La Secretaria de Salud tiene proyectado aumentar de 10 mil a 20 mil el número de espacios de formación de médicas y enfermeras, como una de las medidas para fortalecer el sistema de salud. El IMSS anunció que mantendrá 6 mil plazas de médicos contratados por la pandemia. La orientación es que se queden, dijo el presidente López Obrador
Por Daniela Pastrana y Reyna Haydeé Ramírez
Foto: María Ruiz
En México hay 39 millones de niñas, niños y adolescentes, pero sólo 36 cirujanos pediatras oncólogos. Es apenas un botón de muestra de la carencia de especialistas que prevalece en el sistema de salud pública. Una carencia acumulada por décadas de abandono y que ha mostrado su peor cara frente a la pandemia de covid-19.
Por eso, para la próxima generación de médicos, que en noviembre próximo participará en el Examen Nacional de Residencias Médicas (ENARM), se duplicarán los espacios de acceso a las residencias, al pasar de 10 mil a 20 mil, anunció este martes el susbsecretario de Prevención de la Salud, Hugo López-Gattel.
“Se están produciendo muy pocos especialistas, hay especialidades, como la psiquiatría, en donde existen números muy reducidos de profesionales de salud”, dijo el subsecretario.
“La cobertura de servicios de salud, es decir, la capacidad instalada para proporcionar servicios de salud no corresponde con lo que se necesita. Este gobierno considera que es indispensable formar más profesionales para cubrir las necesidades de la población que tiene importantes carencias de acceso a los servicios de salud”, insistió.
En la conferencia de prensa diaria sobre covid-19, el subsecretario amplió la información expuesta durante la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, a propósito de una pregunta de Pie de Página sobre la opción de volver permanente la contratación de 50 mil profesionales de la salud durante la pandemia y la regularización de las plazas temporales.
El funcionario explicó que el proyecto de ampliación de los espacios de formación médica comenzó a desarrollarse en mayo y está a cargo del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), creado al inicio de este año y participan muchas instituciones, incluidas las secretarías de Educación Pública y de Relaciones Exteriores, Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), la Agencia de Cooperación para el Desarrollo (Amexcid) y las distintas instituciones del sector salud.
Además, como ya lo anunció el presidente hace varias semanas, 12 por ciento de los nuevos médicos tendrá acceso a una beca financiada por Conacyt para estudiar en el extranjero alguna especialidad.
En México, la carrera de medicina dura seis años, y en unos casos siete. Después se puede hacer una especialidad. Estas especialidades -hay más de 30- se cursan en hospitales, porque se trata de entrenamientos práctico-teóricos y la mayoría dura cuatro años. Entonces, cada médico dura en entrenamiento al menos una década: además de los seis años iniciales, requiere otros cuatro años para una especialidad y después hay subespecialidades o súperespecialidades que duran otros dos o tres años.
López-Gatell destacó “El esfuerzo institucional para formar estos recursos es de mediano y largo plazo” y aclaró que “se trata de un contraste de visiones” frente a la política que ha prevalecido en el país las últimas cuatro décadas, en el sentido de reducir el personal médico en el sector público.
“La visión que nosotros tenemos es que faltan médicos especialistas”, dijo.
“No es una ocurrencia nuestra, esto está descrito, documentado a lo largo de muchos años, al menos unos 15, por la Organización Mundial de la Salud, la Organización Panamericana de la Salud, la propia OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) y nosotros consideramos que se necesitan más, en ciertos campos profesionales, y que además geográficamente necesitan estar en posiciones donde se privilegie la atención primaria de la salud, esto incluye el primer nivel de atención y es donde se encuentra la mayor carencia”.
El proyecto, dijo, incluye el tener incentivos laborales, de contrato para que quienes se formen adicionalmente empiecen a trabajar “no en zonas urbanas y no en el sector privado, sino en el sector público, preferentemente en los sitios donde hay carencia”.
Durante la epidemia de covid-19, el gobierno federal emprendió una serie de acciones que ya se habían proyectado, pero que fueron aceleradas por la pandemia: una de ellas tiene fue la contratación de casi 50 mil profesionales de la salud, entre médicas y enfermeros. Y en el mediano plazo, tiene proyectado duplicar los espacios de formación de médicas y médicos especialistas
Eso implica un giro a la política que ha prevalecido en México durante cuatro décadas, dijo el funcionario, “un periodo en el que la cantidad de recursos que se han invertido en la esfera pública han sido insuficientes para desarrollar las capacidades necesarias para satisfacer las necesidades de salud de una población que ha ido creciendo”.
“Y esto no es un accidente. A partir de los años 80 empezó un acelerado proceso de transformación de la vida pública en México, cuyo signo fundamental, entre muchos otros, ha sido la reducción de lo público: las instituciones públicas, del quehacer público, de la inversión pública, para estimular la inversión privada”.
“Y hoy tenemos una perspectiva que es diametralmente opuesta: consideramos que es indispensable garantizar una inversión pública apropiada, pero además, consideramos que hay evidencia suficiente del fracaso del modelo neoliberal, en México y muchas otras naciones, para satisfacer las necesidades de las poblaciones”.
Por la mañana, durante la conferencia presidencial, Pie de Página cuestionó al secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela, sobre el futuro de las contrataciones emergentes de personal de salud para la pandemia.
Alcocer explicó que la pandemia de covid-19 expuso crudamente el déficit de profesionales de la salud, “que no es sólo médicos”, dijo.
“Son médicos generales, especialistas, que en su conjunto suman más de 200 mil; pero además enfermeras, que es necesario contar también que esos números son equivalentes, si no es que mayores que a los de los médicos. Tenemos también un trabajo no adecuado de químicos, de técnicos de laboratorio y desde luego de especialidades, aparte de lo que tenemos en la atención rápida necesaria, urgente, de estas enfermedades que nos ha puesto en evidencia la acción del virus, también en el gran retraso que nos ubica, por señalar algo, en una situación de desventaja en el mundo y en Latinoamérica”.
Sin embargo, aseguró que es un problema que se ha estado resolviendo, empezando por la capacitación intensiva del personal asignado a la atención de la crisis sanitaria.
“Se dio un avance que está inclusive sujeto a su discusión, ya como una publicación científica de la rapidez y calidad con la que se formaron médicos generales”, dijo.
Son médicos que “tenían y siguen teniendo la intención de ser especialistas, varios de ellos ahora en noviembre, cuando presenten el examen (el ENARM(, que es una de las estrategias de consolidar no solo numéricamente, sino estos faltantes específicos de las especialidades médicas y también de enfermería desde luego, vamos a tener ahí una decisión de ellos, con toda la libertad, de entrar a su residencia o continuar, porque un porcentaje de ellos, alrededor del 20 por ciento, quiere ser especialista”.
El secretario dijo que “indudablemente de aquí a diciembre van a seguir en la contratación y los estímulos que se le han dado al personal médico y de enfermería que está y deberá seguir atendiendo esta parte de la emergencia y lo que viene”.
Destacó la urgencia de reforzar la atención primaria de la salud, “que se está ya dando en 24 estados” y de concentrar la atención en la prevención de enfermedades no transmisibles, crónicas y a través de varias acciones, una de ellas, es el arranque del etiquetado frontal de los alimentos ultraprocesados, cuya obligatoriedad comenzará este viernes 1 de octubre.
Pero la prevención también es “a nivel de salud mental, a nivel de estas enfermedades de diagnóstico temprano y de covid”. Y que todos los programas sociales que se están aplicando “influyen en mucho y son importantes para conducir y reestablecer en forma integral ese sistema de salud que, repito, se descubrió con mayor claridad ahora con la pandemia”.
Por su parte, el presidente aclaró que se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que el convenio con hospitales privados se pueda orientar en esta etapa a la atención a enfermos de covid.
“En hospitales privados se está atendiendo a alrededor del 65 por ciento de demanda de atención para enfermos no covid, esto nos ayudó muchísimo a tener disponibilidad de camas destinadas para covid en hospitales públicos; pero ahora es posible que haya disponibilidad también en hospitales privados para atención de covid, todo esto con el propósito de que ya los que se contrataron se queden trabajando en las instituciones de salud, porque nos hacen falta”, dijo.
Recordó que en un recorrido por los hospitales del IMSS-Bienestar previo a la pandemia, en Yucatán, descubrieron que no había pediatras en los tres hospitales del IMSS-Bienestar de ese estado.
“¡En ninguno había pediatra!”, dijo el presidente. “Entonces, lo que más se necesita son especialistas, médicos desde luego, enfermeras”.
Sobre los médicos contratados de forma emergente durante la pandemia, aseguro: “vamos a procurar mantenerlos a todos, esa es la orientación, porque nos hacen falta”.
Al mediodía, tras presentar un informe sobre la situación económica del IMSS, el responsable de la dirección de Finanzas del Instituto, César Rojas Flores, informó que en el presupuesto de 2021 se considera un incremento de 6 mil 462 plazas “exclusivamente para personal médico”.
“Nosotros empezamos a contratar a personal para que cubriera parte de los servicios que necesitamos en la ampliación y en la reconversión, y lo primero que hay que hacer es reconocerlos porque han hecho un trabajo excepcional, muchos se capacitaron de manera muy intensiva y han salido a enfrentar la pandemia”, dijo.
Por su parte, el director general del IMSS, Zoé Robledo, explicó que esas contrataciones serán en una modalidad de “tiempo determinado”, que permite garantizar los derechos plenos.
“Contratamos por tiempo determinado, no por jornada; esto es importante porque hay otras modalidades de contratación muy comunes en el Seguro Social que no establecen derechos plenos”.
A eso se agrega el programa de Unidades de Tiempo Completo, que permitirá “empezar a tener consultas de especialidad, consultas de medicina familiar y cirugías programas, en otros horarios, particularmente los fines de semana, pero en algunos lugares incluso, en el horario vespertino, en donde hay unidades que no hay cirugías por la falta de plantillas de personal”.
Explicó que es en ese programa, donde probablemente que irá incorporando “a todo este personal que nos ayudó durante el covid”.
Luego aclaró: “Cuando yo he mencionado que se tiene que ver el caso, porque se tiene que ver a dónde van a ir. En qué lugar necesitamos una plaza de determinada categoría para que el personal que contratamos nos vaya a ayudar a ese lugar. Es un esfuerzo que, tanto con el Sindicato como con la Unidad de Personal, es enorme. Pero se puede encontrar, digamos, esa oferta de personal que tenemos ya identificado, que ya trabajó con nosotros, que tiene esa experiencia durante covid y, digamos que la demanda, es decir, en dónde es que estamos con vacantes”.
Robledo aseguró que hay muchos hospitales en todo el país que llevan sin cumplir su plantilla de personal años. Incluso, dijo, ha habido hospitales que sufrieron ampliaciones, bueno que tuvieron ampliaciones de número de camas, pero nunca se les amplió la plantilla de personal.
“Y era esta mala planeación histórica que queremos nosotros evitar”.
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