30 noviembre, 2019
La fase informativa de la consulta sobre el Tren Maya informó poco en las asambleas regionales. Con esas dudas, los representantes de los pobladores volvieron a sus comunidades a deliberar previo a la votación del 14 de diciembre
Texto y fotos: Robin Canul
TENABO, CAMPECHE.- La consulta indígena en el sureste mexicano por el Tren Maya inició bajo omisiones y condicionantes.
En este municipio, en una de las cinco entidades donde se realiza la consulta, el funcionario Iván Ramos Méndez, representante del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI) , explicó que durante la primera etapa, la de difusión de información -paradójicamente- no se informará sobre las afectaciones y consecuencias del proyecto.
La consulta para la realización del Tren Maya tiene tres etapas: difusión de información, deliberación y votación. Este viernes se trataba de que los pobladores recibieran la información en una asamblea regional para llevar después deliberar en sus comunidades y votar en las urnas el 14 de diciembre.
Ramos dijo que será en la etapa deliberativa donde se realizará un debate y se tomarán acuerdos específicos, bajo el argumento de cumplir el proceso de consulta.
“Después de que terminemos la asamblea de información, ustedes van a tener que regresar a sus comunidades y por su conducto puedan compartir esta información hacia adentro de sus asambleas, y una vez que ustedes tengan la anuencia, nos podamos ver el 14 de diciembre en este mismo espacio”, explicó.
Otro funcionario federal, Sergio López Olvera, subdirector jurídico consultivo corporativo de Fonatur, insistió en la misma postura de reservar la información a los ejidatarios.
“La idea es que la siguiente fase deliberativa sea donde demos respuesta a todas sus inquietudes”, dijo en entrevista con Pie de Página.
López Olvera negó que se haya otorgado información incompleta, a pesar de que no respondió la mayoría de las preguntas de los pobladores.
El funcionario sostiene que sí se cumplen todos los requisitos del convenio 169 de la OIT, al realizar solamente dos de las cinco etapas de consulta que marca la normativa internacional.
Después de que los funcionarios de Fonatur dieron información sobre los beneficios del Tren Maya, vinieron los cuestionamientos de los pobladores.
José Rigoberto Huchín Uc, comisario de Tenabo, cuestionó sobre la existencia de una empresa privada contratada por la dependencia, que ha sido intermediaria entre el ejido y el proyecto.
El comisario de Calkiní pidió a los funcionarios aclarar el trato al que pretenden llegar sobre la venta de tierras para el tren. Los ejidatarios, recalcó, están muy informados sobre las deudas que tiene la empresa ferroviaria existente. Saben de los adeudos pendientes de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes con los campesinos del territorio ejidal de Calkiní.
El funcionario de Fonatur respondió que esas decisiones se tomarán una vez que sea aprobado el Tren.
Las dudas prevalecieron pese a que en la asamblea hubo funcionarios federales de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano; la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales; la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente; la Procuraduría Agraria; la Secretaría de Comunicaciones y Transportes; la Secretaría de Gobernación; la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, además de observadores de la CNDH, ONUDH, Codehcam.
Los ejidatario se fueron con otras dudas sin resolver. Cuáles son los porcentajes de inversión pública y privada que tendrá el Tren, cuál será el derecho de vía, qué pasará con las familias afectadas…
Los funcionarios tampoco informaron habitantes de qué zonas serán reubicados. No hablaron sobre precios de pasaje, ni qué empresas privadas operan para Fonatur. Ni esclarecieron sobre los posibles pagos por indemnización de la tierra o sobre si habrá expropiaciones.
El ejidatario Esteban Cohuo Poot, del ejido de Suc Tuc, recalcó que por los megaproyectos en la región, como la siembra de transgénicos en Hopelchén, los pobladores padecen daños ambientales y problemas de salud.
El Fonatur y el INPI esperaran que sean las autoridades municipales y ejidales quienes lleven y repliquen la información para deliberar el próximo 14 de diciembre.
El antropólogo e investigador Rodrigo Llanes Salazar advirtió que este proceso acelerado implica una grave violación a los estándares internacionales, toda vez que 15 días no son suficientes para desahogar dudas y lograr consensos de trabajo para la elaboración de un protocolo en apego al convenio 169 de la OIT.
Llanes Salazar consideró que no existe información pública, hay decisiones que no serán sujetas a consulta, toda vez que se trata de un proceso ya definido.
De acuerdo con Llanes, las consultas deben ser procesos de diálogo intercultural cuya duración no ser definirse de antemano. Los estándares internacionales no contemplan una duración específica del proceso de consulta, pero difícilmente en 15 días podrá entablarse un diálogo intercultural sobre un proyecto de la magnitud del tren maya
La población en general en la zona no fue convocada.
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Robin Canul (Campeche, 1985) es fotógrafo documental de largo aliento y artista multidisciplinario. Se enfoca en temas relacionados a los derechos humanos y medio ambiente. Ha colaborado para diversos medios y organizaciones internacionales como AJ+ Español, Brut, Liberation de Francia, Climete Home, Brut, Revista ECOS, Mongabay, Pie de Página, Revista Gatopardo, Goldman Prize, Greenpeace, entre otros. Actualmente coordina Jaltun Investigación y Acción Colectiva forma parte del movimiento cultural Narrativas desde la Mayanidad y el colectivo Sak Bej
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