¿Cómo narrar un genocidio?

23 octubre, 2024

Manifestantes caminan, para protestar por el asesinato de miles de personas palestinas por el estado sionista de Israel. Foto: Duilio Rodríguez

Las agresiones del Estado de Israel contra la prensa han sido recurrentes durante el genocidio en Palestina. Ahora, además de asesinar a cerca de 175 reporteros, acusó a seis periodistas de Al Jazeera de terrorismo. Sobre esto reflexiona el periodista Giovanni Porzio

Texto: Alejandro Ruiz

Foto: Duilio Rodríguez / Archivo Pie de Página

CIUDAD DE MÉXICO. – Desde el inicio del genocidio contra el pueblo palestino, el Estado de Israel ha asesinado a cerca de 175 periodistas que cubren el conflicto en la Franja de Gaza.

Pese a esto, y aunque los bombardeos no han cesado durante más de un año, asesinando a más de 43 mil civiles, este 23 de octubre el gobierno israelí acusó de terrorismo a 6 periodistas de Al Jazeera que cubren la guerra contra el pueblo palestino.

Los cargos, según la legislación de Israel, contemplan la pena de muerte, una sanción similar a la que el gobierno de los Estado Unidos le quería imponer al periodista y fundador de Wikileaks, Julian Assange, liberado el pasado 24 de junio tras haber pasado mil 901 días en una prisión de máxima seguridad del Reino Unido.

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¿Por qué imponer el silencio? ¿Por qué, el mundo occidental guarda silencio? El periodista y enviado especial en guerras, Giovanni Porzio, responde en entrevista para Pie de Página.

¿Cómo narrar un genocidio?

En su experiencia, Giovanni Porzio dice que, aunque esta no es la primera guerra que el Estado de Israel desata contra el pueblo palestino, el último año el proceso de ocupación «ha llegado a un punto de horror y de dolor que es inimaginable».

Todo, critica, en total silencio.

«La guerra que Israel está conduciendo contra el pueblo palestino es una guerra de exterminación. Es una guerra que se desarrolla en la total impunidad, con el el gobierno israelí rompiendo toda la legalidad. Es un fracaso para el derecho internacional, para las Naciones Unidas (siempre marginales), y un fracaso para el periodismo».

Porzio, quien carga a cuestas una carrera de más de 30 años de experiencia cubriendo conflictos armados en Medio Oriente, África y América Latina dimenciona la gravedad de a censura en la que se narra el genocidio.

«Esta es la primera vez que no puedo testimoniar directamente, sobre el terreno, lo que se pasa en Gaza. El gobierno de Israel prohíbe a los periodistas independientes entrar en Gaza. Tenía amigos stringers, traductores, amigos que me ayudaban en mi trabajo en Gaza. Ahora no contestan al teléfono, no contestan porque puede ser que los hayan asesinado».

Para Giovanni Porzio, el genocidio contra el pueblo palestino «es una hecatombe fenomenal que nunca se produjo en la historia». Por eso, dice, el gobierno de Israel ha emprendido una campaña contra la prensa crítica, la que «va contando lo que ven con sus propios ojos: el genocidio que está cumpliendo Israel en Gaza».

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La hipocresía de Occidente, y los medios

El periodista Giovanni Porzio lo dice sin reparos: detrás del genocidio en Palestina está la ocupación de su territorio.

Este proceso, afirma, no es nuevo, y ha contado con el respaldo de una narrativa imperial que, para evitar asumir sus responsabilidades históricas, pretende instalar el discurso «del bien contra el mal».

«En realidad, el conflicto palestino es un conflicto por la tierra. Una tierra muy pequeña, habitada por 7 millones de judíos y 7 millones de palestinos. Es un conflicto por la tierra y por el poder que lo trasladan a un plano ideológico y ético, insertando la narrativa del bien contra el mal, como en el tiempo de las cruzadas. Y así, vuelven imposible encontrar una solución política o diplomática. Son los fanáticos que hablan».

Detrás de ésta narrativa está el imperialismo, encabezado por el gobierno de los Estados Unidos, pero también por otras potencias que disputan los recursos y posiciones estratégicas en Medio Oriente.

«La cuestión palestina es un obstáculo secundario en esta visión imperial que tienen los Estados Unidos en mantener su hegemonía. Su estrategia está en contener la amenaza creciente de China a sus intereses».

Porzio, con una lectura geopolítica compleja, ahonda en esto:

«El ataque de Hamas a Israel fue la perfecta oportunidad para escalar esta guerra, que no es una guerra solamente contra los palestinos, sino una guerra contra los que son considerados enemigos. Como en todos los imperios, desde el imperio romano, el británico, el imperio azteca, y hoy el americano (y mañana el chino), los otros son siempre considerados como bárbaros. Los bárbaros que son terroristas, que quieren destruir los valores del occidente, incluidos los migrantes, que son percibidos como gente que atenta contra sus valores. Es una visión maniquea, absurda, pero que pasa en los medios de comunicación como propaganda, sobre todo en Europa».

Porzio, critica que toda esta narrativa, que encubre una disputa imperial como un problema ético, la replican, acríticamente, los grandes medios de comunicación. Pero también en otros canales propios de nuestra época: las redes sociales.

«Las redes sociales reproducen o que captan de una manera totalmente superficial, sin rigor ni investigación. Aún así, hay mucha gente que cree que las redes sociales son los nuevos medios. Eso es peligroso, porque mucha gente, sobre todo los jóvenes, los usan como la única fuente de información».

Entonces, ¿cómo contrarrestar estas narrativas? Porzio adelanta algunas conclusiones: verificar nuestras fuentes de información, defender y pelear por quienes están en campo mostrando crímenes de guerra.

Y, sobre todo «exigir a la comunidad internacional que intervenga de maneras más contundentes, porque esta es una guerra que se está perpetuando, y el mundo es una locura, cada vez más militarizado y polarizado».

Si quieres escuchar la entrevista completa puedes hacerlo en nuestro canal de Youtube:

Periodista independiente radicado en la ciudad de Querétaro. Creo en las historias que permiten abrir espacios de reflexión, discusión y construcción colectiva, con la convicción de que otros mundos son posibles si los construimos desde abajo.