El clima extremo inducido por el cambio climático ha disparado los incidentes de enfermedades infecciosas, transmisibles y no transmisibles, mientras que el calor extremo ha provocado un aumento de las enfermedades cardiovasculares y mentales. La OMS ya está estimando 250 mil muertes adicionales por año relacionadas con el cambio climático
Texto y foto: Busani Bafana / IPS
BULAWAYO, Zimbabue – El cambio climático nos está enfermando. Se ha vuelto urgente construir sistemas de salud resilientes para asegurar el bienestar de la humanidad, señaló la enviada especial para el cambio climático y la salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Sin duda, el cambio climático está afectando nuestra salud todos los días”, dijo Vanessa Kerry, una reconocida experta en salud mundial y médica, quien fue nombrada como enviada especial del director general de la OMS para el Cambio Climático y la Salud en junio.
Tiene la tarea difícil de intensificar el mensaje sobre el clima y la salud de la OMS y realizar actividades de apoyo de alto nivel para abordar el cambio climático a fin de garantizar la salud mundial.
“La crisis climática es una crisis de salud”, dijo Kerry desde Ginebra a IPS en una entrevista, y pidió acciones urgentes para mitigar y adaptarse al desafío climático, que ha aumentado la carga de enfermedades en todo el mundo.
“El cambio climático representa una amenaza fundamental para nuestra salud. Estamos observando la creciente carga de enfermedades, por lo que es absolutamente necesario tomar medidas urgentes en este momento, no solo para abordar el flujo de enfermedades que se avecina, sino también para garantizar que podamos mitigar algunas de las causas de esta mala salud y adaptarnos a este complejo desafío»
Según la OMS, una de cada cuatro muertes en el mundo actualmente se debe a causas ambientales prevenibles. Por ejemplo, alrededor de siete millones de personas mueren prematuramente cada año debido a la contaminación del aire, que es más que las muertes durante los tres años de pandemia de covid en todo el mundo, sostuvo Kerry.
La OMS ya está estimando 250 mil muertes adicionales por año relacionadas con el cambio climático.
El clima extremo inducido por el cambio climático ha disparado los incidentes de enfermedades infecciosas, transmisibles y no transmisibles, mientras que el calor extremo ha provocado un aumento de las enfermedades cardiovasculares y mentales.
Malawi y partes del sur de África han sufrido graves brotes de cólera. India enfrentó enfermedades relacionadas con el calor, un aumento de la malaria después de las inundaciones en Pakistán el año pasado y un brote de malaria en Estados Unidos, todo relacionado con el cambio climático.
Las enfermedades transmitidas por vectores, como la malaria, el dengue, la esquistosomiasis, la tripanosomiasis africana humana, la enfermedad de Chagas y la fiebre amarilla, se ven muy afectadas por las condiciones climáticas, como la temperatura, las precipitaciones y la humedad.
Mientras, las enfermedades transmitidas por el agua y relacionadas con el saneamiento, como el cólera, la fiebre tifoidea y la disentería, son un factor importante que contribuye a la carga y mortalidad de enfermedades a nivel mundial, según la OMS.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) estima una probabilidad del 90 % del evento El Niño en la segunda mitad de 2023, que desencadenará un aumento en las temperaturas globales y más calor extremo en muchas partes del mundo y en el océano, señaló el Secretario General de la OMM, Petteri Taalas.
“La declaración de un evento como El Niño por parte de la OMM es la señal para que los gobiernos de todo el mundo movilicen los preparativos para limitar los impactos en nuestra salud, nuestros ecosistemas y nuestras economías”, dijo Taalas.
El Niño, un patrón climático que está naturalmente asociado con el calentamiento de las temperaturas de la superficie del océano en el Océano Pacífico tropical central y oriental, ocurre en promedio cada dos a siete años, y los episodios suelen durar de nueve a 12 meses.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) entiende que existe una probabilidad de más de 50 % de que el aumento de la temperatura global alcance o supere los 1.5 grados C (2.7 grados F) entre 2021 y 2040 en los escenarios estudiados, y siguiendo un camino de altas emisiones, específicamente, el mundo puede alcanzar este umbral incluso antes, entre 2018 y 2037.
Según el Informe de Evaluación del IPCC, el cambio climático ha afectado negativamente la salud física de las personas en todo el mundo. Además, los eventos de calor extremo han provocado mortalidad y morbilidad humana, mientras que las enfermedades transmitidas por los alimentos y el agua relacionadas con el clima y las enfermedades transmitidas por vectores también han aumentado.
El presente año es crucial para la intersección del cambio climático y la salud, ya que la 28ª Conferencia de las Partes (COP28) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), celebrará por primera vez un día dedicado a la salud en la cumbre que acogerá los Emiratos Árabes Unidos en diciembre.
Esto será una oportunidad crítica para enfatizar la profunda importancia de abordar el cambio climático en relación con la salud humana, sostuvo Kerry.
“Mi objetivo es garantizar que nuestra respuesta a la crisis climática pueda centrarse en la salud y tratar de incorporarla en las negociaciones de la COP”, dijo Kerry, quien cree en promover la comprensión pública de la crisis climática como una crisis de salud que debe manejarse ahora.
“Creo que la gente tiende a asociar el cambio climático con un solo aspecto de la salud, como las enfermedades infecciosas. Pero la verdad es que vemos que el cambio climático afecta prácticamente todos los aspectos de la salud, desde enfermedades transmisibles hasta enfermedades no transmisibles”, afirmó.
El Acuerdo de París sobre cambio climático de 2015 se considera un acuerdo de salud pública con la OMS que destaca que las consideraciones de salud son fundamentales para el avance de la acción climática, y cumplir el Acuerdo de París podría salvar alrededor de un millón de vidas al año en todo el mundo para 2050 solo a través de reducciones en la contaminación del aire.
Kerry dijo, por ejemplo, que la inversión en la reducción de la contaminación del aire salvaría vidas y evitaría una pérdida futura de casi u$s 50 billones gastados desde 2010 para abordar este desafío.
“También tenemos la oportunidad de replantear nuestra forma de pensar sobre lo que significa estar saludable y cómo eso impacta tanto en nuestro medio ambiente como en el modo en que vivimos”, dijo Kerry, al enfatizar la importancia de una inversión significativa en sistemas de salud más sólidos y una fuerza laboral capaz de atender algunas de las cargas climáticas.
Kerry dijo que construir sistemas de salud resilientes a través de la capacitación de trabajadores de la salud y la inversión en infraestructura es clave para responder al cambio climático. Muchos sistemas de salud en todo el mundo ya no cuentan con suficientes recursos ni personal. No pueden lidiar con la carga actual de enfermedades y lo que vendrá a medida que crezcan los impactos del cambio climático.
“También tenemos la oportunidad de replantear nuestra forma de pensar sobre lo que significa estar saludable y cómo eso afecta tanto a nuestro medio ambiente como el modo en que vivimos”, afirmó Kerry, al enfatizar la necesidad de que se destinen dólares a la salud y de una respuesta climáticamente inteligente centrada en la salud.
Este trabajo fue publicado inicialmente en IPS. Aquí puedes ver la versión original.
Portal periodístico independiente, conformado por una red de periodistas nacionales e internacionales expertos en temas sociales y de derechos humanos.
Ayúdanos a sostener un periodismo ético y responsable, que sirva para construir mejores sociedades. Patrocina una historia y forma parte de nuestra comunidad.
Dona