Contra la precariedad laboral, docentes del Claustro comienzan a hacer la tarea

10 diciembre, 2023

Desigualdades salariales, simulación de relaciones laborales y falta de derechos, son el motor que impulsa a unos profesores para crear una organización que luche contra la precarización laboral

Texto y fotos: Isabel Briseño

CIUDAD DE MÉXICO.- La privatización de la educación en todos los niveles y la precariedad laboral del personal docente son dos de los principales retos por atender en México.

Entre una mayoría del gremio académico persiste la coincidencia del hartazgo, fastidio y molestar por tener que exigir mejores condiciones laborales.

En la pasada Conferencia Internacional de Educación Postsecundaria, Educación Superior e Investigación celebrada en México el pasado mes, se abordaron los pendientes, avances y retos en el sector educativo.

La presidenta Internacional de la Educación, Sussan Hopgood, señaló que la precarización laboral en el sector educativo está lejos de acabar y el personal docente sigue expuesto a una carga de trabajo doble.

Algunos profesores indican que la simulación de relaciones laborales y el maltrato institucional a sus docentes se ha generalizado. Así lo señalan Alicia Hopkins, Melissa Fernández y Antonio Peña, académicos que vivieron durante años el abuso laboral. 

Espacios de negocio o espacios formativos

¿Qué valor tiene la educación en la actualidad?

Antonio Peña indica que en los últimos años, el valor de la educación se transformó, dejó de ser una institución educativa y empezó a formarse como una fábrica, un lugar donde lo que importa es tener más clientes, producir y tener ganancias en las instituciones privadas.

Señala que se está perdiendo la idea formativa y la educación se está volviendo como todo lo demás, un objeto comercial que tiene un valor desde lo que puede dejar en términos económicos monetarios, lo percibo así. 

“Me sorprende mucho como después de la pandemia he leído algunos artículos que que mencionan que los papás y mamás, están percibiendo el valor educativo ya no como algo fundamental y creo que se está perdiendo la importancia de la educación y en ese sentido  los gobiernos no le están apostando tanto a la educación, entonces lo que hacemos los docentes, adquiere un valor diferente, esa es la razón por la cual a los docentes se nos está pidiendo que fortalezcamos más el negocio que la formación”.

Peña indica que el asunto neoliberal y de explotación de este capitalismo mordaz llegó incluso al campo educativo, porque para él, ya ni siquiera hay respeto por la figura docente.

Explica que la figura del docente tiene que actuar como a modo, es decir, como si fueran empleados que facilitan las relaciones comerciales de las Universidades.

Alicia Hopkins agrega que dentro de este marco del neoliberalismo, hay dos cosas que son importantes a observar. Por un lado es mirar la inversión, las escuelas invierten en infraestructura y en difusión, pero no invierten en la formación y mucho menos invierten en el pago de los salarios de sus profesoras y de sus profesores.

Otro tema para Hopkins es la cuestión de la jerarquía, hay una especie de normalización de las jerarquías dentro del ámbito de la educación y todo el sistema meritocrático permite que a quienes están hasta abajo de esa jerarquía se les nieguen los derechos laborales y que quienes están arriba no sólo accedan a sus derechos laborales, sino que incluso sean beneficiarios de diversos privilegios.

“Dentro del Sistema Nacional de Investigadores hay quienes pueden llegar a ganar hasta 300.000 mil pesos al mes, mientras que otros educadores ni aguinaldo tienen”, apunta Hopkins.

El abuso también va ligado a la vocación, opina Melissa Fernández.

“De pronto a algunas y algunos docentes nos mueve tanto la vocación, nos apasiona tanto compartirnos a través de la enseñanza, que se nos olvida que somos trabajadores. Nuestro trabajo nos gusta tanto que no se siente que es trabajo y por supuesto no nos estoy responsabilizando, no, pero me parece que desde ahí se teje esta estructura de explotación”.

La necesidad de organizarse

Melissa Fernández, Alicia Hopkins y Antonio Peña, ex trabajadores de la Universidad del  Claustro de Sor Juana, buscan la defensa de los derechos laborales no sólo en condiciones económicas, sino también en la mejora de las condiciones psicológicas.

En un primer foro frente a una diversa audiencia, en la Universidad Obrera de México, lanzaron una primera invitación  a otras y otros docentes a incluirse en esta propuesta.

“Una cosa importante es sumar a todas las personas que educamos, ya sea de manera formal o informal me refiero a la gente tallerista, es decir a toda la gente que nos dedicamos a la educación”.

También compartieron su experiencia de precarización laboral. Trabajaron por varios años para la institución privada del Claustro y fueron despedidas de manera injustificada.

“Cuando ya no tienes nada que perder, pues es cuando te movilizas”. indica Fernández.

El motor para organizarse son los fallos favorables que Fernández y Hopkins obtuvieron a sus demandas.

Los académicos consideran que es el miedo a perder sus ingresos lo que hace al resto de los y las docentes decidan no movilizarse.

El interés de los académicos es generar fortalecimiento comunitario en el sector educativo.

“A mí lo que me encantaría y sueño es que pueda haber un sindicato, organización o lo que sea, pero que esté fundamentado en la participación colectiva y que esta comunidad a través de esta organización defienda sus derechos laborales”, indica el profesor Antonio.

Alicia Hopkins sueña con dignidad para las y los trabajadores de la educación.

“En términos individuales sí da miedo alzar la voz, pero la organización colectiva nos da fuerza y esa fuerza nos puede permitir recuperar lo que nos han arrebatado”, indica.

El proceso comunitario, vínculos sólidos, y la integración son parte de las fortalezas con las que esperan echar a andar su movimiento.

El llamado, dicen, es hacia otras compañeras y otros compañeros para encontrarse, saber cómo funciona esta forma de explotación dirigida, específicamente contra los profesores y las profesoras de asignatura y a partir de ahí ir generando en conjunto un frente que permita generar espacios de encuentro, de comprensión para entender primero el problema y desde ahí presionar a las patronales para que se reconozcan los derechos laborales de los profesores y las profesoras de asignatura.

“No nos estamos organizando en contra de un patrón en particular, sino en contra de un sistema que nos tiene en la precarización absoluta”.

El mensaje está muy claro para la profesora Melissa:

“La precarización nos coloca en un estado de indefensión consciente e inconsciente, lo cierto, es que así como vemos que despiden injustificadamente, que maltratan institucionalmente, que desdeñan a colegas, pues tarde que temprano nos va a pasar a nosotros y a nosotras. La pregunta es ¿por qué no te pasaría a ti, si nos está pasando a todo el mundo?”.

La conclusión de la profesora Melissa es reiterar la necesidad de colectivizarse ante un mundo que obliga a ser individualistas.

“Creo que la salvación está en lo colectivo sin que suene a una hiperromatización o a suponer que dentro de lo colectivo no hay broncas, hay problemas, pero también ese tipo de problemas se se deben de enfrentar en colectivo”.

Los profesores finalmente hacen el llamado a sus colegas a estar atentas, atentos a próximas convocatorias para organizarse y señalan, hacer presión política, jurídica para la defensa de sus derechos.

Para quien desee contactar a esta organización pueden hacerlo a través del siguiente correo: sopa.cdmx@gmail.com

Nunca me ha gustado que las historias felices se acaben por eso las preservo con mi cámara, y las historias dolorosas las registro para buscarles una respuesta.