Cuatro colectivos de búsqueda de personas desaparecidas se unieron para exigir la salida de fiscal en la materia, May Gómez, a quien acusan de encabezar una dependencia que acumula omisiones y negligencias
Texto y fotos: Isabel Briseño
CIUDAD DE MÉXICO.- “¡Fuera May Gómez!”. Así, familiares de personas desaparecidas exigieron la destitución inmediata del titular de la Fiscalía de Investigación y Persecución de los Delitos en Materia de Desaparición Forzada de Personas, Desaparición Cometida por Particulares y Búsqueda de Personas (FIPEDE).
Integrantes de cuatro colectivas, Mariposas buscando corazones y Justicia CDMX, Una luz en tu camino, Buscándote con amor y Hasta Encontrarles CDMX, se unieron por primera vez para sumar su voz.
“Queremos un fiscal a la altura de todas las familias, que haga bien su trabajo”, expresó Jaqueline Palmeros Rosas, la mamá de Jael Monserrat Uribe Palmeros, desaparecida en Iztapalapa el en 2020.
La mañana de este martes 15 de marzo, frente al llamado búnker de la fiscalía capitalina, se reunieron por primera vez madres de varias colectivas para exigir justicia ante las negligencias y omisiones de la Fiscalía en la materia.
Hartos del trato que, acusaron, han recibido por parte de Gómez Jiménez, señalaron: “Venimos a pedir que cumplan con sus responsabilidades, que den la cara y que la fiscalía asuma que las víctimas no estamos dispuestas a seguir viviendo violencia y revictimización. No queremos a un fiscal que no sabe y no quiere trabajar con las familias, queremos una persona que sea sensible”.
La desaparición en Ciudad de México no es un tema aislado, es un problema federalizado en donde las omisiones y violaciones son sistemáticas. Con recursos propios los familiares siguen buscando a sus desaparecidos porque las investigaciones no avanzan.
De acuerdo con los datos oficiales de la Secretaría de Gobernación (Segob), en la capital mexicana hay 3 mil 820 personas desaparecidas y no localizadas. En todo el país, también según datos de la Segob, son 99 mil 54 las personas que desaparecieron y permanecen no localizadas, desde que se inició con el registro en el año de 1964. Jalisco y Tamaulipas son los estados que más personas desaparecidas registran con 16 mil 70 y 11 mil 902 respectivamente.
“Cómo en todos los casos de las mamás que están aquí, no hay avances y con este fiscal menos. Cuándo vamos a una reunión, no nos atiende, se pone a ver el celular y te ignora totalmente. Me parece aberrante”, dice enérgicamente Ana María Maldonado Chávez, quien busca a su hijo Carlos Palomares Maldonado, desaparecido el 22 de septiembre del 2010 en la colonia Narvarte.
Omisos, negligentes y sin compromiso, así califican las madres a las autoridades encargadas de buscar a sus familiares desaparecidos.
Una luz en el camino es la colectiva que acompaña a Brígida, una mujer indígena de la comunidad Otomí, a quien le robaron a su hijo en el 2006 mientras vendía artesanías en la zona rosa de Ciudad de México. Geovanny Benitez Ricardo tenía tres años de edad cuando fue visto por última vez.
“Por ser índigena abusan más de una, me miran mal, me tratan mal, no me explican bien y cuando venía sola no me atendían. Mire ahorita cuántas horas tenemos aquí bajo el rayo del sol y no salen a atendernos”, denuncia la madre buscadora.
Las víctimas solicitaron que la fiscal general Ernestina Godoy les recibiera pero en su lugar salió, después de 3 horas, Laura Borbolla Moreno, coordinadora general de Investigación de Delitos de Género y Atención a Víctimas a recibir el pliego petitorio.
También se les informó que será el próximo jueves 24 de marzo cuando la Fiscal General las reciba para entablar una mesa de trabajo.
Nunca me ha gustado que las historias felices se acaben por eso las preservo con mi cámara, y las historias dolorosas las registro para buscarles una respuesta.
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