Habitantes de Culiacán planean retomar el espacio público de su ciudad con una marcha pacífica por los principales sitios afectados por los bloqueos y enfrentamientos del viernes pasado. Al final del recorrido habrá atención psicológica y actividades de integración entre ciudadanos y organizaciones civiles

Texto: Redacción

Foto: Omar Martínez / Cuartoscuro

Los ciudadanos de Culiacán buscan recuperar los espacios públicos de su ciudad y terminar con la psicosis que continúa instalada tras las movilizaciones del Cartel de Sinaloa el jueves pasado.

Unos días después del que llaman “jueves negro”, un grupo de jóvenes comenzó a organizarse para intentar expulsar el miedo colectivo tras los ataques que paralizaron la ciudad. Lo intentan hacer a través de una marcha por su ciudad y otras actividades que fortalezcan el tejido comunitario. 

Estudiantes, artistas, académicos y pequeños empresarios buscan también desmontar la idea de que en la capital de Sinaloa reina la violencia entre todos sus habitantes.

Aglutinados en un colectivo que ahora se llama Culiacán Valiente, los jóvenes han ido sumando a organizaciones civiles y empresas.

La organización prepara una marcha pacífica para el próximo domingo, que recorrerá los espacios donde el 17 de octubre estuvieron tomados por hombres armados que presionaron para que Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín Guzmán Loera, fuera liberado por el gobierno federal. 

“Necesitamos recordarnos como culichis y como ciudadanos que las calles nos pertenecen. El espacio público es de nosotros. Esta guerra no es nuestra y que estos actos no son nuestros”, destaca Mayela Lara, estudiante, documentalista y una de las organizadoras. 

Al final del recorrido, habrá un concierto protagonizado por el cantautor El David Aguilar, icono culichi, y otros artistas.

También habrá «microterapias» con psicólogos profesionales que ayuden a la población a sanar del impacto de lo ocurrido en la ciudad.

Otro de los propósitos es contactar a los pobladores con organizaciones civiles enfocadas en distintos ámbitos, de acuerdo con sus intereses: derechos humanos, reinserción social, infancia, medio ambiente, etcétera.

El saldo actualizado de los ataques del 17 de octubre es de 13 personas muertas. Se registraron 14 enfrentamientos y 19 bloqueos en las 10 salidas de la ciudad. Continúan prófugos 47 de los 55 reos que escaparon del penal de Aguaruto.

Además de la psicósis colectiva que aún permanece.

Manifiesto

Este lunes, Culiacán Valiente publicó un manifiesto en el que destaca la diversidad de ocupaciones que coexisten en la ciudad que tiene alrededor de un millón de habitantes, un espectro mucho más amplio al que los prejuicios buscan reducir.

“Mostrémosle al mundo la verdadera cara y el gran corazón de la sociedad sinaloense. Esta es nuestra tierra, cuna de grandes hombres y mujeres, músicos, poetas, pensadores, artistas, deportistas, científicos y luchadores sociales, grupos e individuos cuya sueño en la vida es tener una comunidad tranquila, feliz y próspera”, dice el texto.

“¿Por qué la narcocultura es tan atractiva?, ¿es una cuestión de poder, de hábito, de pobreza espiritual, de dinero, de avaricia?”, cuestionan en el documento.

El manifiesto alude a los puntos de quiebre que existen en las crisis para sembrar conciencia y construir la paz.

La organización ciudadana ya tiene un logotipo y un eslogan: “De aquí somos, aquí estamos y aquí nos quedamos”.

Mayela precisa su mensaje:

“Nos gusta aclarar que esto no es en contra del narcotráfico ni contra el gobierno pero una manifestación de nosotros para nosotros. Evidentemente estamos inconformes y esperamos que esto no vuelva a ocurrir”.

Culiacán intenta reponerse

Un periodista local describe la evolución de la ciudad desde el jueves cuando ocurrieron los ataques y bloqueos por parte del Cartel de Sinaloa.

El viernes la gente no salió de sus casas en todo Culiacán. El sábado, algunos negocios comenzaron a reabrir, más por la necesidad de quienes viven al día. Ese día comenzó a operar una parte del transporte.  

El domingo creció el ritmo de la ciudad sin terminar de reponerse. Y este lunes, con el regreso a clases, la ciudad en apariencia volvió a la normalidad. Sólo uno de cada 10 alumnos, aproximadamente, no fue a la escuela.

El logotipo de la nueva organización ciudadana busca transformar la idea que existe de la valentía en el imaginario colectivo.

En una alusión a los dibujos de la lotería popular, “El valiente” ya no es un hombre con un arma punzocortante en mano, listo para una pelea física, sino un luchador olímpico que carga el peso de un enorme corazón en su espalda. 

“Queremos resignificar ‘la valentía’ porque se ha distorsionado mucho. El valiente, para empezar, no porta armas. Creemos que es el culichi que hospedó a desconocidos en su casa para ayudarlos, por ejemplo”, explica Mayela. 

La joven también recuerda a las decenas de familias que auxiliaron a otros desconocido y a las pequeñas y grandes empresas que abrieron su puertas para resguardar a personas ajenas.

“Apropiarnos del discurso del valiente, de recordarnos a nosotros mismos primero que nada que las calles y las plazas que los parques son nuestros, que nos levantamos y madrugamos en la búsqueda de este sueño para tener un lugar mejor”.

El recorrido comenzará  a las cuatro de la tarde en el estacionamiento del equipo de futbol Dorados, cuyo juego fue suspendido ese viernes por los actos violentos. Está planeado cruzar el Bulevar Sánchez Alonso, donde se dieron los enfrentamientos más fuertes entre presuntos sicarios y elementos de seguridad y terminará en el Parque Las Riveras, a la altura del asta bandera.

La manifestación será acompañada con música de tambora, identitaria de la gente de la región.

La idea es que en algún punto de la marcha haya un abrazo colectivo. Quizá un momento para sacar el grito colectivo que algunos aún traen atorado.

“La propuesta es: vamos a perder el miedo, vamos a apropiarnos del espacio público y vamos a integrar a los ciudadanos a las organizaciones. Personalmente el sueño es que recuperemos la armonía emocional. Hay una psicosis muy fuerte. Y que el ciudadano se pueda integrar a organizaciones que ya están haciendo algo”, señala Mayela.

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