La realidad de vivir con un cuerpo o una cuerpa que no corresponde a la “norma social”, se expresa en temas cotidianos como la movilidad dentro del hogar y en el espacio público, el acceso a empleo, educación, la autonomía para decidir sobre el propio cuerpo y prácticamente, en todos los aspectos de la vida
¡Estamos hartas de esta sociedad capacitista y cuerdista!












