La emergencia sanitaria por covid-19 evidenció las desigualdades que hay en la educación a distancia. El profesor Pedro Hernández y Joshua, uno de los alumnos de la primaria Centauro del Norte en Iztapalapa, son parte de una forma alterna de llevar las clases en la que cuidan el estado emocional de los estudiantes
Texto: Daliri Oropeza
Fotos: Cortesía Sección 9 CNTE
Mientras la Secretaría de Educación Pública anuncia su plan educativo por televisión, el profesor Pedro Hernández platica sobre las emociones de los estudiantes con las mamás de la Mesa Directiva, a través del mensajero de celular. Después de responder el mensaje, la señora Araceli le da el material de manualidades a Joshua, de 9 años, para que pinte. No le importa que gaste el de su venta. Ella sabe que él es talentoso. En plena pandemia, muchas cosas se detienen pero no la curiosidad de las infancias.
Pedro Hernández es el director de la escuela Escuela Primaria Centauro del Norte en Iztapalapa, en el barrio El Molino, en las orilladas de la ciudad. Cn 35 años de carrera, el docente explica que ya extraña a sus alumnos. En su experiencia, es la primera vez que vive una emergencia de esta magnitud.
Se congratula de lograr un Consejo Técnico o escolar emergente, la semana que la SEP decretó la suspensión adelantada de clases, desde el 20 de marzo al 20 de abril. Describe la preocupación que tiene ante las estrategias que está anunciando la SEP, pues asegura, que sólo el 25% de los alumnos tienen acceso a computadora o internet.
La SEP puso una prohibición para que los maestros tuvieran una relación personal con los padres de familia. Sin embargo, después de este consejo técnico todo comenzó a cambiar, dice el profesor. Ante la incertidumbre, maestros y padres de familia acordaron tener comunicación directa y poder acomodar el plan de estudios y las actividades de la mejor manera posible. Conforme avanza la cuarentena, han aplicado el cuidado emocional y de salud a los estudiantes. Se organizan para facilitar copias a quienes no tienen acceso a lo virtual; implementan el proyecto de Librobús -ahora de manera virtual- y con posibilidad de entrar cuando pueden.
La comunicación con el comité de padres es ahora más constante. Siguen los puntos más importantes del plan educativo en clases a distancia, y no exigen de más en el cumplimiento de evaluaciones. Comprenden la situación d expresión que hay en las familias. Así se han organizado para no soltar la educación de más de 800 alumnos de los turnos matutino y verspertino.
“Logramos tomar acuerdos, diseñamos actividades para la última semana de marzo y para las tres primeras de abril, considerando las vacaciones. Logramos consensuar el acompañamiento para estar pendientes en la parte emocional, de salud, de los alumnos. No tanto sustituir las clases presenciales. Habíamos enfrentado suspensión cuando el sismo, cuando la influenza, por el frío; ahora sí es una situación inédita que implica el cierre total de las escuelas; 184 países con el sistema educativo detenido”, argumenta el profesor.
Ante esto, el maestro asegura que día a día se las ingenian y se organizan para intentar que los alumnos puedan ejercitar y reforzar conocimientos aunque no sea solo a través de la estrategia virtual dictada por la SEP, que ha resultado insuficiente, de acuerdo con su perspectiva.
Pedro Hernández es el recién nombrado secretario general de la sección 9 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación. Es consciente de lo que la pandemia evidencia: desigualdad tanto para maestros como para alumnos en el acceso y conocimiento de las tecnologías de la información y de la educación a distancia. El reflejo de la realidad que viven:
“Aún en la Ciudad de México, el 25% de nuestros alumnos tienen accesos a computadora o internet, esto profundiza la desigualdad y la inequidad en términos de acceso al conocimiento. Si aquí tenemos esos problemas, imagínate lo que me han dicho los profesores de los estados. Más del 40% de las escuelas solo tienen un docente, a lo mucho dos. Comunidades que no tienen agua, electricidad, menos computadoras”, expresa con malestar, “en debates hemos hablado que una educación virtual en este país no es posible”.
Al principio de la cuarentena, la SEP quería que hubiera un control muy estricto, de acuerdo con lo que describe el profesor Pedro. Les solicitaron medir si los niños cumplían con las tareas. Asegura que como representación sindical protestaron. No son tiempos de ser estrictos, dice, sino comprensivos. Solicitamos encontrar formas emocionales de acompañar a las familias, exclama.
Pero desde la comunidad escolar, han encontrado soluciones para esta brecha. No son estrictos con las actividades, piden a los familiares fomentar el juego y la puesta en marcha de los ejercicios del buen comer y de educación física.
Usan el proyecto de Librobús que aplican junto con el Fondo de Cultura Económica para recordar el conocimiento a través de cuentos narrados, a los cuales pueden acceder a la hora que tengan la posibilidad.
“Consideramos que no vamos a regresar a lo mismo. Esta pandemia también nos sirve para cuestionarnos los profesores sobre la función de la escuela. Los términos en que enseñamos aprendemos. ¿Qué es la educación?, ¿nos esta transformando, nos esta poniendo en cuestionamiento?, muchos maestros usamos las tecnologías como podemos porque nunca hemos tenido ninguna capacitación. Las ponemos en práctica todas. Pero el acceso es desequilibrado”.
Joshua y su hermana de dos años están bajo el resguardo de su abuela, la señora Araceli Villalobos González de 57 años, mientras la madre y el padre trabajan. Además de tutora, Araceli es la presidenta de la Asociación de Padres de Familia de la Primaria Centauro del Norte.
Cuando no atiende esta brega, se dedica a crear manualidades para venderlas y ganarse su dinero. Pero en la pandemia, no le ha importado ceder su material de trabajo a la imaginación de Joshua, quien además muestra a diario su talento con la pintura. Ella narra:
“Joshua se siente extraño. Los primeros días, lo máximo, por no ir a la escuela. En últimos días me hace hincapié que extraña a sus compañeros”, después de hacer una pausa y respirar, continúa con la historia: “ayer me dejó desconcertada porque hay una ventana, le pedí que la abra, y me dice que no, que va a entrar el coronavirus por la ventana. ‘No tengas miedo’, le dije nosotros te protegemos. Hay inquietud en su corazón”.
El ritmo de vida de Joshua es el que más cambió en esta familia. Ahora toma clases una hora al día, de 10 a 11 con su maestra Manuelita por internet. No se conectan todos sus compañeros. A la semana tiene que hacer ejercicios en papel. Aunque la mayor parte del tiempo la ocupe en pintar.
“Era lo que le comentaba a mi nuera, que la maestra sabe que no todos tienen un teléfono, tablet o computadora y, la facilidad de lo que es el internet, porque eso cuesta dinero. Le digo que hasta ahorita hay respuesta favorable, pero en otras zonas y clases es más problemático por la cuestión de la economía”, describe Araceli la situación en la escuela Centauro del Norte.
Los maestros se organizaron para dejar copias y ejercicios para estudiantes que no pudieran conectarse a internet. No lo hacen a modo de evaluación sino para no perder el contacto. Araceli ha hablado con las mamás de varios grados. En el cuarto año, donde va Joshua, hay por lo menos tres alumnos que no se han presentado a ninguna clase virtual. Muchos otros se conectan esporádicamente o cuando pueden. Ella está consciente y ha evaluado la situación para ir a visitarles y saber qué sucede, pues varios tampoco se han comunicado.
“Es lo que le decía a mi nuera, no sabemos cómo la están pasando mis niños de la escuela. Cómo las estén viviendo. Porque hay maltrato, violencia intrafamiliar, luego con papis que no tienen trabajo, se la ven mal económicamente”, dice con preocupación. Planea hacerles unas libretas y unos lápices para regalarles manualidades al regreso a clases.
Esteban Moctezuma Barragán, secretario de Educación Pública, anunció en sus redes sociales el Programa Aprende en casa, el cual es la estrategia de la SEP para resanar el ciclo escolar, el cual echó a andar de manera espontánea a partir del 20 de abril y este lunes lo anunció en la conferencia del presidente.
“Continuaremos con las clases virtuales, todos los estudiantes podrán realizar la clase apoyándose en los libros d texto gratuitos, apoyando el aprendizaje a distancia por televisión”, dijo Moctezuma en un video donde sale con cubrebocas (https://youtu.be/naFNJEg_Xzc).
Las clases se pasan desde ayer en el Canal 11 (11.2) y en Ingenio TV (14.2) de televisión abierta, canales públicos, y en sus derivados en televisión de paga,en los tiempos oficiales de los que dispone el gobierno federal.
A las siete de la mañana inician las clases de preescolar (a pesar de que los niños entran hasta las nueve en tiempo escolar), a las ocho de la mañana siguen las de primero y segundo, a las nueve las de tercer y cuarto y así sucesivamente.
“Vi la tele desde nivel preescolar hasta la de cuarto, que es la de Josue, y porque me tuve que ir a una cita médica. Para los niños agradable, al final son caricaturas, pero el contenido no sé, no tengo muy bien el conocimiento, puede tener una enseñanza. No sé si ese contenido se está basando en el programa de los libros de texto que hay en México. Porque me sonó un lenguaje extranjero, tipo de España o de otro país. No sé, pero así no se habla aquí en nuestro país”, describe la señora Araceli. Asegura que no todas las personas pueden atender los horarios estipulados “nos tenemos que disciplinar otra vez”.
De acuerdo con Mauro Jarquín, politólogo especialista educación, no es lo mismo si hay un espacio dedicado a las y los alumnos en la casa, con una familia que les apoya, que cuando no lo hay. Afirma tajante: “ése no es el contexto de México”.
“Cuando hay acceso a la tecnología, el hogar no necesariamente es el mejor ambiente de aprendizaje. Primero porque hay un ordenamiento vertical con el familiar que podría garantizar la obediencia, pero no la libertad y creatividad que requiere la educación”, asegura Jarquín, quien además da clases en la UNAM y asegura que incluso a ese nivel, hay muchos alumnos que no tienen acceso a las clases virtuales.
Para él, lo que hace la SEP es poner un parche a un sistema que de por sí nunca contempló las desigualdades frente a la emergencia.
“En educación, la tecnología puede ser un límite al acceso al conocimiento y con esto no puedes suplir el contacto humano. Es en el contacto humano donde se genera el conocimiento colectivo, sin ello, se bifurca en los niños la comprensión colectiva del mundo. La tecnología ayuda sí, siempre y cuando sea un razonamiento colectivo, y no una imposición”, enuncia Jarquín.
De acuerdo con Mauro Jarquín, hay riesgos claros en la educación a distancia y por televisión que implementa la SEP.
La primera, la construcción de nichos de mercado en los proceso de virtualizacion educativa, desde los servicios que ahora ofrecen gratuitos y después se ofertan como negocios con la información de la gente.
Jarquín, también investigador especialista en organismos empresariales y educación, ve riesgo con el modo en que las empresas ven la tecnología como “la panacea” para resolver los problemas.
“No es lo mismo que tenga una tableta una persona con capital cultural que tiene acceso a la educación desde pequeño, a alguien que se le ha dado una instrucción instrumental para usar la tecnología pero no puede ampliar sus márgenes de interacción”, explica.
Describe que actualmente el mercado digital de la educación de alió con los instituciones educativas desde Google educación, Pearson y Discovery en cuanto a contenidos y modelos de educación a distancia.
El politólogo ve un riesgo en qué tan tangibles son los aprendizajes educativos logrados a través de la tecnología. Se pregunta hasta qué punto los aprendizajes virtuales son significativos para las personas.
Asegura que hay un reto para el profesorado, pues no hay formación docente en tecnologías de la educación.De acuerdo con el profesor Pedro, este no será un año escolar perdido. Aunque para la señora Araceli esa es la gran incertidumbre.
Botas llenas de Tierra. Tejedora de relatos. Narro sublevaciones, grietas, sanaciones, Pueblos. #CaminamosPreguntando De oficio, periodista. Maestra en Comunicación y cambio social. #Edición #Crónica #Foto #Investigación
Ayúdanos a sostener un periodismo ético y responsable, que sirva para construir mejores sociedades. Patrocina una historia y forma parte de nuestra comunidad.
Dona