Durante las administraciones de Enrique Peña y Arturo Montiel en Estado de México, desaparecieron partidas completas de los ingresos del Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM), se condonaron deudas millonarias o se conmutaron por terrenos. Estas maniobras financieras pulverizaron el patrimonio del instituto por lo que ahora autoridades buscan nuevamente aumentar las cuotas a los trabajadores
Por: María Teresa Montaño Delgado y Héctor Fajardo Castañeda / The Observer, Periodismo y Verificador del Discurso Público
Foto: Moisés Pablo / Cuartoscuro
El 25 julio del 2018, la legislatura mexiquense selló por dentro todos sus accesos para aprobar sin interrupciones una nueva reforma a la ley del ISSEMyM, con la que se aumentaban las cuotas de aportación a los derechohabientes y se transfería a las Afores, la administración del sistema de pensiones; afuera, en la calle, cientos de trabajadores se agolpaban y protestaban, en torno al edificio, en un intento desesperado por impedir un “nuevo asalto” al organismo.
Era la herencia que les dejó Enrique Peña y el Grupo Atlacomulco: nada.
El ISSEMyM es el sistema de seguridad social de Edomex, equivalente al ISSSTE, para los burócratas locales.
Aquella tarde, como ocurrió también en 2012, con Eruviel Ávila y en 2002 con Arturo Montiel, los cambios a la ley del Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM), con un millón 300 mil derechohabientes, se aprobaron sin concesiones por una aplastante y vieja mayoría priísta, solo que en esta ocasión, llegó la 4T y metió reversa, abrogando las modificaciones cuatro meses después en diciembre del 2018.
Lo que pocos saben es que detrás del quebranto financiero que enfrenta el organismo y que ha servido como principal argumento para intentar imponer nuevas reformas a la ley del instituto, surge la figura de Enrique Peña Nieto, quien por primera vez podría ser llevado a los tribunales para responder por presuntos actos de corrupción en PEMEX, como fraudes y malversación de recursos, delitos que bien pudo ensayar primero en el ISSEMyM durante su gestión como gobernador. Luego se fue al gobierno federal y su “cleptocracia” empeoró.
Por lo menos eso se deduce de las Cuentas Públicas 2008, 2009, 2010, 2011 y 2012, de las que analizadas en conjunto, emerge un patrón de saqueo sistemático al patrimonio del ISSEMyM, el cual habría iniciado en la gestión de Arturo Montiel (1999-2005), continuado con Enrique Peña Nieto (2005-2011) y perpetuado con Eruviel Ávila (2011-2017), consistente en la desaparición de partidas completas en ejercicios anuales, o arriesgados movimientos financieros, que terminaron por pulverizar su patrimonio, controlado desde entonces, por directores cercanos al Grupo Atlacomulco.
Si bien las Cuentas Públicas de los ejercicios 2005, 2006 y 2007 correspondientes a Enrique Peña y las anteriores de Arturo Montiel están encriptadas por el Congreso Local y el Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM), los resultados de auditorías externas posteriores, dejaron suficiente evidencia contable y estadística, que muestra los enormes boquetes que desde Montiel Rojas comenzaron a cavarse en las finanzas del organismo.
Cabe destacar que de entonces a la fecha se han realizado al menos dos grandes reformas a la Ley del ISSEMyM, una en 2002 y otra en 2012, para aumentar los porcentajes de aportación a las cuotas de los trabajadores, así como los años de servicio para jubilarse. Actualmente ya se les descuenta el 12.125%, lo cual aunado al pago de impuestos reduce significativamente sus ingresos netos.
Ahora la nueva administración busca una tercera reforma que tentativamente aumentaría 3.5% adicional a los trabajadores, entregaría a las Afores el sistema de pensiones, limitaría el número de derechohabientes por familia y ajustaría de nuevo los años de servicio para acceder a la jubilación. Casi al filo de la tumba.
Por ello los trabajadores en julio del 2018 se lanzaron a las calles, confrontaron a los legisladores de la 4T y ahora juran, que volverán a hacerlo, para evitar un nuevo albazo.
Hasta el 2018, el ISSEMyM atendía a un millón 108 mil 770 derechohabientes, de los cuales 362 mil 542 eran servidores públicos, 64 mil 649 pensionados y pensionistas y 681 mil 579 dependientes económicos.
Aunque no existe una fecha precisa, las pruebas documentales disponibles hasta ahora indican que el patrón de saqueo al patrimonio del ISSEMyM arrancó en el gobierno de Arturo Montiel y se intensificó entre 2005 y 2011 durante el gobierno de Enrique Peña, cuando de manera alternada desaparecen montos de partidas completas en los ingresos anuales de esos ejercicios, se utiliza el subsidio anual al fondo de pensión para propósitos diversos -o desaparece-, se condonan deudas multimillonarias a entes públicos sin ninguna justificación aparente, o se contratan créditos con nuevos bancos, en arriesgadas inversiones que no han sido aclaradas.
Tanto así que, por ejemplo, los ingresos relacionados con las tiendas departamentales y centros vacacionales que operaba el instituto desaparecen o no se consignan en diversos ejercicios. Los datos los aportan las propias Cuentas Públicas disponibles desde 2008, mismas que pese a los faltantes y boquetes financieros fueron aprobadas por legisladores de todos los partidos, incluyendo algunos que ahora regresaron investidos por Morena.
Incluso durante algunos ejercicios se esfuman de los estados contables, las ventas más mínimas que obtenía el organismo, a través de sus pequeñas pero muy populares tiendas “ópticas”.
La rapiña de desató.
Estas ópticas que no ocupaban más que un pequeño local adjunto a las tiendas o las farmacias, proveían de lentes a los empleados de gobierno más modestos, a pagos mínimos y sin intereses. En 2005, las ópticas reportaron ventas por un millón 217 mil pesos, es su último registro. En los estados financieros de 2006, 2007, 2008 y 2009, deja de reportarse el monto de estos ingresos.
Algo similar ocurrió con las tiendas departamentales del ISSEMyM, muy populares entre la burocracia mexiquense por sus precios bajos en la canasta básica, muebles y electrodomésticos. Casi siempre en quincena, las familias las abarrotaban por completo, pues también obtenían descuentos en otros productos.
Los centros vacacionales de Tonatico, Valle de Bravo y El Ocotal permitían a su vez a empleados de bajos ingresos –secretarias, trabajadores de limpieza, operativos y auxiliares administrativos en general-, acceder a vacaciones con hospedaje a costos mínimos por dos o tres días. Los centros ofrecían cuotas de recuperación por día –con tarifas diferenciadas para niños o adultos-, con las tres comidas incluidas. Un sueño para servidores públicos pobres o nivel medio.
El ISSEMyM también contaba con “centros sociales” que podían rentarse para eventos familiares, como XV Años o bodas por parte de los empleados y a cuotas accesibles. Hoy la historia es otra.
En diversos ejercicios a partir de 2005 (año administrado por Montiel y Peña), las ganancias generadas por esta infraestructura desaparecieron por completo de los reportes contables del ISSEMyM y actualmente ya no ofrece los grandes descuentos que se reservaban a los derechohabientes, sino que se manejan como cualquier empresa privada, mientras que las tiendas departamentales se cerraron. Canalizaron el potencial de consumo del sector (más de un millón de derechohabientes y 362 mil 540 burócratas), a empresas privadas.
En su lugar, las tiendas cerradas ahora anuncian descuentos para derechohabientes en SAM´S Club, operado por Walmart. Sí, al que Peña Nieto, en su gobierno, concedió docenas de licencias para operar hasta en la zona arqueológica de Teotihuacán y que actualmente cuenta con 401 tiendas en 63 municipios mexiquenses.
Por lo que hace a las tiendas cerradas del ISSEMyM, los trabajadores entrevistados aseguraron que ese patrimonio ya no les pertenece, pero estiman que el saqueo histórico pudo rondar los 5 mil millones de pesos tan solo en el gobierno de Eruviel Ávila, de acuerdo con Gabriela Estrada Velázquez, coordinadora del Movimiento Transformación Social, uno de los dos colectivos que se aglomeró a las afueras del Palacio Legislativo, aquella tarde de julio del 2018.
Tras el ejercicio del 2005, cuando Peña Nieto llegó al poder precedido por miles de mujeres priistas que le canturreaban porras exóticas en sus mítines de campaña, las ventas en los centros departamentales pasaron inexplicablemente de 145 millones 273 mil 100 pesos, a 9 millones 49 mil 900 pesos en 2006, para luego desaparecer cualquier registro de este concepto en los ejercicios de 2007 y 2008. Es decir, en los cuadros comparativos, aparecen los conceptos, pero en esos años no se consignan cifras.
El concepto “otros ingresos por aprovechamientos diversos”, desapareció de los estados contables de 2005 y 2006, mientras que el concepto de “pago de intereses moratorios”, no se registró o desapareció del ejercicio del 2005, para reaparecer en 2006, por 35 millones 982 mil 400 pesos.
En 2005 también desaparecen de los ingresos las “aportaciones para riesgos de trabajo” y reaparece en el ejercicio del 2006, por 277 millones 321 mil 300 pesos; con 267 millones 400 mil pesos en 2008 y 389 millones 47 mil pesos en 2009.
Al no registrarse ninguna cantidad en la partida de ingresos denominada “por diversos conceptos” durante 2005, año de transición, no es posible precisar si Arturo Montiel o su sobrino es responsable, o ambos. Y no se sabe, en parte, porque el titular del Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM) en ese momento, Octavio Mena Alarcón, nombrado por Arturo Montiel solo días antes de dejar el cargo, no hizo ninguna observación o alusión a los “boquetes” que se observan en las Cuentas Públicas del ISSEMyM.
La historia se repitió en los años posteriores y el patrón comenzó a emerger con mayor claridad, no obstante las legislaturas de esos años, LV y LVI, le aprueban a los mandatarios más emblemáticos del Grupo Atlacomulco las Cuentas Públicas sin chistar. No hay observaciones de fondo ni alguna oposición que incluyera la presentación de cargos por presunta corrupción, pese a que los delitos ya existían.
El ascenso de Mena Alarcón al OSFEM en esos años no solo le garantizó a Montiel impunidad, también un incondicional de por vida para Peña Nieto. Por ejemplo, el silente contador público que hoy despacha a favor de Alfredo del Mazo desde la Auditoria Superior de la Federación (ASF) fue el responsable de cuadrarle las cifras al tío, cuando entre 2005 y 2007, fue acusado de enriquecimiento inexplicable y de gastar más de 450 millones de pesos en publicidad. Un escándalo nacional. El sobrino, quien le heredó el cargo, lo exoneraría después tras un montaje de investigación con ayuda de un equipo de incondicionales, que incluyó a empresarios y a Mena Alarcón.
Mientras, el patrimonio del ISSEMyM seguía haciendo agua.
En 2009, la “recuperación de cartera” en su reporte de ingresos llegó a 279 millones 123 mil 700 pesos, en 2008 registra “cero” pesos.
Pero quizá uno de los datos más importantes que dejó en registro el despacho privado contratado para realizar auditorías externas a las cuentas públicas del gobierno mexiquense en esos años, fue que en los ejercicios 2005, 2007, 2008 y 2009, los ingresos por “financiamiento al fondo de pensión” desaparecieron de los reportes anuales, para reaparecer en los estados contables del 2006, con el registro de 79 millones 683 mil 500 pesos.
En el gobierno de Eruviel, reaparecen los financiamientos al fondo de pensión, pero termina por endeudar al organismo.
Los cuadros comparativos que pudo realizar el despacho externo y plasmar en al menos dos Cuentas Públicas (2009 y 2010) son definitivos en la desaparición de partidas a partir de 2005, no obstante la firma advirtió en su reporte de esos años, que “no emitía opiniones” de las cifras consignadas. Así se pactó, confirmaron fuentes consultadas en la Legislatura.
Para tener precisión en esta práctica, se buscó al diputado Tanech Ángeles Sánchez, actual presidente de la Comisión Legislativa de Supervisión del OSFEM, e integrante de Morena, pero ignoró la petición de entrevista aunque se le precisó el tema.
Por otro lado, los montos en ingresos por concepto de “recuperación de la cartera” en 2008, no se reportaron y tampoco el “pasivo pendiente de liquidar”. Asimismo el concepto de “pagos de deudores por aportaciones” en 2008 ascendió a 282 millones 721 mil 400 pesos, pero en 2009, esta partida no reporta nada. El espacio aparece vacío en las estadísticas. No hay explicaciones.
Pero en el ejercicio de Peña Nieto, en el ISSEMyM no solo desaparecieron cantidades por diversos conceptos en los ingresos de manera sistemática, también presupuestos programados y en algunos casos estos se redujeron de manera drástica e inexplicable.
Por ejemplo, en el ejercicio del 2005, se destinaron 208 millones 672 mil 600 pesos en el concepto “obra pública”; en 2006 se invirtieron “cero pesos” –o desapareció la partida-; en 2007, 58 millones 379 mil pesos fueron programados nuevamente para ese rubro; en 2008, 124 millones 63 mil pesos, y en 2009 se invirtieron 70 millones 923 mil 900 pesos, es decir 40% menos que el año previo.
Pero el patrón de sustracción de recursos continuó.
Además de que se esfumaron partidas, se administraron mal los recursos, por ejemplo en 2009 no se cobraron “incumplimientos a proveedores” por 62 millones 709 mil 600 pesos; se reportó medicamento caduco y por primera vez comienzan a crecer de forma exagerada las deudas con proveedores al aumentar casi 100 millones de pesos en solo un año, de 2008 a 2009.
También en 2009, año de elecciones intermedias en Edomex, el ISSEMyM registró una avalancha de 851 plazas nuevas. Luego desaparecen. Otra vez nadie explica nada. También desaparece el registro de lo recaudado por concepto de “centros sociales y asistenciales” de ese año, para reaparecer en 2010 dentro del rubro de ingresos, por 19 millones 375 mil 900 pesos.
¿Recuerda que la recuperación de cartera desapareció atrás?, reaparece como concepto en 2009 con 279 millones 123 mil 700 pesos; en 2010, otra vez desaparece o no se consigna nada.
Pero quizá uno de los mejores negocios que le redituaron a Peña Nieto en 2010 fue haber obligado al ISSEMyM a recibirle 11 terrenos a su Secretaría de Finanzas, a cambio de una deuda que arrastraba con el organismo. La deuda saldada con estos activos fijos fue de 2 mil 291 millones de pesos.
Esos recursos (los más de dos mil 200 millones de pesos) que ingresaron a las arcas de gobierno de Enrique Peña como descuentos a los burócratas y debieron ser traspasados al ISSEMyM se esfumaron para siempre de su capital y se entregaron en terrenos inutilizables. El gobierno peñanietista le impuso un mal negocio, al instituto. Ecatepec también le paga con terrenos su deuda, se consigna en una cuenta pública.
En ese mismo año Peña Nieto y sus secretarios de finanzas (uno de ellos Luis Videgaray, inmiscuido también en los saqueos a PEMEX), utiliza 4 mil millones de pesos del ISSEMyM como “depósito en garantía”, para respaldar el pago “del instituto” a contratos de “prestación de servicios” para construir y operar dos hospitales público-privados, los famosos PPS´s que concibió para legalizar negocios entre empresas privadas y gobierno, pero que terminaron por endeudar a Edomex por 30 años. La fórmula después la exportaría a nivel nacional.
El multimillonario contrato para construir el Hospital Regional de Toluca del ISSEMyM se adjudicó al compadre de Enrique Peña Nieto, Juan Armando Hinojosa Cantú, el mismo de la Casa Blanca; mientras que el Hospital Regional de Tlalnepantla a la firma “Constructora Marhnos”, de la familia Mariscal Servitje, por 5 mil 172 millones de pesos, recursos que habrían salido en su gran mayoría del fondo de pensiones de los trabajadores, de acuerdo con lo que informó la propia firma en su publicación oficial del proyecto.
Aún más. En 2011, antes de que Peña Nieto tomara el cargo en la Presidencia de México, su secretario de finanzas y máxima autoridad en el consejo directivo del ISSEMyM aprobó condonar las multas y recargos que otros entes públicos le adeudaban al organismo por otros 361 millones 92 mil pesos, sin precisar los motivos de este beneficio.
El ejercicio 2011 marca así la salida de Peña Nieto del gobierno mexiquense y la llegada de Eruviel Ávila Villegas, el “vidrierito de Ecatepec”, que termina por hacer añicos el patrimonio del instituto.
Ese año y tras un proceso altamente cuestionado por las enormes cantidades de dinero que fluyeron para la campaña del candidato del PRI, Peña inicia y Eruviel continúa con prácticas similares en las finanzas del organismo, pero las complejiza aún más al introducir una nueva contabilidad que hace más difícil ubicar las partidas más básicas.
El activo circulante del organismo se reduce en casi mil millones de pesos en solo su primer año; los gastos en servicios personales crecen 18.3%, y en 48.2% los servicios generales. En vísperas de elecciones presidenciales, le inyectan más de mil 140 millones de pesos bajo el concepto de “inversiones financieras” e inusitadamente se registran ingresos “por clasificar” –su origen-, por otros 636 millones 32 mil pesos.
En 2012, segundo año consecutivo de elecciones en Edomex, el ISSEMyM registra ingresos extraordinarios sin explicación alguna por más de 4 mil millones de pesos. En la Cuenta Pública del instituto de ese ejercicio, no se precisa en que se gastaron esos fondos que se le inyectaron.
Se trata del mismo ejercicio en el que Pemex también habría sido usado para obtener recursos para las campañas de Peña Nieto, mientras que en el ISSEMyM se reportan “transferencias, asignaciones, subsidios y otras ayudas” por 4 mil 70 millones 612 mil 700 pesos, pero no hubo gasto en “inversión pública” (cero), aunque se reportaron 834 millones 253 mil pesos en “inversiones financieras”.
Ese mismo año instituciones como Monex (la que repartió tarjetas en la campaña de Peña Nieto), aparecen por primera vez en las cuentas del ISSEMyM y Eruviel comienza a contratar deuda con cargo al organismo incluso sin autorización. Por ejemplo en 2013 contrató deuda por mil 929 millones de pesos que no estaba programada en la Ley de Presupuesto. La poca claridad sigue en las cuentas del organismo y conceptos básicos como “reserva técnica”, desaparecen.
Los multimillonarios subsidios que recibió en 2012 el ISSEMyM, no aparecen de manera claramente identificados en su gasto de ejecución de ese año. Y en cuadros comparativos de años posteriores, reaparece la suma de lo que recibió el Instituto en el año electoral que gano Peña Nieto la presidencia, pero no su aplicación, con lo que emerge nuevamente “el patrón Shazzan” o “la magia de Peña-Eruviel”, como lo llamó una de las fuentes consultadas que pidió reserva.
Igualmente, en 2012, no hay rastros de los ingresos por los centros vacacionales y las tiendas departamentales. Ya nadie se acuerda de estas.
En 2013, continúa este patrón, pese a lo cual los legisladores del PRI mexiquense, con mayoría aplastante y una oposición funcional principalmente del PAN, PVEM, PRD y PT, le aprueban una a una las Cuentas Públicas a Eruviel Ávila. El despacho externo que revisa las cuentas en 2013 puso esta leyenda: “No expresamos opinión sobre los estados financieros del ISSEMyM, pero si un informe sobre el cumplimiento de la normatividad”.
En la Cuenta Pública de 2013, se habla de un saldo en “Ahorro/desahorro” por más de 3 mil 443 millones de pesos y el saldo disponible en bancos se hace polvo: 87 millones 905 mil 500 pesos, de los cuales el fondo de pensión es de solo 35 millones 588 mil 600 pesos y el fondo de prestaciones de apenas 44 millones 5 mil pesos.
Los trabajadores sostienen que con Eruviel Ávila desaparecieron 5 mil millones de pesos.
En 2017 se hacen observaciones al ISSEMyM por 12 millones 861 mil pesos, pero lo más grave es que, a esas fechas, organismos sin claridad legal como los CUSAEM (policías auxiliares no reconocidos por el gobierno mexiquense, pero a los que se les debe pagar seguridad social del Estado) le adeudan ya mil 200 millones de pesos.
En 2014, el director estrella del ISSEMyM, Osvaldo Santín Quiroz, señala en una entrevista con esta reportera que deben aumentarse las cuotas de aportación, ya que las proyecciones también indicaban que para el 2010, la reserva técnica debía alcanzar los 10 mil millones de pesos, sin embargo en esos momentos este concepto apenas llegaba a los 5 mil 500 millones de pesos. No dice nada de los boquetes de Peña, ni del desorden de Eruviel. Después se va al SAT a perseguir contribuyentes.
Sin embargo Santín Quiroz no fue el único cercano a Peña Nieto y al Grupo Atlacomulco que ha desfilado por el ISSEMyM, mientras se registraban los desfalcos.
Carolina Monroy Del Mazo, prima de Alfredo del Mazo, actual gobernador, tuvo un extraño y fugaz paso en el instituto como directora general de octubre a diciembre del 2005 (año en que desaparecen partidas completas de las tiendas y centros comerciales); le siguió David Adrián Álvarez Colín, integrante de una familia de priistas que son considerados caciques en Almoloya de Juárez; mientras que Fernando Maldonado Hernández, quien ha ocupado diversas carteras tanto en el PRI mexiquense como en gobiernos estatales (secretario de transporte casi siempre), dirigió el organismo en un periodo clave para Peña Nieto: de septiembre del 2011 a febrero del 2012. Preparó el terreno electoral.
Después llega a la dirección del ISSEMyM, Ricardo Treviño Chapa, para más tarde, como Santín, irse detrás al gobierno peñanietista a la dirección general de aduanas, que terminó sumida en un caos de corrupción, como declaró hace no mucho en una mañanera, el propio presidente López Obrador.
Más adelante llega Delfino Reyes Paredes, quien fuera tesorero de Eruviel Ávila en Ecatepec. Ocupa la dirección de enero del 2013 a junio del 2016, para pasarle la estafeta a José Luis Téllez Becerra, de junio de 2016 a septiembre del 2017, otro incondicional de Eruviel Ávila.
Actualmente Bertha Alicia Casado Medina, quien laboró con Alfredo del Mazo desde que éste fue alcalde en Huixquilucan y posteriormente en Banobras, donde ella también ocupó una cartera, hoy dirige el organismo.
Martha Yolanda Zepeda, fundadora del movimiento de servidores públicos “Sin Miedo” que surge en 2018, para evitar una nueva reforma que afecte las prestaciones y derechos de los servidores públicos, aseguró que existen evidencias de que el desvió de los recursos del organismo inició con Arturo Montiel.
La dirigente que llegó como bólido a las puertas del Congreso Local en julio pasado, cuando se enteró que nuevamente se había presentado una iniciativa “secreta” para reformar la Ley ISSEMyM (la cual circuló entre legisladores pero sin las firmas de Alfredo del Mazo), aseguró que el saqueo ha sido sistemático y que no deben ser los trabajadores los que paguen su costo.
Refirió que se pretende revertir la abrogación a la ley del 2018 que aplicó Morena a su llegada al Congreso Local, con la diferencia de que ahora buena parte de diputados morenistas podrían haber sido ya “coptados” por el gobierno de Alfredo del Mazo, de tal suerte que ya no responden a sus compromisos ni agenda originales. Quizá tenga razón.
La otra facción de trabajadores y derechohabientes agrupada en torno al Movimiento “Transformación Social”, encabezado por Gabriela Estrada Velázquez, exige no solo evitar un albazo nuevamente, también “justicia”.
La destacada dirigente lanza preguntas que no han sido contestadas y requieren respuestas urgentes de la 4T, asegura: ¿Dónde está ese dinero que desapareció? ¿Cómo pudo desaparecer? ¿Quién se lo llevó?
Estrada Velázquez rechaza además un cambio a la Ley del ISSEMyM nuevamente, las cuotas individuales en las AFORES, como se pretende y en lugar de ello, dice, deben acatarse las directrices del nuevo gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador, para que los trabajadores cuenten con una “tercera cuenta” como otros organismos (IMSSS o ISSTE) y que sea el gobierno estatal, el que aporte a cada burócrata esta tercera cuenta dirigida a su fondo de ahorro.
La entrevista completa con Estrada Velázquez puede ser consultada en el siguiente link: https://www.youtube.com/watch?v=avCuFI1lvr8
En julio pasado, la iniciativa de ley que circuló entre los legisladores, pero sin la firma de Alfredo del Mazo aún y que podría llegar en el actual periodo de sesiones de la LX Legislatura Local del Edomex, inaugurado el sábado pasado, propone aumentar otros 3.5% las cuotas a los trabajadores, limitar el servicio médico a solo tres familiares de cada trabajador y cuentas individualizadas en Afores.
Se intentó hablar con exdiputados de la LV y LVI Legislaturas que aprobaron las cuentas públicas a Montiel Rojas y Peña Nieto, como Higinio Martínez y Maurilio Hernández, senador y presidente de la Junta Política de la LX Legislatura, para que explicarán si no detectaron los “boquetes” en las cuentas del ISSEMyM, pero no hubo respuesta, no respondieron nuestro cuestionario ni contestaron nuestras llamadas. También se buscó a Francisco Gárate Chapa, entonces coordinador parlamentario del PAN y representante del blanquiazul ante el INE, quedó de devolver la llamada, pero no lo hizo.
La única en contestar fue la diputada Azucena Cisneros, de la bancada de Morena, quien aseguró que prepara un “punto de acuerdo” para pedir que los presuntos saqueos al patrimonio y capital del ISSEMyM sean investigados “y los responsables paguen”.
Consultado sobre esta situación y a partir de su experiencia como legislador en años previos al saqueo del organismo, el nuevo secretario general del Partido de la Revolución Democrática (PRD) del Estado de México, Javier Rivera Escalona, advirtió que, si bien los diputados en cuestión pudieron no enterarse de lo que evidentemente reflejaban ya desde entonces las Cuentas Públicas del ISSEMyM, sí son moralmente responsables.
“Lo que se evidencia a todas luces es la falta de responsabilidad de los diputados de esas Legislaturas, que ni siquiera en sus equipos respectivos o las áreas de finanzas públicas, tuvieron el cuidado de hacer esa revisión de manera exhaustiva. Si bien es cierto legalmente pudiera ser difícil que fueran responsables, tanto de carácter administrativo como civil o hasta penal, de lo que sí estoy seguro es que son responsables moralmente por no haber tenido los cuidados que debe tener un legislador”, puntualizó.
Entre esos legisladores corresponsables se encontraban: Juan Rodolfo Sánchez Gómez, ahora alcalde de Toluca, entonces coordinador del PAN y ahora edil por Morena; Karina Labastida y Ernesto Isunza (dirigente estatal del PAN), Gabriela Gamboa, hoy alcaldesa de Metepec, entonces panista y ahora de Morena; Higinio Martínez y Maurilio Hernández, perredistas en ese tiempo; Antonio Guadarrama (PT), Armando Bautista, Ricardo Moreno, suplente de Higinio, antes del PRD y hoy morenista; Juan Hugo de la Rosa, perredista; Ernesto Némer y José Manzur del PRI; Leticia Fiesco (PAN); Ana Lilia Herrera Anzaldo, Francisco Vázquez y muchos otros, distribuidos entre la LV, LVI y LVII Legislaturas.
Para conocer la totalidad de los legisladores que fueron funcionales a los mandatarios citados aquí, para el caso del ISSEMYM, puede ser consultado el siguiente archivo digital, el cual contiene más información sobre el tema:
Listado completo de legisladores.
*The Observer, Periodismo y Verificador del Discurso Público solicitó una postura de la actual administración del ISSEMyM. Su coordinación de comunicación social solicitó un cuestionario, el cual fue entregado y puede ser consultado aquí: CUESTIONARIO.
Hasta la tarde de este lunes, la oficina de comunicación social informó que continuaba trabajando, para responder nuestras interrogantes.
**Aquí se puede consultar la evolución de los aumentos a las cuotas de los trabajadores.
Este reportaje fue realizado por el equipo de The Observer, Periodismo y Verificador del Discurso Público. Lo reproducimos con su autoriación. Aquí puedes consultar la publicación original.
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