Compras de pánico por COVID-19 causan desabasto de medicina contra enfermedades autoinmunes

22 marzo, 2020

La hidroxicloroquina y la azitromicina son medicamentos que se utilizan para el lupus y otras enfermedades autoinmunes. Quienes padecen estas afecciones deben medicarse a diario. Después de que Donald Trump dijera que servían contra el Covid-19, se agotaron en nuestro país

Texto: Marcela del Muro

Foto: María Ruiz

SAN LUIS POTOSÍ, SLP.- Ante el panorama mundial por la pandemia del Covid-19, en la planta de la compañía china Huawei, ubicada en la ciudad de Querétaro, realizaron, de manera aleatoria, pruebas particulares para diagnosticar el coronavirus. 

El viernes 20 de marzo, entregaron algunos resultados. Jaime dio positivo. 

En aquel momento se encontraba de viaje en casa de una tía. Y el pánico lo invadió.  La noche del viernes, regresó a Querétaro para realizar la cuarentena y alejarse de todos sus familiares.

Fue al Hospital General de Querétaro, pero como no presentaba ningún síntoma, no se le realizó la prueba  para validar el resultado obtenido en el laboratorio particular. Lo único que se podía hacer era monitorear si Jaime presentaba síntomas en los próximos días y acudir, nuevamente, al médico.  

La incertidumbre invadió a toda la familia de Jaime. Entre todos buscaron alternativas por si alguno de ellos caía enfermo. Encontraron que unos días antes, el 19 de marzo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que Estados Unidos tratará el Covid-19 con hidroxicloroquina y azitromicina. Estos son medicamentos retrovirales, antipalúdicos y antimaláricos. En la actualidad, son utilizados para enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide, la polimialgia reumática, el síndrome de Sjögren, el lupus, entre otras. 

La mañana del sábado, trataron de conseguir la hidroxicloroquina, Planequil por su nombre comercial, en farmacias en línea. El medicamento estaba agotado. 

La verdadera necesidad

Ese mismo día en la ciudad de San Luis Potosí, Karla también buscaba el medicamento. Hace un año, su hija fue detectada con lupus y toma una pastilla de hidroxicloroquina diaria y solo le quedaban cuatro dosis. Para Karla era urgente y necesario conseguir el medicamento. 

El lupus es una enfermedad autoinmune, crónica e incurable, en la que el sistema inmune genera anticuerpos que atacan y destruyen los tejidos del cuerpo. De este modo afecta órganos, articulaciones y vasos sanguíneos. Si esta enfermedad no se trata es mortal, por lo tanto, el medicamento debe tomarse diariamente para conservar los síntomas en periodo de remisión.  

El pánico puso en riesgo a los más vulnerables

Primero, Karla buscó por internet, en todas las cadenas de farmacias. Cambiaba el código postal para comprobar la existencia en toda la capital. El medicamento estaba agotado en la ciudad entera. Habló con amigos y conocidos que tienen lupus. A ninguno le sobraba medicamento. La compras de pánico –provocadas por el anuncio de Trump– y la psicosis de la población tomó por sorpresa a los consumidores de este fármaco. Además, la hidroxicloroquina es un medicamento de libre acceso; es decir que no requiere de prescripción médica. 

Aun en cuarentena, decidió salir de su casa y buscar la hidroxicloroquina en todas las farmacias en su camino, mientras recorría la ciudad, pero no tuvo suerte. Decidió pedir ayuda, primero, con sus familiares y amigos en otras ciudades del país y, después, solicitó apoyo por sus redes sociales. 

Karla estaba angustiada por su hija que, además, forma parte de la población más vulnerable en esta pandemia. Al salir a la calle y estar en lugares de riesgo, como las farmacias y hospitales, ponía en peligro la salud de su hija, pero necesitaba el medicamento.

Pasadas de las nueve de la noche, Karla recibió la llamada de una amiga. Ésta le avisó que en una pequeña farmacia, al norte de la capital, había hidroxicloroquina. A las nueve cuarenta y cinco de la noche pudo comprar el medicamento.

Por iniciativa de la propia farmacia, viendo la alta demanda del medicamento, pidieron su receta e identificación oficial. Pero, en la mayoría de las farmacias de la capital se vendió el medicamento sin ningún control. Las pastillas, que costaban menos de 600 pesos, subieron su precio. Karla la consiguió a 800, solo 33 % encima de su precio normal, pero, en las pocas farmacias donde se consigue este medicamento se ha triplicado su precio, a 1 mil 800 pesos.  

Prevenir el desabasto

El desabasto de hidroxicloroquina tomó un plano nacional, poniendo en riesgo a toda la población con lupus, que se estima es de 1.5 millones de personas en México. Y yambién a todos los pacientes con  enfermedades autoinmunes. En el portal Change.org hay dos peticiones realizadas en México, relacionadas a este problema: “Hidroxicloroquina sólo con receta médica” y “La Hidroxicloroquina está agotada para pacientes que la necesitan en México”. 

Aunque el medicamento ha mostrado resultados iniciales  muy prometedores, está aún en fase experimental. No se aconseja automedicarse aunque existan probabilidades de contagio o síntomas de Covid-19. 

Periodista freelance con base en San Luis Potosí. Le gusta escuchar historias y trata de preservarlas, por eso es periodista. Su visión se centra en la cobertura de temas de derechos humanos, migración, desaparición, violencia de género y crisis ambiental.

Foránea siempre, lo suyo es lo audiovisual y el periodismo es la vía por donde conoce y cuestiona al mundo.