18 febrero, 2021
Cada año se diagnostican 175 mil niños y niñas con cáncer en el mundo, de los cuales, 140 mil viven en países de bajos recursos y el 90% de estas niñas y niños mueren por no recibir un tratamiento adecuado. Pacientes y especialistas llaman a la urgente necesidad del diagnóstico oportuno
Texto: Jacqueline López
Foto: Zona Docs
Cada año se diagnostican 175 mil niños y niñas con cáncer en el mundo, de los cuales, 140 mil viven en países de bajos recursos -cerca del 80% de los casos-; lamentablemente, de acuerdo con Ramón Óscar González Ramella, médico experto en trasplante de medula ósea pediátrica, el 90% de estas niñas y niños mueren por no recibir un tratamiento adecuado.
El cáncer infantil es la segunda causa de muerte en México, sólo después de los accidentes.
“No es de sorprenderse que el cáncer sea la primera causa de muerte en algunos años’’, señaló Ramón Óscar González Ramella, médico experto en trasplante de medula ósea pediátrica. Esto se debe, explicó al diagnóstico tardío, a las terapias deficientes, el abandono de tratamiento por parte las y los pacientes y/o sus familiares, la mala nutrición y la falta de tratamiento para dolor y paliativos. Por ello, sentenció: ‘’el cáncer infantil es una injusticia social y médica’’.
“¡En algunas regiones no se tiene medicamentos, no hay trasplantes, no hay diagnósticos estamos enfrentando un reto importantísimo en el diagnóstico y en el tratamiento de los niños!’’ mencionó con preocupación al presentar una gráfica global sobre cáncer infantil.
En ésta, México se encuentra en el sexto lugar mundial con mayor número de muertes de niños y niñas con cáncer, con una supervivencia nacional del 52%, mientras que, países como Alemania, cuentan con 91% de supervivencia para esta enfermedad.
En cuanto a Jalisco, reconoció que se tiene ‘’una curación’’ de las y los niños con cáncer por arriba de la media nacional, junto con Nuevo León y la Ciudad de México. En ese sentido, advirtió que se debe a que en estos tres estados se encuentran los centros oncológicos más grandes y mejor equipados en materia de tratamientos, como: trasplantes, radio terapias, inmunoterapias, terapias dirigidas y cirugías. Por esta razón, el cáncer infantil es una enfermedad altamente curable en estas entidades: ‘’cosa que en otros estados dista de ser medianamente parecido’’.
Por ello, no dudó en reiterar que “se debe democratizar el tratamiento, porque depende mucho de donde nace el infante y la oportunidad que tiene de curarse’’.
Acerca de los factores de predisposición y detección oportuna del cáncer infantil, Ramón Óscar González Ramella, advirtió que esta enfermedad para las y los pacientes pediátricos “es muy poco prevenible a diferencia del cáncer de adulto’’. No obstante, como medida de prevención, resulta vital que las y los niños acudan con sus pediatras a las revisiones normales y de control para el infante sano, pues que, de esta manera, es posible realizar una detección a tiempo.
En la segunda parte de la sesión informó acerca factores predisponentes y la detección oportuna del cáncer infantil, advirtió que ‘’él cáncer pediátrico es muy poco prevenible a diferencia del cáncer de adulto’’, pero lo más importante es que las y los niños acudan con sus pediatras a las revisiones normales y al control del infante sano, pues esto hace que los pediatras puedan detectar el cáncer de forma mucho más oportuna y pertinente.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer, AMAC en México se reportan más de 5 mil nuevos casos de cáncer infantil al año y cada 4 horas en promedio se reporta un fallecimiento por esta causa; por lo que, al año se registran más de 2 mil muertes de niños y niñas.
En Jalisco, la tasa de incidencia de cáncer infantil corresponde a 17.9 por cada millón de niñas, niños y adolescentes menores de 18 años, mientras que, entre 2011 y 2019, se registraron 2 mil 250 casos de cáncer. De los cuales, el 54% de los casos se presenta en varones menores de 10 años. Datos presentados por la Secretaria de Salud de Jalisco.
Para el médico experto en trasplante de medula ósea pediátrica, los niños y las niñas deben llevar una dieta balanceada, que incorpore los vegetales, evite grasas y azucares, carnes embutidas, alcohol, tabaco y drogas; particularmente, hizo hincapié en no administrar y consumir suplementos alimenticios, pues, en su experiencia, estos son peligrosos por contener elementos que potencialmente aumentan el riesgo de cáncer.
Aconsejó, además, que la radiación debe ser evitada al máximo, ya que tiene la suficiente energía para dañar el ADN y volver proclive la enfermedad, incluso, la radiación solar.
En los casos de niñas y niños con inmunodeficiencia primaria o secundaria, o que presenten una fragilidad en el ADN, el médico recomendó mantenerles en constante revisión, pues: ‘’tienen una incidencia más alta de tener algún tipo de cáncer’’.
Síntomas como fiebre, sudoración abundante, estrabismo, sangrado constante y profundo, dolor de huesos constante, manchas blancas en la retina, ganglios que crecen y/o se sienten “duros” al tacto, cualquier masa que parezca en el cuerpo, vomito con mucha fuerza, alteraciones en su forma de caminar, moretones, entre otros síntomas podrían ayudar a realizar una detección a tiempo de la enfermedad.
Y es que, no dudó en señalar que ‘’el síntoma más importante para detectar el cáncer infantil es la preocupación parental’’.
Finalmente, en ello coincidió José Carlos Izaguirre Zabala, representante de Cómplices A.C, quien mencionó que la lucha contra el cáncer debe ser de todas y todos, pues sólo de esta manera se podrá lograr una detección oportuna que permita salvar vidas.
Este trabajo fue publicado originalmente en ZONA DOCS que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar la publicación original.
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