El hotel Agua Caliente inspiró los grandes casinos de Las Vegas. Más que un centro de diversiones, el lugar fue un hito cultural de la época, al que asistieron personajes como Al Capone, Charly Chaplin, los hermanos Marx, Buster Keaton y Oliver Hardy. A pesar de su fama, tuvo un ocaso rápido
Los movimientos moralistas lograron que el Congreso estadounidense aprobara una iniciativa del senador André J. Volstead para prohibir la producción de alcohol. Tijuana, ya con cierta fama de exótica, se convirtió en puerto de llegada de sedientos turistas.
La Ley Seca, promulgada en 1920, provocó que en Tijuana se abrieran decenas de cantinas, casinos y clubs nocturnos. Algunos de estos sitios alcanzaron fama mundial. Está la Ballena Azul, donde se servía la cerveza local Mexicali y cuya barra medía 150 metros, aunque cifras menos apasionadas aseguran que medía solo 70. El sitio donde se encontraba el bar se ubica en lo que ahora es el hotel Nelson, sobre la avenida Revolución.
Cuando La Ballena Azul cerró la barra fue seccionada y sirvió para amueblar los bares de la Plaza Santa Cecilia. Otro de los sitios míticos que abrieron en la época fue el Hotel C’aesars, donde se inventó la mundialmente conocida ensalada César. El sitio sigue existiendo y sirve su famosa receta.
El propio nombre de la calle principal del centro resume el espíritu de la época: en ese tiempo se llamaba “Libertad”.
Hubo quien aprovecho la prohibición para dedicarse, también, al lucrativo negocio de producir alcohol. Por ejemplo, la marca Cetto o las Bodegas Tanamá siguen haciendo vino hasta el día de hoy.
Cuando la Tía Juana -como comúnmente se le conoció a la ciudad- era toda invento, Wirt G. Bowman, Baron Long y James Cofforth idearon abrir un hotel que también fuera centro de entretenimiento. Le compraron los terrenos al gobernador de Baja California, Abelardo L. Rodríguez e iniciaron la obra.
Los empresarios norteamericanos construyeron las instalaciones del elegante hotel junto a las aguas termales que había en la zona. Los baños turcos, la barbería y la venta de perfumes extranjeros, ropas y joyas formaron parte del atractivo del lugar.
La idea era que el sitio fuera un paraíso en la tierra. Se plantaron especies de distintos lugares del mundo para que la floresta convirtiera a sus jardines en un edén.
El lugar fue inaugurado en junio de 1928. El camino que conducía al casino tenía un arco conocido como la Torre Agua Caliente, un icónico monumento que se conserva hasta la fecha como uno de los sitios más emblemáticos de Tijuana.
Las edificaciones evocaban a la Alhambra española, con arcos moriscos en los pasillos. El restaurante rememoraba un patio andaluz, mientras que otros salones tapizados y con candelabros monumentales estaban decorados al estilo Luis XV. No faltaron el Art Deco, el renacentista, ni el colonial californiano.
Entre el elenco que amenizaba las noches estuvo Rita Cancino, más conocida como Rita Hayworth en Hollywood, donde actuó en una treintena de películas. Incluso un par de películas se filmaron ahí: “The Champ” e “In caliente” (protagonizada por Dolores del Río).
En esos años, el país apenas tenía caminos, pero el Agua Caliente instaló una pista de aviones para los visitantes que venían desde Los Ángeles o San Diego. Además del hipódromo (donde se concursaba por el Aguas Calientes Handicap), el casino tenía galgódromo, mesas de póker, ruleta, veintiuno. También un campo de golf de 18 hoyos.
Muchas personalidades conocieron el hotel: Al Capone, Charly Chaplin, los hermanos Marx, Buster Keaton y Oliver Hardy. Los políticos también fueron asiduos al lugar, como el General Johnston de Austria, Hanry L. Roosevelt y el príncipe Zurlo de Italia. Todos, para ver a los loros amaestrados de Benigno Pérez en el patio de Las Palmas.
Pero ocho años después de su inauguración, el Agua Caliente cerró; entre los factores de su desaparición está la legalización del alcohol en 1933, la crisis económica de 1929. El destino de Tijuana estuvo tan ligado a la economía de Estados Unidos que durante la Gran Depresión, muchos de los lugares de entretenimiento tuvieron que cerrar, y con la legalización del alcohol las pequeñas factorías cerraron.
A eso se agrega la prohibición de los juegos de azar hecha por el presidente Lázaro Cárdenas. Sin los juegos, el lugar perdió el encanto y quebró. El mandatario optó por expropiar los edificios de Agua Caliente, que quedaron abandonados, para convertirlos en escuela, que aún existe.
Uno de los motivos por los cuales Cárdenas habría sido tan duro con el casino fue que algunos adversarios políticos, como Abelarod L. Rodíguez y Juan Andreu Almazán, tenían una participación muy activa en el negocio: el propio Almazán competiría años después en las elecciones contra Manuel Ávila Camacho el candidato designado por el general.
Una de las leyendas que existen en la Preparatoria Federal Lázaro Cárdenas, donde antes estuvo el Agua Caliente, es el de la Faraona. El fantasma de la bailarina que causaba furor en el casino ahora se le aparece a los estudiantes.
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Cronista interesado en la historia y autor de la columna Cartohistoria que se publica en Pie de Página, medio del que es reportero fundador. Desde 2014 ha recorrido el país para contar historias de desigualdad, despojo y sobre víctimas de la violencia derivada del conflicto armado interno. Integrante de los equipos ganadores del Premio Nacional Rostros de la Discriminación (2016); Premio Gabriel García Márquez (2017); y el Premio Nacional de Periodismo (2019).
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