Están en riesgo la salud e integridad de poblaciones totonacas de Papantla. A 50 días, continúa la contaminación del derrame de crudo del ducto de Pemex en el río Cazones y alrededores. La empresa paraestatal no se ha hecho cargo de remediar el desastre ambiental
Por Daliri Oropeza / X: @Dal_air
El arroyo negro cruza la comunidad Ojital Viejo y conecta con el río Cazones en la región totonaca de Papantla, está totalmente contaminado por un derrame de crudo ligero de Pemex. Lleva 50 días.
La comunidad tuvo que instalar un bloqueo carretero 27 días después de que detectaron la contaminación. El 16 de septiembre del 2024 cerraron el tramo Chote-Coatzintla para que las autoridades y Pemex hicieran caso a sus denuncias por los graves daños a la salud, a la naturaleza, a los animales desde el 21 de agosto y no habían hecho nada… La lluvia incrementó el flujo de la contaminación. Y sigue.
Este arroyo, ahora negro aceitoso, era la fuente principal de agua de esta comunidad totonaca de Veracruz. Las señoras lo usaban para lavar ropa o la limpieza doméstica, los señores para que beban los animales. El agua por tubería llega cada 11 días. Si llega.
El agua del arroyo era incolora, vivían peces y tortugas. Ahora los habitantes de Ojital Viejo denuncian que sienten náuseas, mareos y dolores de cabeza por respirar hidrocarburo todo el tiempo. Hay casas que tienen el agua negra a menos de tres metros. Los pozos comunitarios están contaminados. Hay gran preocupación en el pueblo.
Tata Romualdo García de Luna es maestro y guía espiritual totonaco, originario de Ojital Viejo. En entrevista, explica la destrucción de Pemex en su región donde cada año hay una serie de explosiones o derrames de hidrocarburos. Habla de la libre determinación como un camino de esperanza:
En todo México, desde que llega la exploración petrolera, han hecho sus propios leyes a conveniencias de unos cuantos. Y nuestras leyes naturales y profundos, muchas veces es pisoteado, es ignorado, el cómo nosotros le hablamos a esos grandes generadores de vida. No así para las personas que tienen una institución con el signo de peso. Hemos visto a nuestro pueblo, a nuestros abuelos, que han sido mancillados por quitarle sus terrenos, sus tierras. Han quemado sus chozas, destruido hasta el éxodo. Lo hemos vivido.
Cuando viene la exploración petrolera, mucha gente que no ha visto el dinero en toda su vida, pues le ponen dinero en la mesa… Es ambición por tener algo y tantito peor que no busques tu esencia profunda.
Estamos viviendo el proceso de lucha, pero no con tambores de guerra, sino que con bandera de paz. Sembrando conciencia, hablando con los campesinos, con los que siembran, que ya no vendan sus terrenos. Que tenemos que fortalecer nuestras leyes totonacas. No más a las industrias. No más al saqueo. Pero créanme que no es nada fácil.
Porque el signo de peso pesa. Entonces han habido nuestros personajes, pues que se han quedado en el camino por aspirar al bien común. Y el equilibrio de nuestra naturaleza muchas veces se paga con la sangre. Por eso, nosotros seguimos haciendo nuestra ceremonia, para así concientizar a la gente. Sanar a los gobernantes. No quedarnos con los brazos cruzados. Tener siempre esa esperanza para un bien común, no un bien personal.
El diagnóstico es preocupante. De acuerdo con una brigada realizada por la Alianza Mexicana contra el Fracking y diversas organizaciones, persisten lodos contaminados, aguas de color óscuro con olores fétidos, personas con malestares, cultivos afectados, animales afectados y por lo menos 12 kilómetros de contaminación en la vereda del arroyo que conecta con el río Cazones.
Dan cuenta que las autoridades de Pemex, Semarnat, Profepa, Conagua han sido omisas, discriminatorias y negligentes en la atención del incidente y remediación del desastre que provocó la misma petrolera del Estado. Esto perjudica directamente la salud de varias poblaciones totonacas y calculan más de 20 años para limpiar la tierra.
Alejandra Jiménez, integrante de la Alianza Mexicana contra el Fracking que estuvo en la brigada. Cuenta lo que atestiguaron en Papantla, Veracruz:
Lo que pudimos ver ya estando en Ojital Viejo es que el derrame fue en la parte alta de la comunidad y fue cerca de un manantial, nacimiento de agua. Lo que sucedió es que, aunque Pemex atendió la línea el en el oleducto Coca C. proveniente del pozo 852 que por falta de mantenimiento provocó el derrame.
Y pues los de Pemex dejaron ahí todo el crudo que se había vertido. No lo retiraron de inmediato, como debería de ser y lo que sucedió es que ese crudo fue bajando. Primero a través del flujo del manantial, llegó primero a un aguaje que construyó una familia de la comunidad para su ganado. Quedó totalmente contaminado.
Cientos de árboles frutales contaminados hasta la raíz. Parcelas enteras con pérdidas incontables de maíz. El oleducto del pozo 852 que atraviesa el ejido Emiliano Zapata está relacionado con dos derrames previos en Papantla, hace 4 y 10 años, de acuerdo con habitantes de Ojital Viejo. La brigada confirmó el estado de los gasoductos y la falta de mantenimiento por parte de Pemex.
Documentos de Semarnat con registros de sitios contaminados confirman que toda esta región totonaca tiene un problema persistente con Pemex y empresas privadas por contaminación, derrames, explosiones, y demás desastres ambientales que han provocado desde que se instaló la petrolera.
Semarnat cuenta por lo menos 66 emergencias o pasivos ambientales en Papantla de 2011 a 2023, todas adjudicadas a Pemex Exploración y Producción. Confirma que el mismo oleoducto contaminó en 2014 y en otras comunidades. Pemex registra de 2018 a 2021, 176 derrames y fugas en escala moderada y grave.
Alejandra cuenta que atestiguaron que no hay indicadores de Pemex en los terrenos federales donde pasan los gasoductos u oleoductos. Registraron la presencia de empleados de Pemex, pero que lo que hacían solo estaba agravando la contaminación, asegura Alejandra Jiménez:
En el caso de Papantla son comunidades que tienen te decía 70 años atravesadas por gasoductos y oleoductos, pero no cuentan con universidades decentes ni dignas, no cuentan con hospitales de calidad, no cuentan incluso en sus comunidades con con clínicas, con doctores o con medicamentos.
Un grupo de empleados de Pemex, sin equipo de seguridad y con
herramientas rudimentarias, pasa los lodos a tres metros del río, en el suelo contaminado sin ninguna medida que proteja el suelo ni los cuerpos de agua, empeorando la situación con las lluvias.
La exigencia es remediación ambiental inmediata, no repetición, castigo a Pemex y atención de salud urgente. ¿Cuántos días más tienen que pasar, cuántos derrames o explosiones más, para dejar de poner en riesgo la salud e integridad de poblaciones totonacas enteras de Papantla el Tajin? Ojalá que pronto puedan atender a las personas afectadas y remediar el desastre ambiental.
Botas llenas de Tierra. Tejedora de relatos. Narro sublevaciones, grietas, sanaciones, Pueblos. #CaminamosPreguntando De oficio, periodista. Maestra en Comunicación y cambio social. #Edición #Crónica #Foto #Investigación
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