que se publica en Pie de Página, medio del que es reportero fundador. Desde 2014 ha recorrido el país para contar historias de desigualdad, despojo y sobre víctimas de la violencia derivada del conflicto armado interno. Integrante de los equipos ganadores del Premio Nacional Rostros de la Discriminación (2016); Premio Gabriel García Márquez (2017); y el Premio Nacional de Periodismo (2019).