La especialista en educación socioemocional Emiliana Rodríguez ofrece una serie de estrategias para evitar conflictos en las relaciones con otras personas
Texto: Redacción Revista Espejo
Foto: Naassom Azevedo / Pixabay
SINALOA.- Escuchar y hablar atentamente y tener compasión por uno mismo son técnicas para preservar y defender la dignidad humana y con ello mejorar las relaciones con otras personas, manifestó Emiliana Rodríguez Morales, cofundadora de AtentaMente y presidenta de Global Dignity México.
Durante la conferencia “Dignidad humana: las claves de las relaciones sanas” compartida por el Tecnológico de Monterrey, explicó que cuando una persona suele sentirse vulnerada tiende a responder automáticamente de 10 maneras diferentes:
“Lo peor de esto es que no se queda ahí, sino que esto se vuelve un ciclo porque nosotros sentimos que otra persona o un grupo vulneró nuestra dignidad, reaccionamos de alguna de estas diez maneras, entonces generamos dolor en otras personas que reaccionan de estas diez maneras y se vuelve un círculo vicioso de conflicto y desconfianza”, dijo.
La especialista destacó que es importante analizar esto porque al ser los humanos seres sociales, las relaciones son centrales en la vida.
Para evitar conflictos dio a conocer algunas técnicas para que el cuerpo no reaccione automáticamente ante esta vulnerabilidad, dijo que es necesario cerrar los ojos, poner la mente en blanco y concentrar la atención al respirar.
“Una estrategia que utilizamos en la educación socioemocional se llama PARAR. Significa hacer una pausa para darnos cuenta cómo estamos, primero, y como está nuestro cuerpo. Recuerda la importancia (…) de tener una mente clara para tomar decisiones”, dijo.
Otra de estas estrategias para defender y respetar la dignidad humana es escuchar y hablar atentamente durante una conversación. Al escuchar se debe evitar hacer juicios, interrumpir o planear lo que se va a responder después. Mientras que el habla atenta es tomar conciencia sobre la forma de comunicarse, tener pausas, pensar si lo que se dice es necesario, sincero y amable.
“Lo primero consiste en reconocer que cuando nosotros escuchamos a otro, este dialogo interno que tenemos no se calla. Este ejercicio propone tratar de mantener el 70% de la atención en la persona que habla y 30% mirando hacia adentro, identificando nuestras tendencias a hacer juicios, interrumpir o planear”, dijo.
Finalmente, dijo que es necesario tener compasión por uno mismo, es decir, primero entender que es normal a veces el no sentirse bien, comprender que muchas personas han atravesado por situaciones similares e identificar que se cometió un error que se puede remediar.
*Esta nota fue realizada por REVISTA ESPEJO, integrante de la alianza de medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes leer la original.
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