7 junio, 2023
Artesanas del arte de la cadenilla, en Oaxaca, denunciaron que la marca Dior no les dio reconocimiento por el uso de su trabajo durante un desfile de modas que se realizó en la Ciudad de México. Esto, denuncian las artesanas, es un ejemplo de la apropiación cultural
Texto: Diana Manzo / Istmo Press
Foto: Especial, vía Istmo Press
OAXACA. – Comunidades y artesanas del Istmo de Tehuantepec, así como colectivas, pidieron una explicación a la marca Dior sobre la colaboración que se hizo durante su desfile de modas, en donde en ningún momento aparecieron los nombres de las artesanas del arte de la cadenilla, originaria del Istmo de Tehuantepec, y tampoco sus lugares de origen, reafirmando una vez más la apropiación cultural que tanto se ha denunciado.
Lo que se sabe, es que en el desfile, las prendas presentadas fueron las que comercializa el gestor y diseñador Remigio Mestas, originario de Villa Hidalgo Yalalag, quién tiene una tienda de artesanías y llevó prendas del Istmo, Jalapa de Díaz, Valle Nacional y otras comunidades, pero nunca se les nombró ni se hizo mención a ninguna de las artesanas que lo elaboraron.
El arte de cadenilla es un arte que se elabora con maquina de costura pequeña e hilos de seda, es una técnica antigua que todavía se elabora por mujeres, hombres y muxes biniizá (zapotecas) y ayuujk (mixes), ikoots ( huaves) en el Istmo de Tehuantepec, principalmente en Chicapa de Castro, San Blas Atempa, Juchitán, Ixtaltepec, San Mateo del Mar y San Juan Guichicovi, y que resisten continuamente ante el plagio de sus modelos y textiles.
En la pagina de Instagram “Cadenacadenilla”, conformada por artesanas y activistas, éstas hicieron un análisis y una postura sobre el desfile de Dior y el huipil de cadenilla.
Dijeron que aparecer en una pasarela de Dior expone ampliamente, presenta y ofrece las creaciones de las artesanas a su mundo con dinámicas creativas globalizadas que nada tiene que ver con la manera de producir.
“En la región del Istmo, actualmente se vive una crisis local de plagio, imitación e industrialización de nuestro hupil, por eso ninguna artesana o artesano deben ser señalados pro haber participado en la elaboración de dicha o dichas piezas. No sabemos el origen o causa o porque pudo pasar”, citaron.
Además hicieron mención que quila cadenilla aguarda concepciones de la vida, ha registrado la lengua a través de e la geometría y encapsulado de elementos del cosmos, del mar o de animales sagrados, y estos están presentes en diseños sumamente elaborados o muy sencillos y minimalistas.
También dijeron que empresas masivas de Fast Fashion como Inditex durante años han replicado diseños que ven en las pasarelas de las marcas de lujo, con el fin de volverlas accesibles a mucha más gente.
“Aquí vemos un fenómeno que nos alarma, cuánto tiempo va a pasar antes de que el huipil de cadenilla expuesto en el desfile de Dior sea presentado a un precio más barato y hecho en tela subliminal o bordado en una maquina industrial”, recalcaron.
Por su parte, Eva Rú, artesana de cadenilla desde hace más 60 años de edad, expuso que se deben respetar a los artesanos, nombrarlos y reconocerles.
“Yo sí respeto el trabajo de otra artesana, porque sé del esfuerzo que se hace, y es que ¿si no somos nosotros quienes valoramos nuestro arte?, nadie lo hará”.
Eva de 75 años de edad, ha sido maestra de casi una veintena de mujeres que hoy son artesanas del arte de la cadenilla de su comunidad llamada Chicapa de Castro, agencia municipal de Juchitán, en el sur de Oaxaca.
“Cuando no es un trabajo mío y me piden que lo hago, siempre le doy el reconocimiento al diseño, mi trabajo es sagrado, y debe respetarse, es lo único que pido, respeto ante lo que hacemos con pasión”, dijo.
Manuela Cortés, activista y diseñadora, expuso que muchos miembros de las comunidades están dispuestos a hacer colaboraciones con las marcas grandes, sin embargo, la manera de acercarse a estas comunidades no ha sido atinada, haciendo que la ventaja sea para actores externos.
“No hubo anuncio o algo por el estilo que le planteara los pros y contras a las comunidades, porque desafortunadamente las artesanas viven una lucha constante con las maquinas automatizadas que allá están y modifican los diseños y el arte”, dijo.
Hasta el momento, la Secretaria de Cultura a cargo de Alejandra Frausto no ha dado ninguna declaración al respecto, que aunque se intenta mostrar una colaboración justa, la realidad es que el video y la pasarela nunca nombran a las antenas ni a las comunidades de origen.
En agosto del 2021, el Congreso de Oaxaca aprobó la reforma al párrafo cuarto del Artículo 16 de la Constitución local. Con el objetivo de evitar el plagio de los diseños de la cultura colectiva oaxaqueña.
Esta reforma, iniciativa de la entonces diputada morenista, Gloria Sánchez López, aprobó castigar el saqueo del patrimonio cultural material e inmaterial de los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas, protegiendo la propiedad intelectual colectiva y los elementos que la conforman.
Pueblos mixes, zapotecas y chinantecos de Oaxaca han denunciado continuamente, que diseñadores extranjeros plagiaron elementos y patrones gráficos que componen y representan su identidad y para ello solicitaron protección.
Este trabajo fue publicado originalmente en ISTMO PRESS, que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Puedes consultar aquí la publicación original.
Reportera en Unión Hidalgo, Oaxaca.
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