¿Desde cuando nuestros sueños son privados?

15 septiembre, 2024

Una producción feminista que explora la interacción entre el comercio, los derechos de propiedad, la digitalización y los impactos en el territorio en el Sur Global abrió este viernes el Teatro Bar El Vicio la Semana de Acción Global por la Financiación Climática y un Futuro sin Fósiles

Texto y fotos: Daniela Pastrana

CIUDAD DE MÉXICO.- Nuestras vidas no son un fondo de inversión. Nuestros sueños no son privados. Sostenemos el mundo y el capital. No somos una. ¡Cuéntenos bien!

Ese es el mensaje de Ágata Crispis en El Mecader de Ideas, una obra de artivismo climático. diseñada para hacer un zoom cabaret que este viernes se presentó en vivo en la Ciudad de México para abrir la Semana de Acción Global por la Financiación Climática y un Futuro sin Fósiles

Del 13 al 20 de septiembre, en todo el mundo, se realizan actividades presenciales, virtuales, demostraciones artísticas y concentraciones para exigir que se tomen acciones urgentes por la justicia climática.

En México, las Reinas Chulas y la organización Equidad de Género, Ciudadanía, Trabajo y Familia presentaron a El mercader de Ideas, una producción feminista, con un guión de Erika Islas, Ceclia Navarro y Nora Huerta, que explora la interacción entre el comercio, los derechos de propiedad, la digitalización y los impactos en el territorio en el Sur Global .

También organizaron un conversatorio sobre la urgencia de la financiación climatica. .

“Celebramos una rebeldía demandando financiamiento climático y futuros con justicia ecológica, porque solo el poder del o pueblos abona a esta justicia”, dijo Emilia Reyes, directora del programa de políticas de equidad de Equidad de Genero.

La activista explicó que se planteó hacer una obra de teatro que explicara estos procesos desde que surgen los estados contemporáneos, pero también con el nacimiento de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

“Para nosotras era muy importante tanto la parte histórica y el reflejo de muchas realidades cotidianas”.

Las corporaciones están metiéndose hasta el último rincón de nuestra vida. Hay drones en Australia que están extrayendo materiales en una mina del Perú. Y drones en forma de abejas polinizando con transgénicos las flores. Por eso, dijo la campaña es aliarnos en movimiento, no podemos seguir con esfuerzos aislados.

Orfe Castillo, filósofa feminista que coordina en México Asociadas por lo Justo JASS Mesoamérica, destacó la potencia de la obra para analizar el poder en todas sus dimensiones, y también para mostrar lo que significa la solidaridad.

“Tenemos que pensar mas allá de nuestro pequeños nichos. Pensar globalmente porque el poder hegemónico transnacional nos afecta a todos”, dijo.

“Me sentía como Ágata, como una hormiguita, pero somos muchos movimientos en todo el planeta, muchas voces que no se están viendo ni escuchando pero están haciendo estas resistencias”.

Artemisa Montes, Directora Ejecutiva del Observatorio Mexicano de la Crisis, habló de dos fenómenos importantes de este siglo que hemos normalizado tanto que ya no los notamos: La privatización del espacio público y la criminalización de la vida diaria

“Cada vez nos están encerrando sin darnos cuenta y toman nuestras banderas, las cosas que peleamos muchos años para usarlas en nuestra contra”, dijo.

“El sistema financiero toma cada vez más el control de nuestras vidas”.

Denisse Velez, economista y responsable de investigación en Equidad de Género, destacó que estamos en un momento en el que realmente enfrentamos una extinción por causa de un modelos económicos que ha privilegiado el lucro sobre la vida.

«La justicia intergeneracional implica reconocer que los recurso que hoy están comprometidos fueron comprometidos por unas generaciones”, explicó. Y para cambiar el modelo hay que decir basta a las soluciones falsas de la tecnología y el mercado.

«Los drones y la geoingeniería no va a solucionar el problema por el contrario nos está enfrentando a mas problemas y crisis (…) No solo un asunto de inclusión sino de repensarnos”, aseguró.

El taquito nos da la fuerza

Ágata Crispis es una súperagente que recibe la misión de su jefe, el señor J. de descubrir un negocio turbio a cambio de megacorporaciones sin escrúpulos que han amasado fortunas, a costa del bienestar de las personas y el planeta.

Méndigo mundo neoliberal / Todo lo que toca lo deja mal / No ha respetado ni siquiera el nixtamal / Déjame decirte que no pasarás

Ágata investiga y va siguiendo las pistas del nacimiento de la Organización Mundial del Comercio, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, las patentes y la propiedad intelectual, que van privatizando el conocimiento de la mayoría de la población del Sur Global. Llega a una conclusión: todo lo que necesitamos para vivir tiene un dueño.

¿Desde cuando mi sueño es privado? / Nostalgia de ayeres donde no había dueños / Ladrones nocturnos, corruptos sin nombre / ideas mezquinas de los «grandes hombres«

Ägata descubre a los malechores y todo un sistema de despojo, en el que que los países invierten en tecnología solo para favorecer a las corporaciones privadas, que los obligan a endeudarse. Se da cuenta de que son demasiado poderosos y se siente como una hormiguita entrentando a un mundo gigante.

Lucha de gigantes que impone / pagar por gas natural / Un duelo salvaje advirtió / que todo me van a cobrar / En un duelo descomunal siento mi fragilidad.

Sola y abandonada en un desierto, enferma y desesperada, la superagente encuentra a una vendedora de tortillas de nixtamal, que le ofrece un taquito. El taquito le da la fuerza para encabezar las resistencias de las mujeres en contra de las megraempresas.

Andando, sembraremos esperanza / marchando saldremos de esta trampa / No somos una, no somos cien, somos un chingo, cuéntenos bien.

Quería ser exploradora y conocer el mundo, pero conoció el periodismo y prefirió tratar de entender a las sociedades humanas. Dirigió seis años la Red de Periodistas de a Pie, y fundó Pie de Página, un medio digital que busca cambiar la narrativa del terror instalada en la prensa mexicana. Siempre tiene más dudas que respuestas.