Bahía de Ohuira, el lugar donde se le agradece al mar por todo lo que nos da

24 febrero, 2024

En la bahía de Ohuira, en Sinaloa, el mundo del agua permite pescar, proveer de alimentos y tener una organización social sin dañar el medio ambiente o extinguir a las especies

Texto: Marcos Vizcarra / Revista Espejo

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TOPOLOBAMPO, SINALOA. -La bahía de Ohuira es un lugar en medio de espacios sagrados, donde habitan alrededor de 10 mil personas, de las cuales 2 mil 500 son indígenas que creen en el Baahue Ánia (el Mundo del Mar o Espíritu del Mar).

El Baahue Ánia es a su vez uno de los cuatro universos en la cosmogonía Mayo-Yoreme junto al Tehueca Ánia (mundo del cielo), Jeeka Ánia (mundo del viento) y Juya Ánia (mundo del monte).

Cada uno representa un espacio y una manera de subsistir de los pueblos indígenas en el noroeste de México, como aquí, en la bahía de Ohuira, donde el mundo del agua permite pescar, proveer de alimentos y tener una organización social.

Aquí hay quienes pescan durante las madrugadas, otros por las mañanas y las tardes. Algunas personas hacen artesanías con conchas; otras se dedican a limpiar las playas. También hay quienes trabajan en la conservación y protección de especies marinas como la tortuga, y muchas mujeres y hombres viven del ecoturismo con la renta de cabañas, paseos en lanchas y caminatas por senderos entre los cerros que rodean la bahía.

Este es humedal, en medio de los pueblos de Ohuira, Muellecitos, Paredones, Lázaro Cárdenas, Campo Nuevo, San Carlos y Topolobampo, alberga aves playeras, es un hábitat crítico del delfín nariz de botella y es también zona de cría y alimentación de las tortugas prieta y carey, así como de peces y crustáceos de importancia comercial, de acuerdo con un estudio realizado por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio).

La bahía de Ohuira es una región de aguas bajas donde se puede ver a los peces saltar, a aves volando al ras del mar. Este espacio silencioso solo tiene olas cuando hay viento o cuando las pangas navegan entre islas.

Antes de salir a pescar en la Bahía de Ohuira, cualquier persona de la Nación Mayo-Yoreme debe dar gracias a la naturaleza. Eleva su oración al universo para pedir por ese día, por la vida, por los animales y las plantas que le rodean, por el alimento que podrá recoger para su familia.

Esta nota fue publicada originalmente en REVISTA ESPEJO, que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes ver la publicación original.

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