Baja California tiene una población compuesta por una cantidad importante de migrantes nacionales e internacionales; por eso, la desaparición de personas se ha configurado como uno de los modus operandi más prolífico de la delincuencia organizada y agentes estatales

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Era sábado poco antes del atardecer, a una hora en la que los restaurantes y bares en la famosa avenida Revolución de la ciudad fronteriza de Tijuana comienzan a abarrotarse. Durante esos últimos minutos de la tarde del 29 de abril de 2023, ante la mirada atónita de turistas y locales, alrededor de 20 mamás y papás marcharon, mostrando los carteles de fichas de búsqueda de sus familiares, gritando las ya históricas consignas pronunciadas una y otra vez, durante el cierre de actividades de la IV Brigada ciudadana de búsqueda de personas desaparecidas en el estado de Baja California.

Mientras los familiares de los desaparecidas y desaparecidos provenientes de diversos estados del país protestaban, su clamor se diluían bajo la música y el estruendo festivo que proliferan por la mítica calle de la ciudad límite entre México y Estados Unidos.

Luego de recorrer la Revolución el grupo de manifestantes viró hacia una avenida paralela, Constitución, y atravesó la llamada “zona de tolerancia” o “zona roja”, en la zona norte de Tijuana. Fue entonces, al pasar frente a las mujeres en situación de prostitución que se encontraban por la calle o se asomaban por las puertas y balcones de hoteles, que Claudia San Román, mamá de Reyna Karina San Román Aguilar, desaparecida en 2012 a la edad de 25 años en Tlalnepantla, Estado de México, ya no pudo contener el llanto y buscó el hombro de su esposo, Jesús Guadalupe García.

Dos semanas antes, el 15 de abril, Claudia y Chucho —como lo conocen sus compañeros buscadores— viajaron desde el centro del país a su extremo más al noroeste para unirse al quinto esfuerzo de organización colectiva que ha recorrido Baja California con el objetivo de encontrar a quienes están desaparecidos.

No fueron los únicos padres con hijas desaparecidas. También participaron en la brigada: María Estela, de Sonora, mamá de Claudia Burgos Valenzuela, desaparecida en 2008; Olga y su esposo, Álvaro, padres de Selena García Castillo, desparecida en 2020; María, de Sinaloa, madre de Yedit Valverde Machuca, desaparecida en 2021; Verónica, de Ciudad Juárez, mamá de Ivy Mata Cabello, desaparecida en 2021; todas en Tijuana.

Baja California cuenta con una población compuesta por una cantidad importante de migrantes, tanto nacionales como internacionales; de ello que la desaparición de personas se ha configurado como uno de los modus operandi más prolífico de la delincuencia organizada y agentes estatales, señala el informe Desaparecer en Baja California de la organización Elementa DDHH.

El informe destaca: Tijuana tiene el paso fronterizo más transitado del planeta, además de también ser considerada una de las ciudades más violentas del mundo. Una mayoría de población migrante y una serie de actividades violentas —la militarización, la presencia de grupos del crimen organizado y narcotráfico, el desplazamiento forzado, el uso de drogas, la violencia de género— se interrelacionan a la desaparición.

“Al ser un estado fronterizo cuyo cruce es fundamental para el tráfico de drogas y de personas, posibilita que la desaparición ocurra con fines de explotación laboral […] las mujeres son un grupo vulnerable, tanto por la trata de personas como por la violencia de género”, apuntan sobre las particularidades respecto a la desaparición en ese territorio.

La relación entre la desaparición de mujeres, las actividades del crimen organizado y la trata de personas es “estrecha”, añaden.

Puede que el llanto de Claudia San Román nazca de la desesperación de buscar y no encontrar después de más de una década, del cansancio acumulado a lo largo de 15 días de una brigada extenuante, o de imaginar un posible escenario, una posibilidad que Elementa DDHH documenta cuando se pregunta ¿a quiénes desaparecen en Baja California?, considerando sexo y edad, seguida de ¿por qué desaparecen?

Celia Guerrero

Periodista