En respuesta a operativos de seguridad, grupos criminales desataron el caos en 13 municipios de estado. La base fue en Celaya, un municipio donde la violencia se ha enquistado. Ahí, quemaron vehículos y negocios, bloquearon vialidades
Por PopLab
Fotos: Cuartoscuro y PopLab
GUANAJUATO.- Celaya fue el epicentro del caos. Una respuesta de los grupos criminales a operativos del Ejército, que se expandió por la región Laja-Bajío y otros municipios del sur, como Salvatierra, y también en el Noreste, en San Luis de la Paz y San José Iturbide. Los municipios fueron «tomados» a lo largo de la tarde y parte de la noche. Incendiaron vehículos y negocios, bloquearon pasos viales, e intentaron quemar una gasolinera.
Hasta las 9 de la noche, Protección civil municipal y Bomberos habían atendido por lo menos 36 reportes de incendios de diversa magnitud en todos los rumbos de la ciudad.
Era una reacción de grupos delictivos a un despliegue operativo de corporaciones encabezadas por el Ejército, para efectuar diversos cateos en Celaya. Información no confirmada indica que hubo personas detenidas.
Poco después de las 4 de la tarde se advirtió el despliegue de corporaciones en la zona de la comunidad de Elguera. En menos de un hora se comenzaron a reportar incendios de algunos vehículos en puntos carreteros de los accesos a Celaya y vialidades hacia Salamanca, Cortazar y Juventino Rosas. A las 5 de la tarde, los bomberos empezaron a recibir llamados de auxilio por incendios de vehículos y algunos negocios dentro de la ciudad, en distintas zonas
A las 5:49 de la tarde, el secretario de gobierno del estado, Luis Ernesto Ayala Torres, publicó en su cuenta de Twitter un mensaje en el que confirmaba que: “Fuerzas Federales, en coordinación con autoridades locales, realizan cateos en puntos probablemente relacionados con el crimen organizado en zona Laja Bajío. Se activa coordinación para prevenir y atender posibles reacciones”.
Pero las autoridades fueron literalmente rebasadas por la reacción criminal, que rápidamente expandió ataques en los que incendiaron por lo menos dos tiendas Oxxo, una mueblería en el bulevar Adolfo López Mateos, y una tienda de bodega Aurrerá exprés en la colonia San Antonio. También intentaron incendiar una gasolinera en la calle Prolongación Juárez, en pleno centro de la ciudad.
De una de las tiendas Oxxo, los policías y los bomberos lograron sacar a los cuatro empleados, que se metieron a la cámara frigorífica cuando civiles lanzaron gasolina al negocio.
“En este momento elementos del cuerpo de Bomberos apoyado por las diferentes autoridades, se encuentran trabajando para sofocar varios incendios de vehículos en diferentes puntos del municipio”, publicó la Secretaría de Seguridad de Celaya, también en sus redes sociales.
A las 7 de la noche, la Fiscalía general del estado publicó en un tuit que en coordinación con el Ejército, autoridades federales, estatales y grupo táctico de la Agencia de Investigación Criminal de la propia Fiscalía “trabajan en coordinación en la zona Laja-Bajío en operativo contra grupos criminales donde se han registrado actos violentos”.
Para esas horas, taxis, remolques, tráileres, camiones repartidores de mercancías, motocicletas y autos compactos habían sido quemados en los accesos de Celaya a Villagrán, Salamanca, Salvatierra, Cortazar, Juventino Rosas y San Miguel de Allende, así como en Apaseo el Alto y Apaseo el Grande.
Reportes policiales también refierieron la colocación de artefactos conocidos como «poncha-llantas», y pilas de llantas incendiadas.
En municipios del Noreste como San Luis de la Paz, Dolores Hidalgo y San José Iturbide, así como en Acámbaro -en los límites con Michoacán- también fueron incendiados por lo menos tres tractocamiones y un automóvil.
En esos municipios se desplegaron operativos de la Guardia Nacional.
A las 10. 25 de la noche, el municipio de Celaya emitió un comunicado que señala que «se sabe que también ocurrieron en 13 municipios del estado, se mantiene la operatividad entre los tres órdenes de gobierno, entre ellos la GUARDIA NACIONAL, FSPE, SEDENA, AGENCIA INVESTIGACIÓN CRIMINAL Y POLICÍA MUNICIPAL».
El gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo apareció durante toda la jornada
La violencia en Guanajuato ha sido el dolor de cabeza del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Desde septiembre de 2018, Pie de Página documentó, cómo la violencia se había enquistado en uno de los estados más prósperos del país, y cómo, al mismo tiempo que reportaba un crecimiento económico muy arriba del promedio nacional, también tenía cifras inéditas de homicidios, y un creciente número de desapariciones.
El problema se agravó con la batalla emprendida conta el robo de combustible. Y no se ha podido detener.
Apenas el jueves, la espiral de violencia en Celaya cobró un nuevo nivel de horror con el asesinato violento de dos niños de 6 y 2 años de edad, víctimas de ataques a dos domicilios y un comercio donde también murieron siete adultos.
La muerte por disparos de ambos niños elevó a nuevas cotas la indignación que desde hace tiempo vive Celaya por la incontrolable violencia.
El gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo guardó de nuevo silencio ante los hechos y solo emitió un mensaje en sus redes sociales por el fin de cursos adelantada a causa de la pandemia: «Felicito a las niñas, niños y jóvenes guanajuatenses que concluyen su año escolar, ha sido un periodo complejo que nos deja grandes enseñanzas y retos por alcanzar.»
Pero la alcaldesa de Celaya, Elvira Paniagua, no pudo ignorar la indignacióna y el viernes condenó los hechos de violencia, aludiendo sesgadamente a los dos menores. También aprovechó para insistir en un llamado a una mayor presencia de las autoridades estatales y federales.
Sin embargo, la tensión entre las fuerzas policiales destacadas en el municipio quedó en evidencia unas horas más tarde, cuando se registró un enfrentamiento armado entre elementos de la policía municipal de Celaya con agentes ministeriales del estado, que incluyó una persecución y disparos hacia los vehículos, sin que se registraran lesiones ni bajas.
En la jornada del jueves murieron asesinadas nueve personas: los dos menores, tres mujeres y cuatro hombres. Dos de los hechos ocurrieron en la misma colonia: Campo Azul.
Un segundo ataque ocurrió en el exterior de un mercado de la colonia Resurrección.
Lo peor estaba por llegar: a las 11 de la noche, en un domicilio de la calle Anís de la colonia Campo Azul, fueron asesinador un niños de menos de dos años, una mujer de la tercera edad, y dos mujeres, una de ellas embarazada de siete meses; y dos hombres; también quedaron heridas dos mujeres.
La escena impresionó a los integrantes de los cuerpos de auxilio que arribaron al lugar: el pequeño yacía sobre una colcha con el torso impactado por un disparo; la anciana agonizaba tomada de la mano por otra persona, mientras las dos mujeres murieron agazapadas en el baño y tomadas de sus manos. Lo único que se sabe de los agresores es que viajaban en una camioneta negra de lujo.
Organizaciones que integran la Plataforma Política de mujeres y en defensa de los derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, expresaron su repudio por lo ocurrido, por lo que exigieron al gobernador Diego Sinhue Rodríguez y al fiscal general Carlos Zamarripa una investigación pertinente y castigo a los responsables, además de justicia, verdad y reparación para las víctimas.
«Estos asesinatos nos indignan debido a la pérdida de vidas humanas y la violencia generalizada que se vive en el estado de Guanajuato, evidenciando que las niñas y niños no están seguros en ningún espacio y entorno, incluido el familiar donde es asesinada la niña de dos años.»
El aumento de la violencia contra menores de edad ha sido documentado por el Centro de Promoción de los Derechos Humanos de Niñas, Niños y Adolescentes en Guanajuato NIMA, «con base en los altos índices de impunidad, la nula estrategia de políticas públicas que garanticen seguridad, supervivencia, protección y desarrollo de infancias y adolescencias».
Otras organizaciones firmantes Casa de apoyo a la Mujer, Mitote Popular, Ludoarte, Centro de Desarrollo Indígena Loyola y Escuela Intercultural Nenemi, exigieron a las autoridades de Guanajuato que generen políticas públicas con enfoque de derechos humanos, que salvaguarden la integridad de la vida de niñas, niños y adolescentes.
El 6 de junio, Arturo Lara Díez Marina de 16 años de edad, aficionado a recorrer las calles en bicicleta, estudiante del segundo semestre de preparatoria en el Instituto Minerva, fue asesinado en el ataque al taller Becaa Cars, junto a los hermanos Diego Rogelio y Ulises Becerra, propietario del local.
En Celaya, las balas no respetan edades.
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