Jefes de Estado de 11 países latinoamericanos se reunieron en Palenque, Chiapas, para consensuar políticas ante la crisis migratoria de la región. Entre las prioridades están mejorar las condiciones ambientales, sociales y económicas de los países de origen, pugnar por el fin de las sanciones económicas y generar políticas homologadas de seguridad

Texto: Alejandro Ruiz

Fotos: Presidencia e Isabel Mateos / Cuartoscuro

PALENQUE, CHIAPAS. – Óscar camina con su hija por el parque central de Palenque, Chiapas. Antes de seguir su camino, se sienta en una banca y comenzamos a conversar:

“Yo salí hace 5 meses de Venezuela. Lo hice porque quería un futuro mejor para mi chama y para mi.  Cruzamos a pie, por la selva del Darién”.

Óscar y su hija son parte de una cifra alarmante en la región. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, desde 2019 más de 7.7 millones de venezolanos han abandonado su país intentando llegar a los Estados Unidos. La mayoría decide migrar a través de la Selva del Darién, ubicada en la frontera de Colombia y Panamá. Una región controlada por grupos del crimen organizado y que es la única ruta terrestre para llegar al norte del continente.

Hasta el mes de septiembre, autoridades de Panamá reportaron que durante este año habían migrado por este punto 320 mil personas. Actualmente, de acuerdo con la ONU, la cifra ya rebasa los 400 mil.

Óscar y yo no hablamos de la ruta. Me dice que no quiere recordar eso. Mejor compartimos un café, mientras su hija salta de la carreola para  jugar con otros niños en el parque central. Los niños vienen de Haití, y aunque no comparten el mismo idioma, sus risas parecen crear un lenguaje en común: la felicidad.

-¿Tú sabes que mañana viene el presidente Maduro a hablar sobre migración? – Le pregunto, mientras bebemos un café a más de 30 grados centígrados.

-No, ¿pero qué va a decir? En Venezuela nos vamos porque tenemos hambre, nos arriesgamos porque la vida allá no es mejor que lo que podemos vivir en otros lados. Queremos llegar a Estados Unidos – responde.

Antes de seguir nuestros caminos, Óscar me pide dar un mensaje a los presidentes (como si esto fuera posible):

“Por favor, diles que ya paren esto. Queremos vivir en paz, donde sea que queramos hacerlo”.

Una cumbre en medio de la selva

Encuentro por una vecindad fraterna y con bienestar, así decidió llamar el gobierno de México a la cumbre que reunió a 10 jefes de estado para discutir la política migratoria de la región. El encuentro sucedió en Palenque, Chiapas, en la zona arqueológica que aún conserva los vestigios de la cultura maya.

México, Venezuela, Colombia, Cuba, Costa Rica, Honduras, Ecuador, Panamá, El Salvador, Belice y Haití se dieron cita a esta cumbre. Todos estos países, de una u otra forma, están impactados por la migración.

La reunión, a puerta cerrada, generó una amplia expectativa, pues era la primera vez que los jefes de estado de estos países se reunían para discutir la crisis migratoria.

Lo hicieron durante dos horas y media «de intenso debate», informó al termino de la reunión Alicia Bárcena, canciller mexicana. Sus conclusiones las plasmaron en una declaratoria, la declaración de Palenque.

«Las principales causas estructurales de la migración son de origen político, económico, social y los efectos negativos del cambio climático», acusó Bárcena en un mensaje a medios acompañada de los cancilleres de 9 países, con excepción de Ecuador.

Pero agregó que, además de esto, también existen factores externos que han recrudecido la migración en América Latina:

«Las medidas coercitivas unilaterales, de manera y de naturaleza indiscriminada, afectan negativamente a poblaciones enteras, y en mayor medida, a las personas y comunidades más vulnerables».

Programas sociales y apoyo energético, ofertas de México

De acuerdo con los acuerdos de la Cumbre de Palenque, los 11 países se comprometieron a atender 10 áreas prioritarias: autosuficiencia y soberanía alimentaria con la recuperación del sector agrícola; Protección, conservación y restauración del medio ambiente; Empleo digno; Educación y desarrollo de capacidades técnicas y tecnológicas; Seguridad energética, incluyendo energías renovables de avance hacia la descarbonización; Autosuficiencia sanitaria; Comercio e inversión intrarregional para el desarrollo socioeconómico; Combate al crimen organizado transnacional, al tráfico de personas, y a la corrupción, fomentando la cooperación en seguridad.

Para esto, el Estado mexicano asumió el compromiso de exportar dos de sus programas sociales de avanzada: Sembrando vida y Jóvenes Construyendo el futuro.

A la vez, informó Bárcena, fomentarán la cooperación en materia de petróleo, gas, electricidad y energías renovables; y una plataforma de armonización regulatoria de cara a la creación de una agencia de medicamentos de América Latina y el Caribe. 

Mientras tanto, todos los países asumieron el compromiso de fomentar el comercio interregional, promoviendo preferencias arancelarias, estableciendo cuotas y la eliminación de barreras no arancelarias. También, generarán propuestas de arquitectura financiera para replantear la deuda soberana de cada país, para fomentar el desarrollo de todos los países.

De manera central, otro compromiso es crear políticas migratorias internas que respeten los derechos humanos, resguardando la vida y dignidad de las personas. Así como a generar políticas y prácticas migratorias acordes con la realidad actual de nuestra región, y ampliar los mecanismos de migración regulada.

Esto, para evitar la repetición de tragedias como la de la Estación Migratoria en Ciudad Juárez, un hecho que recordaron un grupo de migrantes en Tapachula, que protestaron mientras se realizaba la cumbre.

Piñatas con las imágenes de los presidentes de Cuba, Nicaragua y Venezuela fueron quemadas por migrantes varados en TAPACHULA, como un acto de protesta en contra de la Cumbre de Palenque, realizado este domingo. pic.twitter.com/kYPsWBqpPP

— Chiapas Paralelo (@ChiapasParalelo) October 23, 2023

Construir progreso, y no campos de concentración

Durante su mensaje, el presidente colombiano, Gustavo Petro, enfatizó la esencia de los acuerdos de esta cumbre:

Si en el norte no se quiere recibir a personas étnicamente diferentes a ellos, la mejor salida es construir progreso en el sur, y no campos de concentración en la frontera».

Sin embargo, Petro insistió en que este progreso no puede lograrse si se destruye el planeta. La crisis climática, acordaron los 11 países, es una de las causas estructurales de la migración.

«Si queremos una salida democrática al problema de la migración, disminuir los flujos del éxodo, hay que superar la crisis climática y la pobreza que genera. El presupuesto de energías de los Estados Unidos (que no lo están aplicando en energías limpias), se puede usar para potenciar la generación de energías limpias en el sur, y ahí relanzar una producción descarbonizada. Una salida completamente diferente a usar látigos, caballos, perros. Una salida diferente a condenar a una parte de la humanidad americana a morir a manos de mafias».

Para esto, el presidente Petro adelantó que buscará reunirse con el gobierno de Panamá para recuperar la selva del Darién de manos de los grupos criminales. También, buscará reuniones con su homólogo de Haití, país al que el resto de las naciones asistentes a la Cumbre se comprometieron a ayudar para paliar la crisis económica y de seguridad que vive en la actualidad.

Estados Unidos: el artífice

Entre los acuerdos para trazar una agenda común en la región que atienda la migración, los 11 países se comprometieron a instar a los Estados Unidos para que termine las sanciones económicas en contra de estos países.

De acuerdo con sus gobiernos, estas sanciones son el principal motor de la migración.

Bruno Roddríguez Parrilla, canciller de Cuba, lo explica:

«En el caso de Cuba, cuya migración tiene impacto en los países de la región, además de las condiciones naturales que provocan la migración de nuestra región, existen factores extraordinarios, artificiales, que influyen en esa migración. Esos factores son el bloqueo económico impuesto por los Estados Unidos, dirigido expresamente a deprimir los ingresos. Naturalmente, eso provoca un estimulo a la migración».

Además, agregó, existe una política activa por parte del gobierno estadounidense para estimular la migración cubana por medios irregulares.

«Hay un trato privilegiado para los cubanos, está una ley de refugio para los cubanos, y otra que ofrece al migrante cubano el privilegio singular de poder normalizar su situación al cabo de un año de haber entrado a los Estados Unidos».

Por su parte, el presidente Nicolás Maduro ahondó más al respecto.

«Las causas de la migración venezolana están vinculadas directamente a las sanciones criminales, inmorales, que se han aplicado. Desde el año 2015 pesan más de 930 sanciones ilegales contra Venezuela. Son medidas coercitivas unilaterales. Medidas extorsionistas, toturantes y unilaterales».

Ambos países, sin embargo, omitieron hablar de las acusaciones sobre graves violaciones a los derechos humanos que pesan sobre ellos.

Un primer paso

El acuerdo de seguimiento de esta Cumbre deja compromisos concretos con los países firmantes de la declaración de Palenque.

Para evaluar y aterrizar en políticas concretas los resultados de esto, México y Colombia propusieron reunirse en el encuentro de alto nivel sobre migración y desarrollo en América Latina y el Caribe, donde se integrarán los mecanismos regionales y subregionales a realizarse el primer trimestre de 2024.

Los cancilleres de cada país acordaron instalar un grupo de trabajo en la materia.

Horas después de la cumbre, en el parque central de Palenque suenan las marimbas. Todos bailan, aplauden. Haitianos, venezolanos, mayas, estadounidenses. Turistas o gente que busca una mejor vida en el norte.

Francoise abraza a su hija. Salieron de Haití hace un par de años y ahora viven en México, trabajan en una peluquería. Me dice:

«Yo no sabía de esa reunión, pero yo ya no necesito ir a otro lado. Aquí encontré la paz que buscaba».