“El argumento de que sólo salen para boicotear el proceso electoral cae por su propio peso”. Los motivos de la CNTE

27 mayo, 2024

El paro nacional de la Coordinadora demuestra una de las deudas pendientes de este sexenio: la atención a los maestros, sus derechos laborales, y la política educativa. ¿Esto es todo lo que hay detrás? En entrevista, el periodista Luis Hernández Navarro explica los motivos de la CNTE

Texto: Alejandro Ruiz

Foto: Rogelio Morales / Cuartoscuro

CIUDAD DE MÉXICO. – Bajo la consigna de “gobierne quien gobierne, los derechos se defienden”, el magisterio democrático agrupado en la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación volvió a tomar las calles de la capital del país.

Ahora, a un día de que la candidata el oficialismo, Claudia Sheinbaum, cierre su campaña en el zócalo de la república, las tensiones aumentaron. ¿Por qué? Porque la Coordinadora comunicó que no desalojarán la plaza pública para dar cabida a un mitin de campaña.

El mitin será un mosaico de las contradicciones en el país: por un lado, el cierre de campaña de la continuidad de la Cuarta Transformación, y por el otro, los profesores que acusan que el gobierno no ha resuelto todas sus demandas.

Los motivos de la protesta son legítimos, y han sido los mismos desde que inició el actual sexenio del presidente López Obrador: abrogación total de la reforma educativa de Enrique Peña Nieto, mejoras sustanciales de sus condiciones laborales, y justicia y verdad en los casos de Nochixtlán y Ayotzinapa.

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A unos meses de que termine el sexenio, la relación entre la CNTE y el gobierno de la Cuarta Transformación no ha sido la más estable. Rupturas, tensiones y distanciamientos han marcado este camino, que hoy vuelve estallar en forma de paro nacional en medio de la elección más grande en la historia de México.

Las protestas del magisterio han dejado en claro su independencia: la consigna de responsabilizar a todas las fuerzas políticas y bloquear las grandes avenidas lo demuestran. Pero, aún así, hay quien atribuye una suerte de “mano invisible” detrás de las movilizaciones.

¿Será esto cierto? Para responder, en Pie de Página dialogamos con el periodista y editor de opinión de La Jornada, Luis Hernández Navarro, uno de los testigos de primera mano de la historia del movimiento magisterial en México.

La CNTE y las elecciones: el momento para hacer visibles las luchas

–¿Qué implicaciones tiene el paro magisterial de la CNTE en medio de la coyuntura política que actualmente vive el país?

–La CNTE se fundó en el año de 1979. Nació después de grandes movilizaciones magisteriales. ¿Qué quiere decir eso? Que la CNTE ha mantenido una presencia político-sindical ininterrumpida a lo largo de todos estos sexenios. Comenzó con López Portillo, y siguió con Miguel de la Madrid, Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto, y ahora con Andrés Manuel López Obrador.

“En ese camino han pasado innumerables secretarios de Educación, de Gobernación, y siempre se ha querido explicar la presencia y las movilizaciones de la CNTE como resultado de complots políticos de otros funcionarios. Por ejemplo, en 1983, cuando el secretario de Educación era Jesús Reyes Heroles, los charros acusaban a la CNTE de ser los hijos de Reyes Heroles.

“Siempre han habido teorías del complot para explicar la movilización del magisterio, cuando en los hechos, desde sus orígenes, la CNTE es una fuerza independiente, autónoma, claramente diferenciada de los partidos políticos, del gobierno, de las iglesias y del charrismo”.

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“Una fecha emblemática de sus movilizaciones a lo largo de todos estos años ha sido el 15 de mayo: el día del maestro. Esto, entre otras razones, porque ese día se tiene la costumbre de anunciar un aumento salarial al magisterio”.

Para movilizarse, precisa Luis Hernández Navarro, las organizaciones políticas y gremiales siempre esperan un momento de tensión para tratar de incidir en el rumbo del país. La CNTE no es ajena a esta visión estratégica, y este 15 de mayo no fue la excepción.

Luis Hernández Navarro es claro: “El argumento de que sólo salen para boicotear el proceso electoral cae por su propio peso”.

Y explica:

“Hay una larga tradición de lucha de movilización en estas fechas, y esta vez no es la excepción. Y, si tú observas, desde el primer momento de este sexenio los maestros se movilizaron: tomaron la Cámara de Diputados y de Senadores en el marco de lo que fue la reforma educativa, por ejemplo. También están las caravanas que han organizado los maestros en Michoacán, desde Lázaro Cárdenas hasta la Ciudad de México, o las caravanas de los maestros de Guerrero, o que apenas el año pasado estuvieron en el Zócalo los maestros de Chiapas, de Oaxaca, o las grandes movilizaciones que comenzaron desde el año pasado con la Sección 9 del CNTE”.

 Los pendientes, los motivos de la lucha

Las movilizaciones que recuerda Luis Hernández Navarro encierran una de las demandas que el magisterio democrático ha exigido durante todo este sexenio: la abrogación de la reforma educativa. Una promesa que, vale decirlo, el presidente ha incumplido.

“El mismo Andrés Manuel López Obrador ofreció que no iba a quedar ni un punto ni una coma de esa ley, y no solamente quedaron el punto y coma, sino también el espíritu completo neoliberal”, critica el periodista.

–¿Por qué lucha la CNTE ahora?

–El magisterio tiene demandas que no han sido resueltas durante casi cuatro años, y el presidente, después de reunirse con la CNTE 17 o 18 veces, simplemente dejó de hacerlo. Muchos de los problemas que se le plantearon al presidente desde entonces eran problemas que siguen sin solución.

«Hay asuntos medulares para la movilización. El primero es el aumento salarial del 100%, algo que suena a que es muchísimo, pero que parte de una realidad: el salario magistral, ya con todo y los últimos aumentos, actualmente es equivalente a 2.3 salarios mínimos. Eso es como 500 pesos arriba de lo que era el salario que recibía el personal de apoyo. Si tú ves el agregado total de los salarios que se han recibido a lo largo de este sexenio por parte del magisterio, y les descuentas la inflación, resulta que el aumento en términos absolutos es de 0.3%, es decir: prácticamente no ha habido ningún aumento. Inclusive se ha deteriorado. Por ejemplo, en el 2012, el magisterio recibía 4.5 salarios mínimos.

«Un segundo punto muy importante tiene que ver con la reforma educativa y con los mecanismos de ingreso promoción y desarrollo en el magisterio, la famosa Usicamm (Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros).

«Tanto el presidente, como Mario Delgado, ofrecieron que no iba a quedar nada de la reforma educativa, pero le quedó el corazón, porque metieron a los maestros a un régimen laboral de excepción».

Reforma educativa: un coche pintado por encimita

Luis Hernández Navarro recuerda un momento en esta historia, cuando Mario Delgado, en su cargo de diputado en el Congreso de la Unión (2018-2020) salió a prometer que no se violarían los derechos laborales del magisterio con la nueva reforma educativa:

«Como si fuera Cantinflas, Mario Delgado, cuando estaban tomadas las Cámaras, salió a decir que los derechos laborales del magisterio iban a estar en el apartado B del artículo 123, pero que todo lo que tenía que ver con el ingreso, promoción, movilidad, etcétera, dependían de una ley que era dependiente del artículo tercero constitucional. Crearon una jaula para los maestros».

Esta explicación de Mario Delgado, en realidad contradictoria, lo que hizo fue trasladar las relaciones laborales establecidas con la reforma educativa de Enrique Peña Nieto como una disposición educativa (regulada por el artículo tercero constitucional), y no el 123, del trabajo.

Además de esto, Luis Hernández Navarro agrega que esto «no es lo único que hay en la nueva reforma educativa. Hay todo tipo de barbaridades, muchas cosas que son peores que la reforma de Peña Nieto».

«Antes se hablaba de calidad, ahora se habla de excelencia, que es una aberración. Ahora, también, para que un maestro pueda cambiar de adscripción (o sea: si quiere trabajar en otra escuela), con este mecanismo de la Usicamm tiene que esperar, muchas veces hasta dos años, para que lo pueda hacer».

Esto es un problema que desconoce la realidad del magisterio. Luis Hernández Navarro da un ejemplo: «Imagina que tu esposa, también maestra, se va a un pueblo a kilómetros de distancia de donde está tu escuela, y tú te quieres mover para allá para trabajar con ella, pues para hacerlo tienes que esperar dos o tres años para que lo hagas».

Otro problema, continúa Luis Hernández, son las promociones: «Muchas de ellas están condicionadas a que los maestros se jubilen, es decir que se abra una plaza. Eso es una una barbaridad».

Aunado a esto, la falta de una profunda reforma al sistema de pensiones y la abrogación de la Ley del ISSSTE de 2007 son otros de los puntos que se mantienen vigentes en la violación sistemática de los derechos laborales del magisterio. Esto, aunque recién se creó el Fondo de Pensiones para el Bienestar, pero que «sólo abarca un pequeño cachito de los trabajadores, no el universo completo».

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Luis Hernández Navarro explica:

«¿Qué es lo que ha venido sucediendo? Pues que los maestros jubilados han perdido, por este mecanismo de las UMAs, alrededor del 35% de su salario. Además, hay 176 maestros despedidos desde tiempos de Enrique Peña Nieto que no han sido reinstalados, y prácticamente no les han pagado en todo este tiempo.

«Además, está toda la impunidad en los casos de la masacre de Nochixtlán, una masacre producto de la lucha magisterial de 2016 en contra de la reforma educativa de Peña Nieto. Por esto nadie ha sido castigado.

«La nueva reforma educativa es como si a un coche viejo le hubieras pintado la carrocería, le hubieras cambiado las llantas, arreglado las vestiduras, pero le hubieras dejado el mismo motor, el clutch y el chasis, y aún así lo quieres vender como nuevo».

Disputar las calles, más allá de lo electoral

Desde el arribo del gobierno de López Obrador, el escenario político en México parece reducirse a dos visiones: Morena o los conservadores. Todo, siempre, desde la lógica de los partidos políticos. Sin embargo, en México la izquierda es más profunda que esto, y la Coordinadora es una de esas expresiones que aún se mantienen autónomas a esta lógica.

Por eso, reflexiona Luis Hernández Navarro, la irrupción de la CNTE en esta coyuntura abre nuevos debates y reflexiones sobre el proyecto de país que queremos, y sobre todo, cómo luchar por los derechos sin replegarse a la cola de los partidos políticos.

–¿Esta es la antesala de una nueva primavera magisterial, como la de 1989, o es una movilización coyuntural que se agotará en las demandas hacia el gobierno?

–Desde su orígenes la CNTE organiza sus movilizaciones bajo la figura de las oleadas, como si fueran marejadas que desplazan grandes contingentes, negocian y luego se repliegan. Así ha sido históricamente una y otra vez.

«Yo creo que esta es la dinámica que estamos viviendo ahora, en un escenario político en donde pareciera ser que las calles solamente están ocupadas por la derecha, con su famosa marea rosa, o con los candidatos centro izquierda y sus campañas electorales».

«En este contexto surge la CNTE como una organización autónoma que reivindica que, gobierne quien gobierne, los derechos se defienden. Una organización que ocupa las calles, el aeropuerto, el metro, las estaciones de gasolina. Lo hacen así porque llevan mucho tiempo dialogando sin solución, teniendo las mismas conversaciones en el palacio, con el presidente y con los funcionarios, donde el presidente da instrucciones y luego no se cumplen.

«Un ejemplo es la reapertura de la escuela normal rural del Mexe, en Hidalgo. Esa fue una promesa de campaña del presidente López Obrador, y bueno, estamos a cinco años, a punto de terminar el sexenio, y el Mexe, como una escuela normal rural con internado, no se abrió. Eso era una costa tan sencilla, tan limitada, y no se cumplió.

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«Si se toman las calles responde a esta esta lógica histórica. Las circunstancias tal vez son nuevas, porque hay un gobierno que surgió cruzado por la misma movilización magisterial. Pero ya hay un hartazgo, y pues el presidente ya se va, y los maestros ven que es el momento de demandar que se cumplan todas esas promesas».

La continuidad, ¿qué esperar en el próximo sexenio?

De acuerdo con las últimas encuestas, es muy probable que la candidata del oficialismo, Claudia Sheinbaum, sea la próxima presidenta de México.

El asunto no es menor, y debe ser un punto a discusión en todos los movimientos sociales como la Coordinadora, pues hay que trazar la ruta de negociación que se establecerá con la nueva administración. Pero, ¿qué podemos esperar? ¿Continuidad de la actual política? ¿Un cambio?

–Fue un hecho que el actual Gobierno Federal prefirió replegare a reforzar las estructuras corporativistas del SNTE, en vez de entablar un puente de diálogo con la Coordinadora. ¿Crees que esa política continúe con Claudia Sheinbaum, si llega a ser presidenta?

–Hay un problema general que es ¿qué papel desempeñó la educación en la 4T? Yo creo que la conclusión es que la educación no fue una prioridad para este gobierno, las prioridades fueron otras: los programas sociales, la soberanía energética, etcétera, pero la educación no.

«A diferencia de otros países, como Bolivia, Nicaragua o Cuba, donde las transformaciones fueron acompañadas de grandes campañas de alfabetización, aquí formalmente no se hizo eso, aunque es importante resaltar que dejó de haber ese hostigamiento que había hacia el magisterio por parte del Gobierno, como el de Peña Nieto y otros. Ahora eso ya no no fue así, pero efectivamente, después de tener reuniones con la Coordinadora, éstas se suspendieron por la pandemia, y es hasta hace muy poco que se acaban de restablecer, pero las demandas centrales no fueron atendidas. El ejemplo, ya lo dijimos, es la reforma educativa, que es cierto, se limaron las espinas más filosas del erizo neoliberal, se desvinculó la permanencia de la evaluación, pero se mantuvo el régimen laboral de excepción.

«También, efectivamente, se hizo una alianza con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. La primera manifestación de esta alianza fue la salida del líder charro del SNTE, Juan Díaz de la Torre, puesto ahí por Enrique Peña Nieto. La negociación de su salida conllevó que no se le persiguieran sus tranzas, su corruptela. El gobierno pensó que con eso ya estaba todo amarrado, y pusieron a Alfonso Cepeda, el mismo que había sido el operador del sindicato todos esos años que Juan Díaz de la Torre se dedicaba a otras cosas.

«Alfonso Cepeda operaba los congresos estatales, controlaba muchas de las finanzas con sus operadores. En realidad, pusieron el gato adentro de la ratonera, todo eso a pesar de las denuncias que hay en su contra, inclusive señalamientos de vínculos muy oscuros con el crimen organizado.

«A Alfonso Cepeda se le permitió conducir el proceso de renovación sindical, aunque se exigía la democratización del Sindicato. Ese proceso que condujo no abarcó el Comité Nacional, donde estaban dirigencias seccionales en donde él tenía el control del padrón del registro de las planillas de los lugares donde iba a ser el voto. O sea, todas las anomalías que se le criticaron al antiguo IFE, quedaron en manos de él con este reglamento de asambleas, y con un señor que estaba en el tribunal, Plácido Morales, un antiguo priista, hoy morenista. Con toda esa estructura se avalaron todas las tranzas y todas las quejas que hubo.

«Pero, y esto es muy interesante, en todos los lugares donde hubieron cambio de comités, en muchos de ellos no ganaron las planillas de Alfonso Cepeda. Además, en donde ganaron, si tú sumas el número de votos de las planillas opositoras, ese número es superior al que tuvo la planilla guinda de Cepeda.

«Esto es muy importante porque Cepeda está ofreciendo a la Cuarta Transformación, no solamente ser los soldados intelectuales, sino también ser sus operadores electorales, pero Cepeda no se representa ni a él mismo.

«Cepeda se sostiene con un reglamento amañado, y con prácticas mafiosas. Entonces, todos esos miles de votos que está ofreciendo, no están garantizados en la realidad. A pesar de eso, a Cepeda se le apoyó y se le dio un lugar en el Gobierno Federal.

–Entonces por qué mantenerlo, y darle hasta una diputación…

–Porque cuando el Presidente pregunta ¿a qué horas son?, Cepeda responde: Las que usted diga señor Presidente.

«En realidad inventan una interlocución a modo, al igual que hicieron con el sindicado de Pemex, o como lo hicieron en otros lugares donde la democracia sindical es una ficción. Ellos les venden lealtad, les venden disciplina, las elecciones. Sin embargo, el partido que ellos siguen controlando, Nueva Alianza, que todavía tiene registro estatal en algunos lados, pues en algunos lados va con Xóchitl. Esa alianza es de puras ilusiones, y me parece que se van a llevar sustos.

«Esta movilización de la CNTE, hoy en esta circunstancia, es una llamada de atención para quien gane las próximas elecciones, que muy probablemente será Claudia Sheinbaum. Es un llamado a que tiene que tratar con interlocutores reales y no ficticios».

«Y estas movilizaciones, tampoco se explican al margen de la enorme torpeza con la que manejan las relaciones con el magisterio gobernadores como Rutilio Escandón, en Chiapas, que ha sido un dictador a sueldo, o Salomón Jara en Oaxaca, que está peleado con los maestros de las distintas corrientes desde el inicio de su campaña electoral».

Los retos

–En su campaña, Claudia Sheinbaum se ha rodeado de las dirigencias del SNTE, pero también ha propuesto una visión que parece priorizará más a la educación. ¿Realmente crees que cambie esta interlocución con el magisterio? ¿Y también, que modifique la política educativa que López Obrador no vio como prioridad?

–Yo espero que haya un puente real con el magisterio, que haya un diálogo con una fuerza social que ha demostrado este permanencia de más de cuatro décadas, y que ahí está.

«Respecto a la otra pregunta, efectivamente, Claudia, en su campaña, ha hablado de que va a privilegiar la educación, pero ahora sí que, como dice el dicho: amistad que no se muestra en el presupuesto, pues no es amistad. Vamos a ver cuánto le dedica a la educación.

«Claudia ha hablado, por ejemplo, de darle importancia a la educación media superior, que tiene un gravísimo problema, que es que nueve de cada 100 muchachos la abandonan. En eso, su planteamiento aparece como un planteamiento muy naif, pues pareciera ser que lo va a resolver solo poniendo más escuelas. Que se den una vuelta a los telebachilleratos, a ver cómo están los profesores, cómo quieren dar las clases. Y que se respondan ¿por qué un alumno se quisiera quedar ahí a estudiar? ¿Cuál es la motivación para quedarse, si se puede ir a trabajar a los microbuses para tener lana en el bolsillo? ¿Por qué se quiere quedar a estudiar ahí en vez de salir con las chavas, o irse a las chelas?

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«Claudia Sheinbaum ha dejado de lado cosas sustanciales en sus propuestas, como el hecho de que cuatro de cada diez de las escuelas de educación básica de nuestro país son multigrado. Esto quiere decir que, en ellas, un mismo maestro tiene que atender en un solo salón a niños de primero, segundo, tercero, y que además tiene que ser director, secretaria, intendente. En muchas de esas escuelas no tienen baño, tienen piso de tierra, techos de láminas, y tampoco tienen recursos; y ahí, el maestro tiene que hacer malabares con los niños.

«Creo que ese es un problema medular de la educación en este país, y ahí comienzan los problemas. Ahí tendrían que estar los mejores maestros, con más recursos, pero esto no aparece en el plan de Sheinbaum como una prioridad. Pero, ¿cómo vas a mejorar la educación si sólo hay 96 pesos destinados para que los maestros tomen nuevas clases, cursos, y tengan promoción?»

«Esto que dice Claudia hay que ver si efectivamente se cumple. Hay un problema muy serio que tienen que enfrentar, y tienen que hacer un diagnóstico en las universidades Benito Juárez, donde muchos maestros dicen que ha habido muchos engañados, en el sentido de que faltan maestros o faltan baños.

Periodista independiente radicado en la ciudad de Querétaro. Creo en las historias que permiten abrir espacios de reflexión, discusión y construcción colectiva, con la convicción de que otros mundos son posibles si los construimos desde abajo.