16 abril, 2024
Nueve países de América Latina y el Caribe acompañaron la posición del presidente López Obrador de llevar a la Corte Internacional de Justicia de la ONU la demanda contra el Ecuador por el asalto de la Embajada en Quito y reclamaron al gobierno andino que regrese la condición de asilo al exvicepresidente Jorge Glas
Texto: Alejandro Ruiz y Daniela Pastrana
Fotos: Tomadas de video
CIUDAD DE MÉXICO. – El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pidió este martes a los países de América Latina y el Caribe que apoyen su decisión de llevar al Consejo Internacional de Justicia de la ONU la demanda contra el gobierno de Ecuador por el asalto a la Embajada mexicana en Quito.
Los presidentes de Colombia, Cuba, Venezuela y Honduras aceptaron el llamado; otros, como el de Brasil, Guatemala, Bolivia, San Vicente y las Granadinas y Guyana, expresaron su apoyo y solidaridad con México y condenaron la intervención de la Embajada mexicana. Algunos, incluso, reclamaron al gobierno andino que regrese la condición de asilo al exvicepresidente Jorge Glas,
En reunión extraordinaria de la Comisión de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac) participaron nueve Jefes de Estado de los 33 países que integran el organismo, creado en 2010 con el fin de impulsar la integración regional. Prácticamente todos los líderes de los gobiernos progresistas de la región.
El presidente López Obrador solicitó que no estuviera el canciller de Ecuador, y en la sesión reprodujo el video que muestra cómo la policía ecuatoriana sacó por la fuerza a Jorge Glas de la embajada mexicana.
“Agradecemos la solidaridad de la mayoría de los pueblos y de los gobiernos de América Latina y el Caribe, y queremos también proponerles, que si lo consideran viable y factible, que nos acompañen suscribiendo la denuncia en el tribunal de justicia internacional”, dijo el mandatario.
En su mensaje, López Obrador insistió en que Ecuador sea expulsado de la ONU en tanto no pida una disculpa y un ofrecimiento de no repetición. «De nunca más volver a hacer una canallada como la que nos tiene aquí«, dijo.
También propuso que se defina un procedimiento, a partir de este caso, para que, «si cualquier Estado actúa de la manera como lo hizo Ecuador, el Tribunal de Justicia presente a la Asamblea General de Naciones Unidas su resolución de expulsión en definitiva de la ONU», y que los integrantes del Consejo de Seguridad de la ONU «no puedan ejercer el ya caduco derecho de veto«.
De no hacer esto, insistió el presidente mexicano, no vamos a poder vivir en un mundo con leyes. Sería el mundo de los gorilas, «estaríamos viviendo en el mundo de los gorilas, con todo respeto a los gorilas».
La posición de los Jefes de Estado presentes en la reunión fue unánime en la condena al asalto a la embajada mexicana. A la petición de México, algunos mandatarios agregaron la demanda de un salvoconducto para el exvicepresidente ecuatoriano, Jorge Glas, a quien reconocieron como un perseguido político.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, fue el primero en apoyar la moción del gobierno mexicano: «El señor Glas debería ser reintegrado a su derecho al asilo, en mi opinión personal. Y si el Gobierno de México decide ir a la Corte Internacional de Justicia y a las Naciones Unidas, los acompañaremos», dijo.
Petro caracterizó el momento actual como un mundo que da pasos agigantados hacia la barbarie.
Democracia o barbarie parece ser la consigna del momento. La barbarie tiene que ver, y su explícita negación de la democracia, con una serie de temas globales, de negaciones que se está haciendo el poder político mundial —la biopolítica, le dicen— y que tiene que ver con la prevalencia de la vida en el planeta».
Los síntomas de una extinción están en camino, dijo Petro. Y en lugar de «tramitarse racionalmente (…) estamos entrando más en la cadena de la muerte, de la fuerza bruta, de una especie de resistencia del capital a no transformarse, llevándose por delante la vida misma».
Para el colombiano, esta resistencia se expresa en el bombardeo que Israel realizó contra la embajada iraní en Damasco y en la destrucción de un proyecto democrático global. En Europa «lo que asciende es una especie de fascismo. Una nueva mentalidad que no tiene que ver con la igualdad ni con la libertad, ni con la fraternidad, sino con detener, a como de lugar, los pueblos que desesperados vienen del sur». En América Latina también están en riesgo los derechos liberales conquistados después de las luchas armadas del siglo XX.
«El proyecto democrático se ensangrentó en torturas, masacres, exilios. 30 años después surgió una especie de primavera, en la que aún estamos: victorias electorales, se revivió a Allende. Las derechas latinoamericanas aceptaron que no era con los quepis y los fusiles, sino que era con los votos y de una manera u otra hemos convivido en el espacio latinoamericano. Eso se puede perder. La barbarie puede penetrar en nuestro pedazo de continente, en nuestro espacio de planeta. Lo que ha sucedido con Ecuador es parte de eso, barbarie, no se puede denominar de otra manera», insistió.
Ecuador, dijo el presidente colombiano, «no está dando ejemplo de convivencia».
Ecuador está repitiendo un mensaje que viene de los tiempos en donde sólo la muerte era posible».
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, asumió la posición más dura y criticó la ausencia del presidente del Ecuador, quien declaró en una entrevista televisiva que no se arrepiente de la decisión de asaltar la embajada mexicana, y que invitaría a comer «ceviche y tacos» al presidente López Obrador para resolver el conflicto diplomático.
«¿Por qué no ha dado la cara el presidente Daniel Noboa? ¿No es responsable de sus actos?», cuestionó Maduro,
«Las declaraciones que ha dado el presidente Noboa recientemente son más que un acto de provocación contra México, un acto de provocación contra el derecho internacional y un desprecio absoluto a todo el entramado jurídico», dijo el mandatario Venezolano.
«Las declaraciones del presidente Noboa, diciendo que él se siente orgulloso de haber asaltado la Embajada de México, diciendo que él no reconoce que las embajadas son territorio del país y deben ser respetados como tal, son una amenaza directa a todos los países que tienen embajada en Ecuador».
El mandatario destacó que la decisión de Noboa de asaltar la embajada de México, golpear a su personal diplomático, y capturar al exvicepresidente ha sido condenado unánimemente.
«La condena ha sido unánime, total, absoluta. Hoy por hoy, nadie en este mundo sale a defender este acto de barbarie», dijo Maduro.
El presidente venezolano aseguró que apoyará sin restricciones la demanda mexicana ante la Corte Internacional de Justicia, y llamó a este organismo internacional a «reponer su moralidad, y restablecer la legalidad», ante el papel que calificó como insuficiente en relación con el genocidio contra el pueblo palestino.
En ese mismo sentido, anunció que Venezuela retirará a su cuerpo diplomático de Ecuador y suspenderá las actividades de su embajada, así como en sus consulados en Quito y Guayaquil «hasta que se restituya el derecho internacional de manera expresa en Ecuador».
El presidente brasileño, Luis Inácio Lula da Silva, no estuvo presente en la reunión pero envió un mensaje en video en el que advirtió que «lo que sucedió el día 5 (de abril) es simplemente inaceptable, y no afecta sólo a México, tiene que ver con todos nosotros».
Respaldó la petición de México para exigir disculpas «es el primer paso que tiene que ocurrir, y me parece interesante la propuesta de Bolivia, de formar una comisión integral de los países de la Celac para acompañar al gobierno ecuatoriano, entendiendo mejor la situación de salud del exvicepresidente Glas. Eso nos daría tiempo para avanzar en las discusiones necesarias para el salvoconducto».
Enfatizó que el asalto a la embajada mexicana fue una medida que «no se había producido ni en los peores momentos de discrepancias en América Latina y el caribe, ni en los peores tiempos de la dictadura».
Y reiteró que América Latina tiene una tradición humanitaria y pionera en defensa del derecho de asilo diplomático, por lo que nuestra región no puede ser víctima, otra vez, del colonialismo.
«No queremos esto para nuestros pueblos. Somos una región plural, y seguiremos atentos y respetando opiniones, con el compromiso de solucionar con el diálogo y la justicia».
En entrevista posterior, la abogada Ingrid Urgelles y la editora Gabriela Arévalo, analistas de La Mesa Roja de Pie de Página, coincidieron en que el mensaje de López Obrador no fue dirigido a Ecuador sino a Estados Unidos. la
«Amlo dirigió parte de su discurso a Estados Unidos, con lo del Consejo de Seguridad y derecho de veto porque quien ha ejercido ese derecho es Estados Unidos. Entonces, el mensaje iba allá. Acusó recibo de lo que pasó en Ecuador y aprovechó para contestarle a Estados Unidos, no solamente recordando a quienes ha asilado, no solamente hablando de las dictaduras en América latina, sino cuestionando el derecho de veto y las prácticas de gorilas», dijo Arévalo.
Esa frase de ‘no somos colonia de nadie’, es muy fuerte. Y es para arriba. López Obrador golpeó fuerte la mesa con esto de que se expulse de la ONU, de que es una canallada, que obvio que le está hablando a Ecuador slash-guión Estados Unidos. Es un tema de soberanía con Estados Unidos, no con Ecuador», consideró Urgelles.
La abogada destacó que el presidente mexicano hizo énfasis en el derecho a asilo como una política mexicana a destacar.
«Es interesante porque lo retoman los demás presidentes en el sentido de que un poco marcó la historia de Latinoamérica, sobre todo en las dictaduras de los 70, como si esa fuera la ideológica común: preservar el derecho al asilo, con todas las implicaciones que eso tiene por la historia de América Latina».
La otra cosa interesante, dijo la abogada, es el llamado del mandatario mexicano a la solidaridad de la Celac.
«Más que reprochar a Ecuador, que ya lo hizo, el llamado es que Latinoamérica se una en torno a esta demanda que probablemente México va a ganar, por una cosa técnica: el caso está, la prueba está, es una causa totalmente ganable».
Ecuador se está quedando solo, evaluó Urgelles. «Hasta ahora parece a Noboa que no le importa, porque invitó a comer ceviche y tacos a AMLO, pero en algún momento va a tener problemas. Cualquier vínculo que quiera establecer con otros países de Latinoamérica va a estar bloqueado».
Tanto Arévalo como Urgelles coincidieron, sin embargo, en que hay pocas posibilidades de una posible expulsión de Ecuador. E incluso es poco probable que Noboa acepte regresar a Glas a su condición de asilo.
«Aquí el asunto es el respaldo de Estados Unidos al presidente de Ecuador, que es evidente, aunque haya hecho una condena, porque eso Noboa se envalentona y dice las cosas que dice. Pero lo que estamos viendo ya con mucha claridad es cómo está la configuración política en América latina, porque quienes participaron en la reunión son los países del bloque progresista; los demás, es evidente que no hablaron y eso dice algo», evaluó Arévalo.
En ese sentido, destacaron los discursos de Petro y Maduro.
«El análisis más estructural en términos de lo que está en juego es el de Petro —dijo Ingrid Urgelles—, porque habla de la importancia de la democracia y de los acuerdos como sostén de la democracia. Si se incumplen los acuerdos, el riesgo está en que todo el derecho democrático caiga. En esos términos hay que pensarlo».
Por su parte, Maduro aprovechó para cuestionar el doble rasero en la aplicación del derecho internacional de los organismos internacionales y para decir “todo lo que ha sucedido en Venezuela no ha tenido una respuesta de estos organismos y de reclamar, incluso, la falta de apoyo de otros países de la región», concluyó Gabriela Arévalo.
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