5 junio, 2023
Esta victoria es de las familias trabajadoras, de los campesinos, de los pueblos originarios, de las mujeres, dijo la maestra que se convertirá en la primera gobernadora del Estado de México; Coahuila se convierte en el último aliento del PRI
Texto: Arturo Contreras Camero, Alejandro Ruiz y Kau Sirenio
Fotos: María Ruiz
ESTADO DE MÉXICO.- Una hora antes de que el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) diera los primeros resutltados de las votaciones para elegir a la nueva gobernadora de la entidad, Delfina Gómez, la candidata de Morena, ya se había proclamado victoriosa. En el salón del hotel Radisson de Toluca, donde la maestra y su equipo de campaña esperaron el resultado, resonaba el canto de victoria: «¡Es un honor estar con la mejor!».
«Con la mejor militancia», completó ella desde el templete, al dar su primer mensaje, ya con el triunfo amarrado.
La que gana no es la maestra Delfina nada más. Son todos los mexiquenses. Ellos son los que han hecho posible este triunfo, porque son los que con su trabajo compromiso y, sobre todo su confianza, lograron que tengamos estos resultados (…) Ustedes decidieron que este es el momento del proceso de transformación que vive nuestro país eche raíces en nuestro estado. Nos fue requetebien y ahora vendrán mejores tiempos para los mexiquenses».
La candidata agradeció también a Horacio Duarte y a Higinio Martínez, precandidatos que declinaron en su favor y trabajaron con ella, por «su desprendimiento por su férreo apoyo y su confianza» y a los héroes anónimos de la campaña y la jornada electoral.
En un mensaje que destacó por su cercanía con el discurso presidencial de que gobernará, sobre todo, para los pobres, y con lenguaje incluyente, Gómez insistió en que fue la organización de la gente la que permitió vencer al priísmo mexiquense (la élite política más longeva del país).
Ser la primera mujer en gobernar este estado es un motivo para celebrar, pero ser la primera gobernadora de Morena en el Estado de México es una gran noticia para nuestro pueblo. Esta es una victoria para las familias trabajadoras, es una victoria de las mujeres que hemos luchado por años para que nuestros derechos se reconozcan, es la victoria de los pueblos originarios, que han resistido una y otras vez, de los campesinos a los que se les había dado la espalda (…) Han sido 100 largos años de corrupción y abandono, pero los tiempos cambian y el pueblo se organizó y venció».
Momentos después de los discursos triunfales, entre empujones de la prensa, la maestra explicó que retomará los foros de participación ciudadana digitales que inició durante la campaña y atenderá las peticiones que le hicieron durante la campaña.
En la Plaza de Toluca, aseguró que andará en el campo y trabajar con humildad y compromiso para enfrentar los enormes desafíos de gobernar la entidad más poblada del país. Aseguró que impulsará la economía y combatirá la inseguridad; ofreció que la mitad de su gabinete será integrado por mujeres, y que tendrá un compromiso con las madres buscadoras de personas desaparecidas o de feminicidio.
Segun los resultados de las encuestas de salida que citó el presidente de Morena, Mario Delgado, la ventaja de la maestra Delfina Gómez, rondaría los 18 y los 15 puntos porcenuales sobre su contendiente, la priísta Alejandra del Moral. Sin embargo, hasta el cierre de esta edición, el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) dio constancia de una ventaja de 8.2 puntos porcentuales para la maestra.
Los comicios de este domingo brillaron por la poca participación que caracteriza a las elecciones en el Estado de México. Según datos del IEEM, las elecciones para gobernador con mayor participación desde 1999 fueron las de hace seis años; en las que hubo una partició del 53.7 por ciento del electorado, contra un 49.7 por ciento de este 2023. En ese entonces el PRI y su candidato Alfredo del Mazo obtuvo la victoria sobre Delfina Gómez por una diferencia de tres puntos porcentuales salpicadas por denuncias de fraude electoral.
La poca participación se reflejó en la celebración en la Plaza de los Mártires a la que llamó la maestra Delfina Gómez, a la que solo llegaron pocas centenas de personas en una ciudad que parecía dormida, pasmada, ante un cambio de partido en el gobierno desde hace casi cien años.
En Texcoco de Mora, municipio que alzó como presidenta municipal a Delfina Gómez en 2015, la gente se levantó temprano para asistir a votar. Algunos, incluso, llegaron a casa de la entonces candidata a demostrar su apoyo a las 5:30, antes del amanecer, y cantarle las mañanitas
«Yo ahí la vi, toda desgreñada y en pijama, ahí estaba platicando con una bola de personas todas vestidas de negro», cuenta una vendedora de tamales que intenta ganarse el sustento del día a unas cuadras de la casa y del lugar donde votó Delfina Gómez.
Mientras despacha atoles y guajolotes, cuenta que esta elección, más que esperanza, le genera desconfianza. «Antes de que llegara ella a la presidencia municipal, me cobraban 30 o 50 pesos por vender aquí, pero a la semana de que entró, lo subieron a 500», se queja. También menciona lo que considera fue el mayor desatino de su gestión en la Secretaría de Educación Pública Federal (que ocupó de 2021 a 2022): la cancelación del programa de escuelas de tiempo completo bajo el pretexto de usar ese presupuesto en el programa La Escuela es Nuestra. Aunque no esconde el repudio al PRI, al que asocia con una característica corrupción.
Al norte de Texcoco, en el municipio de Tecámac, las elecciones transcurren bajo una plácida calma militar. Esta es una de las demarcaciones que fueron más beneficiadas con equipamiento y otros proyectos urbanos y de transporte por la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Angeles.
A las 10 de la mañana, dos horas después de iniciadas las elecciones, las urnas ya lucen bastante llenas. Con paso lento, algunas pocas personas se siguen acercando a emitir su voto.
«La verdad es que, aquí en el municipio, desde que llegó Morena, hay más apoyos básicos y económicos», dice la señora Gloria mientras se aleja de la casilla. «En cambio, de los apoyos del PRI, ya casi no llega nada». Asegura que durante la campaña, tampoco vio a Alejandra del Moral más que en espectaculares anuncios publicitarios.
Martha Morales llega temprano a la casilla en donde le tocará votar para la gubernatura del Estado de México. La acompaña su hijo, quien con credencial en mano también viene a ejercer el voto.
“Llegamos temprano porque es nuestro deber como ciudadanos”, dice Martha, mientras pregunta al funcionario de casilla en donde debe formarse.
Ella trae su propia pluma, su hijo también. Ambos son comerciantes, como la mayoría de los vecinos de la colonia Estrella de Oriente.
“No ha venido mucha gente, me dicen, pero yo quiero invitar a que vengamos a acabar con lo dinosaurios, a que participemos del cambio”, afirma.
No menciona partidos, pero Martha habla de PRI, el partido que por más de 90 años ha gobernado en el estado mexiquense.
Algunas observadoras del PRI la miran con recelo. Otras personas a su alrededor asienten con la cabeza discretamente.
“Tenemos que cambiar, aquí en la colonia tenemos muchos problemas que no se han resuleto: la seguridad, que haya más policía, apoyos para la gente”, enuncia, y deja en claro que estos problemas son producto de los gobiernos del PRI, aunque en Ecatepec desde 2022 gobierna Morena.
Un par de cuadras más adelante, en otra casilla, José Ramírez llega con su credencial en mano para votar.
Ahí, una abogada, observadora del PRI, no deja su celular en paz. Mira a los votantes, vigila las casillas, y a la mínima señal reporta incidencias.
José pasa a su lado, inadvertido para la joven priísta que dijo estar ahí “por amor al partido.
“Aquí nos falta seguridad, iluminación, apoyos”, comenta José.
Aunque él, a diferencia de Martha, tiene otra opinión sobre las elecciones.
“Yo creo que va a ganar el PRI. Pero te digo algo, yo vine por mi propia cuenta, pero sí creo que va a ganar el PRI, aunque muchos dicen que va a ser Delfina”.
José se equivocó.
De acuerdo con la consejera del INE, Guadalupe Taddei, en esta jornada electoral se registraron pocas incidencias y la votación transcurrió con normalidad.
Sin embargo, en Ecatepec los vecinos se quejaron de que las casillas se instalaron tarde. Tampoco hubo reportes sobre actos de violencia.
“Ojalá que las cosas cambien ¿verdad? Por eso estamos votando, porque el presidente ha apoyado a los adultos mayores, y ojalá el nuevo gobierno también nos apoye”, dijo una señora de 68 años al salir de la casilla electoral.
Las necesidades son muchas, y el nuevo gobierno tiene una gran tarea frente a si: no defraudar a quienes confían en sus promesas de cambio.
“Qué va a llevar marchanta, mangos, sandías, peras, manzanas y uvas, escógele”, grita una muchacho en el tianguis de las vías del tren en Naucalpan, Estado de México.
La tradicional vendimia inicia en la colonia El Molino y termina en la colonia de la Cañada, cubre alrededor de tres kilómetros. Ahí se dibuja el comercio multicolor que ofrece mercancía a bajo precio.
A pesar el calor de mediodía, los marchantes abarrotaron las viejas vías del tren para surtirse de la despensa de la semana. Sin embargo, las casillas que se ubican cerca de las vías del tren lucieron vacío, los votantes llegaron cada 15 minutos.
De ahí inicia el recorrido hacia la colonia de San Esteban, en la sección 2880, básica y contiguas 1 y 2 la participación es baja.
Naucalpan es uno de los municipios del Estado de México considerado como el corredor industrial. Ahí, se asentaron distintas fabricas, aunque alguno sobreviven a pesar de la crisis de 1994.
La colonia de San Esteban, El Molinito, La Cañada la fundaron los obreros que llegaron a trabar en la zona de las fabricas de San Andrés Atoto.
🗳️ En la sección 2862 de #Naucalpan la votación es baja, en promedio una persona por cada 15 minutos.
— Pie de Página (@PdPagina) June 4, 2023
R: @KauSirenio pic.twitter.com/cJrbiWfGv4
Obreros que fueron el voto corporativo del Parido Revolucionario Institucional (PRI) hasta 1997 cuando perdieron la alcaldía ante el Partido Acción Nacional (PAN), en ese entonces ganó José Luis Durán Reveles que pronto se convirtió en candidato a la gobernatura por su partido 1999 cuando perdió ante Arturo Montiel Rojas.
El PAN mantuvo la alcaldía de Naucalpan en 2009, ante el PRI, que mantuvo el poder durante dos trienio, en 2015 recuperaron la presidencia municipal pero, lo perdieron en 2018 ante la candidata del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y Partido de Trabajo (PT), Patricia Elisa Duran Reveles hermana del dos veces alcalde por el PAN; José Luis Durán Reveles.
La reconciliación llegó cuando PRI-PAN se fueron en alianza para recuperar la alcaldía en 2021. A partir de ahí construyeron la coalición con el que pensaron que ganaría la gobernatura, sin embargo. Perdieron.
En las colonias: San José, Centenario, La Tolva, La Cañada, Benito Juárez, Molinito, San Esteban, los votantes se movilizaron como pudieron, aunque llamó la atención que en cada mesa receptora de votos, había dos o tres mujeres con libretas en manos mirando a los lejos la llegada de alguna o algún elector a emitir su sufragio.
Así transcurrió el día en Naucalpan, los votantes salieron, pero no como lo hacían en la época del PAN, las largas filas que hacían para votar ya no se vieron. La derrota estaba anunciada.
🗳️La candidata, acompañada de la dirigencia del partido, reconoce la victoria de @delfinagomeza
— Pie de Página (@PdPagina) June 5, 2023
R: @A_Ruiz9 pic.twitter.com/l8DwmlzM9J
El templete está vacío, pero el patio del Comité del PRI en el Estado de México esta abarrotado de sus militantes, todos con sus chalecos rojos. Sus rostros son jóvenes, los de una nueva generación de un partido en decadencia que acaba de perder su bastión.
Cabizbajos, como con el ego herido, los jóvenes priístas no se parecen en nada a esa vieja generación que formó el grupo Atlacomulco. La misma que durante 90 años gobernó el Estado de México, y que algunas veces ocupó la silla presidencial.
De esa generación para no quedar nada, ni el legado, ni el capital político que durante décadas amasaron.
De pronto, del tercer piso del histórico edificio del PRI la candidata a la gubernatura, Alejandra Del Moral, desciende acompañada de la dirigencia del partido y de la coalición que bajo el lema de la reconciliación querían continuar con su dominio en el Estado de México, pero no les alcanzó.
Los jóvenes priístas aplauden, llenan el patio con loas hacia su candidata. Del Moral, quien desde la publicación de un reportaje que evidencia un desvío de más de 5 mil millones de pesos para su campaña desapareció de la palestra mediática, ahora da la cara.
Toma el micrófono y deja caer un balde de agua fría para los jóvenes que la escuchan con atención:
«En democracia, lo he dicho siempre, para poder ganar, hay que saber perder, y yo soy una demócrata, luché con todas mis fuerzas, no escatimé un sólo esfuerzo, estoy en paz».
Su discurso, aunque breve, es histórico: el PRI reconoce perder la gubernatura del Estado de México frente a Morena, un partido que se autodefine a la izquierda.
La victoria de Delfina Gómez, candidata de Morena, fue, al menos, con 10 puntos porcentuales de ventaja frente a su rival.
El PRI no lo pudo negar.
Del Moral pone el último clavo al ataúd:
«Saludo a la maestra Delfina Gómez Álvarez, que será la próxima gobernadora del Estado de México. Le deseo todo el éxito por el bien de las familias del Estado de México”.
Los aplausos vuelven a sonar. Algunos rostros dejan caer las lágrimas. Otros, molestos, dicen entredientes que esta elección fue de Estado, pero que el PRI no está muerto, que aún vienen las elecciones para renovar la legislatura y algunas presidencias municipales. Su desaire tiiene el tono de una amenaza, o de una esperanza vacía, que de cara al 2024 hará todo por hacerse realidad.
En Coahuila las cosas son muy distintas, pues desde el cierre de las casillas en esta jornada electoral, el candidato del PRI, Manolo Jiménez, aventajaba la contienda con más del 40 por ciento de los votos a su favor.
“Todo apunta a que tenemos una ventaja de doble dígito, estamos muy contentos. Este gran equipo con el que vamos a trabajar es el equipo ganador de esta contienda electoral”, dijo el priísta en su único discurso ante los medios de comunicación.
Después, desde la casa de campaña de Morena en Coahuila, su candidato, Armando Guadiana, acusó que la elección “fue de Estado”. Esto, por la detención de militantes morenistas que hizo la policía de ese estado. Según cálculos del partido, son 27 los morenistas que fueron encarcelados, aparentemente, sin motivo alguno.
Los hechos fueron reconocidos por el gobernador, también de PRI, Miguel Riquelme, quien aseguró que posteriormente informará los motivos de las detenciones.
Esto convierte a Coahuila en el único estado de la república que desde hace 90 años seguirá bajo el gobierno del PRI, y en el segundo de todo el país, junto a Durango, que controla el partido más viejo de México.
La coalición que le permite vivir, compuesta por el PRI – PAN- PRD no escatimará fuerzas para volver a sus años dorados.
Para Santiago Creel, coordinador de la bancada del PAN en la cámara de diputados, su consigna es clara:
«Una derrota puede convertirse en un triunfo. Y un triunfo muy fácilmente se transforma en una derrota».
El escenario para la sucesión presidencial está puesto, y la batalla por el 2024 oficialmente ha comenzado.
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