13 enero, 2024
Delicias Solar sería construida en el municipio de San Luis de la Paz, Guanajuato. Según la empresa tendría tres décadas de vida útil y generaría «hidrógeno verde». Hoy, el proyecto permanece como un anhelo
Texto: Blanca Velázquez / IPS
GUANAJUATO.- Delicias Solar es un proyecto que aspira a producir hidrógeno verde. El sueño inició en 2014, de la mano de la empresa Dhamma Energy. Se concibió como la primera planta en México que generaría energía eléctrica renovable, para producir hidrógeno verde. Su plan era que a 2026 produciría energía limpia gracias a 120 792 paneles solares y que produciría anualmente de 3205 toneladas de hidrógeno verde. Transcurridos nueve años, el proyecto permanece tan solo como un anhelo.
El proyecto plantea destinar 65 % de la energía generada de esta planta a la producción del hidrógeno verde, 15 % para la recarga de baterías y el restante 20 % se incorporará a la red eléctrica de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). De acuerdo con documentos de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), la inversión estimada es de 45 millones de dólares y podría generar 76,72 gigavatio-hora (GWh) al año.
Delicias Solar sería construida en un terreno de 105 hectáreas, del municipio de San Luis de la Paz, en el estado de Guanajuato. Según su Manifiesto de Impacto Ambiental (MAI) —documento presentado a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) — la planta tardaría dos años en edificarse y tendría tres décadas de vida útil.
El hidrógeno se puede extraer del agua a través de una electrólisis, es decir, una descarga eléctrica que separa el hidrógeno del oxígeno; cuando esta proviene de energías renovables como la solar se le llama Hidrógeno Verde (H2V). Este se puede usar para almacenar energía y como combustible, siendo una opción a los combustibles fósiles.
Según Romeli Barbosa, experto en energías renovables y presidente de la Sociedad Mexicana del Hidrógeno (SMH), el mundo se encuentra interesado en el hidrógeno verde por dos razones principales.
“Queremos descarbonizar el sector de movilidad y eléctrico», indica. El otro motivo es porque las fuentes primarias renovables son intermitentes y requieren un sistema de almacenamiento de energía y el hidrógeno es el mejor de ellos, afirma el especialista.
La CRE es una institución que regula los proyectos energéticos públicos y privados. Es decir, cualquier empresa que aspire a ingresar al ámbito energético gestionará la obtención de un permiso de construcción y de operación, los cuales pueden ser sujetos a modificaciones.
“Las modificaciones a los permisos ocurren tantas veces como el proyecto lo necesite en el marco de su vigencia”, explica Walter Julián Ángel Jiménez, ingeniero eléctrico y Comisionado de la CRE. “Entonces todas esas modificaciones se tienen que reportar a la Comisión Reguladora de Energía”, acota.
La CRE otorgó el permiso de construcción a Delicias Solar para construir la planta el 17 de julio del 2014. Sin embargo, casi una década después aún no se edificó la infraestructura. Lo que sí ocurrió en ocho años fue la modificación del permiso.
De julio de 2014 a mayo de 2019, Delicias Solar solicitó cuatro veces la modificación de su permiso. En junio de 2021, nuevamente pidió una nueva, pero en esa ocasión fue negada debido a que no se había construido la planta.
“Los argumentos que aquí manifiestan recaen en el caso fortuito o de fuerza mayor. Sin argumentar ¿cuál es el caso de fuerza mayor? Invocan esta cláusula para seguir difiriendo la construcción de obras y la fecha de entrada de operación”, detalla Jiménez sobre el caso de Delicias Solar.
Los proyectos energéticos firman un contrato con la CRE el cuál tiene varias cláusulas, la diecinueve es la de Caso Fortuito o Fuerza Mayor. Cuando un proyecto hace uso de esta cláusula no tendrá responsabilidad por incumplir sus obligaciones. Se entiende por causa de fuerza mayor a hechos que no se pueden prevenir, como desastres naturales.
En opinión del comisionado Ángel Jiménez, Delicias Solar no ha construido por la cancelación de las subastas de energía. “Se apalancan con las acciones del Estado para este generar utilidades y rendimientos”, detalla.
En 2016 se cancelaron las Subastas de Largo Plazo, creadas para financiar nuevas centrales eléctricas. Los contratos eran de 15 a 20 años, lo que aseguraba recuperar su inversión a gran escala. “La empresa sin haber tenido un gran desempeño en el mercado eléctrico habría recibido 60 % de la inversión inicial”, resalta el comisionado.
Ante esta situación, en agosto de 2021, Delicias Solar interpuso un amparo con el propósito de que la CRE le otorgara el diferimiento.
“Metió un amparo y hubo una resolución del Poder Judicial donde se nos obliga a la CRE a volver a hacer el diferimiento”, explica el comisionado. Gracias al amparo la empresa pudo modificar el periodo de construcción y de inicio de operación. Esto posibilitó que el 17 de noviembre de 2022, la CRE le concediera otra vez el permiso.
Para este reportaje se buscó en distintas veces a Dhamma Energy, tanto llamadas a sus oficinas como a su gerente general; sin embargo, hasta el momento del cierre de la edición no hubo respuesta.
Delicias Solar pertenece a Dhamma Energy, empresa española con 14 plantas fotovoltaicas más en proyecto en México. Uno de los proyectos hermanos es la planta Neptuno Solar, que se encontrará a 30 kilómetros de Delicias Solar, en el municipio de Arriaga en el estado de San Luis Potosí.
Según el manifiesto ambiental, publicado en 2021, también se proyecta como una planta de energía fotovoltaica que produciría hidrógeno verde y utilizaría el mismo modelo de Delicias Solar. En comparación, Neptuno está planeada para ser más grande, usando el cuádruple de paneles solares para producir 18 toneladas anuales de hidrógeno verde. Seis veces más comparado con Delicias Solar.
Aunque pertenecen a la misma empresa, aún no ha conseguido el permiso de construcción de la CRE. Por ello en el estudio “Estado del Hidrógeno Verde en América Latina y el Caribe”, de la Agencia Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ), no se menciona a Neptuno Solar.
En la actualidad, la Comisión Federal de Electricidad está desarrollando dos plantas fotovoltaicas para producir hidrógeno verde. Uno de los proyectos estará en Sonora al norte del país y el otro al sur en Campeche. Este último fue anunciado por esta entidad en julio de este año.
A la par, centros de investigación desarrollan propuestas; por ejemplo, la Unidad de Energías Renovables del Centro de Investigación Científica de Yucatán creó un prototipo para producir hidrógeno verde.
México se atrasa y expertos en la materia reconocen la necesidad de un plan y desarrollar tecnología para incentivar esta industria. “Hace falta en México una ruta que tome el Estado”, afirma el especialista en energía Barbosa.
En mayo de este año la Asociación Mexicana de Hidrógeno publicó una ruta para consolidar la industria donde plantean que al instalar 79 gigavatios de capacidad renovable se podría cubrir la demanda interna de hidrógeno verde. También, estiman que se podría reducir 53M toneladas (t) de emisiones de dióxido de carbono (CO2). En 2021, México emitió 418 millones de toneladas de CO2.
El comisionado resalta el papel tecnológico. “Es importante desarrollar estas tecnologías y capacidad con recursos propios, porque será lo que va a abaratar”, explica.
Este artículo se publicó originalmente en IPS, aquí puedes consultarlo.
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