¿Covidiotas?, la realidad mexicana de los contagios

16 octubre, 2020

Entre las nuevas palabras que surgieron durante estos meses de pandemia por la covid–19 está el término “covidiotas”, además de «coronnials” y “zoompleaños”

Texto: Vania Pigeonutt

Foto: Galo Cañas/Cuartoscuro

Hay páginas de redes sociales dedicadas a exhibir a aquellos mexicanos que salen a fiestas o realizan actos considerados imbéciles en plena emergencia sanitaria. Páginas que exhiben a los llamados «covidiotas».

En estos perfiles la gente comparte videos, fotos, capturas de pantalla de publicaciones de mensajería como WhatsAap donde los usuarios se organizan para bailes, fiestas de cumpleaños y actividades que en general suponen un alto riesgo de contagio o están en ellas.

En Pie de Página hablamos con el doctor Malaquías López Cervantes, cuyos estudios de maestría se centraron en la Epidemiología. El médico tiene una amplia trayectoria en el área de la salud, durante el sexenio pasado fue director general de Planeación y Desarrollo en la Secretaría de Salud.

–¿Cómo podríamos definir estos actos?

– La transmisión ha sido intensa a través del año contra lo que se pensó originalmente. Había un supuesto no dicho de que íbamos a tener transmisión al principio durante unas semanas o meses, que después de eso iba a disminuir hasta desaparecer. No fue el caso. Hemos tenido una transmisión bastante alta y se ha sostenido por un tiempo mucho más largo. No fuimos ejemplo, como China, donde subió y bajaron los contagios porque la gente realmente se pudo asilar. En México no.

En México se han renovado las cadenas de contagios, por nuevos casos susceptibles que van pasando a otros que siguen siendo susceptibles y que está muy relacionado con la movilidad poblacional. Nunca tuvimos más allá del 50 por ciento de la reducción nacional y luego empezó a subir otra vez. Ahorita estamos viendo las consecuencias.

Otra vez están aumentando los casos; no nada más en Europa. Ya estamos viendo en México también un incremento de casos que poco a poco va a ir alcanzando otras partes del territorio; ahorita ya hay una curva de aumento de contagios en Chihuahua. Pronto vamos a ver que en otras regiones va a ir subiendo el contagio porque la población se mueve a través del espacio y va diseminando el contagio.

–¿Qué comportamiento ha sido acentuado en cuanto a los contagios en México?

– Por una parte se ha exhibido una característica muy importante de la epidemia en México: los contagios entre la gente joven son por lo general benignos y los pasan relativamente rápido y pocas complicaciones. Esto ha hecho que haya segmentos de la población que dicen: ‘¿A mí por qué me tienen inmovilizado si a mí prácticamente no me pasa nada? Yo voy a librar la infección sin consecuencias ‘. Entonces esto va creando una especie de rebeldía entre grupos poblacionales que sienten que no es justo tenerlos limitados.

Son jóvenes por lo general los que no tienen miedo a exponerse, los que están dispuestos a acudir a lugares donde se pueden dar los contagios. Yo creo que deberíamos reconocer esto a través del tiempo.

-¿Qué hace falta a la estrategia a estas alturas?

– No sabíamos el comportamiento epidémico de esta infección. Los que realmente deben estar aislados y protegidos somos los de la tercera edad, personas que tenemos mayor edad, a veces tenemos enfermedades crónicas que nos vuelven más susceptibles al daño y que en todo caso, en una vivienda se pueden mezclar generaciones y la exposición de una generación de gente joven con gente grande puede acarrear contagio de personas de mayor edad. Genera esta desigualdad en la vivienda, donde la restricción no nos afecta igual a todos. Un joven tiene más ganas de salir, se desespera más rápido y busca salir de la vivienda, mientras el viejo, que es el que tiene miedo, se queda dentro de la vivienda, pero los flujos de contagio pueden fortalecerse cada que la gente sale.

Otros efectos de la pandemia: psicológicos

El haber suspendido las clases en las escuelas primarias es parte de una medida que es horizontal, todos se quedan en su casa, y los niños son los que menos peligro tienen de contagiarse. Pero dejar a los niños aislados de la casa lo que produce es que los niños van a ser afectados por la falta de socialización. Muchos niños por estar en las escuelas van desarrollando capacidades adaptativas, sociales; hay familias que les pegan a los niños, no tienen manera de comunicarse con otros niños. Son víctimas proporcionadas del aislamiento, se está evitando el contagio, pero se propician estas circunstancias.

El experto advierte: “Se tendría que haber buscado un camino que permitiera una ruta más rápida hacia la inmunidad de grupo, pero a partir de la creación de barreras que impidan el contagio hacia los más susceptibles. En el pasado ya hemos visto cosas al revés: en el sarampión si están todos vacunados, niños de mayor edad y adultos si estamos todos vacunados, somos una barrera que impide que a los demás les dé el contagio”.

Considera que no necesariamente tendríamos que vacunar tempranamente a los bebés. “Pero si generamos barrera de inmunidad porque tenemos resistencia, esa es una especie de embudo que proteja a los jóvenes. En el caso de la covid es al revés, necesitamos tener una especie de embudo que proteja los mas grandes”.

–¿Cuáles son las expectativas cuando ya esté la vacuna?

– Cuando llegue la vacuna eso va a cambiar. Se vacuna selectivamente a los más viejos y se les quita del grupo de susceptibles. La enfermedad puede correr entre los más jóvenes y ni siquiera llegar a hospitalizaciones.

Yo no he visto a las autoridades con la capacidad ni disposición de entender. Ha habido una postura fija, necia que conduce a estancamientos en las acciones sociales y al limitar las posibilidades de oposición. Por ejemplo: esto de no querer usar el cubrebocas; es tan estúpido pensar que es algo político. Es algo biológico, de limitar el contagio.

«Yo creo que ha faltado la organización social impulsada por las autoridades de los tres niveles. Que se abran canales búsqueda de soluciones que de un lugar a otro serán distintas. No se va manejar el problema de la movilidad social y de la distribución y desigualdad de la población que en Chihuahua igual que la de Morelos”.

Prevé: “Vamos a tener una epidemia dilatada. Ha sido un espejismo esto de que va bajando. Que eventualmente vamos a tener un repunte que no necesariamente lo debemos caracterizar a una segunda o tercera ola, de grupos que han entrado en la probabilidad y ola de contagios. Gente que al principio pudo resistir el encierro y que ahora sale, y gente que no lo pudo resistir, pero que ahorita tienen inmunidad y salen. Los caminos que va a seguir el contagio van cambiando […]; la intensidad de la epidemia se mantiene alta, lo de la bajada ha sido un espejismo; y hay una proporción muy alta de personas susceptibles. El contagio encuentra nuevas formas, nuevas vías, va llegando a los susceptibles”.

Concluye: “Esto de las fiestas covid ¿a quién se le ocurrió? Me parece imbécil: van a llevar el contagio a sus familias, son los grupos sociales que mantienen el contagio. Pensemos en el impacto del Día de las Madres, luego viene Navidad”.