En una ceremonia llena de símbolos, desde la espada de Bolívar hasta las mariposas de Cien años de Soledad, Gustavo Petro y Francia Márquez asumieron la presidencia y la vicepresidencia de Colombia. En su primer mensaje como mandatario, Petro una reforma tributaria para gravar a los más ricos y cumplir el Acuerdo de Paz

Texto: Redacción  Pie de Página

Fotos: Alex Sierra

CIUDAD DE MÉXICO.- Por primera vez en 200 años de vida independiente, Colombia tiene un gobierno de izquierda. Gustavo Petro y Francia Márquez asumieron este domingo los cargos de presidente y vicepresidenta, en una ceremonia cargada de símbolos que se realizó en la Plaza de Bolívar de Bogotá.

Petro recibió la banda presidencial de la senadora María José Pizarro, hija del líder del M19 Carlos Pizarro, quien fue asesinado en 1989 cuando era candidato presidencial. La senadora vistió una chaqueta roja que mostraba, tejida, la cara de su padre con el mensaje «que la lucha por la paz no nos cueste la vida».

Luego, Petro dio su primera orden como presidente de Colombia: hacer traer la espada de Bolívar, que su antecesor, Iván Duque, había negado para la ceremonia. Se trata de una espada que el M19 se robó en forma de protesta en 1974.

«Esta espada representa demasiado para nosotros y para nosotras y quiero que nunca más esté enterrada», dijo el nuevo mandatario al iniciar su primer discurso, ya como presidente.  

«Que solo se envaine, como dijo su propietario, el libertador, cuando haya justicia en este país. Que sea del pueblo. Es la espada del pueblo».

Petro asumió el poder con una agenda de «paz total», que simbolizó con la paloma blanca que se puso en la solapa de su chaqueta.

En su mensaje, prometió redistribuir la riqueza y repensar una guerra contra las drogas, que considera un fracaso y a la que culpó por la muerte de un millón de latinoamericanos.

“Proponemos una reforma tributaria que genere justicia”, dijo. “Llevar una parte de la riqueza de las personas que más tienen y más ganan, para abrirle las puertas de la educación a toda la niñez y la juventud”.

La segunda oportunidad, Gabo y la fiesta

Al acto de posesión llegaron más de cien mil personas que coparon las calles de Bogotá. Petro saludó a los mandatarios del mundo invitados, entre ellos el chileno Gabriel Boric, , quien fue ovacionado. También se refirió a sus invitados de honor: una familia de cafeteros; a una barrendera de Medellín; y a un pescador del Tolima.

El logo de la ceremonia fueron eran tres mariposas amarillas, una clara referencia a Cien amor de soledad. De hecho, la segunda oportunidad para Colombia fue un elemento clave en el inicio y el cierre de su discurso y para ello usó una frase de la novela:

«Todo lo escrito en ellos era irrepetible desde siempre y para siempre, porque las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían una segunda oportunidad sobre la tierra (…) Quiero decirles que hoy empieza nuestra segunda oportunidad, nos la hemos ganado. Su esfuerzo valió y valdrá la pena, es la hora del cambio».

Tras el discurso, artistas colombianos se presentaron en las siete tarimas. Entre ellos estaban de tradición campesina  y afro.

En la víspera, Petro tomó posesión ante los pueblos indígenas arahuaco, que guardan la montaña costera más alta del mundo, la Sierra Nevada de Santa Marta, que para ellos es considerada «el centro del mundo».

Gravar a los ricos

Durante la campaña, el exalcalde de Bogotá prometió aumentar los impuestos a los ricos lo suficiente como para financiar el gasto social y reducir la deuda, además de detener la concesión de licencias de exploración petrolera y reconstruir las relaciones diplomáticas con el Gobierno de Venezuela, rotas desde 2019. El nuevo gobierno planea reformas de salud, pensiones, laborales y educativas, indicó.

Sin embargo, Petro asume la presidencia con una deuda pública cercana a niveles récord, por lo que para muchos analistas, esta será la primera gran prueba su gobierno.

Por el momento, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, un reconocido economista en Colombia, dijo que el lunes enviará al Congreso la reforma tributaria con la que buscará recaudar ingresos por el equivalente a alrededor del 5 por ciento del Producto Interno Bruto, mediante la eliminación de exenciones fiscales y la imposición de un impuesto a la riqueza.

Desde 1995, el país ha aprobado catorce leyes tributarias, ninguna de las cuales recaudó más del 2 por ciento del PIB. El año pasado, Colombia perdió su calificación crediticia de grado de inversión, luego del Paro Nacional que provocó el intento de gravar a los más pobres.

Otro problema para el gobierno entrante son los subsidios a los combustibles.

La “Paz total”

Petro estableció un decálogo de compromisos para los cuatro años de presidencia que comenzaron este domingo. El número uno es conseguir la paz

«Cumpliremos el acuerdo de paz, seguiremos a rajatabla las recomendaciones de la comisión de la verdad«, prometió, e hizo un llamado a los grupos armados a que depongan sus fusiles..

Trabajaré para conseguir la paz verdadera como nadie, como nunca», dijo

También pidió «una nueva convención internacional que acepte que la guerra contras las drogas ha fracasado rotundamente .

Acción y no hipocresía, frente a la crisis ambiental

Petro quiere hacer de Colombia un ejemplo para el mundo en materia ambiental.

«Desde Colombia pedimos acción y no hipocresía, y por ello vamos a transitar a una economía sin carbón y petróleo, pero poco ayudamos con ello porque no somos los que emitimos los gases de efecto invernadero, son los ricos del mundo los que lo hacen».

Pidió a organismo internacionales como el Fondo Monetario Internacional disminuir la deuda externa de los países para que puedan dedicar recursos a políticas ambientales. Y aseguró que Colombia protegerá la selva amazónica.

Pero centró su atención en la lucha contra la desigualdad.

No naturalicemos la desigualdad y la pobreza (…) Somos unas de las naciones más desiguales socialmente de todo el planeta y esa es una aberración que no podemos continuar si queremos ser una nación y vivir en paz», dijo.

Gobernar con y para las mujeres

Petro juró en el cargo a Francia Márquez como vicepresidenta, la primera mujer afro que alcanza ese puesto, y puso énfasis de nuevo en las mujeres,

Dio protagonismo no sólo a Márquez, sino a su propia esposa y a numerosas mujeres citadas a lo largo de los 47 minutos de discurso.

Prometió un gobierno paritario con un futuro Ministerio de Igualdad que conducirá Márquez.

«Para que el género no determine cuánto ganas y cómo vives», dijo al prometer «igualdad real y seguridad para que las mujeres caminen tranquilas»