17 junio, 2020
Daniel, radiólogo de la clínica 29 del IMSS, ha visto cómo seis de sus compañeros de servicio se fueron contagiando de covid en su batalla diaria para atender la pandemia. Él calcula que ya suman en ese hospital alrededor de 100 casos, de los 32 mil 388 profesionales de la salud contagiados en todo México
Texto: Vania Pigeonutt
Foto: Especial
En la clínica 29 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) muchos pacientes son compañeros de trabajo. Atendieron como enfermeras, doctores, pediatras, radiólogos, cirujanos, entre otros. Ahora ellos reciben cuidados. El personal médico enfrenta su batalla más importante: continuar con sus labores entre el estrés laboral, el miedo de llevar la covid-19 a casa, con duelos de compañeros fallecidos y con depresiones acumuladas.
La clínica 29 está ubicada en San Juan de Aragón, en la alcaldía Gustavo A. Madero. Al principio de la pandemia la Secretaría de Salud no la había dispuesto como hospital covid, pero personal médico del lugar considera que la emergencia rebasó la ocupación hospitalaria y habilitaron una parte. Para mayo, en el lugar ya había un brote de más de 45 trabajadores contagiados.
El hospital se pensó como metabólico, es decir que atendería a las enfermedades distintas al coronavirus. Así lo cuenta Daniel, un joven que trabaja en el área de rayos X de la clínica.
En esta clínica recibirían a la población no covid de las clínicas 24, 27 y 48. Pero la pandemia creció –154 mil 863 contagios hasta este martes 16 de junio– y la clínica 29 no fue la excepción: casi un centenar de trabajadores se contagió.
Desde abril el hospital es híbrido. Cuenta Daniel que reciben tanto a pacientes “metabólicos” como de covid. De los cuatro pisos que tiene el hospital, quitaron el área de urgencias y pediatría y se hizo exclusiva de covid en un piso.
“Son en promedio 65 camas. Más unas 30 o 40 camas en urgencias. Estamos hablando de que en cada guardia se están recibiendo un promedio de 100 pacientes de covid. De esos 100, muchos son de los que ya están internados, muchos los que van llegando al área de urgencias y se van quedando, hasta que tristemente fallecen pacientes de piso o se van de alta”.
Daniel cuenta su rutina. Dice que prioriza sus propios cuidados porque la mayoría está expuesta al área covid.
“Los insumos que te da la institución son muy bajos, porque te dan una bata, un cubrebocas N95 de muy mala calidad. Dos pares de guantes, dos gorros. Y pues ya, párale. Y tú entras con tu ropa o con algún uniforme quirúrgico. Normalmente se están pidiendo los uniformes quirúrgicos,pero, pues desafortunadamente, por las características de mi turno que es nocturno, no hay un servicio de ropería que te proporcione ese insumo. Yo entro con el mío, más un overol que adquirí con mi dinero. Tengo una mascarilla de esas industriales, con eso estoy trabajando prácticamente toda la noche durante mi jornada. A veces nada más me la quito un ratito para descansar, o la sigo manteniendo con mi cubrebocas”, narra.
Con eso entra al área de covid. Al salir se tiene que desvestir por completo: sale con su uniforme quirúrgico y se queda únicamente con la bata. Después les dan sanitizante que puede ser alcohol, cloro diluido con agua, tanto para él, como para su material de rayos equis: su chasis donde toma sus radiografías.
–¿Qué momentos de angustia me puedes compartir?
– Cuando entra uno al área de covid, primero se te viene a la cabeza todo, todo lo bueno y lo malo que has hecho. En el sentido de que dices: chin, ¡Mi familia, si me infecto! Pues la gente que finalmente depende de mí, dos hijos. Tanto emocionalmente como económicamente. Y a veces no tienes ni espacio para sentirte mal.
Entras al servicio y sí se ve muy deprimente. A los pacientes por zonas, no me ha tocado ver a ningún niño afortunadamente, pero sí ves pacientes jóvenes. Que dices, pacientes ya de edad grande, pues muchas veces se me figura mi mamá cuando falleció, que no podía respirar y todo eso.
– ¿Te ha tocado que fallece gente a la que tú le has tomado la radiografía?
–Del brote que salió en los medios de acá de la clínica, 40 a finales de mayo. Eran compañeros míos, míos, de mi servicio son cuatro… ahorita ya son cinco, seis, de mi servicio. Tres de jornada acumulada y tres de la mañana. Sientes muy feo. Decían que eran 40, pero son más, calculo unos 100 compañeros contagiados.
– El trauma compartido o lo que te va quedando en el centro de trabajo… ¿La mitad de las camas que tienen en el hospital son de ellos mismos, tus compañeros?
– De hecho se están yendo muchos a otros hospitales, porque no les corresponde aquí en la clínica 29. Otros tantos sí se han quedado aquí. O por la capacidad aún no se han trasladado a otros hospitales, que bueno, por equis, zeta circunstancia se van a atender a otros hospital, hay otras especialidades. Como compañero, es muy traumante ver que se hacen los estudios.
De hecho todos dicen los “médicos, enfermeras”. Sí, yo no niego que ellos están igual en primera línea de guerra, pero a fin de cuentas en un hospital todos somos indispensables, desde el que hace la limpieza. Porque si no hace su función pues qué va a conllevar eso, pues a que va haber un contagiadero, tanto nosotros, como imagen porque somos los que dan diagnóstico confirmatorio al médico, de que por medio de la imagen de que sí es covid.
Daniel ha vivido muchas experiencias en estos más de dos meses de pandemia. Recuerda a una de las primera pacientes que murieron por covid. Una se agravó, la intubaron, falleció por una neumonía intrahospitalaria, otras cosas, no precisamente covid, pero le hicieron la prueba covid. Él tuvo que discutir con el epidemiólogo porque la manejaban como aislada, cuando ya tenían la confirmación de covid.
A partir de ella, que fue a mediados de mayo, vio cómo los contagios aumentaron en sus compañeros. Recuerda con mucha tristeza, porque es algo que admite, no había podido llorar, cuando falleció un compañero.
“Yo estuve con él en otra unidad en la 14. Y pues aparentemente él ya estaba en lo que era la 25, pero ya estaba en la 120 de comisión… Y pues había estado mal pero ya estaba mejor, y resulta que ayer nos avisaron que falleció por covid–19”, cuenta.
–¿Han tenido apoyo emocional?
–No han dado un apoyo psicológico especial. Ahorita apenas, y eso como que por, la secretaria de Acción Social del Sindicato Nacional de Salud, no de la sección, porque el sindicato se divide en sus secciones. Por medio de unas psicológas que yo conozco, se están dando algunas pláticas, pero más que nada eso es para pacientes que ya van saliendo de covid, y con la intención de que sensibilizarnos para que donen plasma, porque ya tienen anticuerpos y donen plasma para la gente que lo necesita. Pero así como tal un apoyo, como en Francia al personal no.
Cuando vamos a solicitar como trabajadores, la prueba, yo apenas fui la semana pasada a solicitarla, no porque tenga algún síntoma, no porque me sienta mal, simplemente por precaución, me la negaron, me dijeron que no, que si no tengo sintomatología, no me la hacen. Y pues básicamente en lo que yo estoy es en imagen en radiografía, afortunadamente estoy bien hasta ahorita no ha habido contagio ni nada. Esperemos así siga.
Su caso también fue el de una de sus compañeras, cuya madre murió de covid.
Daniel recuerda que en la epidemia de la A H1N1 no vivieron ni de cerca una situación similar y las autoridades deberían de reflexionar a partir de estas tragedias.
–En 2009 ni psicosis había, tú trabajabas como habitualmente. A lo mejor aprendí yo de esta situación, es que siempre en la vida que uno trabaja en el sector salud llámese privado o público, es que a todos los pacientes debemos de tratar como sospechosos, manejar guantes y muchas medidas. Eso fue lo que te puedo decir que aprendí. Cosas que anteriormente a lo mejor no lo hacía uno. Antes, yo como enfermero, pues canalizabas hasta sin guantes, y eras como que más light. Pero ahorita, de alguna manera, sí he aprendido eso. De que toda la gente es sospechosa para mí.
De hecho en mi mochila traigo mi atomizador con alcohol. Anteriormente yo nada más usaba una mochila ahora traigo dos, en una traigo todo mi ritual: mis googles, mi desinfectante, mis overoles, todo eso voy y traigo. Dejo una al hospital, pero sí voy y lo traigo.
– ¿Y qué tendrían que hacer la autoridades?
–Primero que los hospitales por decir, ahorita que van a ver la 25 que la van a construir, que hagan zonas específicas para ese tipo de pacientes, porque aquí en la 29 todo ha sido muy improvisado. Todo.
Hasta el martes 16 de junio hay confirmados 32 mil 388 trabajadores de la salud contagiados de covid en México y 463 han fallecido.
La mayoría de los casos son enfermeras y enfermeros, 41 por ciento. Médicas y médicos, 30 por ciento. Y otros profesionistas de la salud suman 26 por ciento.
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